Transexualidad y Transgénero
Transexualidad y Transgénero
Transexualidad y Transgénero
UNIVERSIDAD DE MANIZALES-CINDE
ENTIDADES COOPERANTES:
MANIZALES
2017
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SER Y ESTAR TRANSGÉNERO
Director
Tesis presentada para optar al título de Doctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud
UNIVERSIDAD DE MANIZALES-CINDE
ENTIDADES COOPERANTES:
MANIZALES
2017
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Nota de aceptación
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Presidente del jurado
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Jurado
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Jurado
Manizales, (día/mes/año)
3
Siempre lo hecho ha sido con amor y afecto. Para Uds. que me han hecho posible pensar-me de
Gracias.
4
AGRADECIMIENTOS
Son muchas las instituciones y personas a las que debo, no solo la producción de la tesis doctoral,
sino el desarrollo mismo en el Doctorado de Ciencias sociales “niñez y juventud”. Deseo empezar
por mis pares, quienes hicieron posible, tanto la producción de conocimiento, como el
reconocimiento de lo humano a partir de la experiencia de vida trans: lxs jóvenes trans. Sin ellxs
hubiese sido imposible este ejercicio. Gracias Joanna, Sofía, Maritza, Jessica, Laura, Maritza y
Débora. También debo agradecer a todxs las integrantes del GAT, pues todxs ellxs posibilitaron
el ejercicio de narrar. Gracias por permitirme acercarme a sus organizaciones, colectivos y grupos.
de Laura Weinstein, Coordinadora del GAAT, nervio y fuerza de ese colectivo; coequipera fuerte
en la lucha. Mil gracias Laura, aprendí fortaleza, tranquilidad y frescura de parte tuya.
Igualmente doy gracias a los colectivos como el GAAT, Entre tránsitos, La calle de guapas de
Manizales y Santa María Fundación. La vivencia con estas organizaciones dejó una marca
indeleble en mí. Compartir con ustedes me fortaleció y me permitió reconocer las posibilidades
También deseo agradecer a las instituciones que hicieron posible el desarrollo de mi formación
doctoral: la Universidad Externado de Colombia, con Betty y Josefa, mis maestras de desarrollo
especialmente las personas que lideran el espacio de formación docente; la Fundación Monserrate,
donde soy docente de posgrado, especialmente a Claudia y Ginna, mis cómplices de muchas
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locuras; la Universidad del Tolima, dónde comencé mis primeros pasos en la docencia
Ciudad Bolívar, donde lo joven, el género y la acción colectiva se volvieron piel y vivencia
cotidiana desde mi desempeño como docente directivo. Del Colegio Cundinamarca destaco a mis
compañeros de equipo: Stella Londoño, Erika Ariza, Amanda Rodríguez, Elizabeth Paz, Jenny
Amézquita, Fanny Amado, Alirio Beltrán a maestros como Edwin Gómez, Alexandra Sandoval,
Heisson Casallas, Marcela Machuca, Liliana Ávila, Natalia Barrera, Juan Carlos Díaz, Alejandra
Galvis, Marta Guzmán, Alejandro Pulgar, con quienes compartimos la pasión por la pedagogía
crítica, el no lugar, y la multiplicidad. Por supuesto, también debo dar gracias al rector de la
institución, William Galvis Díaz, quien siempre cree en mis propuestas, me apoya y me reconoce.
Muy pocos seres humanos son tan íntegros como él, mil gracias.
percepciones, preguntas y sospechas. De forma especial recuerdo a Jeannette, con quien compartí
varias de las angustias en ese trasegar del doctorado. Agradezco la alegría, que vivimos en diversos
momentos, pero siento nostalgia. Estoy seguro que compartiría mi alegría en este momento.
académico, contundente en sus valoraciones, pero sobretodo respetuoso por el otro. Cada vez que
aprendizaje fue invaluable, pero aún más la amistad que construimos a lo largo de este proceso.
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Gracias a la Universidad Nacional Autónoma de México, especialmente al programa de Trabajo
Social a la Doctora Berenice ¡Que encuentro tan especial que me brindó la vida contigo! La solidez
hacer mi pasantía internacional con gente tan especial de la Ciudad de México. Maestros como
Raúl Arriaga, Anxelica Riascos, entre otros y lxs jóvenes trans mexicanos, me permitieron ampliar
A grandes amigos de compañía y de preocupación por este evento a Fray y Buen Erges, agradezco
por la genuina preocupación. Gracias a Laura, mi correctora de estilo, porque fue valiente asumir
este reto de parte tuya, este trabajo se hizo más especial por tu ayuda. A Miryam con quien me
conocí en el GAAT y quien de forma inquieta acudía a mis llamados, adicional de fortalecer la
labor de itinerancia.
Finalmente agradezco a mi familia, como espacio en estos años de dolor y tristeza, frente a los
eventos en los cuales la vida nos ha puesto. Con ustedes me atreví a desgarrarme, a demostrar mis
angustias, mi dolor, mi profunda ansiedad. Fueron ustedes quienes crearon una atmósfera propicia
para iniciar esta aventura llamada doctorado. Alejandro, mi media vida, dispuesto a ayudarme
siempre con mis discusiones, mis propuestas y mis desvelos. Parte de estas líneas fueron fruto de
esas discusiones, amo mucho la forma como me enseñas día a día el apego por la disciplina, la
academia. Y especialmente por tu esfuerzo por ayudar en mi labor. Las palabras de aliento en cada
Mario en Manizales, mi hermano colaborador, preocupado por todos los detalles en cada una mis
múltiples estadías. Él me brinda siempre lo mejor. A David, María del Socorro, Dora, Lucero,
Vilma, mis sobrinxs: Juliana, Yerly, Henry, Richard, Johnny, siempre con la pregunta preocupada
7
varias de mis preguntas a partir de sus distancias, cercanías, preguntas, confrontaciones, pero quién
De mi familia, quiero agradecer especialmente a Luis Ángel, siempre incondicional y quien creyó
y se enfrentó a otros por mis posturas. Estaba seguro de mí en cada una de las inquietudes
planteadas y en las empresas iniciadas, especialmente con esta, el doctorado. Sé que esperabas con
ansia este momento, hoy lo comparto contigo desde mi corazón. Aún sin tu presencia y bajo tú
prematura partida.
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CONTENIDO
INTRODUCCIÓN 11
9
4.1.3. ¡Aquí estamos, así somos! 70
4.1.3.1. Encuentro de familias que transitan. 70
4.1.3.2. Día de las velitas 71
4.1.3.3. Nuestrans voces en La Habana. 72
4.1.3. Incidencia política 73
4.2. Si lo personal es político, lo colectivo es. 74
BIBLIOGRAFÍA. 80
10
INTRODUCCIÓN
“La especie humana es la historia de las transformaciones sobre la naturaleza, de las montañas
que han sido removidas, de los mares que han sido unidos, de las enfermedades que han sido
erradicadas e incluso de las especies transformadas con propósitos humanos”
Recuerdo que un día, en una salida pedagógica fuera de Bogotá con un grupo de maestros
de la institución donde trabajaba, fui agredido por algunos de mis colegas. Mientras íbamos en el
bus, varios de ellos, hombres y mujeres, se me lanzaron para ponerme prendas de ropa femenina.
En medio de burlas y risas me pidieron que caminara por el pasillo del bus, demostrando mi
femineidad. A pesar de que eran docentes al igual que yo, el grado de agresividad y transgresión
era incomprensible para mí, pues hasta ese momento consideraba que mis compañeros eran
personas íntegras con formación profesional. Esa agresión me recordó una vieja pregunta que aún
persiste hoy en día: ¿qué ven en mí los demás?, ¿qué expreso con mi cuerpo?, ¿por qué se me
definidos como mujer. Atribuir a un hombre el calificativo de afeminado supone una agresión
verbal que busca disminuir su valor, ya que se equipara lo femenino a comportamientos débiles y
diferencia. Esto me permitió hacer de mi subalternidad una posición política desde la cual he
podido agenciar y reivindicar mis derechos. Esta tesis es una evidencia de esa asunción política
del género. Más que un documento académico o una denuncia, el siguiente texto presenta esa
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los testimonios de personas que, a pesar de que han sido descalificadas, maltratadas y excluidas
por la sociedad han logrado reivindicar su forma de asumir el cuerpo como una agencia política, a
heteronormada: la misoginia y la transfobia, que no son otra cosa que el rechazo a lo femenino.
Esa comprensión binaria del género se ha establecido por tradición como norma que se ha
extendido a todas las estructuras de la sociedad, lo que supone que los sujetos que la transgreden
quedan por fuera de la sociedad y son excluidos. Entonces, surge la necesidad de comprender la
decisión transgénero.
transgénero, no sólo para entrevistarlos, sino también para establecer vínculos afectivos. Esa
cercanía supuso un diálogo entre pares, lo que condujo a una producción compartida de
subjetividad en el espacio público. Por esa razón, resulta fundamental estudiar lo trans bajo la
coincide con su lucha por el reconocimiento de la diversidad y la diferencia como derecho político
y civil. Aquí se evidencia el modo en que muchos jóvenes trans han logrado cambiar no solo su
vida, sino también su entorno cercano, al diseñar, recrear y hacer posible otros modos de ver y
vivir el mundo.
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Todo lo anterior, lo desarrollo en cuatro capítulos, en los que se tejen las voces de los
sujetos trans con la mía. En el primer capítulo se presentan los prejuicios heteronormados a los
que esta comunidad ha debido enfrentarse. En el capítulo dos se alude a la comprensión como una
herramienta válida para aproximarse a la comunidad trans. Allí se postula al otro como par
epistémico, capaz de producir conocimiento, sin diferenciarse del investigador; se presenta a las
personas trans como agentes de conocimiento que describen, preguntan y producen narrativas para
participante, de modo que los sujetos trans se configuran como pares epistémicos con una
dimensión política.
En el capítulo tres se aborda el ser transgénero. Allí se presentan las narrativas de lxs
jóvenes trans sobre sus diferentes procesos de subjetivación individual: mujeres con pene, con
barba, hombres con tetas y con vagina. En el capítulo cuatro se desarrolla el estar transgénero por
medio del análisis de las acciones colectivas de la comunidad trans y apoyado en los conceptos:
acontecimiento y multitud.
parte de la construcción de los Estudios Transgénero. Invito a los lectores a reflexionar sobre su
comprensión del género, a observar cómo el cuerpo se establece como un espacio para reformular
Bienvenidos.
13
CAPÍTULO 1
Resumen:
transgénero y su acción colectiva. Además, se refieren los conceptos que se abordarán a lo largo
1.1. Problematización
investigación se plantea a partir de dos momentos que se cruzan y retroalimentan. En primer lugar,
analicé la cuestión trans y su acción colectiva. De acuerdo con lo anterior, esta investigación no
pretende ser tan sólo una disertación académica, sino también un camino para configurar y articular
1
A lo largo del documento se empleará la X, para evitar las marcas semánticas de género establecidas por la Real
Academia Española. Este recurso será utilizado con el objetivo de cuestionar la determinación binaria del género
desde el lenguaje.
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las reflexiones que he desarrollado a lo largo de los años, gracias a mi vinculación con colectivos
de jóvenes transgénero.
Mi interés por lo trans surgió en el año 2007, cuando me involucré con un proyecto
institucional que buscaba visibilizar a las personas trans. 2 Gracias a dicha iniciativa, durante más
de cinco años tuve la oportunidad de relacionarme con jóvenes transgénero de la ciudad de Bogotá,
especialmente con aquellas que residían en la localidad de Chapinero. Por medio de ese trabajo,
pude aproximarme al espacio privado y público de lxs jóvenes trans, lo que me permitió
reconocerlos de forma más cercana, así como también reflexionar sobre mi lucha personal. En
medio de ese proceso de trabajo, logré deconstruir varios prejuicios sobre la decisión trans, pues
dejé de creer que las personas trans eran peligrosas y siempre estaban involucradas en crímenes.
Así, a medida que reconocí al otro,3 empecé a hacerme varias preguntas: ¿por qué las personas
transgénero son vulneradas permanentemente?, ¿por qué se sigue creyendo que son enfermas y
por lo tanto sólo pueden acceder a reducidos espacios laborales?, ¿cómo se transita en el género?,
¿hay un único modo de transitar? Estas y muchas otras preguntas apuntaban a una pregunta mucho
El género es una categoría social y política en constante cambio, por ello investigarlo en el
tejido de la vida cotidiana supone una reflexión constante. La posición segura y aséptica del
investigador académico, que escribe sin establecer ninguna relación con su objeto de estudio,
desaparece por completo, pues pensar el género del otro implica reflexionar sobre el propio. De
acuerdo con lo planteado por Donna Haraway en Ciencia, cíborg y mujeres: la reinvención de la
2
Dicho proyecto nace en una institución de educación superior, donde ingresé a trabajar como asesor del área de
extensión o proyección social. Allí se desarrolló una iniciativa de trabajo en competencias ciudadanas dirigidas a
comunidades vulneradas. Para el caso, se decidió trabajar con la población transgénero que vivía o trabajaba cerca de
la institución.
3
El otro como la diferencia que nos atemoriza, el no yo al que se teme, pero que nos define por oposición.
15
naturaleza (1991) y Sandra Harding en ¿Existe un método feminista? (1987) es necesario
investigar lo que realmente interpela al sujeto investigador, de modo que su reflexión y producción
decidí abandonar la posición segura del investigador neutro, para asumir una enunciación
investigativa en la que mi experiencia estuvo siempre presente. Por lo tanto, a lo largo del
la subalternidad. Alternaré mi voz con las voces de lxs jóvenes trans, de forma que el texto se
desarrollará como un tejido, en el que se cruzará la primera persona del singular con la primera del
académico. Al iniciar la investigación, rápidamente constaté que dentro del orden heteronormado,
ser hombre o ser mujer determina fundamentalmente la forma en que las personas asumen la vida,
sin que aparentemente exista otra posibilidad dentro de ese limitado orden binario. Recordé
entonces las múltiples ocasiones en las que ese mandato se impuso en mi experiencia de género,
empecé a escribir y registrar varias de las confrontaciones y cuestionamientos a los que tuve que
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Para varios investigadores, el otro es el objeto de estudio pasivo, al que observan desde la distancia sin ningún tipo
de relación, más allá del interés académico. Por el contrario, desde la perspectiva del conocimiento situado, el otro es
un agente activo en la investigación y la producción de conocimiento. En ese sentido, el investigador y el otro
investigado son productores activos de conocimiento, lo que elimina la tradicional superioridad jerárquica adoptada
por el académico neutro que pretende enunciarse como objetivo.
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Desde niño fui un sujeto subalterno: se me acusaba de ser raro. La escuela, la familia y la
interacción con los demás se encargaron de mostrarme cómo debía comportarme,
relacionarme, desear. Aspectos tan sencillos como jugar o socializar con los demás me
advertían de la importancia de ser hombre y tener un modo de sentir, pensar y actuar:
fuerte, insensible, racional, indolente y con una estética determinada. Por supuesto, todo
esto con una advertencia: no desear al género al cual pertenecía. Siempre se me tildó de
marica. Nunca comprendí la relación entre quién era, cómo me veían los demás y cómo
debía ser. Sin embargo, las instituciones me demostraban cómo debía ser hombre. Al
empezar a ser joven, entendí cómo debía presentarme, pero se me dificultaba: era un
hombre feminizado. No era mujer, ni hombre para los demás, lo que creó en mí muchas
dudas, al igual que una mezcla de posibilidades e inseguridades sociales y personales. El
ingreso a los llamados espacios de adultos, como el trabajo, me permitió comprender que
definitivamente la marca del género adquiría un poder dominante. Me sentía como ese
“fantasma de la incoherencia” que desarrolla Butler (2010) en El Género en disputa,
planteando la discordancia desde la construcción que marca los sujetos: sexo, género,
deseo, orientación, expresados en la lógica de: macho, hombre, masculino, heterosexual
(ahora comprendo todo un régimen político).
Todas esas experiencias me llevaron a reconocer la gran importancia del género como
establecidos; estamos obligados a interpretarlo de una u otra forma, sin poder recrearlo ni
Durante algún tiempo ser un hombre fue mi reto personal. Lo caracterizaba y actuaba frente
a los demás, de acuerdo a lo que se suponía que debía ser. Esto cambió cuando conocí los
postulados sobre la performatividad del género de Judith Butler. A partir de ese momento
comprendí que el género no era una marca inmodificable, sino una forma que podía construir,
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deconstruir y reconstruir constantemente. Me di cuenta que era posible transitar en el género, a
Como ya lo mencioné, la primera vez que me involucré con los colectivos de personas
transgénero fue en 2007, cuando la institución universitaria a la que estaba vinculado convocó a
personas trans, para desarrollar un programa de extensión. Uno de los colectivos que atendió al
llamado fue el Grupo de Apoyo a Personas Trans - GAT, que en ese momento estaba vinculado al
de la investigación, ya que pude conocer de primera mano las actividades colectivas realizadas por
la comunidad. Todos estos elementos fueron insumos para la investigación, ya que me interesaba
abordar las relaciones entre el proceso de transición individual y la acción colectiva. De manera
que pude formular nuevos cuestionamientos: ¿de qué modo se logra la acción colectiva en
organizaciones de jóvenes transgénero?, ¿cómo se vincula esta acción al ejercicio mismo del
también transiciones sociales, culturales, políticas, éticas y estéticas. Cotidianamente, las personas
se mueven en el género, lo que permite cuestionar los límites que definen esta categoría social. Sin
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El Centro Comunitario LGBTI es un lugar donde se ofrece atención integral que cuenta con espacios para atender
cada una de las poblaciones que convoca. Desde el GAT se logró convocar a la población trans de la localidad de
Chapinero a reuniones semanales que aún se mantienen.
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darse cuenta, las personas rompen las fronteras entre lo masculino y lo femenino, por lo que dejan
Butler (2010) plantea que el orden heterosexual diferencia a las personas entre hombres y
mujeres exclusivamente, y les adjudica una representación y un rol definido que determina el
deseo, el placer y la vida misma de los sujetos. Denuncia que la sociedad contemporánea continúa
binarios, macho y hembra, que establecen una relación única, entre lo masculino y lo femenino.
constituye en un marco que diferencia los cuerpos, entre hombres y mujeres heterosexuales, que
consecuencia, lo que se sale de ese contrato no puede ser reconocido, pues es ininteligible y, por
lo tanto, rechazado.
Cuando el otro decide ser y hacerse transgénero, rompe ese orden heteronormado, por lo
que es excluido social, laboral y políticamente. Son marginadxs continuamente por la sociedad:
desde las sutiles miradas llenas de desaprobación hasta las ambigüedades jurídicas que lxs
de jóvenes transgénero en 62 países en menos de seis años, lo cual es una cifra alarmante si se
6
El informe Tortura y tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes en Colombia para el período de 2009-2014,
presentado en el 2015, fue desarrollado a partir de la información suministrada por los colectivos que documentan los
diferentes casos de exclusión y estigmatización.
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constantes asesinatos, el Estado también viola sus derechos básicos, particularmente el derecho a
la salud, puesto que muchas veces les niega el servicio por su decisión de género. En dicho informe,
se denuncia el trato inhumano y degradante que reciben las personas trans cuando solicitan los
procedimientos para hacer su transición. Por esa razón se exige al Estado que preste, implemente
Ante la negativa del servicio médico, cada persona trans asume por su cuenta las
modificaciones corporales que desea. Debido a que se trata de procedimientos informales en sitios
no aptos para este tipo de intervenciones, las consecuencias son devastadoras, pues las personas
Además de esto, la estigmatización de esta población es una práctica médica legal, ya que
del año 2013, la Corte Constitucional estableció que, para autorizar modificaciones corporales,
dentro del sistema de salud colombiano, era necesario un diagnóstico de enfermedad: disforia de
género. La estigmatización de esta comunidad por parte del Estado supone una exclusión
sistemática de todos los ámbitos sociales de las personas transgénero, pues definirlos como
Otro de los informes de gran importancia es ¡Basta ya! del Centro Nacional de Memoria
referencian las acciones de violencia ejercidas contra mujeres, sino también contra lesbianas, gais,
7
Entre algunos de esos manuales se puede citar de forma concreta el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos
mentales de la Asociación Americana de Sicología, publicado en el año 2014.
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bisexuales, personas transgénero e intersexuales: desplazamiento forzado, asesinatos selectivos,
trans, confirma la sevicia con la que es tratada esta comunidad dentro del conflicto.
En Colombia, lxs jóvenes transgénero deben enfrentarse a las limitaciones del orden
heteronormado que se extiende desde su entorno familiar hasta las instituciones del Estado. A
colectiva trans. De acuerdo a estudios precedentes, las personas transgénero usualmente definen
su subjetividad con la frase: Estoy en el cuerpo erróneo. Ese enunciado evidencia la concepción
binaria del género, aun en las personas transgénero, quienes en lugar de recrearlo
heterosexual, el tránsito se concibe como el paso de una orilla a otra (de hombre a mujer o
viceversa), lo que consolida aún más el orden binario (Soley, 2009), al mismo tiempo que restringe
En cuanto a la acción colectiva, por lo general se cree que se desarrollan dentro del marco
de la comunidad LGBTI, debido a los pocos estudios dedicados a las organizaciones trans en el
país. Además, la inclusión de la comunidad en la sigla LGBTI impide reconocer las exigencias
21
acción trans, diferenciada de la comunidad LGBTI, lo que propicia la aparición de nuevas
narrativas sobre esta comunidad. Además de lo anterior, esta investigación permite llenar el vacío
teórico que existe respecto al análisis de la relación entre juventud, género y acción colectiva
(Muñoz, 2010).
conocimiento sobre los jóvenes transgénero. Es importante mencionar que al plantear las
referencias teóricas cuestiono los postulados de verdad y universalidad implícitos en ellas, con el
objetivo de crear un campo teórico propicio para la aparición de otras subjetividades. Así, los
procesos de subjetivación trans serán interpretados desde la Teoría Queer que posiciona lo raro, lo
abyecto, lo singular, lo trans y lo articula con lo colectivo. Mientras la acción colectiva trans será
el mundo (Mansfield, 2000; Foucault, 2002; Melucci, 2016), es un proceso permanente que se
constituye el marco en el que las personas desarrollan su subjetividad, pues transitar implica
movimiento, inestabilidad, cruce, cambio. Las personas que deciden viajar en el género
transgreden la norma, lo que transforma toda su vida social, política, familiar y pública, pues son
22
sujetos que escapan de los marcos de lo inteligible (Butler, 2010) y que por su agencia bordean la
Los procesos de subjetivación individual involucran a otras personas, por lo que el tránsito
relacionarse. Además, la acción colectiva de lxs jóvenes trans evidencia la existencia de una
existencia” (Melucci, 2016, p.12). Estas luchas son movimientos de interpelación que, para el caso
de las multitudes raras, se enmarcan en lo queer, con una doble entrada, como movimiento y como
La Teoría Queer sirve de referente para la comunidad trans, ya que reivindica la existencia
de subjetividades que se anuncian como raras y extrañas. Lo queer logra posicionar no solo otras
multitudes de sujetos “subyugados” (Haraway, 1991), sino que también permite concebir la
identidad del sujeto como un elemento móvil que no puede ser definido ni como mujer, ni como
hombre, ni como gay, ni como lesbiana, sino como una reidentificación de algo extraño y bizarro
(Butler, 2010).
aparta de lo normal y normativo en comparación con lo heteronormado. Para las personas trans,
esta teoría no solo es un discurso que lxs reivindica, sino que también les permite enunciarse y
En Gender Trouble, Judith Butler plantea el concepto de desencialización del sexo y del
género, refiriéndose a lxs jóvenes trans. Allí cuestiona cómo la determinación biológica del género
23
permite a la Teoría Queer conceptualizar a la mujer como un sujeto plural y politizado, con
multitud no homogénea. Soy una mujer con pene o una mujer machorra, son expresiones que
denotan otros modos de ser transgénero o mujer, al mismo tiempo que cuestionan las categorías
binarias del sistema sexo/género como régimen biopolítico. En otras palabras, se constituyen las
movimientos gais y feministas. Además, los movimientos queer recogen también colectivxs de
intersexuales, de personas seropositivas, mujeres lesbianas negras y los demás cuerpos que no son
respaldados por los discursos feministas, gais, ni lésbicos. En ese sentido, la perspectiva queer
permite pensar no solo en la subjetividad transgénero, sino también en el modo en que tiene lugar
Las organizaciones trans se debaten entre la interpelación del sujeto mujer, con cercanías
1.3.2.1. El Feminismo
experiencias de mujer (Zarazaga, 2006), excluye a la mujer transgénero. Por esa razón es
fundamental reconocer que la lucha de las personas trans ha ampliado aún más el concepto de
24
mujer. Así, aunque la comunidad trans ha retomado algunas de las reivindicaciones feministas e
incluso ha llegado a cuestionar la homonormatividad, debido a que, pese a sus reclamos, la llamada
comunidad gay se configura y funciona de acuerdo al paradigma heterosexual del género. Lxs
sujetos trans diferencian no solo su acción colectiva, sino sus necesidades y demandas de las
Las luchas de las mujeres trans han sido relatadas por varias feministas contemporáneas,
dentro de las cuales se encuentran Butler y Preciado, quienes se valen de la categoría trans para
sospechar de la sedimentación del género. En esa misma línea encontramos a Witting, quien a la
pregunta: “¿Qué es una lesbiana?”, responde: “Es una lesbiana”, porque reconoce que definirla
como mujer, sería continuar reproduciendo el modelo binario del régimen. A pesar de la
sujeto trans, ni las consideran, pues sus luchas se han concretado en el retorno al concepto de mujer
heteronormado. En ese sentido, lxs trans son arrojadas a la frontera y son excluidas tanto de la
homonormatividad como del feminismo, debido a que las dinámicas heterosexuales se trasladan
Por esa razón, la comunidad trans continúa siendo constantemente amenazada por la
descomposición) pero quienes nos enfermaron fueron nuestros clientes”.9 Estas y otras
8
A modo de ejemplo, puedo mencionar que en el Encuentro de Feministas Lésbicas, realizado en el 2012 en Buenos
Aires, se negó la entrada a lxs mujeres trans, debido a que las organizadoras no las consideraban mujeres. Esa exclusión
evidenció la discriminación de las organizaciones feministas, puesto que su postura legitimaba la comprensión de la
mujer como un sujeto puro, en el que las mezclas no son admitidas ni reconocidas. Esa y muchas otras prácticas de
exclusión evidencian la razón por la cual el trabajo adelantado por los colectivos de gais y lesbianas no llegan a formar
parte de la historia reciente de las luchas trans.
9
Comentario presentado por una activista trans en una charla con organismos de gobierno en septiembre de 2014,
haciendo referencia a la supuesta patología de la condición trans y el ser seropositiva.
25
expresiones son advertidas en el discurso de las personas trans como evidencia de la violencia a la
que deben enfrentarse constantemente. Sin embargo, a pesar de que son condenadxs por la
sociedad, desde ese lugar logran reafirmarse como mujeres (Pérez, 2013; Vidal, 2014).
de ser que son excluidos por el régimen heterosexual, la población trans sigue siendo excluida por
esta categoría. Por esa razón, el Feminismo debería no solo incluir y reconocer la categoría trans,
sino también continuar indagando sobre las infinitas posibilidades que pueden adoptar los seres
género, coadyuvado por el concepto de género, entonces ¿por qué debería detenerse en este
momento si su lucha ha sido contra las definiciones esenciales del género? Los movimientos
feministas se han ocupado de exigir férreamente el derecho a ser quien se desea (Editorxs, 2011),
por lo tanto, es un referente para las personas trans, quienes también luchan por ello. El Feminismo
dos géneros establecidos por la heteronorma y la homonorma. Al situarse desde esta perspectiva
teórica, es posible pensar en otras formas de ser mujer (Harding, 1998) y ser hombre, lo que
Los orígenes de la comunidad LGBTI pueden rastrearse durante la década del cuarenta,
lesbianas. De aquella época data el Movimiento Homófilo de Berlín que determinó el comienzo
de las organizaciones gay en el mundo. Sin embargo, el antecedente más importante de las
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en Nueva York el 28 junio de 1969 en Stonewall Inn, lugar de encuentro de travestis, transexuales,
lesbianas, jóvenes femeninos y prostitutxs. Allí, este grupo de individuos, que habían sido
policial que los asediaba constantemente. A partir de ese momento, gais, lesbianas, travestis y
transexuales empezaron a reunirse para conformar colectivos en todo el mundo, con el objetivo de
exigir sus derechos. Dichas organizaciones, lideradas en su mayoría por gais y lesbianas, dieron
inicio a la hoy llamada comunidad LGBT (Noir, 2010). Con el tiempo, a esta comunidad se
pesar de que los movimientos gais y lésbicos han adelantado un recorrido, las demandas de las
personas trans no llegan a resolverse del todo en estas iniciativas, pues poseen necesidades y
motivaciones particulares, por lo que no se conforman con hacer parte de la sigla LGBTI. De
acuerdo con esas diferencias, los colectivos trans exigen suprimir la letra T de esta sigla, puesto
que muchas veces las colectividades gais y feministas operan y accionan sin reconocer lo trans.
Aunque se supone que las personas trans son incluidas en esta comunidad, muchas veces son
excluidas de las demandas que se realizan en nombre de esta sigla, ya que las solicitudes gais y
lésbicas se han centrado en la exigencia de derechos que prolongan las estructuras del orden
27
Cuando una persona transita en el género transforma su comunidad cercana, pues suscita
la aparición de una perspectiva alterna. Esa nueva perspectiva propicia el cuestionamiento del
orden heteronormado que impera, por lo que es posible pensar en las múltiples y diferentes
maneras de ser. Con esta investigación se abre la oportunidad única de interpretar y comprender
los procesos de subjetivación juvenil trans y su acción colectiva, con el objetivo de delinear algunas
28
CAPÍTULO 2
Resumen
Lxs jóvenes trans producen conocimiento a partir de la narración de sus experiencias de vida. Esas
narraciones se convierten en textos susceptibles de ser interpretados para crear una nueva forma
de considerar lo trans. Por todo lo anterior a continuación se presentarán las decisiones que se
tomaron para comprender el ser y estar transgénero, a partir de los relatos de vida y la observación
participante. Dichas decisiones permiten anunciar al otro de la investigación, lxs jóvenes trans:
Cuando se conversa con las personas trans, respecto a los discursos académicos y
científicos que se han ocupado de su condición, manifiestan una gran resistencia a ser definidxs
por una ciencia que solo quiere explicarlxs (Kornblit, 2007). Mientras la explicación se ocupa de
teorías que buscan generalizar, la comprensión otorga un valor protagónico al fenómeno que
analiza.
contexto en el que se desarrollan. Por esa razón, es necesario que el investigador establezca una
29
relación de cercanía con el fenómeno de su interés, incluso hasta involucrarse. En esa medida, el
investigador deja de ser el protagonista, para darle espacio de enunciación al investigado. A pesar
trans, la explicación ha sido la metodología utilizada con mayor frecuencia. Por esa razón, esta
heteronormadas elaboran sus juicios a partir de las explicaciones hechas por el discurso científico,
estudio es la cuestión trans. Por lo general, esas reflexiones se han planteado desde una pretendida
objetividad, cuyos postulados y principios son asumidos como verdad. El conocimiento producido
desde esa perspectiva resulta incompleto, en tanto se enuncia desde teorías heteronormadas. Así
por ejemplo, la biología, la siquiatría y la medicina, consideran la condición trans como una
enfermedad. Por ello, resulta necesario plantear nuevas formas de reflexionar y producir
La hermenéutica es una tradición útil para aproximarse a la cuestión trans desde una
como punto de partida la experiencia del sujeto, a partir de la cual se emprende la comprensión e
interpretación investigativa. Esto propicia que el sujeto trans abandone la pasividad a la que la
sobre sí.
Por ello decidí utilizar la tradición hermenéutica para realizar la investigación ya que,
además de dar un lugar importante al sujeto, permite cuestionar la supuesta neutralidad del lugar
de poder que ejerce el investigador. En consecuencia, en esta investigación lxs jóvenes trans son
30
los protagonistas de la reflexión de su propia condición. La diferencia entre investigador e
investigado se disuelve para procurar la comprensión de las dos partes involucradas, pues la
relación tradicional de sujeto-objeto se transforma: todos los sujetos son potenciales agentes de
conocimiento (Haraway, 1991). El investigador deja de ser el sujeto que observa al otro (su
objeto), para operar como un agente que, mientras investiga, es investigado. Ese investigador-
investigado debe anunciarse como tal, de modo que pueda articular sus intereses con el otro, su
par epistémico. Esa relación de horizontalidad permite que al mismo tiempo que se desarrolla la
reflexión de lo trans, se develen las prácticas, creencias, deseos, intereses y motivaciones del
comprenden e interpretan su propia situación (Herrera, 2010). Por lo que sus relatos son asumidos
como textos “cargados de poder” (Haraway, 1995, p. 345) para la construcción de conocimiento.
comprendo.
teóricas que propician una comprensión diferente de la realidad, a partir de saberes fragmentados,
31
plantean como elementos de un tejido de encuentros, en el que los jóvenes trans son agentes, pares
A partir del giro hermenéutico, todo puede ser leído: el cuerpo, la cultura, el territorio, etc.
acuerdo a los relatos producidos por ellos mismos durante las conversaciones mantenidas durante
10
el proceso de investigación. Debido a que la producción de esos textos depende de una
conversación, se puede hablar de un texto coproducido, a partir del cual es posible la comprensión
Los relatos de vida son el anuncio explicito, oral o escrito, de un narrador sobre parte de su
vida (Cornejo, et al, 2008). Esos relatos surgen a partir de diálogos que se constituyen en textos
para la interpretación. De acuerdo con Ricoeur (1996), los sujetos se configuran como narración
que define una identidad inestable, dinámica y en constante trasformación. En esos términos, al
propia subjetividad en el encuentro con el otro, aquel que develaba los prejuicios presentes en mi
concepción sobre la normalidad y la naturalidad. Tanto lxs jóvenes trans como yo construimos
relatos de vida personales en el encuentro del diálogo, donde cada quien reflexionó sobre sí.
Para lograr establecer ese espacio dialogado, decidí conversar con chicxs trans vinculadxs
a organizaciones o colectivos. Con cada agente me encontré tres o cuatro veces durante cuatro
horas, cada vez. En el primer encuentro se compartía en torno a la problemática trans, el objetivo
10
Por texto se entiende cualquier unidad comunicativa susceptible de ser leída, comprendida e interpretada.
32
del estudio, su alcance y sus implicaciones éticas. El encuentro se desarrollaba como una
Los 24 encuentros fueron grabados en audio y dos de ellos video grabados. Del material
recopilado decidí trabajar solo con seis relatos de jóvenes. Para la elección, también tuve en cuenta
la edad de lxs participantes, pues me interesaba conversar con lxs jóvenes de esta comunidad. 11
Sofía: joven de 17 años que estudia su último año de bachillerato y participa de las
11
Durante el desarrollo de la investigación me di cuenta que dentro de la comunidad trans, la condición juvenil no
tenía relación con la edad, por esa razón tuve que reconsiderar mi concepto de juventud. Este aspecto será analizado
en las consideraciones finales del escrito.
33
Jessica: joven de 21 años, líder coordinadora de juventudes transgénero de la ciudad de
Laura: joven de 38 años líder del Grupo de Acción y Apoyo a personas Transgénero. Laura
es la actual coordinadora del GAAT, entidad desde la que lucha por la reivindicación de
la lucha trans debido a los múltiples logros locales y regionales que ha alcanzado en el
posicionamiento del tema trans. Por esa razón, constantemente es invitada a eventos
Maritza: joven de 21 años quien lidera la lucha por los derechos humanos de la comunidad
existe una paradoja: la observación participante es una forma de observar y participar de forma
simultánea, por lo que no se puede observar sin participar, ni participar sin observar, lo que supone
aprendizaje tiene lugar en y con la experiencia que se da en el intercambio con el otro, en este caso,
lxs jóvenes trans. Gracias a esta participación, pude ser más que un testigo, para convertirme en
34
parte de la acción colectiva, lo que indudablemente constituyó un material valioso para la
investigación.
registrar lo que observaba, de modo que pudiera identificar fácilmente las acciones, los contextos
y los participantes. Además, cada vez que finalizaba una acción recogía varios comentarios en
torno a lo vivido, los cuales consigné en varias notas. Para comprender el modo en que el tránsito
acontecía de forma colectiva, me contacté con grupos transgénero de diferentes ciudades, los
Participé en acciones con las chicxs del GAT,12 colectivo que lucha por el respeto de los
derechos humanos de la comunidad trans, y además acompaña el tránsito de lxs jóvenes. El GAT
hace parte del centro de ciudadanía LGBTI, ubicado en la localidad de Teusaquillo de Bogotá,
donde cada sábado se reúnen entre 15 y 20 personas trans para conversar. En cada sesión se
abordaban temas sugeridos por lxs asistentes, los cuales eran desarrollados por la coordinadora del
GAT, Laura Weinstein. Durante los dos años que asistí a estas sesiones se debatieron temas como
12
El Grupo de Apoyo a Personas Trans, GAT es un colectivo que está vinculado con el Centro Comunitario LGBT.
Dicho colectivo se configuró en su inicio como un grupo de auto apoyo para personas que transitan en el género y su
iniciativa se dio en el marco de la política distrital de “inclusión a personas LGBTI” desarrollada en su mayoría en el
gobierno de Luis Eduardo Garzón, se consolidó a través de los años como colectivo exclusivo de personas trans. Sin
embargo, a partir del año 2014 y de parte de la coordinadora del GAT se concibe la idea de configurar el GAT como
fundación, con el objetivo de desarrollar muchas más acciones y algunas necesarias y fuera del vínculo de la
institucionalidad. Dicha fundación se nombra como el Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans GAAT. Para el
presente estudio se relacionará en el manuscrito el GAT, grupo con el que se trabajó durante la investigación, pero
que devino en el actual GAAT
35
desarrollaba el tema de la sesión, el cual podía ser presentado por un invitado especial; al final se
planteaban retos, anuncios y se consolidaba la propuesta del próximo encuentro. Este tipo de
donde se concentran lxs jóvenes trans de la ciudad que ejercen el trabajo sexual. En este lugar
Allí se desarrolló observación y diálogo con varias de las personas que habitan la Calle
Barbacoas, sitio emblemático para la comunidad LGBTI, a la que también asisten lxs chicxs trans.
Esta calle es un lugar de homosocialización, en el que las personas trans pueden desempeñarse
como se vinculan de forma tranquila y sin ningún tipo de problema, pues allí pueden asistir como
administradorxs, meserxs, trabajadorxs sexuales o clientes. Por medio de esta visita pude observar
LGBTI sin estigmatizarla y les otorga un lugar, en el que es posible vivir la diversidad sexual y la
Pude hacer parte del Octubre Trans de 2015 gracias a mi pasantía internacional como
estudiante de doctorado. Esta experiencia me permitió ampliar el horizonte del tema trans, ya que
13
Mi principal fuente de trabajo en torno a la acción colectiva se constituyó en el GAT, organización a la que estuve
vinculado entre enero de 2013 y febrero de 2015. Algunos de los eventos académicos en los que pude participar fueron:
la cartilla de Servicios inclusivos para personas trans y Nuestrans voces en La Habana.
36
allí encontré varios colectivos de jóvenes transgénero que afirmaban la posibilidad de transitar en
2.3. Análisis
trans necesarias para desarrollar la investigación. Estos relatos fueron organizados de acuerdo a la
desarrollo de la acción colectiva, los alcances logrados a partir de los procesos de incidencia social,
A partir de la comprensión situada, logré reconfigurar una nueva historia del ser y estar
transgénero, a partir de las cuales pude romper los prejuicios que por lo general se tienen sobre
esta comunidad: la condición trans es una enfermedad, lo trans es perverso y las personas trans no
Utilizar una nueva narrativa de lo trans implica reconocer y privilegiar la voz de lxs jóvenes
trans. Para comprender la subjetividad trans es necesario conocer el contexto que enmarca el relato
de vida de cada joven; por eso, fue necesario realizar un estudio juicioso de las narraciones
recolectadas. En primer lugar, los relatos fueron transcritos para poder analizarlos con mayor
detenimiento. Organicé ese material en dos grandes categorías: subjetivación y contexto del
tránsito; dentro de estas ubiqué otras subcategorías: la decisión del tránsito, la relación con
37
colectiva, lugares de la acción, incidencias de las acciones, entre muchas otras. Esas expresiones
fueron organizadas en el software de análisis cualitativo Atlas TI. Por medio de la herramienta
hermenéutica de este programa fue más fácil realizar el trabajo interpretativo, pues se pudieron
identificar vínculos y relaciones que no podrían haber sido reconocidos por medio de la lectura
tradicional. A medida que se desarrolló la lectura y relectura del material se fueron modificando o
elaboradas y concisas.
Ese es el discurso que estamos trayendo nosotras, estamos contando nuestra realidad con nuestra
forma en un marco de derechos que nos establece también en un orden hetero-patriarcal pero allí
nos estamos metiendo y esa es una de las grandes discusiones mi hermana, es que estamos
peleando en el territorio y con las armas que el establecimiento nos ha dado para hacerlo, en ese
sentido estamos pues en desventaja ¿no? Sin querer decir que no lo vamos a lograr, la cosa es de
tiempo.
Débora, 16 de octubre de 2014
experiencia de los sujetos. Tal como se evidencia en el anterior relato, los jóvenes trans reconocen
su capacidad para crear su propia realidad: modificarla, interpretarla y conocerla. Cuando los
38
CAPÍTULO 3
SER TRANSGÉNERO
Ruiz, R. (fotógrafo). 2014. Encuentro de familias trans. Parque El Lago. Bogotá, agosto 20, 2014.
Resumen:
transgénero implica múltiples cambios que inciden en el contexto en el que se desarrollan. A pesar
de los múltiples detractores, lo trans se configura como una posibilidad del ser. Es de ese modo
como el sujeto trans afecta al contexto y a su vez el contexto responde al joven trans. Sin embargo,
en esa dinámica lo trans se impone, se presenta como viable, reconocible, ante sus detractores y
39
Ni siquiera se termina de contar nuestra historia, nuestro sentir, cuando ya se concreta en una
enfermedad, nuestra posibilidad de ser, sobrepasando nuestro derecho a existir, como deseamos.
Jessica. 16 de octubre, 2015
Cuando hablé con Jessica respecto a las modificaciones corporales, me sorprendió que
afirmara que el discurso médico solo concebía dos modos únicos de ser: mujeres u hombres. Por
eso, al sujeto trans se le adjudica una condición de enfermedad porque se encuentra por fuera de
la norma.
contextos (Mansfield, 2000), al mismo tiempo que se encuentra condicionado por múltiples
dispositivos: el lenguaje, el género, la sexualidad (Butler, 2010). A pesar de ello, puede formar su
propia subjetividad de acuerdo a las prácticas que realiza en medio de su contexto. Cada sujeto
De acuerdo con la Teoría Queer, la identidad está en constante movimiento, de manera que
es explorada por los jóvenes trans, quienes controvierten el mecanismo de poder que sostiene la
ya que este aporta múltiples elementos para la configuración de su individualidad (Deleuze, 1986).
construcción de su subjetividad implica una lucha permanente, puesto que deben afirmar
40
Cuando un sujeto trans atraviesa un espacio heteronormado, su subjetividad es cuestionada
por las personas normalizadas, quienes preguntan y reclaman: ¿mujeres con pene?, ¿mujeres que
parecen hombres?, ¿hombres que parecen mujeres?, atribuyéndoles una condición perversa y
distorsionada. Todos estos cuestionamientos van en contra del deseo del sujeto trans, quien anhela
desarrollo individual de los sujetos trans, puesto que su condición es desaprobada en los espacios
públicos y privados. Por esa razón, es necesario aproximarse a la condición trans para reconocerla
adjudica.
lo natural y lo normal en el orden heteronormado (Sterling, 2006). De acuerdo con ese régimen, lo
natural se expresa en la corporeidad, lo cual determina el modo normal de ser: hombre o mujer.
Esa comprensión unívoca de lo natural y lo normal muchas veces es asumida por los sujetos trans,
quienes justifican su decisión de tránsito, afirmando que se encuentran en un cuerpo que no les
corresponde.
comprensión unidimensional de lo normal, al hacer de sus cuerpos un espacio que transgrede los
límites, sin que esto implique necesariamente una intervención médica. Estxs jóvenes incluso
41
desconocen su asignación sexual.14 Lxs jóvenes trans rompen con ese orden heteronormado
el momento en el que ya no desean encarnar la mujer definida por la heteronorma, sino que amplían
la comprensión de lo femenino con su tránsito. Esa asunción expandida del género es evidente en
el relato de Sofía, unx joven de diecisiete años que realizará su tránsito con hormonas.
Yo pienso que independientemente de la genitalidad, eso no tiene nada que ver. Ni si usted
tiene un pene o no tiene, tiene una vagina o no tiene. Usted no se puede definir por el sexo.
Uno piensa y actúa como uno se siente, y bueno yo, en lo personal, nunca me he sentido
atrapada en este cuerpo, porque yo transito con el cuerpo; no me siento así. No me gusta
esa expresión a mi parecer. (Sofía, 16 de octubre, 2014)
Sofía no se siente atrapada en el cuerpo erróneo, porque no cree que esté determinada por
su anatomía. Por esa razón, considera que su cuerpo no es un límite, sino su lugar y espacio para
ser, en la exploración y experimentación de las diferentes posibilidades del género. Lxs jóvenes
realizan con su cuerpo aquello que los teóricos han reflexionado: el género como construcción
social, discernible de la anatomía. Las personas trans comprenden que poseen la libertad de
construir su propia subjetividad por fuera de los límites biológicos y heteronormados. Esa
comprensión del género les permite reconocer que no son enfermxs, pues no existe ninguna
incoherencia en ellxs.
No me parece que sea una patología, pero a la vez unx por pendejx les lame las botas; los
zapatos a los políticos, a los médicos. Entonces si unx tiene la patología de un psiquiatra
que dice disforia de género, le dan el tratamiento de hormonas, por eso me refiero a
lamerle los zapatos; eso está mal. Esto de disforia de género me parece que es, bueno
14
La disforia es definida como la identificación del sujeto con el sexo contrario, lo que conlleva una negación del
sexo asignado, es decir, la no aceptación de la anatomía, ni del género asociado al sexo que se posee (DSM V, 2000;
Verastegui, 2013)
42
desde mi punto de vista, algo más que eso, como: yo soy una mujer o soy un hombre, o
ambos a la vez y punto. No. El problema de la sociedad es que están partiendo de la
genitalidad para definir a alguien, lo cual me parece que esta terriblemente equivocado.
(Sofía, 16 de octubre, 2014)
diagnóstico médico de disforia para que las personas pudieran iniciar el proceso de reasignación
sexual; al siguiente año, la misma entidad falló a favor de la discriminación. A partir de ese
momento, se estableció que para autorizar modificaciones corporales, dentro del sistema de salud
colombiano, era necesario dicho diagnóstico, lo que supone una comprensión restringida del
género.
Contrario a lo que se podría pensar desde los márgenes heteronormados, a lxs jóvenes
transgénero que deciden intervenirse no les importa el rechazo social, pues se concentran en su
afirmación individual como sujetos. En el relato de Johanna es evidente el modo en que el tránsito
¿Lo del tránsito? lo bonito, pues encontrarse con una misma. Digamos a mí me gusta hacer
mucho un ejercicio que es desnudarme y pararme frente al espejo. Eso me ha ayudado
mucho [a] aceptarme, a reconocer el cuerpo como mi territorio, mi yo. Decir: “Bueno
tengo esto, pero no es tan malo porque lo tengo, porque otras personas no lo tienen”.
Entonces pienso que hay cosas en el cuerpo de una mujer trans que nunca serán iguales a
las demás personas, porque siempre estamos en constante tránsito. En ocasiones pienso:
“A mí me gusta cómo se me siente la piel, y hay gente que no tiene la piel así”. Por ejemplo.
Eso es chévere, porque es como esa etapa bonita de encontrarse a uno mismo y aceptarse.
Entonces eso es muy importante. (Johanna, 12 de noviembre, 2014)
encuentro. Lxs dos refieren la apropiación del cuerpo como una expresión autónoma y particular
sin ninguna restricción: ser lo que se desea, sin que exista una regla o modelo específico del cómo
43
ser trans. Igualmente, el tránsito es narrado como un proceso consciente, deseado y, sobre todo,
placentero. Además, lxs dos jóvenes coinciden en la independencia del género respecto a la
realización, por ello cada acción o gesto que les permite expresar su proceso es una reafirmación
y una celebración, sin importar las miradas de desaprobación que lxs circundan, tal como lo
menciona Sofía:
construcción autónoma, independiente y particular. Cada quien decide cómo desea ser y el modo
de lograrlo:
Yo en mi tránsito, solo quiero ser yo; no quiero tener un poco de esto, ni un poco de
aquello; sino formarme por mi cuenta, con el apoyo de mi familia obviamente. Esto del
tránsito no es algo que comienza y acaba, si no que tú siempre estás en constante tránsito,
en constante aprendizaje con la vida. Y pues tú sabes hasta dónde quieres ir, incluyendo
el tránsito mismo. Uno conoce sus límites. Simple. (Sofía, 20 de octubre, 2014)
posibilidad en la que lxs jóvenes tienen todo el poder sobre sí. Son ellxs quienes determinan cómo
ser trans, hasta dónde llegar, qué procedimientos utilizar y cuáles no. En esos términos, el tránsito
género.
44
3.1.2. La biomedicina desde el tránsito.
Si bien las intervenciones médicas son una opción para realizar el tránsito, no constituyen
la única posibilidad para lxs jóvenes trans, pues cada sujeto encuentra su forma particular de
incoherencia, en tanto el discurso médico reproduce y legitima la idea del tránsito como
enfermedad; así que acudir a la misma instancia que lxs desaprueba es una gran contradicción. A
pesar de que las personas trans reconocen tal incoherencia para realizar su tránsito, ya que esta
ciencia ha establecido una única forma de ser trans, reproduciendo el binarismo heteronormado:
hombres que quieren parecer mujeres. En ese sentido, pensar el tránsito como un cambio exterior
restringe las múltiples posibilidades de los procesos de subjetivación trans. Esa ambigüedad
respecto al discurso médico es resuelta de forma más clara por Jessica, líder del colectivo de
Lo médico para desvirtuar lo normal, lo natural y así quitarle el poder, a partir del
cuestionamiento (…) Utilizar la medicina de forma que se puede o no, se admite o no, y
que no se permita que sea la medicina quien dicte sobre el cuerpo trans. Mucho más
cuando se piensa la identidad trans con múltiples formas de transitar, por eso hablo de
identidades trans. De muchas posibilidades de ser transgénero. (Jessica, 15 de octubre,
2015)
necesidad de adentrarse en él, para desvirtuarlo y proclamar el gesto de libertad que implica cada
tránsito, pues “(…) lo biomédico ha permeado lo trans y se ha dado a la tarea de quitarnos la voz,
constantemente desconoce y descalifica a las personas que no encuentran un lugar dentro de él. En
45
consecuencia, se arroga la voz de las personas trans para enunciarlas como enfermxs que necesitan
cura, ya sea por medio de sesiones de siquiatría, intercambio hormonal o cirugías de reasignación
sexual.
Ante esta situación, Jessica propone diferenciar los procedimientos médicos del tránsito,
pues afirma que existen múltiples formas de moverse en el género. La exploración de las diferentes
posibilidades de transición, junto a los relatos que niegan la condición de enfermedad y/o
puede llegar a ampliar la comprensión del género como un dispositivo móvil y flexible.
Hasta acá se puede afirmar para lxs jóvenes el tránsito es un proceso único y particular, en
el que los procedimientos médicos no son la única opción. Asimismo, estos relatos procuran la
circulación de nuevas palabras y expresiones para nombrar lo que dentro del orden heteronormado
es rechazado.
El tránsito individual tiene lugar en un tejido social, por esa razón también acontece de
forma colectiva. Cuando el sujeto decide transitar en el género, su decisión individual transforma
las relaciones de su contexto cercano y lejano. La familia, la escuela y las instituciones públicas
deben reconocer la transición individual, a pesar de las reglas de orden binario que las regula.
La familia y la escuela son instituciones en las que se norma el desarrollo del cuerpo por
medio de las prácticas de crianza y enseñanza que reproducen el dispositivo de designación binaria
del género. Desde la infancia, estas instituciones imprimen en los sujetos la marca indeleble del
género de acuerdo a diferentes aspectos: el nombre, los colores, el modo de vestir, los juguetes,
los juegos, los espacios, los roles, el modo de relacionarse, entre otros. Sin embargo, todas esas
46
prácticas culturales se transforman cuando el sujeto se apropia de la construcción de su
subjetividad. Johanna menciona que un día, cuando le preguntó a su mamá sobre su supuesta
Johanna: Yo me he dado cuenta que hay gente que es así. Por más cosas que les hacen esa
gente no deja de ser así”. Mi mamá ya sabía que eso no se podía cambiar. Mi mamá
siempre ha dicho que lo que es blanco, no puede ser negro, y lo negro no puede ser blanco,
entonces ella me dice siempre eso, que ella se acuerda de todas esas cosas. (Johanna, 12
de noviembre, 2014)
situación de su hijx. Gracias a esto, lx apoyó y lx respaldó durante todo el proceso. En cuanto a su
padre, Johanna recuerda que a los tres años: “A él le molestaba, cómo era yo. Pero yo sé que él ya
se había dado cuenta. Además, porque yo nunca lo oculté. Yo jamás oculté eso” (Johanna, 12 de
noviembre, 2014). En su entorno cercano, Johanna podía comportarse como quería, sin sentirse
extraña. El sentimiento de rareza solo apareció en la escuela, cuando sus compañeros y profesores
género.
Johanna narra que la escuela fue el primer lugar donde se sintió por primera vez, enferma
del género, debido al comportamiento de sus compañeros de clase: “Mi mamá me llevaba al
colegio y se daba cuenta que yo no hablaba con nadie. Los profesores que se dieron cuenta me
remitieron a un psicólogo. Eso fue a los 7 años. Desde entonces he consultado psicólogos”
(Johanna, 23 de noviembre, 2014). La orientadora del colegio le dijo a la madre: “Eso se puede
47
del colegio, lo que conllevó a un comportamiento de rechazo e incomprensión, al que Johanna
Yo lloraba en el salón. Eso era terrible. Yo me acuerdo que lloraba porque veía a las niñas
jugando entre ellas y conmigo no se metían. Entonces yo decía “¡Ay! Esas chinas son
hartas” y yo lloraba. A mí eso me daba mucha tristeza. Fue la psicóloga la que me fue
orientando. (Johanna, 12 de noviembre, 2014)
que jugar con las niñas implicaba asumir una actitud femenina que a los ojos de los demás, no
Johanna recuerda que superó esa sensación de rechazo al afirmar que se sentía igual a las
niñas, por lo que seguía “(…) en el colegio normal, pues después de un tiempo, la psicóloga me
sentaba con las niñas. La profesora hacía mesas redondas y todo eso y entonces fui cogiendo
confianza a las personas, porque yo me sentía alejada” (Johanna, 12 de noviembre, 2014). Así,
en medio del entorno que le exigía concordancia entre su sexo y su género, Johanna logró mejorar
psicóloga fue importante, pues fue ella quien orientó el equipo docente en la mejor manera de
integrar a Johanna en las actividades cotidianas del colegio, sin irrespetar su singularidad: “(…)
jugar baloncesto o voleibol. A mí me encantaban todos esos juegos. Yo jugaba con las niñas. Esos
eran los únicos espacios donde yo me sentía bien; porque era apoyada por el profesor” (Johanna,
12 noviembre, 2014). Gracias a ese respaldo, Johanna se sintió reconocida, segura y apoyada. Con
48
Yo ya no quería más ir en uniforme al colegio, porque era uniforme de niño. Yo le decía a
mi mamá: “Mami, a mí no me gusta el uniforme”. Entonces, fuimos a hablar con la
coordinadora del colegio quien me dejó asistir siempre en sudadera. Entonces yo me sentía
bien porque la sudadera era la misma para las niñas y los niños, mientras que el uniforme
sí era diferente: para los niños pantalón y para las niñas jardinera. Entonces todos los
días iba en sudadera al colegio, gracias al permiso de la coordinadora. (Johanna, 12 de
noviembre, 2014)
La extrañeza inicial que produjo el uso diario de la sudadera, poco a poco desapareció al
ser normalizada por la comunidad del colegio. Así, el comportamiento individual de Johanna fue
asumido por sus compañeros y maestros, quienes sin darse cuenta ampliaron su comprensión sobre
individual se volvió una experiencia colectiva: “El apoyo que me está brindando mi familia, aparte
de mi mamá, es algo muy importante para mi vida; pues yo hago el tránsito con ellos” (Sofía, 20
de octubre, 2014). La singularidad del sujeto transforma las concepciones que rigen las relaciones
heteronormadas, pues los otros también transitan al comprender a aquel que se encuentra por fuera
El acontecer individual de Sofía y Johanna devino experiencia colectiva, en tanto que sus
familiares y amigos, no solo participaron como testigos u observadores pasivos, sino que también
y, a su vez, del sujeto a la exterioridad, al contexto (Deleuze, 2015). Lo presentado por lxs dos
49
jóvenes trans, permite ejemplificar el vínculo entre sujeto y contexto, ambos afectados de modo
recíproco.
La designación del nombre es una fuerte marca de género impresa por los padres sobre sus
hijos. Nombrarse es un gesto importante para la reconfiguración de sí, de modo que asumir un
nuevo nombre no es solo un ritual de renacimiento, sino también una manera de involucrar a la
Fue a los 13 años, cuando le dije a mi mamá: “Mami yo ya quiero que usted me ponga un
nombre de niña. Yo ya no me voy a seguir llamando (…) porque yo odio ese nombre y ya.
Entonces mi mamá me dijo que no estaba segura de eso, que yo no sé qué. Entonces le
dije: “¿Me lo pone usted o me lo pongo yo?” Entonces ella decidió ponerme Johanna.
(Johanna, 12 de noviembre, 2014)
participación de la madre. Ese momento confirma que “estamos participando del tránsito con mi
importancia fundamental para la vida de lxs jóvenes trans, pues son ellas quienes lxs orientan
respecto al modo en que deben enfrentarse a contextos eminentemente patriarcales. Las madres
50
acompañan a sus hijxs para enseñarles a tramitar y resolver las situaciones de rechazo y
Sí me parece, yo creo que si mi mamá no me hubiera apoyado, hubiera sido como algo
totalmente diferente, algo terrible, feo, oscuro, que ni siquiera yo me podría reconocer.
Porque si mi mamá no lo hace, mucho menos yo. Eso me parecería muy duro. Yo creo que
tengo mucha suerte y soy consciente de ello, de que tengo el apoyo de mi familia y mi
mamá; más que todo de mi mamá. (Sofía, 12 de octubre, 2014)
A pesar de ese apoyo incondicional, lxs jóvenes también refieren la preocupación de sus
madres respecto al modo en que serán vistxs por la sociedad, cómo serán tratadxs y cómo podrán
Claro, mi mamá lloró pero no fue llorar como de una manera de la decepción por no ser
el machorro de la casa; sino porque mi mamá tenía muchos miedos. Miedo sobre todo por
lo que me pudiera pasar, sobre la agresión que pudiese recibir en adelante. (Sofía, 12 de
octubre, 2014)
Igualmente, Jessica menciona que su madre le tenía más miedo a la estigmatización que al
tránsito mismo, por eso: “Mi madre me enseñó a quitarme los miedos, a no dejarme intimidar, ni
amedrantar. Ella me hizo perderle miedo a la palabra puta. Y con eso me dio herramientas para
51
De otro lado, contrario a lo que podría pensarse, las personas trans no solo encuentran
apoyo en sus familias, sino también en el rechazo. Las situaciones de discriminación en lugar de
Mi tío es un hombre muy conservador. Cuando voy allá él me dice: “¡Ay! ya parece una
mujer”. Pero él no me lo dice felicitándome, sino con asco. Entonces yo le digo: “¡De
verdad tío! No sabe lo feliz que me hace, ¿pero parezco una mujer bonita o fea?” Y dice:
“¿Usted no le teme a Dios?” Yo le digo: “Si Dios es bueno ¿por qué le voy a tener miedo?
Toca tenerle miedo a las personas que son malas”. Él dice: “¡Ay! usted debería tener
temor de Dios”, y yo le digo: “No, porque Dios es bueno”. Él me dice que Dios no está de
acuerdo con esas cosas, a lo que le respondo: “Sí tío, sí está de acuerdo, porque si no lo
estuviera, él no permitiría todo lo que yo hago. Yo le oro mucho a Dios y le pido mucho
para que él me ayude y hasta el día de hoy no me ha dejado desamparada, porque todo me
ha salido perfectamente”. En cuanto a mis primos ellos ya me ven como una muchacha
aparte, como allá. Hay gente que ni cuenta se da que uno es así, por más defectos que
tenga. Yo creo que si fuera una que tuviera una barba así súper grande no se dan cuenta.
(Joanna, 12 de noviembre, 2014)
para la hostilidad del espacio público. En ese sentido, Johanna se empodera al posicionar su
Hay familiares que hace mucho tiempo no veo, entonces llegan y me dicen: “Yo no
entiendo. Entonces, ¿el que se murió fue el niño? Yo volteé a mirar a mi hermana, como
preguntándole: ¡Ay! ¿Qué hago? Entonces mi hermana dice: “No tía, lo que pasa es que
Johana cuando nació sí era un niño, pero ahora es una niña”. Entonces mi tía me dice:
“¡Ah! de verdad”. Y mi tía se acerca y le dice a mi papá: “John de verdad usted dejó que
su hijo hiciera eso”. Así de una vez, mi tía criticando sin conocer la vida. Entonces mi
papá llega y les dice: “Pues sí, luego, ¿qué pasa?”. Él es muy serio en eso, es brusco, pero
a la hora del té, él me defiende mucho porque no le gusta que nadie se meta conmigo. En
52
ocasiones es difícil, pero se me hace muy fácil porque, así me digan marica, yo no me voy
a poner a refutar. ¿Sí me hago entender? (Johanna, 12 de noviembre, 2014)
a quien ha llegado a comprender. Por el contrario, para la familia lejana el tránsito resulta
lugar decisivo para lxs jóvenes trans, ya que les permite sentirse protegidxs, al mismo tiempo que
lxs prepara para enfrentarse al rechazo y la estigmatización pública. Sin embargo, es importante
personal de lxs jóvenes trans es limitado, pues tal como se evidenció antes, las relaciones familiares
Además de la familia, lxs jóvenes trans pueden apoyarse en sus amigos heteronormados,
Con mis amigos pasó algo muy chévere en la marcha LGBT de este año, porque me fueron
[a] acompañar. Yo no sabía y ellos me tenían la sorpresa. Yo estaba allá en la marcha y
pues fue todo esto de la Ola fucsia y todo. Yo me fui disfrazada, entonces yo no sabía y
ellos estaban allá todos los del salón, la gran mayoría. Y cuando yo iba pasando me
gritaron: “¡Johanna!” y todos estaban ahí y tómense fotos conmigo. Y me dijeron que
estaba muy bonita, que les gustaba como me veía.
Hoy incluso me encontré con una amiga del colegio y me dijo que me felicitaba porque me
veía muy feliz. Ella fue una amiga de primaria. Siempre estuvimos juntas. Ella sí alcanzó
a vivir todo lo que fue esa etapa mía en donde yo era como sola, como que no hablaba con
nadie, y hoy en día pues, yo me siento muy convencida de lo que soy. Entonces como que
no. (Johanna, 22 de noviembre, 2014)
A pesar de los circuitos de seguridad que ofrecen las familias y los amigos, lxs jóvenes
transgénero se enfrentan a espacios públicos en los que por lo general no existe ninguna red de
53
soporte afectivo. Allí, se enfrentan a mayores retos, puesto que se trata de espacios
heteronormados, en los que no existe sensibilidad respecto a su decisión de género. Sin embargo,
a veces aparecen situaciones excepcionales que fortalecen a los sujetos trans, tal como lo relata
Sofía:
De probármela [refiriéndose a ropa] fue algo muy duro, porque fue hasta hace poco que
logré dar ese buen paso, porque antes yo llegaba y era con la mentira por delante.
Entonces, [decía] “Esto es para mi hermana, ¿qué talla es?, no, si la tela está buena” y
me la llevaba. De una me iba. Ahora no. La verdad yo llego, pregunto la talla y
dependiendo de la prenda me la mido. Me acuerdo que la primera prenda que me medí fue
un vestido. Y... no fue lo mejor (risas). La verdad me pareció algo impresionante, o sea me
dejó sin palabras la señora; porque, pues llegué, miré el vestido y le dije: “¿Te importa si
me lo mido?” Y me dijo: “¡No para nada!, mira ahí está el vestier” y me lo medí normal,
me miré al espejo y bueno me lo quité. Llegué a la mañana siguiente a pagarle, y me decía:
“Pero se le veía muy bonito el vestido”. Gracias, le dije. (Sofía, 20 de octubre, 2014)
expresarse, sin importar el orden imperante. Este tipo de retos permiten a lxs jóvenes ampliar su
espacio de seguridad, al mismo tiempo que se afirman como sujetos libres. La aprobación de la
vendedora da mayor seguridad a lx joven, puesto que no siente que está haciendo algo fuera de lo
normal, ya que una persona que heteronormada, le permite actuar con total libertad y sin ninguna
estigmatización. Aunque por lo general las historias de los sujetos trans han sido marcadas por la
exclusión, la violencia y la enfermedad, los anteriores relatos permiten evidenciar que existen otras
Las múltiples formas de desarrollar el tránsito, así como el modo de asumirlo de parte de
lxs jóvenes trans, permiten reconocer como transitar en el género no se ubica en un lugar único.
54
Es más lo biomédico, si bien es utilizado por lo trans, también comienza a ser interpelado,
sospechado. Ser transgénero abre nuevas posibilidades de ser en el camino del tránsito mismo.
La Teoría Queer retoma la perspectiva del feminismo crítico sobre las diferentes formas de
ser mujer, para desarrollar su concepto de lo trans. En estos términos, lo trans amplía la noción de
mujer y permite definirla sin oponerla a la condición masculina: mujer-trans, hombre-trans y sus
miles de posibilidades en el espacio del tránsito. Al respecto, Johanna consolida una noción de
mujer en su proceso.
Porque digamos yo nunca he querido ser una mujer convencional, mientras que otras
chicxs, yo las veo, como que dicen, como que estudian mucho a la mujer cisgénero: una
mujer se sienta así, una mujer hace esto, una mujer viste así. 15 Todas esas cosas de tener
y seguir teniendo esos prototipos de mujeres, como que no. Siempre he dicho que yo no
voy a ser nunca una mujer convencional. De hecho, lo que decía ayer es muy cierto, hago
acciones y digo “Uy, estoy como muy machorra” (Risas). Pero me da risa porque hay
mujeres machorras y eso no quiere decir que ya no soy mujer o soy hombre. Me da risa lo
que digo; y mi mamá me dice y me felicita siempre por eso, porque ella dice que a ella le
gusta que no soy igual a las demás. O el novio de mi mamá me dice: “Cuando usted está
en una reunión usted resalta entre las demás, no sé por qué, pero hay algo que la hace
resaltar”. (Johanna, 22 de noviembre, 2014)
Johanna relata el descubrimiento de su forma particular de ser mujer, sin limitarse a los
estereotipos femeninos, al mismo tiempo que crítica a sus compañerxs por reproducir con sus
cuerpos las formas condicionadas de ser mujer. La sumisión del cuerpo trans al orden
15
La expresión cisgénero es utilizada por los sujetos en tránsito para referirse a las mujeres no trans, es decir, a las
mujeres que nacen con útero, ovarios y vagina.
55
que abre la transición, se cierra por la auto imposición de modelos que continúan reproduciendo
un régimen de esencias binarias. Por ello, la apuesta de Johanna resulta del todo interesante, puesto
que se piensa como mujer de una forma expandida: una mujer machorra,16 que no se define por
tipos, sino por sus acciones. Para ella, no hay una sola forma de ser mujer, pues lo femenino es
una construcción que se gestiona y desarrolla de acuerdo al interés de cada sujeto; ser mujer
implica un constante proceso de subjetivación. Por esa razón, Johanna se enuncia como mujer en
Cuando salimos con mi hermana, yo veo ciertas acciones que los hombres hacen hacia
una, porque lo más difícil es tratar de convencer a un hombre de que uno es una mujer.
Porque una mujer digamos me ve trans y ya, bueno es una mujer, mientras que un hombre
es como más difícil hacerlo entender que uno sí es una mujer en tránsito, y no es un hombre
vestido de mujer. (Joanna, 22 de noviembre, 2014)
De acuerdo con Johanna, las personas heteronormadas asumen de diferente manera a las
personas trans. Para las mujeres cisgénero es más sencillo asumir a las chicxs trans, mientras que
para los hombres es más difícil, puesto que relacionan la mujer trans con un hombre gay que se
que le atañe al sujeto trans, sino que es responsabilidad de las personas heteronormadas, pues son
de lo femenino propicia la aparición de múltiples formas de ser mujer. Así, para Sofía implica una
lucha permanente:
Como te decía, desde la mente de un infante, rondan otras cosas. Para mí el hecho de
vestirme y maquillarme era decir: “¡Soy una mujer!”. Pero a medida que crecí y adquirí
16
Vocablo que también es utilizado a partir del pensamiento heterosexual e incluso homosexual, para referirse a
mujeres lesbianas, las cuales asumen roles, prácticas y modos de ser en torno al género masculino.
56
madurez, indagué sobre lo que tenía, por curiosidad. Busqué en internet cuando tenía 12
años y me di cuenta que lo mío no era simplemente vestirme, eso es solamente un aspecto.
Considero que es como el hecho de pensar, de actuar, y yo creo que como hasta los 14 o
15 años logré trascender todo eso a aspectos más de actitud, entonces pensando, si voy a
ser una mujer, tengo que afrontar la vida como una mujer, ser una mujer y bueno, pues ser
una luchadora. (Sofía, 20 de octubre, 2014)
Sofía construye su concepto de mujer de acuerdo a su propia biografía, una mujer que lucha
y se encuentra en constante transformación. Con todo ello, logra llevar al extremo la tensión
permanente entre la identidad y las posibilidades de cambio, aún frente a la biología o la cultura
como destino. Bajo el proceso de auto reconocimiento y auto identificación lxs jóvenes trans
Yo lo único que le dije fue que cuando me tratara, siempre lo hiciera como si estuviera
hablando con cualquier mujer, que no se pusiera a pensar: “Él fue un hombre” o algo así.
No. Sino que siempre me tratara como lo que soy: una mujer. (Johanna, 20 de noviembre
2014)
contrato heterosexual pide que la traten como una mujer, porque es una mujer en construcción,
mujer trans y machorra. Cuando le preguntan a Shantal si es hombre o mujer, ella responde: “Las
dos cosas”. En la misma línea, se encuentra Michel Valencia quien afirma: “Soy una mujer con
pipi y no deseo reasignarme”. La condición trans propicia una comprensión expandida del género,
pues se configuran múltiples modos de ser mujeres siendo hombres o viceversa. En ese sentido, la
57
De acuerdo con lo anterior, la condición transgénero desvirtúa la supuesta situación de
Hoy en día las personas trans continúan luchando por el reconocimiento de su ciudadanía
y sus derechos, pues a pesar de que han sido reconocidas como miembros de la sociedad, siguen
a disminuir gracias a la circulación de narrativas como las presentadas aquí, las cuales permiten
Ser transgénero no es identificarse con el sexo contrario, es más bien, una forma de ser
como se desea, por fuera del paradigma heteronormado: es ser de otro modo. A pesar de las
orden binario de los géneros, pues la heteronorma es el consenso al que se ajustan los sujetos. Sin
embargo, ser transgénero permite deconstruir esa idea a partir de las narrativas de las personas
trans. Esas narrativas deben ser reflexionadas al considerar la singularidad que encierran, pues la
imposición de cualquier teoría explicativa las silenciaría irremediablemente. Por esa razón, la
propia condición. Igualmente, ser transgénero no es sinónimo de fracaso en las relaciones sociales.
La compañía y apoyo de las personas cercanas son la garantía de que las personas trans pueden
58
En otras palabras, ser transgénero es una forma de ser y estar en el mundo, es transformar
desde la intimidad lo público y lo colectivo. Ser trans no es una enfermedad, sino un proceso
singular de subjetivación. Las personas trans no son las únicas que transitan en el género, puesto
que todos los sujetos construimos nuestra subjetividad particular, con mayor o menor grado de
género. De manera que, aunque todos transitamos dentro del género, la diferencia con las personas
trans radica en que ellos realizan una construcción mucho más arriesgada al modificar su cuerpo
59
CAPÍTULO 4
ESTAR TRANSGÉNERO
Ruiz, R. (fotógrafo). 2015. Octubre trans. Ciudad de México, octubre 18, 2015.
Resumen:
Estar transgénero es otro modo de existir, otra visión de mundo. Estar trans implica una acción
colectiva que irrumpe la normalidad del orden heteronormado como acontecimiento y multitud.
Como ejemplo de estar trans en lo público se evidenciará el modo cómo lxs jóvenes trans adquieren
el derecho a un nombre y una identificación, como resultado de una lucha individual y colectiva.
60
4.1. Acción colectiva y jóvenes transgénero
Alcaldía Mayor de Bogotá para compartir su experiencia como defensora de los derechos humanos
comunidad LGBTI, sino también líderes de otros colectivos, como personas con discapacidad,
los asistentes al evento empezaron a reírse y hablar entre ellos. Ante esta actitud, Johanna dijo:
Sí, en este espacio se pelea por tener la voz, la palabra. Pero se desconoce al otro, con
burlas y demás. ¡Qué diremos nosotras!, porque a nosotras ¿quién nos escucha? No nos
han escuchado por años. (Johanna, 16 de octubre, 2014)
Solo cuando Johanna evidenció la discriminación de la que era objeto, logró llamar la
atención y respeto del auditorio. Por lo general, lxs jóvenes transgénero son estigmatizadxs, lo que
los obliga a posicionar su voz (Jimenez, 2006). Así, cuando se enuncian en público se empoderan,
Además de esto, los sujetos trans realizan acciones colectivas para luchar por su
reconocimiento en la sociedad. Ejemplo de ello son las diferentes acciones emprendidas por las
suceso inexplicable que confronta el orden hegemónico socialmente aceptado (Lazzarato, 2006).
El acontecimiento trans tiene lugar cuando el sujeto se expresa y hace visible su decisión, posiciona
17
Este encuentro sobre los derechos humanos se realizó en octubre de 2014. Varios colectivos y organizaciones de
diverso orden fueron invitadas, tales como organizaciones de mujeres cabeza de familia, en situación de
desplazamiento así como representantes de la comunidad LGBT.
61
sus demandas y confronta las instituciones. A pesar de ello, por lo general el acontecimiento trans
es limitado a la comprensión binaria del género: “son hombres que parecen mujeres”, lo que
(Lazzarato, 2006).
acontecimiento. Por medio de acciones colectivas, el cuerpo trans irrumpe en la ciudad como
multitud que evidencia la existencia de diferentes formas de vida que se oponen al contrato
heterocrático de lo homogéneo (Lazzarato, 2006). Los cuerpos se presentan como artefactos18 que
La comunidad trans se constituye en sujeto político que exige, por medio de su presencia
corporal, el reconocimiento de sus miembros como ciudadanxs (Aguilera, 2010). De manera que
cuando acontece de forma colectiva adquiere mayor fuerza, pues evidencia la existencia de una
comunidad plural y múltiple. Gracias a este tipo de acciones surge una ciudadanía con capacidad
Tal como se mencionó antes, no existen estudios específicos referidos a la acción colectiva
trans, puesto estos son incluidos en los anaqueles de la comunidad LGBT. Por esa razón decidí
18
Considero el cuerpo como un artefacto dado que es nuestra carta de presentación ante los demás. Nuestro cuerpo
desde la noción de artefacto es nuestra carta de presentación, nuestra forma de mostrarnos al mundo, el cual se
compone de un sinnúmero de partes, pero dentro de las cuales hay algunas con mayor relevancia.
62
del relato de Débora, líder de Santa María Fundación de la Ciudad de Cali, quien ha sido testigo
de la comunidad trans.
De acuerdo con lo mencionado por Débora, la condición trans no se define por una
identidad única sino por la multiplicidad y pluralidad. El término trans sirve para referirse a todos
los sujetos que transitan en el género, sin importar el modo en que lo hagan, ya que en la comunidad
Débora recuerda que a comienzos de la década de los años ochenta, la comunidad trans se
adhirió a la comunidad LGBT, para luchar contra el VIH/SIDA, a pesar del rechazo y la
Ya se venía hablando, en toda la ciudad, respecto a lo que ocurría a los maricas. La gente
en los parques de varias ciudades del país, hablaba de los LGTBI, que son los LGTBI o
así como lo dicen ahora: “¡Ay es que somos los LGTBI!”, “Estamos luchando contra el
VIH”, “Luchamos por nuestros derechos humanos”. En esos tres frentes nos movíamos
nosotras, las antecesoras, las viejitas”. (Débora, 14 de mayo, 2014)
63
Lo LGTB tiene un contexto, es decir, que nosotros reconocemos que lo LGTB fue
fortalecido por el trabajo en VIH. Primero llegó el trabajo en VIH que fue más o menos en
el ochenta y tres, cuando se identifica el primer caso de VIH en Colombia. Ya en el ochenta
y cinco se empezaba hablar más o menos de VIH acá en Colombia, ya como que estaba
sonando. Entonces claro, las más afectadas o muchas de las poblaciones inicialmente
afectadas fueron la población gay ¿cierto? (Débora, 14 de mayo, 2014)
A pesar de que la comunidad trans era conocida, esa primera participación visible en una acción
¿Qué si el tema [trans] era nuevo? Sí, lo era. Nuevo en términos de estar en la lucha con
los LGBT. Pero también tenemos una historia de lucha, pero una historia de apoyo muy
joven, en sentido de los vínculos y el lugar desde donde partimos. Algunos de eso lugares
reconocidos por varios, hombres gais, que los compartían con nosotras, ¿Si me entiendes?
[Refiriéndose a lugares de homosocialización, que eran compartidos](…) Lo trans era un
nuevo tema para la agenda nacional, local, internacional en términos de lucha. (Débora,
14 de mayo, 2014)
Hasta ese momento, la comunidad trans solo aparecía de forma fugaz en el espacio público
en el ejercicio del trabajo sexual. De manera que al hacer parte de la comunidad LGBT empezó a
exigir su lugar dentro de la sociedad. Aunque no eran visibles, exigían sus derechos ante
instituciones como la policía y el servicio médico, las instituciones que las estigmatizaban y
rechazaban su existencia. Aunque la comunidad LGBT también era violentada cotidianamente, las
personas trans lo eran con mayor sevicia. A diario eran amenazadas con desapariciones y
asesinatos: “Otro tema era el caso de homicidio y abuso policial. [Este] era digámosle, una cosa
y violencia social. Eran tres vainas con las que nos encontrábamos así de lleno, [por eso] toda
64
Débora narra que la primera acción colectiva que realizaron lxs trans fue cortarse los brazos
para evitar ser arrestadas. Este tipo de acciones colectivas llevó al aumento de su estigmatización,
pues ya no solo eran consideradas anormales, sino también enfermas y peligrosas. Sin embargo,
lxs trans consideraban que era un gesto que les permitía reivindicarse como sujetos en la sociedad,
pues las cicatrices de esos cortes eran la memoria de la transgresión a la que eran sometidxs:
De forma que la lucha trans comenzó por la vida. Lxs jóvenes establecieron acuerdos
sencillos para enfrentar del mismo modo diferentes situaciones de violencia: “Para evitar que
fuéramos detenidas, estábamos en una época de bastante persecución, digamos que es una acción
de mayo, 2014).
Hasta antes de la crisis de la década del ochenta, la adhesión a la comunidad LGBT permitió
y las transformaciones corporales inadecuadas. En ese sentido, el único punto de encuentro con la
comunidad LGBT era la lucha contra la enfermedad, pues las otras necesidades solo les interesaban
a ellxs.
como ciudadanos. Aunque, estas demandas han sido incluidas en la agenda de la comunidad
LGBT, lxs trans solo se reconocen en esta sigla por la lucha contra el VIH. De acuerdo con Débora,
a pesar de que la agenda trans es incluida en la LGBT, esta es despreciada: “Cuando vamos a lo
de LGTB sacamos los portafolios y ese portafolio, ese apéndice [las demandas trans] ¿Cómo se
llama esa separata? ¿Cómo se llama esa mierda, ese cuadernillo?” (Débora, 14 de mayo, 2014).
65
Débora evidencia el modo en que sus demandas son asumidas por la comunidad LGBT como un
En ese sentido, las demandas trans no solamente son ignoradas y excluidas por la
heteronorma, sino también por el orden homosexual. Al respecto, Débora relata el modo en que
Pero te quiero hablar de Cali, nosotras llegamos en el 2005 a las mesas de trabajo LGBT,
lo cual he tenido la oportunidad de poder discutir en mesas nacionales (…) Ese año había
un escenario, la mesa de trabajo LGTB del Valle del Cauca. La mesa estaba conformada
por ocho o diez personas que representaban organizaciones de hombres gay. Allá llegamos
nosotras con expresiones de género masculino, nombrándonos como mujeres, ¿si me
explico? Eso fue como “Mmm… Llegaron las transformistas. Llegaron esas maricas aquí
a dañarnos el estatus de la noble mesa”. (Débora, 14 mayo, 2014)
Pese a lo que pudiera creerse, las personas trans también son estigmatizadas por la misma
comunidad LGBT. A pesar de que se trata de comunidades que también transitan en el género,
desaprueban lo trans y su capacidad de enunciación. Por ello, les adjudican un espacio marginal,
el del entretenimiento y el trabajo sexual, ya que no lxs consideran como agentes serios en el
ejercicio de lo público: “De payaso divina y soy tu mejor amiga (…) ¡Pero! ¿cómo, vos aquí?,
¿conmigo? y ¿haciendo qué? No, no, no. Seguí allá, donde estás, haciendo show” (Débora, 14 de
mayo, 2014). Sin embargo, Débora afirma que la comunidad trans logró hacerse su lugar como
agente político:
66
perspectiva, no desde el hecho que fuimos nosotras o somos nosotras una población muy
afectada por el VIH. ¡Por favor! ¿Si me explico? (Débora, 14 de mayo, 2014)
Aunque las diferencias entre la comunidad LGBT y la trans aún persisten, Débora afirma
que en la actualidad se está gestionando la creación de vínculos con lo lgbtesco19 con agendas muy
claras que a veces coinciden:
En ese sentido, en la actualidad la voz trans formula con autonomía sus necesidades y
pesar de esa distancia, lxs jóvenes trans han logrado una mayor proximidad a la comunidad LGBT,
al participar en las acciones y luchas que tienen en común con esas comunidades. Por esa razón,
Débora reitera la necesidad de que las nuevas generaciones trans tengan su propia voz, al mismo
19
En todo su relato, Débora utiliza continuamente esta expresión irónica para hacer énfasis en los diferenciales de
lucha, mas no en las distancias, tal como ella misma lo afirma.
