Procesos de Enfermeria
Procesos de Enfermeria
Procesos de Enfermeria
El uso del proceso enfermero permite crear un plan de cuidados centrado en las respuestas
humanas. El proceso enfermero trata a la persona como un todo; el paciente es un individuo
único, que necesita atenciones de enfermería enfocadas específicamente a él y no solo a su
enfermedad.
Niveles de actuación
La labor de enfermería está orientada no solamente hacia la atención del individuo enfermo,
que requiere unas actividades concretas para el alivio de sus padecimientos y recuperación de
la salud, sino también hacia el individuo sano, en el área de promoción de la salud.
Simplificadamente, se acepta que la labor de enfermería comprende tres niveles:
Nivel primario: encaminado al mantenimiento y promoción de la salud y la prevención de la
enfermedad. Este nivel de prevención básica implica una actividad de enfermería tanto
asistencial como pedagógica y se centra en la concientización acerca de la importancia de la
salud y sobre la responsabilidad individual, familiar o comunitaria para mantenerla, así como
en la oportuna información sobre los eventuales peligros que puedan amenazar la salud y los
medios que puedan emplearse para conservar un estado óptimo de bienestar físico,
psicológico y social.
Nivel secundario: corresponde a las intervenciones asistenciales o curativas que tienen por
objeto tratar los problemas de salud ya establecidos o potenciales y prevenir su eventual
agravamiento, mediante la elaboración e instauración de un plan de actuaciones de
enfermería destinado también a evitar o reducir el riesgo de posibles complicaciones.
Nivel terciario: dirigido a la rehabilitación y correspondiente a las intervenciones de
enfermería orientadas al apoyo del paciente en su adaptación a determinadas dificultades
ocasionadas por un problema de salud y la superación de los efectos de eventuales secuelas.
El objetivo de este nivel consiste en la consecución de un grado de satisfacción óptima de las
necesidades personales básicas a pesar de las limitaciones temporales o permanentes
impuestas por el estado de salud.
En cualquiera de los niveles definidos, toda labor de enfermería debe basarse en un conjunto
de pautas elementales que constituyen un auténtico proceso, más o menos complejo según a
las características de cada caso, pero siempre sometido a las reglas de un método concreto
que posibilite la adecuada formación de los cuidados requeridos y su correcta instauración.
Habilidades necesarias
El proceso enfermero implica habilidades que un profesional de enfermería debe poseer
cuando tenga que comenzar la fase inicial del proceso. Tener estas habilidades contribuye a la
mejora de la atención del profesional de enfermería al cuidado de la salud del paciente,
incluyendo el nivel de salud del mismo, o su estado de salud.
Habilidades cognitivas o intelectuales, tales como el análisis del problema, resolución de
problemas, pensamiento crítico y realizar juicios concernientes a las necesidades del
cliente.9 Incluidas entre estas habilidades están las de identificar y diferenciar los
problemas de salud actuales y potenciales a través de la observación y la toma de
decisiones, al sintetizar el conocimiento de enfermería previamente adquirido.
Habilidades interpersonales, que incluyen la comunicación terapéutica, la escucha activa,
el compartir conocimiento e información, el desarrollo de confianza o la creación de lazos
de buena comunicación con el cliente, así como la obtención ética de información
necesaria y relevante del cliente la cual será luego empleada en la formulación de
problemas de salud y su análisis.
Habilidades técnicas, que incluyen el conocimiento y las habilidades necesarias para
manipular y maniobrar con propiedad y seguridad el equipo apropiado necesitado por el
cliente al realizar procedimientos médicos o diagnósticos, tales como la valoración de
los signos vitales, y la administración de medicamentos.
Modelo de cinco fases que incorpora los diagnósticos de la NANDAal modelo de la OMS (1979).10
Información bibliográfica.
Razones para solicitar.
Enfermedad actual.
Historia sanitaria pasada.
Historia familiar.
Historia medioambiental.
Historia psicosocial y cultural.
C) Cierre (finalización): dar al paciente un indicio de que la entrevista está finalizando; este
enfoque ofrece al paciente la oportunidad de formular algunas preguntas.
Tipos de valoraciones[editar]
Global: se utiliza una cédula de valoración. Por ejemplo: los 11 patrones funcionales de
salud (Marjory Gordon), los 9 patrones de respuesta humana (Callista Roy), etc.
Focalizada: centrada en puntos o cuestiones concretas (dolor, sueño, estado respiratorio).
Fase de diagnóstico[editar]
Artículo principal: Diagnóstico enfermero
Fase de planificación[editar]
Jerarquía de las necesidades de Maslow, utilizada para priorizar los problemas de salud encontrados en
el paciente.
