Uniones Libres o Matrimonio de Hecho
Uniones Libres o Matrimonio de Hecho
Uniones Libres o Matrimonio de Hecho
1. ANTECEDENTES HISTORICOS.
En general, la unión de hecho o el concubinato, es un fenómeno social que en el mundo tiene vigencia ancestral
e histórica, el mismo ha conseguido mantenerse sin ninguna o escasa protección jurídica tan solo porque tiene
raíces sustancialmente naturales, como se puede apreciar en la siguiente síntesis histórica:
a) En el Derecho Antiguo: aproximadamente 2000 años A.C, este fenómeno social ya había sido admitido
como una institución legal en el código de Hammurabi.
En cambio, en el derecho romano estuvo regulado en el ius gentium, por las leyes de Julia y Papia Poppea,
y no fue una práctica ilícita ni arbitraria sino una suerte de cohabitación sin affectio maritalis de un
ciudadano con una mujer de inferior condición social. Desde ese modo ha sido considerado como un
matrimonio de segundo orden, donde el parentesco en determinados grados producía impedimento y la
infidelidad de la mujer una sanción por adulterio.
b) En el Derecho Germano: Las uniones libres estaban permitidas solamente para libres y esclavos, pero luego
sustituida por el matrimonio de mano izquierda o morganático, en el cual, la mujer plebeya no participa de
los títulos ni rango social del marido. Los hijos mantenían la condición de la madre sin heredar al padre.
c) En el Derecho Medieval: subsistieron las uniones de hecho a pesar de la creciente oposición del
cristianismo. En el derecho español, se tiene referencia que existió tres clases de enlaces:
El matrimonio de bendiciones que era público y notorio, celebrado con todas las formalidades de
la ley canónica.
El de yuras o juramentado, que siendo legal era clandestino; y
La barragania, que era en si el concubinato basado en la compañía, la permanencia y la fidelidad.
Los Fueros y las Partidas reglaron las uniones de hecho a la manera de los romanos con el agregado de que
la barragana podría contraer matrimonio siempre y cuando no tuviera impedimentos.
La Iglesia, por su parte, intento una gran extirpación de ese fenómeno, pero el Concilio de Valladolid formulo
contra las uniones libres la más abierta oposición y al celebrarse el Concilio de Trento se resolvió sancionar
a los concubinos que no habían trocado de conducta.
d) En el Derecho Moderno: la unión de hecho es una costumbre muy extendida en todos los países del mundo;
sin embargo, en Francia, el Código de Napoleón no lo incluye en su texto, siguiendo la corriente de que el
concubinato es un “acto inmoral” que afecta las buenas costumbres por lo que el derecho debía ignorar su
existencia. Muchos códigos civiles del mundo recibieron esta influencia.
e) En el Derecho Contemporáneo: en la segunda mitad del siglo XX, el interés por las uniones de hecho
presenta una perspectiva diferente. No se trata de remediar situaciones fácticas irregulares, sino más bien
de reivindicar la libertad individual, de un derecho a vivir la sexualidad al margen del cauce
institucionalizador del matrimonio. Se busca sobre todo un reconocimiento y una aceptación social y como
medio para ello se reclama una regulación y reconocimiento jurídicos. Es entonces cuando el nombre de
concubinato, hasta entonces pacíficamente usado, es tildado de inconveniente por discriminador y
peyorativo, por eso mucha gente que vive en esa situación, prefiere autodenominarse “conviviente” antes
que concubino.
2. CONSIDERACIONES SOBRE EL MATRIMONIO Y LAS UNIONES LIBRES
El matrimonio es tema que ha ocupado el pensamiento de juristas, filósofos y literatos, ha sido motivo de
hondas reflexiones por parte de distintas religiones debido a la trascendental importancia que tienen para los
esposos, los descendientes de esa unión. Las familias de los cónyuges, la familia en general y por ende para la
sociedad y el Estado.
Existen muchas definiciones de matrimonio, tantas como autores han escrito sobre el particular, así Modesto
dice:
“La unión del hombre y de la mujer, consorcios para toda la vida, comunidad de derechos divinos y humanos”.
