PUNO
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Por otro lado, Jaime Calahuily, miembro del equipo técnico de saneamiento de
límites de Puno-Moquegua, lamentó la falta de voluntad de parte del Gobierno
central para solucionar esta problemática. “Políticamente hay influencias por parte
de algunas autoridades, sobre el manejo de recursos hídricos, y quizá este
Gobierno no esté actuando limpiamente, pues recordemos que el señor Martín
Vizcarra fue presidente regional de Moquegua”, advirtió.
En relación a la actitud reacia del actual gobernador regional, Walter Aduviri, sobre
la Resolución 376 emitida por la Autoridad Nacional del Agua (ANA), refirió que
Puno no puede autoexcluirse ni ser excluido, porque de igual forma Arequipa y
Moquegua seguirán adelante; pero sí aconsejó a las autoridades locales a tomar
medidas inmediatas y a concertar mesas de diálogo.
Por su parte, el exdirigente del Comité de Lucha de la Zona Sur, Rufino Machaca,
informó que se reactivará dicha organización para defender los recursos hídricos
de la región de Puno, ante la reciente disposición de la ANA.
En ese aspecto, lamentó que dicho plan no haya sido aprobado ya que con ello
numerosas familias se habrían beneficiado. También lamentó el enorme gasto que
se realizó durante el proceso de estudio.
Algunos especialistas sostienen que el trasfondo del tema tiene que ver con
el aprovechamiento de recursos minerales e hídricos en un área de 120.000
hectáreas
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Según diversos especialistas, el trasfondo del tema tiene que ver con el
aprovechamiento de recursos minerales e hídricos en un área de 120.000
hectáreas.
Al respecto, el alcalde provincial de Puno refirió que al llegar a esa zona no habían
cometido ninguna acción ilegal y que no causaron ninguna provocación. “Hemos
estado en un territorio que nos corresponde y seguiremos firme en su defensa, no
hubo ninguna actitud de rechazo hacia nadie de nuestra parte o del gobernador”,
dijo Ticona a este Diario.
Sobre la Ley 30918, el burgomaestre dijo que agotarán todos los mecanismos
legales contra esta norma, disponiendo al procurador municipal interponer las
demandas que corresponda. También dijo que la ley, al tener nombre propio, se
solicitará sea declarada inaplicable.
“La ley tiene efecto inmediato una vez que se reglamente, pero el proceso de
demarcación comenzó con la ley anterior y debe resolverse con esa norma, no
puede aplicarse la nueva ley con retroactividad”, afirmó la autoridad edil de Puno.
Dicho Proyecto Especial construyó la represa Pasto Grande para aprovechar las
aguas de la laguna del mismo nombre y destinarlas a la irrigación de miles de
hectáreas de cultivo en territorio moqueguano y arequipeño (valle del Tambo).
El viernes 8 de marzo, Elmer Cáceres Llica y Walter Aduviri se vieron las caras en
Puno. El cónclave de los dos gobernadores regionales ocurría tras una
confrontación pública entre ambos, a raíz del proyecto Paltuture. Un
enfrentamiento en que Aduviri arremetió contra la autoridad de Arequipa,
tildándolo de borracho.
Aunque el gobernador de Arequipa consideró que lograron un primer paso para el
destrabe de la obra, lo cierto es que no se vislumbran acuerdos reales tras la
reunión. La postura de Puno, negativa al proyecto, parece firme. Lo confirmó el
propio Walter Aduviri horas después, indicando que escuchará la decisión de los
gremios puneños sobre el proyecto. La postura quedó en evidencia con los
agravios proferidos por dirigentes puneños, a la salida de Cáceres del encuentro
con su homólogo.
Considerado uno de los emporios agrícolas del sur, Islay dispone de más de 12
mil hectáreas de cultivo, trabajadas por alrededor de 6 mil agricultores. La principal
producción de la provincia incluye arroz, papa, cebolla, quinua y páprika, incluso
para exportación. Una industria agrícola optimizada que, año a año, sufre de
estrés hídrico en primavera, por falta de agua en el río Tambo.
