Principio de Intimidad

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Principio de intimidad

1. Que es
• El derecho a la intimidad como garantía no tiene limitaciones frente al ciudadano y
goza de protección legal.
• El goce pleno del derecho a la intimidad se considera restringido cuando se trata de
personas privadas de la libertad; estas últimas cuya condición nace por
mandamiento judicial por virtud de una condena o por captura para colocar al
ciudadano a disposición del juez termino que no puede ser superior a treinta y seis
horas.
• El derecho a la intimidad en Colombia está consagrado como derecho fundamental en el
artículo 15 la Constitución Política.
• Por su parte el artículo 28 de la Carta, desarrolla la garantía: toda persona es libre

Sentencia C-014/18
DERECHO A LA INTIMIDAD-Limitación en proceso penal con garantía de reserva
judicial

• Se trata de un derecho que admite privaciones y limitaciones temporales


principalmente en el marco de las investigaciones penales, con arreglo a estrictas
exigencias previas y por razones de ascendencia constitucional.
Por lo que aquí interesa, del artículo 15 C.P. se derivan dos límites formales al empleo de
las medidas que comporten restricciones a la intimidad personal en cualquiera de sus
formas. De un lado, se encuentra la reserva legal en la creación de tales procedimientos y,
del otro, la reserva judicial en la emisión de órdenes que dispongan su práctica.
• La reserva de ley implica que las hipótesis y requisitos de la intervención en la
intimidad compete definirlos exclusivamente al legislador, como garantía de
seguridad de los ciudadanos, que les permite conocer previamente las condiciones
en las cuales pueden ser objeto de afectaciones en su derecho.
• Por su parte, la reserva judicial de las injerencias a la intimidad en desarrollo de las
investigaciones penales es una de las garantías más importantes en la tradición
liberal del derecho penal.
• En los jueces reside la competencia para decretar restricciones a la correspondencia
y a las comunicaciones privadas, en los supuestos y conforme a las exigencias
establecidas por el legislador.
Con base en jurisprudencia constitucional, ilustra las características de los controles, previos
y posteriores, realizados por el Juez de Garantías a las medidas restrictivas del derecho a la
intimidad dentro del proceso penal y sostiene que las revisiones judiciales que operan luego
de ejecutados los procedimientos policiales deben ser excepcionales, debido a la menor
protección material que brindan a los bienes constituciones afectados, en comparación con
los controles que se aplican con antelación a la realización de las diligencias.
Aparte subrayado declarado CONDICIONALMENTE exequible por la Corte Constitucional
mediante Sentencia C-336-07 de 9 de mayo de 2007, Magistrado Ponente Dr. Jaime
Córdoba Triviño, "en el entendido que se requiere de orden judicial previa cuando se
trata de los datos personales, organizados con fines legales y recogidos por instituciones
o entidades públicas o privadas debidamente autorizadas para ello".

El DERECHO A LA INTIMIDAD EN EL DERECHO PENAL COLOMBIANO:

Como hemos visto, uno de los principios que informan el derecho a la intimidad en la regulación
penal colombiana, es el de reserva judicial, a partir del cual se garantiza su protección y se busca
que no existan abusos en los casos en los que es necesaria su limitación. Mediante este principio se
busca que sean sólo las autoridades que a través de orden escrita, quienes puedan limitar los
derechos de la persona, en este caso la intimidad.

sentencia T-490 de 1992 determinó el alcance de la expresión "autoridades judiciales"

“las autoridades judiciales tienen competencia para imponer penas que conlleven la privación de la

libertad. En consecuencia, a la autoridad administrativa le está vedado imponer motu propio las

penas correctivas que entrañen, directa o indirectamente, la privación de la libertad, salvo

mandamiento escrito de autoridad judicial competente”

• principio de la reserva judicial se contraponen tres situaciones excepcionales que facultan


a la autoridad administrativa a practicar allanamientos o registros sin orden judicial
- Cuando el delincuente sorprendido en flagrancia se refugia en su domicilio o en
domicilio ajeno
- En los casos determinados en la ley, en desarrollo del principio de intervención del
Estado en determinadas actividades de los particulares que tienen efectos en la
colectividad y que requieren la inspección, vigilancia e intervención, por razones de
interés general, de las autoridades en ejercicio de la función de policía administrativa
- En los casos en que se presenta un incidente derivado de una detención preventiva
en la que han mediado motivos fundados y la persona se resiste a la aprehensión y se
refugia en un domicilio.
Motivación de la medida Tal y como lo hemos explicado anteriormente, en el derecho penal

colombiano las acciones que el Estado efectúe en desarrollo de sus deberes y que puedan

eventualmente afectar el derecho a la intimidad de las personas, deben ser precedidas de una orden

de la autoridad judicial competente, con las formalidades legales y por motivo previamente definido

en la ley. La posibilidad de la limitación a este derecho, filosóficamente hablando responde a la

concepción del mismo como un valor inherente a la persona y los diferentes eventos que legitiman

la acción del Estado en tal dirección, deben ceñirse a los principios de reserva judicial, reserva legal

e igualdad. En palabras de la Corte Constitucional, “La regulación legal de los casos y los motivos
que pueden justificar un mandamiento judicial de registro domiciliario, al igual que el procedimiento

y las formalidades, que deben observarse, responden al diseño central de la garantía que asegura la

vigencia de este derecho. En primer término, la persona no queda sujeta a la reducción de su

derecho como consecuencia de la actividad reguladora o coordinadora de la administración, ni

siquiera de la encargada de la función policiva. En segundo término, la generalidad de la ley previene

un tratamiento inequitativo y desigual entre las distintas esferas de autonomía y libertad de los

sujetos. En tercer lugar, el procedimiento de adopción de la ley, reviste de legitimidad democrática

sus limitaciones y desarrollos.

En otras palabras, el mandamiento judicial sólo puede expedirse para hacer efectivos los objetivos

específicos que corresponden al supuesto legal. Los motivos y los casos en los que este tiene lugar,

no pueden ser vías a través de las cuales se acceda indiscriminadamente a la vida privada de una

persona. No tendría sentido esta garantía constitucional, si el legislador no fijara con claridad y

exactitud las taxativas hipótesis en que se pudiera afectar el derecho, así como perdería eficacia el

derecho fundamental de la intimidad, si el juez no emitiera una orden cuya finalidad no se

encontrara delimitada y su motivo individualizado y fundado.

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