Planiol indica: “entendida en su sentido amplio la familia es el conjunto de las personas que se hallan vinculadas
por el matrimonio, por la filiación o por la adopción” 1
El matrimonio es una unión comunitaria entre un hombre y una mujer, supone una vida en común, llevar juntos
las cargas, los infortunios y los desazones del diario existir; y supone igualmente, compartir las alegrías, éxitos
y triunfos; el matrimonio es una comunidad, porque a ambos esposos les compete por igual, el manejo y la
dirección de los graves y muy delicados asuntos de familia, a ambos les corresponde en el plano material,
contribuir al sostenimiento de ese matrimonio y de la familia según sus posibilidades; igualmente a los
cónyuges, padres, les toca criar y educar a la prole para que ésta pueda ser en el futuro gente de provecho y
signifique dotar a la sociedad de ciudadanos útiles en beneficio de la nación en su conjunto.
En el ordenamiento jurídico boliviano, la unión matrimonial es monogámica y exclusiva, tanto es así, que para
contraer matrimonio válido, las personas deben ser solteras, viudas o divorciadas, de lo contrario existe el
impedimento de ligamen. De existir libertad de estado (Art. 140 del Código de las Familias); haciendo notar
que quien contraiga matrimonio un nuevo matrimonio sin estar disuelto el anterior constituye delito de
bigamia, que es de acción pública tal cual tipifica el Art. 240 del Código Penal.
El matrimonio es de orden público, por cuanto las normas legales a él requeridas, no pueden ser dejadas de
lado por convenios entre particulares bajo pena de nulidad, tal como establece el Art. 5 del anterior Código de
Familia.
1
Planiol Marcelo. Tomo Segundo LA FAMILIA, Editorial CULTURAL S. A. Habana; 1939.
2.2. SOBRE EL CONCUBINATO O LAS UNIONES LIBRES
Empezaremos indicando que etimológicamente, la voz concubinato proviene del latín concubinatus, de cum
(con) y cubare (acostarse).
Las uniones conyugales libres o de hecho es también conocida en nuestra legislación como "concubinato",
"tantanacu", "Sirviñacu", "unión marital o natural", "amancebamiento" y todas las formas prematrimoniales
indígenas y las uniones estables de hecho de los aborígenes, originarios y campesinos que no afecten el orden
público y buenas costumbres, conforme manda el Art. 160 del Código de Familia (1978).
El profesor Moreno señala que "el concubinato como institución social y jurídico se da cuando un hombre y
una mujer con aptitud nupcial viven en forma pública, singular, estable, y se comportan entre sí y frente a los
terceros como si fueran esposos" .
Es una realidad de nuestro Estado, especialmente del área rural y de las naciones y pueblos indígenas originario
campesino, que muchas personas no aceptan el matrimonio civil y optan por las uniones libres o de hecho, o
comúnmente conocidas como concubinatos; sin embargo, para que surtan efectos jurídicos deben cumplir con
algunas formalidades o requisitos, caso contrario se estaría desvirtuando esta institución del Derecho de
Familia y destruyendo otras.
Es una realidad y algo común las uniones conyugales libres o de hecho; por lo tanto, el derecho y especialmente
el de Familia, no puede dar la espalda a estas uniones, por lo que debe regularlas y reconocerlas cuando
cumplen con ciertos requisitos mínimos que establece la ley.
Las uniones conyugales libres o de hecho es un fenómeno social ante el cual el derecho ha ido paulatinamente
respondiendo para evitar que, ante la falta del vínculo legítimo matrimonial, se produzcan situaciones injustas
para los convivientes y especialmente para los hijos.
El profesor Cabanellas nos dice: "Estado en que se encuentran el hombre y la mujer cuando comparten casa y
vida como si fueran esposos, pero sin haber contraído ninguna especie de matrimonio (v) ni canónico ni civil.2"
Adicionalmente complementa diciendo: "El concubinato intenta reivindicarse hasta en lo idiomático y adopta
hoy, con mucha frecuencia, el rótulo de unión libre, e incluso se intenta equipararla con el matrimonio
legítimo"3.
El profesor Mazzinghi expresa que "el concubinato se configura cuando una pareja (hombre y mujer) cohabita,
vive bajo el mismo techo, comparte las mismas vicisitudes de la vida, cuando hace una vida similar a la
matrimonial pero que legalmente no constituye matrimonio”.
Lo que debe quedar claro que la unión libre o de hecho inicialmente es un matrimonio no reconocido
judicialmente; sin embargo, para que surta efectos jurídicos necesariamente debe existir reconocimiento
judicial por autoridad competente.
No todos los países reconocen a las uniones libres o de hecho, porque violan muchos derechos de los
convivientes, de los hijos, debilita la seguridad de la familia y de la misma sociedad en su conjunto.