Por encima de la habilidad para la construcción de algoritmos está la habilidad para su uso
clínico. El instrumento está pensado para asistir en el juicio diagnóstico y terapéutico a los
enfermeros, pero ofrece unas enormes posibilidades de investigación no solo para el
perfeccionamiento del mismo sino para un conocimiento más extenso de los fenómenos de
enfermería. En la actualidad existe referencia electrónica y bibliográfica extensa de las guías
clínicas y algoritmos encaminados a orientar el diagnóstico oportuno y tratamiento médico de
las enfermedades más comunes, no así de la gestión de cuidado de enfermería, lo cual
constituye un retroceso en su práctica profesional al no contar con un instrumento en el cual
plasmar la evidencia de la calidad de sus decisiones. Surge así la necesidad de elaborar
orientaciones gráficas que permitan organizar el proceso de atención de enfermería y aplicarlo
a las personas que presentan necesidades de salud reales o potenciales.
Tomando en cuenta esto último afirmamos que el enfermero ha sido uno de los profesionales
que más ha abogado por la calidad en los cuidados; por tanto, la visión futura de protocolizar
sus cuidados por medio de planes, algoritmos y diagramas de flujo no es lejano dada la
demanda de una sociedad cada vez más crítica y exigente con referencia a la calidad de
atención en los servicios de salud.
La aparición de la Clasificación de Resultados de Enfermería ha abierto nuevas fronteras
inimaginables hace escasos años, y probablemente, impredecibles cuando se gestó. Un uso
ampliado de sus componentes, desde el marco conceptual de Henderson, en combinación con
la NANDA, aporta elementos racionales y reproducibles a la hora de la toma de decisiones.
Por tanto estos instrumentos sugeridos deben tener un formato atractivo visualmente y
fácilmente comprensible que permita apreciar la progresión de la persona hasta alcanzar el
objetivo planteado. Hace más de una década que funcionan como método para controlar las
costes y la calidad; originalmente estaban diseñados por los departamentos de enfermería y
recogían los pasos críticos en los cuidados de los pacientes, los primeros estaban focalizados
solo en los cuidados de los enfermeros. “…Posteriormente se han efectuado adaptaciones en
un formato más multidisciplinario denominados con diferentes formas como trayectorias
clínicas, mapas de cuidados, algoritmos de cuidados, árboles de decisiones, etc.”21 Sin
embargo el gestionar el cuidado en forma oportuna, segura y satisfactoria lleva implícito el
imperativo ético de responder frente a la sociedad con la mejor evidencia disponible para
tomar las mejores decisiones sobre el cuidado de las personas, a este proceso le llamamos
enfermería basada en evidencias. “Se debe impulsar una EBE que privilegie lo plural, lo
diverso, la singularidad del ser, pero también la riqueza cohesionadora de lo colectivo, donde
se expresa la identidad y la autonomía del sujeto social”.22
Fase de ejecución[editar]
Es la cuarta etapa del proceso enfermero que comienza una vez que se han elaborado los
planes de cuidados y está enfocada al inicio de aquellas intervenciones de enfermería que
ayudan al cliente a conseguir los objetivos deseados.23
En esta fase se ejecuta el plan de enfermería descrito anteriormente, realizando las
intervenciones definidas en el proceso de diagnóstico. Los métodos de implementación deben
ser registrados en un formato explícito y tangible de una forma que el paciente pueda entender
si deseara leerlo.
La claridad es esencial ya que ayudará a la comunicación entre aquellos que se les asigna
llevar a cabo los cuidados de enfermería.
Sistema de clasificación de la práctica de enfermería en urgencias[editar]
La clasificación determina una toma de decisiones en cuanto a la asistencia del paciente con
relación a su estado de salud, adecuando esa toma de decisiones a las capacidades del
servicio y de respuesta material y humana que presenta cada unidad asistencial. La
clasificación se hará en función de los síntomas y manifestaciones subjetivas del paciente, o
acompañante, en áreas de una priorización en la atención médica y de cuidados enfermeros.
En la RAC (sistema hospitalario de recepción, acogida y clasificación de pacientes) se iniciará
la prestación de cuidados inmediatos ofreciendo un abordaje integral de la persona en cuanto
a manifestaciones físicas, emocionales y cognitivas.
En cuanto a la escala empleada para clasificar asignando una prioridad en la atención, la
bibliografía recomienda expresamente que se utilice un sistema con solvencia acreditada,
citando como ejemplo el canadiense, australiano o Manchester, desaconsejando la utilización
de aquellos que sean desarrollados localmente sin haber sido validados correctamente. La
mayoría de estas escalas de clasificación hacen mención de 4 o 5 niveles de prioridad en los
que prima la atención médica.
Ejemplo de escala de prioridad: