Aborto Preterintencional Art 118 CP Ultimo

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UNIVERSIDAD SAN PEDRO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


ESCUELA PROFESIONA DE DERECHO

Aborto Preterintencional
Trabajo Monográfico

Autor
Tarazona Garcia, Odalys Marysleisi

Docente
Vargas Camiloaga, Gustavo Adolfo

Huaraz – Perú
i

Dedicatoria

Dedico este trabajo a Dios por darme la vida,

salud y bienestar, a mis padres por su amor y

paciencias, a mi hermana por su apoyo

incondicional, a mis familiares por su apoyo

moral ya que son el motivo por el cual puedo

seguir adelante
ii

Agradecimiento

La universidad nos dio la bienvenida al mundo

como tal, las oportunidades que nos han

brindado son incomparables.

Agradesco ante nada a Dios, por darme salud ;

a nuestro docente Vargas Camiloaga, Gustavo

Adolfo, quien nos guia en nuestra vida

universitária; a nuestros padres quienes, día a

día nos alientan a ser mejores personas


iii

INDICE

INTRODUCCION ......................................................................................................1

CAPITULO I
ABORTO PRETERINTECIONAL ART. 118 CP ............................................ 2

1.1 TIPICIDAD OBJETIVA: ................................................................................... 4


1.2 BIEN JURÍDICO PROTEGIDO ....................................................................... 6
1.2.1. Sujeto activo ..................................................................................... 6
1.2.2. Sujeto pasivo .................................................................................... 6
1.3 TIPICIDAD SUBJETIVA .................................................................................. 7
1.4 ANTIJURIDICIDAD ......................................................................................... 7
1.5 CULPABILIDAD .............................................................................................. 8
1.6 CONSUMACIÓN ............................................................................................ 8
1.7 TENTATIVA .................................................................................................... 8
1.8 PENALIDAD ................................................................................................... 9

CONCLUSION .........................................................................................................10
SUGERENCIAS........................................................................................................11
BIBLIOGRAFIA ......................................................................................................12
ANEXO ......................................................................................................................13
1

INTRODUCCION

El análisis de los problemas relativos al aborto, en sociedades como la


nuestra - donde se ha transformado prácticamente en un medio de control
de natalidad - está estrechamente condicionado tanto por la situación del
país como por la política demográfica del Estado.

El bien jurídico protegido, fundamentalmente, es la vida del nuevo ser


durante el embarazo (BRAMONT ARIAS, 1998). Este es el criterio rector,
aun cuando en segundo plano se encuentren otros bienes como la salud o la
vida de la madre y, más lejanamente, el capital demográfico de la sociedad.
No tener en cuenta esta situación crearía problemas casi insolubles en los
casos de colisión de distintos bienes jurídicos.

En nuestra Constitución, debido a la influencia en sus primeras disposiciones


de las declaraciones de los derechos humanos, se refleja esta realidad. De
acuerdo con el art. 1 de la Constitución de 1994, la defensa de la persona
humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del
Estado. En el inciso 1 del art. 2, se estatuye que toda períoca tiene derecho
a la vida. Al mismo tiempo, se establece, que el concebido es sujeto de
derecho en todo cuanto le favorece. Una interpretación restringida del
término violencia (traumatismos, golpes, malos tratos y lesiones), dejaría de
lado los casos en que el agente amenaza gravemente a la víctima. Sin duda
alguna, no se trata de un despliegue de energía física dirigida directamente
contra la mujer; sino más bien de acciones agresivas idóneas, conforme al
estado de la misma, para producir la interrupción del embarazo (SOLER,
1963). Sin embargo, los casos más claros son aquellos consistentes en
someter a maltratos físicos a la mujer encinta.El aborto producido y no
querido por el agresor ha de serle imputado a título de culpa. Si no es
posible, sólo será responsabilizado a título, por ejemplo, de lesiones leves o
graves en que consistieron las violencias ejercidas contra la madre (ANTÓN
ONECA, 1986)
Comprendida de esta manera la acción descrita en el art. 164, es fácil
admitir que se trata de una figura preterintencional. El delincuente ejerce,
dolosamente, violencias contra la mujer embarazada y ocasiona, sin
quererlo, un resultado más grave: el aborto. Al saber o constarle el estado de
gravidez de la mujer y al agredirla de la manera como lo hizo, incurre en
culpa por no tomar las precauciones exigidas por la situación (QUINTANO
RIPOLLES, 1972)
2

ABORTO PRETERINTECIONAL ART. 118 CP

DESCRIPCIÓN TÍPICA:

Descripcion Legal:

Artículo 118.- Aborto preterintencional

“El que, con violencia, ocasiona un aborto, sin haber tenido el propósito de
causarlo, siendo notorio o constándole el embarazo, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años, o con prestación de servicio
comunitario de cincuentidós a ciento cuatro jornadas.”