Un tema más preocupante para el Derecho de Familia son las uniones libres o de hecho irregulares; es decir,
aquellas en que la pareja no puede contraer matrimonio válido por mediar entre ellos alguno de los
impedimentos establecidos por la ley y los mismos no pueden ser reconocidos judicialmente y no producen
efectos jurídicos; sin embargo, nacen hijos, se adquieren bienes y otros aspectos propios del derecho de
familia.
2
CABANELLAS, Guillermo, 1985, p, 268
3
CABANELLAS, Guillermo, 1979, p, 261
En nuestro medio el Dr. Carlos Morales nos dice: “Cuando un hombre y una mujer forman una unión affectio
maritalis, esto es, para hacer vida en común sin vínculo matrimonial, se llama concubinato y concubinos el
hombre y la mujer que la forman"4 y el Dr. Luis Gareca Oporto se encarga de procurarnos una definición amplia
y circunspecta y nos dice que "el concubinato llamado también unión de hecho es la institución natural de
orden público que en mérito al consentimiento común se establece la unión entre el hombre y la mujer, con el
fin de perpetuar la especie humana, compartiendo el sacrificio y la felicidad del hogar en la adecuada formación
de la familia; fundada en principios de amor, fe, abnegación, sinceridad, moralidad y perpetuidad, salvo causa
sobrevinientes que pudieran disolverlo, al control de normas legales establecidas"5.
El Dr. Félix Paz Espinoza sostiene que el matrimonio de hecho, "es la convivencia de hecho entre un hombre y
una mujer en forma estable y singular que, sin ser casados, hacen vida maridable, tratándose como esposos
cumpliendo con los deberes y obligaciones naturales y civiles, con los efectos que reconoce la ley en las
relaciones personales y patrimoniales".
Raúl Jiménez Sanjinés dice: "Es la unión libre de dos seres de sexo opuesto que llevan vida en común sin
someterse a las reglas que trazan la ley, para la celebración del matrimonio, viviendo permanentemente y con
singularidad"6.
4
MORALES GUILLEN, Carlos, 1979, p, 317- 318
5
GARECA OPORTO, Luís. Op. Cit., pág. 194.
6
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA. Art. 63. (Derechos de las familias)
El sirviñakuy constituye una costumbre muy antigua; ya en el diccionario del Padre Bertonio del año 1500
encontramos una referencia a ella con la denominación Sirviñaku y tantanacu. Las funciones que se atribuyen
al serviñakuy son diversas: permite valorar la compatibilidad sexual de la pareja; permite a los padres del varón
vigilar cuidadosamente la introducción de una joven a una casta desconocida; crea una nueva relación de
parentesco; facilita la transición de la adolescencia a la madurez y, por último, permite reunir el dinero
necesario para la celebración de la boda.
En las Ordenanzas del Perú, aparece un decreto dictado en Toledo que expresa: "Por cuanto hay costumbre
entre los indios, no casarse sin previo haberse conocido, tratado o conversado algún tiempo y haber hecho
vida maridable entre sí como si verdaderamente lo fuese y les parece que si el marido no conoce primero a su
mujer, y por el contrario después de casados no pueden tener paz, contento y amistad entre si". El sirviñakuy
fue severamente reprimido por las Leyes de Indias y condenado por la Iglesia. En las Constituciones Sinodales
del Arzobispado de los Reyes del Perú, de 1716, se declara: "Porque el demonio ha introducido en los indios
que cuando traten de casarse con alguna india se amanceben primero con ella, viviendo en ofensa de Nuestro
Señor, lo cual es justo que se remedie: mandamos que los curas muy de ordinario en sus sermones exhorten
y amonesten, por su abuso y grave pecado lo que hacen; y que averigüen quienes son los culpables de ello y
tal averiguación se remita al vicario para que los castigue". No obstante, la oposición de las autoridades
españolas y de la Iglesia, el serviñakuy continuó y continúa siendo una costumbre profundamente arraigada
en la población indígena andina, socialmente aceptada y respetada por la comunidad. La naturaleza jurídica
del serviñakuy es debatida. Para algunos se trata de un matrimonio real, ancestralmente aceptado y reglado
minuciosamente en cuanto a su constitución y efectos por un Derecho consuetudinario que rige desde tiempos
inmemoriales en las comunidades andinas. Sin duda, ésa fue su naturaleza jurídica antes de la Colonia.
La Colonia superpuso a esta institución consuetudinaria del Incanato, la figura del matrimonio religioso,
quedando relegada el serviñakuy a una unión de segunda categoría; de allí que muchos cronistas prefieran
referirse al serviñakuy como un"matrimonio de prueba", es decir, un matrimonio previo al matrimonio
religioso.
Por último, una corriente relativamente reciente sostiene que el serviñakuy constituye la primera e
indispensable etapa del proceso matrimonial andino. Indígoras y Marzal sostienen que: "es muy difícil traducir
una noción propia de una cultura a otra. Frecuentemente se ha traducido la palabra serviñakuy por matrimonio
de prueba y realmente lo que evoca esta traducción difiere substancialmente de lo que realmente es el
serviñakuy.
Para la mentalidad occidental erotizada, el matrimonio de prueba significa fundamentalmente libertad sexual.
Pero en realidad, el serviñakuy es algo totalmente distinto y ha sido instituido como forma de defensa de la
familia en culturas muy conservadoras en este terreno".
Por su parte, Van Gennep se pregunta ¿podría ser que el matrimonio a prueba de los Andes no tenga nada de
prueba en él, sino que es sencillamente el primero de una serie de rituales de crisis en la vida, ninguno de los
cuales tiene valor en sí, pero que tomados en conjunto contribuyen a sellar los lazos del matrimonio? En
nuestro país Bolivia, en que la población indígena alcanza aproximadamente a un 60% del total se encuentra
como en todos los pueblos andinos, ancestralmente arraigada la práctica del Sirviñaku o tantanacu.
Tal es la incidencia del Sirviñaku o tantanacu entre la población indígena, que el Código de la Familia de 1972,
en su Artículo 160, que lleva por epígrafe "Formas prematrimoniales indígenas y otras uniones de hecho", hace
aplicable al Sirviñaku o tantanacu el estatuto jurídico que regla las uniones conyugales de hecho, al establecer
que "Quedan comprendidas en las anteriores esto es, en las uniones conyugales libres o de hecho las formas
prematrimoniales indígenas como el tantanacu o Sirviñaku, las uniones de hecho de los aborígenes y otras
mantenidas en los centros urbanos, industriales y rurales. Se tomarán en cuenta los usos y hábitos locales y
regionales, siempre que no sean contrarios a la organización esencial de la familia que establece este Código o
que no afecten de otra manera el orden público o las buenas costumbres".
7
SAMOS OROZA, Ramiro, 1995, p, 284
En el anterior Código de familia en su art. 158 dice: “Se entiende haber unión conyugal libre o de hecho cuando
el varón y la mujer voluntariamente constituyen hogar y hacen vida en común en forma estable y singular, con
la concurrencia de los requisitos establecidos por los arts. 44 y 46 al 50”.
En el actual Código de las Familias en su art. 137. Dice: “I. El matrimonio y la unión libre son instituciones
sociales que dan lugar al vínculo conyugal o de convivencia, orientado a establecer un proyecto de vida en
común, siempre que reúnan las condiciones establecidas en la Constitución Política del Estado y el presente
Código, conllevan iguales efectos jurídicos tanto en las relaciones personales y patrimoniales de los cónyuges
o convivientes, como respecto a las y los hijos adoptados o nacidos de aquellos. II. Las uniones libres deben
reunir condiciones de estabilidad y singularidad. III. En el matrimonio y la unión libre se reconoce el término
cónyuge sin distinción”.
8
Los requisitos de las uniones libres o de hecho han sido abordadas por los profesores: Borda Guillermo, López Julio, Tafur
Álvaro, Moreno José, Méndez Costa, López Julio y Llambias Jorge en sus diferentes obras sobre Derecho de Familia.
Una vez que exista resolución judicial que declare la unión libre o de hecho, el efecto más importante y
sobresaliente es que la misma tiene los mismos efectos del matrimonio civil; es decir, se asimila con el
matrimonio en cuanto sea compatible. Por ejemplo, se crea la comunidad de bienes gananciales, el derecho a
la asistencia familiar, seguridad social, derechos hereditarios, agravantes y atenuantes en los delitos, etc.
El efecto más importante sobre las uniones libres la establece nuestra legislación familiar cuando enseña: "Las
uniones libres que reúnan las condiciones establecidas en la CPE y en el Código de las Familias, conllevan iguales
efectos jurídico, tanto en las relaciones personales y patrimoniales de los convivientes. En las uniones libres
deben reunir condiciones de estabilidad y singularidad”.
En resumen, podemos señalar los siguientes efectos que producen judicialmente las uniones libres o de hecho
cuando han sido legalmente reconocidas:
• Personales para los convivientes (se los considera marido y mujer para todos los efectos).