Islay no siempre padeció por agua. Cuando el caudal del río Vizcachas llegaba
hasta el río Tambo, el abastecimiento de líquido para los agricultores estaba
garantizado. No obstante, con los trabajos del proyecto Pasto Grande de
Moquegua, en los ochentas, la situación empeoró para los productores. El cauce
del Vizcachas se desvió para contribuir al represamiento de 200 millones de
metros cúbicos (MMC) en el embalse moqueguano. A cambio, Pasto Grande se
comprometía a derivar 8,2 MMC por año, para la agricultura de Islay. Pero no
cumple, aduciendo que no llueve lo suficiente y les falta agua para Moquegua.
Desde entonces, los gobiernos nacionales de turno prometieron represas para los
agricultores del Valle de Tambo. Promesas que en más de 30 años no se
cristalizan y tienen a Islay sumido en un conflicto social latente.
Los proyectos Yarondo y Pampas del Alto Tambo, de inicios de los ochentas,
prometían almacenar 40 y 14 millones de metros cúbicos, respectivamente.
Cantos de sirena que nunca se cristalizaron.
En terreno ajeno
Paltiture, en efecto, fue un proyecto anterior a Paltuture. Concebido con una
capacidad de 30 MMC, beneficiaría exclusivamente al Valle de Tambo y estaría
en Moquegua, muy próxima a la frontera con Puno. Sin embargo, el proyecto
requería la reubicación de la comunidad de Tolapalca. La compra de los terrenos
correspondía al Gobierno Regional de Moquegua, que no accedió al pedido de los
comuneros. En el 2007, incluso con la obra licitada, se canceló el proyecto.
La región Puno pidió ser consultada sobre Paltiture. El radio de impacto del
embalse afectaba a comunidades campesinas puneñas. La traba terminó de
hundir el proyecto. El fracaso coincidió con enfrentamientos producto del conflicto
minero por Tía María, que dejaron un saldo de cuatro muertos.
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PERÚ
21 OCTUBRE, 2009
Conflicto. Dos regiones se enfrentan por límites. Moquegua señala que la zona de
Pasto Grande le pertenece por ley a su jurisdicción, y Puno argumenta a su favor
el límite ancestral. Liubomir Fernández y Francesca García. El conflicto entre Puno
y Moquegua saltó a la palestra la semana pasada por el reclamo de los
pobladores de los distritos puneños de Acora, Laraqueri y Mazocruz por la
posesión del centro poblado de Pasto Grande –en la jurisdicción de Moquegua–.
El diferendo limítrofe es de larga data.
Y es que ese territorio está incluido en un área de 1,783 kilómetros cuadrados que
Puno reclama a Moquegua, donde existen yacimientos de minerales y se ubican
las nacientes de las principales cuencas hídricas que permiten la subsistencia de
la agricultura y la minería.
Hugo Llano, miembro del comité de lucha de la zona sur, explicó que el origen del
problema con zonas como Pasto Grande ha sido la falta de una demarcación
territorial definida luego de que a principios de la década de los 90 se desintegrara
la región José Carlos Mariátegui, conformada por Puno, Tacna y Moquegua.
Explicó además que el conflicto entre ambas regiones se exacerbó desde que la
empresa minera Aruntani S.A.C. –ubicada en la zona en disputa–, que antes
tributaba el 100% a Puno, comparte ahora esta cifra en partes iguales con
Moquegua.
Frente a ello, las autoridades puneñas han asegurado que esto se contradice con
los documentos de los límites iniciales.
El Dato
Hugo Llano rechazó las declaraciones del premier Velásquez Quesquén, quien
dijo que el litigio entre Moquegua y Puno no es un conflicto por límites, al referir
que esta zona ya fue delimitada cuando se emitió la ley de creación de la provincia
puneña de El Collao.
A pesar del pedido del primer ministro para que no se produzcan nuevos actos
hostiles en la zona, el dirigente de puneño no descartó que la población inicie un
paro indefinido en protesta, a lo que aseguran es la demarcación que corresponde
por historia.
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Los ánimos entre las regiones hermanas de Puno y Moquegua están caldeados,
debido a los problemas limítrofes que arrastran desde hace más de una década y
que podrían terminar en un conflicto social. Desde hace unos días, la tensión entre
ambas jurisdicciones aumentó después de que los gobernadores Walter Aduviri y
Zenón Cueva de las regiones de Puno y Moquegua, respectivamente, llegaran a la
zona en conflicto para encabezar actividades cívicas.
HISTORIA
El terreno en disputa comprende el centro poblado de Pasto Grande, que está
ubicado entre el límite del distrito de Carumas (Moquegua) y la comuna de Ácora
(Puno). En esta zona habitan cerca de 100 familias, cuya principal actividad
económica es la ganadería. Pasto Grande no sería el centro de atención en el sur
del país si no fuera por un singular motivo: la construcción de la represa de
Paltiture, un proyecto que busca solucionar la escasez hídrica que afecta a los
agricultores del valle del Tambo (Islay), en Arequipa, y que pretende construirse
en la zona en conflicto. La ejecución de la represa quedó paralizada, debido a que
Puno interpuso medidas cautelares para frenar la licitación y buena pro de la obra.
Estos pedidos fueron aceptados en la Corte de Justicia de Puno.
POSICIONES
El exdirigente asevera que Pasto Grande pertenece a Puno, pues existen títulos
de propiedad, testimonios e incluso costumbres y límites ancestrales que lo
prueban.
“Puno está asistiendo a Pasto Grande y no será cubriendo todas las necesidades,
porque tampoco tiene mayor presupuesto como lo tiene Moquegua, que invierte
en la zona y por eso cree que ese territorio le pertenece”, dice Cariapaza.
RECURSO HÍDRICO
Para el alcalde del distrito de Carumas, Erly Abad Córdova Falcón, el interés de la
región Puno de anexar a Pasto Grande sería el recurso hídrico. Al igual que el
dirigente puneño, Córdova indica que su jurisdicción posee documentos que
reconocen jurídicamente a Pasto Grande como territorio moqueguano.
La racionalización del agua genera otro conflicto social en el país. La región de Ácora se encuentra
en disputa por las provincias de Puno y Moquegua debido a la falta de delimitación territorial y al
futuro proyecto de irrigación en Pasto Grande.
Este problema territorial ha pasado por los gobierno de Alejandro Toledo, Alan García y ahora por
Ollanta Humala, quien al prometer una represa para Moquegua estaría afectando a Puno.
Días atrás se realizó un paro preventivo de 48 horas por este conflicto, que pese a haberse
tratado en la Presidencia del Consejo de Ministros, aún no genera una solución.
El Presidente Regional de Puno, Mauricio Rodriguez, sostiene que se debe respetar el mapa
histórico de su provincia puesto que nunca han tenido problemas territoriales con Moquegua.
Asimismo, señaló que el problema data desde que Moquegua empieza a posicionarse del
territorio por los recursos naturales y tomar parte del Canon Minero.
"Se adueñaron del Canon de la mina de Aruntari. Ahí comenzó el problema y se fue agravando.
Luego el gobierno lo repartió", puntualizó.
"NO PODEMOS PARALIZAR PROYECTOS POR PROBLEMAS LIMÍTROFES FUERA DEL ÁREA DE
ESTUDIO"
Por su parte el Presidente de Moquegua, Martín Vizcarra, señaló que sus proyectos de desarrollo
no afectan a la región Puno debido a que se encuentran fuera del área de estudio para definir el
límite entre ambas provincias.
"Las nacientes de los ríos Chilota y Chuncune están fuera del área de estudio para delimitar los
límites entre Moquegua y Ouno, eso quedó en la Presidencia del Consejo de Ministros, y es
textual".
Además, indicó que tras los estudios en la Cuenca del Tambo ellos aceptarán la decisión del
Consejo de Ministros.
"Moquegua es una región árida que necesita programas de irrigación, y eso no afecta a puno",
añadió.