Antecedentes penales : Esta figura delictiva tiene su antecedente

 Artículo 329° del Código Penal español de 1848


 Así como en el Artículo 244°, tercer parágrafo del Código Penal peruano de
1863 y en el Artículo 139° del Proyecto Peruano de 1916, siendo su
antecedente inmediato
 El Artículo 164° del Código Penal de 1924.

Es antecedente de esta figura penal es el artiuclo 164° del Codigo Penal de


1924 y – aunque guardando las distancias, el tercer parrafo del articulo 244°
del Codigo Penal de 1863 , aunque este ultimo empleaba un termino mas
restringido que el de violencia: “ maltratos”;y se hacia referencia ademas,
como outro de los agentes causantes del aborto, a las “bebidas u otros
medios”

Sobre la naturaleza de esta clase de aborto existe gran discrepancia a nivel


doctrinal;asi,BAJO FERNANDEZ,desde la legislacion española
derogada,sostuvo que se trataba de un aborto culposo (FERNANDEZ, pág.
135),aunque este autor consideraba que este supuesto abarcaba tanto la
culpa consciente e inconsiente,asi como al dolo eventual por tener la misma
estructura que la culpa (DONNA, pág. 49),NUÑEZ por su parte considera
que esta clase de aborto es imputable a todo tiutlo que no sea el de culpa,
ya que no esta estructurado como comunmente se configuran los delitos
culposos; tampoco es imputable a titulo de dolo directo, quedando entonces
solo um dolo que no sea directo.

Para um sector mayoritario se trata de um delito preterintencional,asi SOLER


indica que esta figura penal contiene un hecho base de caracter ilicito y
doloso lo que lo diferencia claramente de un delito culposo.CATILLO ALVA
siguiendo a SOLER adopta esta tesis por considerar que el legislador aplica
3

uma pena mas severa ene este supuesto porque el resultado- muerte del
concebido-,es consecuencia de um comportamiento inicial – violencia -,si no
fuera asi,es decir ,si solo se apreciara um aborto culposo se llegaria a un
caso de perversion valorativa,puesto que la mujer gestante y le ocasiona um
resultado mas grave sin quererlo;el aborto ;que le es imputado a titulo de
culpa por no tomar las previsiones exigidas por la ley; ROY FREYRE señala
que esta figura esta constituida por la mixtura de dolo en la accion (empleo
de violencia) y de culpa en el resultado(aborto ocasionado por falta de
prevision);SALINAS SICCHA tambieb comparte la tesisi del delito
preterintencional ya que em este caso se evidencia um actuar doloso, al
querer lesionar la integridad fisica de la gestante ; sin embargo se infringe el
deber objetivo de cuidado ocasionando la muerte del embrion o feto. Em
igual sentido ,BRAMONT ARIAS y GARCIA CANTIZANO al indicar que la
violencia ejercida contra la gestante debe ser dolosa, mientras que el aborto
es imputable a titulo de culpa siempre y cuando pueda preverlo.PEñA
CABRERA y VILLA STEIN, Codigo Penal se encuentra proscrita la
responsabilidad penal objetiva, consideran que no cabe la preterintencional
en esta figura, por lo que este caso debe solucionarse advirtiendo um
concurso ideal de delitos entre um inicial delito doloso de lesiones y um
aborto culposo.

Tomando posicion al respecto consideramos que el delito materia de analisis


tal como esta configurado, correpsonde a um aborto culposo com ciertas
exigencias tipicas,pues, se encuentra referenciado aun determinado
comportamiento tipico. No se trata de um aborto preterintencional em razon
de que este delito no absorbe la falta o el delito incial(lesiones u homicidio)
em que pudiera constituir la violencia, a diferencia de lo que sucede em las
formas de agravadas de los art.115 y 116, cuando se causa de manera
culposa la juerte de la gestante; por lo que em este supuesto
necesariamente se tendra que apreciar um concurso ideal de delitos, siendo
que para losefectos de la penalidad se debera recurrir a las normas de la
parte general.