• La fidelidad, la asistencia y la cooperación son deberes recíprocos de los convivientes
• Patrimoniales (se crea la comunidad de bienes gananciales y cada uno tiene sus bienes propios).
• Tienen derecho a la sucesión hereditaria.
• La partición de los bienes comunes adquiridos en la unión libre o de hecho.
• Los convivientes tienen derecho a los beneficios laborales (jubilación, seguro médico, indemnizaciones,
etc.).
• Los convivientes tienen derechos y deberes recíprocos que son propios del matrimonio (asistencia
familiar, educación de los hijos, etc.).
• Administración de los bienes en común.
• Derecho de oposición al matrimonio de uno de los convivientes por ruptura unilateral.
• Acciones judiciales (Nulidad de venta de bienes comunes cuando no dio consentimiento, por ejemplo).
• En cuanto a los arrogadores deben ser pre- • En las uniones libres, no reconocidas
cisamente cónyuges, esto con la finalidad de judicialmente no existe esta estabilidad ya
brindar al arrogado la estabilidad necesaria en que puede romperse por Simple voluntad
el hogar. unilateral de uno de los convivientes.
9. CONCLUSIONES
Las Uniones de Hecho o el Concubinato, es un fenómeno social que en el mundo tiene vigencia históricamente
desde la civilización romana, el mismo ha conseguido mantenerse sin ninguna o escasa protección jurídica tan
solo porque tiene raíces sustancialmente naturales.
En Bolivia, ese fenómeno social data desde tiempos ancestrales, como es el caso del Sirviñacu - Tantanacu, que
es uno de elementos culturales y sociales de origen indígena quechua, aymara y otros, que mayor fuerza tuvo
y mantuvo hasta finales del siglo XX, perviviendo de alguna manera hasta nuestros días.
Una gran parte de la población rural, por razones sociológicas y culturales constituye familia por la unión de un
hombre y una mujer, con el propósito de vivir juntos como si estuviesen casados, sin desconocer las verdaderas
instituciones denominadas Sirviñacu, Tantanacu o Amaño, que responden a la idiosincrasia propia del pueblo.
En Bolivia, el concubinato no fue mencionado en el Código Civil Santa Cruz, ni la ley del matrimonio civil de
1911 lo reconoció. "El Código Civil Santa Cruz de 1831, siguiendo a su modelo y porque era la tónica
predominante en esa época, desconoció la unión conyugal libre o de hecho y por supuesto las relaciones
jurídicas que de ella emergen.
Entre las novedades, el Código de las Familias, se reemplaza el concubinato, que implicaba una demostración
de convivencia de dos años, por la unión libre o el matrimonio de hecho entre varón y mujer sin necesidad de
una notificación ante un juez.
En Bolivia actual, la nueva legislación referente a los derechos de la familia, ha experimentado un avance
trascendental, rompiendo todos los esquemas tradicionales de los institutos que los integran, en particular, la
acción des vinculatoria o el divorcio, imponiendo el sistema judicial y administrativo o notarial; ha incluido el
concepto de la ruptura del proyecto vida conyugal, y ha eliminado todas las causales en las que se fundaban
acciones de divorcio en el sistema común, basando única y exclusivamente en la voluntad autónoma de los
cónyuges de poner fin a sus relaciones jurídicas conyugales, ampliando la acción del divorcio hacia la disolución
de la unión libre.
10. RECOMENDACIONES.
Por la importancia se recomienda a la instancia correspondiente, complementar al Artículo 167 del código de
familias, en su comprobación judicial de la unión libre “desde la fecha de su convivencia o unión libre de los
conyugues, señalada por la autoridad judicial”, con el fin de resguardar los actos emergentes de estas
relaciones entre ellos.
De la misma forma dentro de la comunidad gananciales complementar al Art. 176. (Principio) parágrafo I. “los
conyugues de uniones libres, desde el momento de su unión constituyen una comunidad de gananciales esta
comunidad se constituye, aunque uno de ellos no tenga más que la o el otro”. Así también se reglamente las
normas infra constitucionales en las que intervengan las uniones de hecho en igualdad de condiciones.
BIBLIOGRAFIA
Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, 2009.
Código de las familias y del Proceso Familiar, Ley N°603.
Planiol Marcelo. Tomo Segundo LA FAMILIA, Editorial CULTURAL S. A. Habana; 1939.
Morales Guillen Carlos, “Código de Familia Concordado y Anotado”, Edit. Gisbert, La Paz-Bolivia.
http://derecho911.blogspot.com/2014/02/matrimonio-legal-y-matrimonio-de-hecho.html#_Toc379470863