Marco Conceptual
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Marco Conceptual
MARCO CONCEPTUAL
Existen tres tipo de definiciones sobre el clima organizacional 1) el primer equipo estudia
las diversas regulaciones estructurales, formales y normativas que afectan a dicho trabajo y la
valoración acerca de las condiciones físicas y de confort ambiental donde se realiza el trabajo,
dentro de la organización; 2) un segundo grupo se interesa por el aspecto psicológico del
individuo; 3) finalmente el tercer grupo se focaliza en las percepciones compartidas por los
miembros de una organización respecto al trabajo, y por tanto, las relaciones interpersonales
que tienen lugar en torno a él, de igual forma en los elementos que facilitan o dificultan la
identificación de cada persona con su labor, y desde aquella la valoración individual acerca de la
satisfacción de sus necesidades laborales. (Gibson, Ivancevich, 2001)
Desde esta perspectiva, el clima es entendido como “el conjunto de apreciaciones que
los miembros de la organización tienen de su experiencia dentro del sistema organizacional”.
(Tejeda, 2007, p.184)
Por su parte. Litwin y Stringer (1968) citado por Ramos, Peiro y Ripoll (2008) señalan que
el clima organizacional “ es lo percibido respecto al subjetivo del sistema formal, al estilo
informal de los gerentes y a otros importantes factores por su influencia sobre actitudes,
creencias, valores y motivaciones de las personas que trabajan en una organización particular”
(p.34).
Toda vez que el presente estudio se adhiere al enfoque que sostiene que el clima
organizacional está constituido primordialmente por las percepciones de las personas que
integran la organización, es imprescindible atender el concepto de “percepción” como clave
para entender la subjetividad.
Robbins (2004) define la percepción como “un proceso por el cual los individuos
organizan e interpretan sus impresiones sensoriales a fin de darle un significado a su ambiente”
(p.23) Es decir, la manera en que las personas seleccionan organiza e interpretan la entrada
sensorial para lograr la compresión del entorno que les rodea. Así, lo que las personas perciben
puede ser sustancialmente diferente de la realidad objetiva, aunque no necesariamente. Esto
también es afectado por las actitudes, ya que estas dan forma a una disposición mental que
repercute en la forma de ver las cosas, en las percepciones.
Las actitudes “son los sentimientos y supuestos que determinan en gran medida la
percepción de los empleados respecto de su entorno, su compromiso con las acciones previstas
y, en última instancia su comportamiento”. (Tejeda, 2007, p.200)