Em tal sentido, si el delito o falta incial no tien mayor influencia em la


penalidad que há establecido el legislador para este delito, la tesis que
considera que apreciar en esta figura penal um delito de aborto culposo
implicaria uma perversion valorativa (ALVA, pág. 182),carece de sentido,
porque no resulta suficiente para deducir de ella, conclusiones sobre la
naturaleza de um delito;maxime ,si nuestro legislador nos tien
acostumbrados a esse tipo de perversiones valorativas,caundo sanciona el
asesinato para cometer otro delito com uma pena menor al del robo
agravado com reslutado de muerte.Por outro lado,consideramos que la
referncia a um determinado comportamineto tipico-la violencia-,unicamente
tiene la virtualidad de restringir el ambito de aplicacion de esta figura penal.
4

Si bien es cierto no existe un criterio uniforme en la doctrina respecto al


elemento de culpabilidad que contiene el aborto preterintencional, por ello
algunos tratadistas como QUINTANO RIPOLLÉS y RAMOS PECO lo
denominan aborto culposo, mientras que los juristas SOLER, FONTÁN
BALESTRA y HURTADO Pozo señalan que la imputación de esta forma de
aborto se hace a título de preterintencionalidad, coincidiendo y
adhiriéndonos a dicho criterio, ya que al revisar el iter criminis de la figura
delictiva materia de análisis comprobamos que es una forma de culpabilidad
que está constituida por el dolo en la acción, es decir, el empleo de la
violencia y el elemento culpa en el resultado, nos encontramos entonces
frente al aborto ocasionado por falta de previsión.
En este contexto, debe tenerse en cuenta que la preterintención surge
cuando de la acción u omisión se deriva un acontecimiento dañoso o
peligroso más grave que el que quiso causar en realidad el agente, debiendo
ser el resultado normalmente previsible, para que pueda ser imputado a la
voluntad del sujeto activo del delito.

¿En qué consiste dicha circunstancia? Simplemente en que para que sea
imputable el resultado criminal a su autor, éste debe haber tenido la
capacidad de prever o anticipar el resultado, caso contrario, no podrá ser
sindicado a título de preterintencionalidad. Lo señalado se refiere
esencialmente al aspecto de la tipicidad; sin embargo, no debe dejarse de
lado que tal previsibilidad tiene un componente de connotación práctica, es
decir, que el estado de gravidez de la madre debe ser notorio, en tal
contexto, el agente del delito debe actuar a sabiendas que al cometer
violencia contra la mujer, aquella se halla gestando y por lo tanto, que sus
actos de agresión pueden provocar el aborto que dicha madre no quiere ni
ha consentido en forma alguna.

TIPICIDAD OBJETIVA:

Aun cuando en doctrina no existe unanimidad para etiquetar esta modalidad


del aborto, en la dogmática peruana se ha decidido en aceptar como nomen
iuris más adecuado el de "aborto preterintencional". Ello debido que la
tipicidad subjetiva se constituye de una mixtura entre dolo en la acción inicial
y culpa en la consecuencia o acción final.
En efecto, el presupuesto delictivo se configura cuando el agente, mediante
el uso de la violencia, ocasiona el aborto sin haber tenido el propósito de
causarlo. El sujeto activo dirige una energía física sobre la mujer de la cual le
consta que viene gestando o es notorio tal circunstancia y le ocasiona el
aborto sin habérselo propuesto.
5

En esa línea, para la configuración del aborto preterintencional se exige la


concurrencia de uno de los dos supuestos claramente diferenciados y
previstos en el tipo penal. En efecto, el comportamiento delictivo bien puede
configurarse cuando el embarazo sea notorio para cualquier persona incluido
el agente, es decir, que la gestación sea objetivamente evidente, o cuando el
estado de gestación le conste al agente, es decir, aun no siendo visible el
embarazo, el agente sepa el estado en que se encuentra la mujer.

El autor, haciendo uso de la violencia, actúa dolosamente al querer lesionar


la integridad física de la gestante, sin embargo, infringiendo el deber objetivo
de cuidado ocasiona la muerte del producto del embarazo. La
responsabilidad del agente salta inmediatamente, pues toda persona sabe y
es consciente que, de actuar con violencia sobre la mujer delicada por la
gestación, puede ocasionar consecuencias graves como el hacerle abortar.

La Resolución Superior del 19 de marzo de 1998 emitido por la Corte


Superior de Lima presenta un caso real calificado como aborto
preterintencional. Aquí se señala que "a lo largo del proceso ha quedado
plenamente establecido que la acusada Blanca Esther Cóndor Apaza
conjuntamente con el reo contumaz Alejandra Apaza Condori el día
dieciocho de mayo de mil novecientos noventa y seis, en el interior del
Mercado Siete de Noviembre, agredieron físicamente a la agraviada
profiriéndoles golpes, de puño, patada en las zonas de estómago y vientre,
ocasionándole a esta, quien se encontraba gestando, la pérdida de su
bebe".

Resulta elemento constitutivo del injusto penal, la circunstancia que el sujeto


activo debe conocer o sospechar el estado de embarazo de la mujer sobre la
cual dirige su violencia, esto es, debe constarle el embarazo o ser notorio,
caso contrario, solo se encuadrará la conducta en el hecho punible de
lesiones. En tal sentido, si el estado de gravidez no es notorio ni conocido
por el agente, y a consecuencia de unos golpes se produce el aborto, no se
configura el aborto preterintencional.

La violencia que ha indicado el legislador en el tipo penal se refiere al


desarrollo de una energía física sobre la mujer en estado de gestación con el
solo propósito de causarle daño a su cuerpo y salud, de modo alguno debe
querer causar el aborto. Si al momento de calificar los hechos se determina
que la violencia ha tenido el objetivo oscuro de causar el aborto, se
encuadrará tal conducta en el delito de aborto no consentido. En efecto, bien
señala Roy Freyre que la dirección del golpe será uno de los elementos de
juicio importantes que deberá considerar el operador jurídico para decidir si
hubo o no intención abortiva en la violencia descargada sobre el organismo
de la gestante.
6

Según la redacción del tipo penal en hermenéutica, no es posible aceptar la


figura del dolo eventual en la acción inicial, pues si llegara a determinarse en
un caso concreto que el autor no obstante advertir o conocer el estado de
embarazo de la mujer y previendo la posibilidad de causar el aborto, ejerce
violencia sobre ella no importándole el resultado (lo menosprecia)
ocasionándole en consecuencia el aborto, estaremos ante a la figura del
aborto no consentido. El tipo penal del artículo 118 exige que el agente no
haya tenido el propósito de causar el aborto, lo que en buena cuenta
significa que no debe haberse representado el resultado aborto, caso
contrario, si hay dolo eventual en el actuar del agente, se configura
simplemente el aborto no consentido.

Por otro lado, aparece meridianamente claro de la lectura del tipo penal del
artículo 118, que queda fuera del ámbito de las conductas penalmente
relevantes el uso de la coacción como un medio idóneo para ocasionar el
aborto a título de preterintencionalidad.

Finalmente, para configurarse simplemente el aborto en comentario,


sostenemos que las lesiones producidas por el empleo de la violencia que
ocasionó lamentablemente la interrupción del embarazo, deberán ser de
escasa gravedad, caso contrario, de haberse producido lesiones de cierta
gravedad en la integridad física de la gestante, configurará un concurso real
de delitos entre el aborto preterintencional y el delito de lesiones simples o
graves, según sea el caso.

BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

Como en todas las modalidades de aborto, esta figura delictiva busca


proteger la vida dependiente del producto de la concepción, cuando no la
integridad física o psíquica de la mujer grávida.

2.2. Sujeto activo

Al no exigir el tipo penal alguna cualidad o condición especial en el sujeto


activo, este puede ser cualquier persona, sea profesional o sin profesión,
solo se excluye a la propia gestante.

2.3. Sujeto pasivo

El producto de la gestación y la mujer en estado de embarazo, pues le privan


de su gestación sin su consentimiento, ocasionándole sin duda un perjuicio
material y moral al frustrarle su expectativa de llegar a ser madre en tiempo
cercano.
7

TIPICIDAD SUBJETIVA

Tratándose de una conducta delictiva preterintencional se exige que el


agente actúe con dolo al momento de dirigir la violencia sobre el cuerpo de
una mujer grávida cuyo estado es notorio o le consta. La finalidad del agente
debe ser el de lesionar la salud de la embarazada y como consecuencia de
no haber previsto o sospechado el resultado, ocasiona el aborto. La violencia
de ningún modo debe ser la causa del aborto sino simplemente la ocasión
para que ello se produzca. En suma, la violencia no origina directamente el
aborto, sino que ocasiona o sirve para que el aborto se produzca incluso
ayudado por otras causas como, por ejemplo, la fragilidad de la gestante.

El elemento subjetivo de la culpa aparece después del uso doloso de la


violencia por el agente sobre la integridad física de la embarazada. El agente
no quiere ni busca interrumpir el embarazo que es notorio o le consta, pero
este deviene como consecuencia automática del uso de la violencia, debido
que el agente infringió el deber objetivo de cuidado que tenemos todas las
personas hacia aquellas que se encuentran en el estado bendito de
embarazo. En efecto, ante una mujer con embarazo notorio, todos los demás
nos convertimos de una u otra manera en garantes para que el estado
gestacional finalice sin contratiempos, pues todos sabemos que con una
actitud hostil o violenta sobre la gestante podemos malograr el embarazo. En
esa línea de interpretación, si el embarazo no es notorio ni le consta tal
estado al agente de la violencia, no es posible atribuirle la interrupción de la
gestación, pues al no ser evidente ni constarle el embarazo, este de ningún
modo se convierte en garante del embarazo.

Asimismo, si se determina que el aborto fue consecuencia de circunstancias


fortuitas ajenas a la violencia producida por el tercero, la conducta delictiva
no aparece.

ANTIJURIDICIDAD

Una vez que se ha verificado la concurrencia de los elementos objetivos y


subjetivos de la tipicidad del aborto preterintencional, al operador jurídico le
corresponderá verificar si la conducta típica es antijurídica o conforme a
derecho. Es decir, en esta etapa se determinará si en la conducta inicial,
esto es, el uso de la violencia efectuada por el agente sobre la gestante, fue
realizada por una causa de justificación, como puede ser el estado de
necesidad justificante o ante un miedo insuperable. Si llega a determinarse
que en la conducta típica de aborto preterintencional no concurre alguna
causa de justificación estaremos ante una conducta típica y antijurídica.
8

CULPABILIDAD

Ante la conducta abortiva típica y antijurídica, el operador jurídico deberá


analizar si es pasible de ser atribuida personalmente a su autor, es decir,
analizará si es posible que el aborto preterintencional típico y antijurídico sea
atribuible penalmente al autor de la violencia. En efecto, primero se verificará
si el agente del aborto es imputable, es decir, mayor de 18 años de edad y
no sufre alguna anomalía psíquica. Una vez verificado que el autor del delito
es imputable, corresponderá determinar en seguida si al momento de
desarrollar la conducta abortiva conocía que su acto era contrario al derecho
(conocía la antijuridicidad de su conducta).

Luego, de verificarse que el autor de la violencia, es imputable y conocía


perfectamente la antijuridicidad de su conducta, corresponderá analizar si en
lugar de hacer uso de la violencia sobre la mujer gestante, le era exigible
otra conducta, es decir, le era exigible no hacer uso de la violencia y, de ese
modo, respetando el embarazo, evite la interrupción violenta de la gestación.
Si se determina que al agente no le era exigible otra conducta en el caso
concreto por concurrir un estado de necesidad exculpante, la conducta no
será culpable.

CONSUMACIÓN

El delito se perfecciona al producirse la muerte real del producto de la


concepción. Al intervenir el elemento culpa como requisito sine qua non del
delito en hermenéutica, es imposible la participación. En el caso que dos o
más personas actúen violentamente sobre la mujer grávida, todas
responderán a título de coautores. No obstante, si se concluye que alguno
de ellos no conocía el estado gestacional de su víctima, no responderá por el
aborto preterintencional, limitándose a responder solo por las lesiones que
se hubieran producido.

TENTATIVA

Al sancionarse la conducta delictiva a título de preterintencionalidad, donde


concurre el elemento culpa, es imposible que se quede en el grado de
tentativa. No obstante, resulta discutible si aparece la tentativa en el caso
que como producto de la violencia que recibió la mujer gestante, esta
expulsa el feto, pero gracias a su viabilidad ya intervención de terceros, logra
sobrevivir. Por nuestra parte, pensamos que es posible hablar de tentativa
en este único supuesto.
9

PENALIDAD

El sujeto activo de la presente conducta ilícita y dependiendo de la forma y


circunstancias en que actuó, así como a su personalidad podrá ser
merecedor de una pena privativa de libertad que oscila entre no menor de
dos días ni mayor de dos años, o con prestación de servicio comunitario de
cincuenta y dos a cincuenta y cuatro jornadas.
10

CONCLUSION

1. A lo largo de lo investigado encontramos que la realidad sobre el aborto se


ha convertido en un fenómeno criminal que va en aumento, y que la
tendencia de la iglesia y los aspectos legales preventivos no han podido
detenerlo. Por lo tanto, considero pertinente que a efectos de erradicar las
prácticas abortivas y desde una perspectiva social, se deben difundir
con eficacia los métodos anticonceptivos, los cuales traen como
consecuencia la planificación familiar, que si bien es cierto ha sido muy
teorizante y destinado a pequeños grupos de familia, ahora se pretende
ampliar el universo al que se orienta de esta manera para vencer
la resistencia de las mujeres que dada su incipiente educación sexual,
desconfían de los métodos anticonceptivos, consecuentemente el 80% de
las mujeres fértiles no hacen uso de anticonceptivo alguno pero están
dispuestas a sufrir el aborto cuando quedan embarazadas.

2. El tema sobre el aborto es de trascendental importancia ya que la vida


humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde su
concepción, .es decir, desde el momento de su existencia, no olvidemos que
sin duda alguna, al ser humano se le deben reconocer sus derechos de
persona, entre los cuales está el derecho de todo ser humano, a la vida.

3. El derecho a la vida, como derecho personalísimo que pertenece a la


persona por su sola condición humana, es un derecho esencial e innato que
le corresponde desde su origen, lo cual biológicamente ocurre a partir del
momento de la concepción, debiendo replantearse los marcos normativos a
efectos que la represión del delito de aborto, a la vez que cumpla su objetivo
de prevención general y especial, no afecte en modo alguno, el derecho
de dignidad tanto de la madre gestante, como la de su hijo en formación.

4. Por lo delicado del tema, encontrarnos distintos criterios, tal es así que el
aborto provocado interesa en la medida en que constituye, según los
criterios tradicionales, un gravísimo atentado contra el derecho a la vida de
las personas. Para ello se sostiene que el embrión o feto tiene vida desde el
momento de la concepción y por lo tanto, el aborto es un atentado contra el
bien personalísimo: vida, el más importante de los atributos reconocidos al
ser humano.
11

SUGERENCIAS

 Estas apreciaciones nos pueden generar más dudas que certezas, y es que
podríamos añadir más, por ejemplo en el caso de un aborto causado con
violencia, llamado aborto preterintencional. Si una mujer está embarazada y
es golpeada, el agresor podría decir que no fue su intención provocar el
aborto, pese a que le constaba el embarazo de la mujer o que éste era
notorio. Aquí la pena es no mayor de dos años para el agresor, idéntica a la
de la mujer en el autoaborto, con una pequeña gran diferencia, en este
caso, la mujer no quería abortar, sino que abortó como consecuencia de
sufrir violencia, por lo que debiéramos partir del supuesto que aquel que
golpea a una mujer embarazada no tiene ni idea que la golpiza le puede
ocasionar un aborto contra su voluntad.

 La falta de accesibilidad geográfica, económica o cultural a los servicios de


salud, las actitudes personales, los patrones culturales y la desinformación
sobre el uso correcto de los métodos y sus efectos secundarios determinan
que el 56% de las mujeres peruanas en edad fértil y el 31% de mujeres
unidas no usen ningún método de planificación familiar o no lo hagan
correctamente. Estos obstáculos técnicos y humanos se conjugan en lo que
se denomina protección insuficiente que es un concepto más amplio que el
de necesidad insatisfecha de planificación familiar porque incluye en el
grupo de alto riesgo de embarazo no deseado a mujeres sexualmente
activas –unidas o no- que no desean más hijos o no los desean en los
próximos dos añor pero: no usan método anticonceptivo alguno, están
embarazadas por falla de método, o usan la abstinencia periódica pero no
conocen su periodo fértil

 Dar prioridad a la prevención del embarazo no deseado mediante la


planificación de la familia y la educación sexual… En la medida de lo
possible, debería enmendarse la legislación que castigue el aborto a fin de
abolir las medidas punitivas impuestas a mujeres que se hayan sometido a
abortos
12

Bibliografía

1. ALVA, C. (s.f.). Ob.cit.


2. ANTÓN ONECA, J. (1986). Derecho Penal, 2a. ed. Madrid.
3. BRAMONT ARIAS, L. (1998). Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud. Lima.
4. DONNA. (s.f.). Ob.Cit .
5. FERNANDEZ, B. (s.f.). Ob.Cit.
6. QUINTANO RIPOLLES, A. (1972). Tratado de la Parte Especial del Derecho
Penal, t.1,2a. e. Madrid.
7. SOLER, S. (1963). Derecho Penal Argentino, Parte Especial, t. 3. Buenos Aires.
13

ANEXO

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