67
La sociedad heteronormada ha adjudicado a la comunidad trans espacios específicos de la
ciudad: la calle, las zonas de prostitución, las peluquerías o los lugares nocturnos de
homosocialización. La calle es el lugar determinante para la acción trans, pues es allí donde se
gesta la acción colectiva. Maritza, unx joven transgénero que lidera el grupo de trabajadoras
sexuales de la Calle de Guapas en Manizales, relata cómo decidieron ocupar otro espacio de la
Pues a nosotras nadie nos podía impedir salir por cualquier parte de la ciudad, así que
decidimos ir a uno de los sitios de mayor concurrencia a tomar un café. Eso fue en el
Cable, un café muy popular. 20 Llegamos, nos sentamos y pedimos café. Nos atendieron y
nos lo tomamos. Nosotras llevábamos unas mentas con un papel cada una, para entregar
a las personas que nos miraban. En ese papel decía: “Refréscate, nosotras también somos
parte de la ciudad”. (Maritza, 20 de noviembre, 2014)
Esa exposición colectiva de la subjetividad trans constituye una acción política en tanto
implica romper con las reglas espaciales que les han sido impuestas. Para cualquier persona
tomarse un café con amigos es una actividad anodina, sin embargo, para la colectividad trans
constituye todo un reto, ya que implica ocupar espacios que les son prohibidos de forma implícita.
En ese sentido, la acción fue un acontecimiento tanto para lxs trans, como para lxs manizalitas.
Para lxs trans fue importante planear cómo vestirse, cómo se llegarían hasta el café, dónde se
ubicarían y cómo reaccionarían ante las diferentes situaciones. En cuanto a lxs manizalitas, ver a
la comunidad trans por fuera de su lugar implicó reconocer su libertad y su condición ciudadana.
20
El Cable es un sitio popular de la ciudad de Manizales ubicado en uno de los centros comerciales más populares de
la ciudad, en el que confluyen diferentes sectores sociales: universitarios, comerciantes y entre otros.
68
La comunidad trans decide apropiarse y asumir la calle como su territorio, pues además de
que es el lugar que les ha sido adjudicado, es donde no existe ninguna restricción legal. La calle
Discurso callejero desde la base, es lo que quiero decir, porque también estamos
proponiendo en ese cuento que las estructuras de poder hay que reconstruirlas; cómo
maquinan, violentan, segregan y vulneran la dignidad de las personas en general, y por
supuesto a nosotrxs. Entonces llegamos allá, a construir una voz, pero siempre a través
del diálogo con las nenas de la calle. (Débora, 14 de mayo, 2014)
Débora afirma que para estar trans es necesario ser una callejera, pues es allí donde han
luchado por su reconocimiento. Dentro de la comunidad trans, ser una callejera no tiene una
connotación despectiva, sino por el contrario reivindicativa, pues pensar como callejera implica
acciones para luchar por la vida, la libertad y la dignidad trans. Por eso, antes de planear una acción
colectiva se establece un diálogo sobre los problemas a los que se enfrentan lxs chicxs en la calle,
69
Con las acciones colectivas, la comunidad trans hace públicas sus demandas, de modo que
todos los ciudadanos se sientan implicados sin importar su género, clase o partido político, tal
como lo afirma Débora: “La gran misión de las nenas, no es en la calle mi hermana, es allá en el
concejo, en las reuniones, en el congreso, en las universidades. Dar nuestras discusiones ¿no?”
Para Débora es fundamental trasladar esas discusiones a espacios en los que se posicione
y reconozca al sujeto trans y se discutan los problemas que los afectan. Para Laura Weinstein es
fundamental que la condición trans trascienda al espacio público de lo político. Al igual que Laura,
Débora considera que el sujeto trans debe ser incluido y tenido en cuenta en todos los espacios; no
es cuestión de ser incluidxs en un programa o política pública, sino ser consideradxs al igual que
todos, como seres humanos con derechos, ya que “(…) se debe ganar en sensibilidad, reconocer
al otro como sujeto de derechos. Esto es cuestión de derechos y nos vincula a todos, seamos o no
trans, no es cuestión de que se nos incluya”. (Laura, 20 de mayo, 2015). La apuesta trans es por
el reconocimiento de derechos, por el sencillo hecho de existir, de ser quien se es y quien se decide
ser.
Durante el trabajo de campo participé en varias acciones colectivas organizadas por el GAT
Este evento se realizó durante dos años (2014-2015) en el parque El Lago de la ciudad de
Bogotá con el objetivo de hacer visibles a lxs jóvenes y sus familias, por medio de la toma de un
70
espacio público. Se invitó a las familias trans a que asistieran al parque una tarde de fin de semana
El impacto de esta acción fue positivo debido a que permitió evidenciar la normalidad de
las personas trans. El transeúnte que pasaba por allí podía ver familias heteronormadas
compartiendo tranquila y apaciblemente con personas trans, sin ningún tipo de miedo ni
prevención. Un transeúnte preguntó quiénes eran y qué hacían, entonces unx de lxs chicxs
La mirada heteronormada se extraña cuando ve a los sujetos trans hacer aquello que los
hace iguales a las personas normales. Cuando se estigmatiza, se borra toda posibilidad de empatía,
pues el otro se entiende como el diametralmente opuesto al comportamiento propio. Por esa razón,
cuando el estigmatizado realiza acciones con las que los estigmatizadores pueden identificarse,
aparece una sensación de extrañeza diferente, aquella que puede propiciar el reconocimiento del
otro. La presencia de las familias lleva a que el sujeto heteronormado entienda que lxs jóvenes
trans no son seres anormales que solo se relacionan entre sí, sino que también hacen parte de
familias heterosexuales, similares a la suya. Entonces, el sujeto heteronormado entiende que ser
trans no es una anomalía sino una situación que puede darse en cualquier familia normal.
colectivo: el siete de diciembre o día de las velitas. En la primera versión, se contrató un bus para
que nos llevara a varios sitios de la ciudad. En cada lugar que visitábamos, lxs chicxs cantaron
diversidad en el tránsito. Mientras algunxs cantaban, otros encendían velas y extendían una
71
pancarta del GAT con la frase: “Porque existimos, compartimos en ciudad y con la ciudad”. A
pesar de la presencia de la fuerza pública, lxs chicxs en ningún momento fueron intimidadxs,
Gracias al ambiente festivo de la época, varios transeúntes se acercaron a hablar con las
chicxs, lo que significó el éxito de la actividad. Al final de la jornada lxs chicxs manifestaron que
se sentían felices porque no habían sido estigmatizadas y habían podido conversar tranquilamente
Nuestrans voces en la Habana fue un manifiesto escrito durante dos años que fue enviado
a la mesa de diálogos de paz de Colombia en La Habana. Entre el 2014 y el 2015, por iniciativa
propia, varios colectivos se reunieron para discutir respecto a lo que querían decir en ese
manifiesto. En 2014 fue realizado el primer encuentro de colectivos en la Universidad de los Andes
en Bogotá, en el que se recogieron las diferentes posturas de los asistentes. Luego de ese encuentro,
se inició un intenso trabajo en red para establecer qué otras ideas podían ser incluidas en el
documento. El GAT lideró la escritura del texto al investigar respecto a la condición trans en el
contexto de la guerra. El resultado de dicho trabajo fue el manifiesto que fue lanzado a finales de
Hasta acá se han presentado y analizado algunas acciones colectivas en las que el cuerpo
trans aparece como multitud en la ciudad, realizando actividades diferentes a las que les han sido
72
asignadas. Al hablar con Débora, sobre las acciones colectivas de visibilidad, señala que la
Y todo lo que significa ser mujer, ese es el argumento o el derecho que revindicábamos
porque no tenemos posibilidad [de] pensarlo distinto y hoy estamos demandando. Ya no
rogando, sino demandando al establecimiento en su conjunto por nuestros derechos y
nuestra dignidad y parte de ella está atravesada obviamente por nuestro ser y estar como
mujeres trans, ciudadanas trans, personas trans. (Débora, 14 de mayo, 2014)
La comunidad trans ha tenido que manifestarse como multitud para ser reconocida por la
sociedad. Mientras para la mayoría de las personas el espacio público es el lugar donde se
constituyen como ciudadanos con derechos y deberes, para la comunidad trans la ciudad constituye
un reto y una amenaza: “Hasta salir al supermercado es una experiencia particular, cómo serás
espacio público se realizan como acontecimiento y como multitud, ya que se reconoce la necesidad
de crear un impacto fuerte de modo que sean reconocidxs por los demás. Con estas incursiones, la
comunidad pretende que la sociedad heteronormada sea capaz de reconocerlxs como ciudadanxs
con igualdad de derechos, que no se diferencian en nada de ellos. Así que cada acontecimiento es
heteronormado con su cuerpo. En ese sentido, la acción política acontece cuando rompe con el
orden consensuado e intenta transformarlo por medio del disenso de su comprensión del género.
Ser y estar transgénero es una afrenta para el sistema heteronormado, porque rompe con todas sus
lógicas y reglas.
73
En contraposición al consenso de lo normal, el acontecimiento transgénero irrumpe en el
espacio público para cuestionar y crear un espacio de disenso. Esas acciones de visibilidad han
obligado a la sociedad a reconocer a la comunidad trans como parte de la ciudadanía, por lo que
durante los últimos años sus demandas han sido incluidas en las agendas de política pública.
empieza a tomar forma, inicialmente como una visibilización de lo trans en lo público, una
heteronormado y lo homonormado con un fuerte eco en lo político. Hasta ahora apenas comienza
Las acciones de la comunidad trans posicionan el estar transgénero, como una forma
particular de habitar el cuerpo y el espacio público. La acción colectiva es una forma de entrar en
el espacio público con una dimensión política a pesar de la normativa establecida por el orden
importantes en la sociedad y la política, puesto que estar trans supone una nueva visión de mundo,
acontecimiento de la acción colectiva, la cual deviene suceso novedoso en tanto evidencia nuevas
formas de ocupar espacios y asumir lo político. Todo ello como una nueva expresión de lo sensible,
21
Aunque la Ley 127 de 2015 considera la heterodesignación como un elemento errático en las personas trans,
reconoce la no concordancia entre el sexo y la identidad de género. Con esta ley, se acepta el posible cambio de sexo
en el documento de identidad, lo cual significa asegurar la participación de la comunidad trans en las prácticas políticas
establecidas en el país.
74
de lo estético a lo político. Ese giro propicia la aparición de otras subjetividades que agencian lo
75
CAPITULO 5
Los procesos subjetivos de tránsito en el género son únicos, desde la gestualidad hasta las
modificaciones corporales. El género para las personas trans es un lugar de agencia para la acción
validez de otros modos de vida a partir de la decisión de género, lo que lleva a admitir la posibilidad
política del cuerpo como enunciación de una forma particular de ser, pensar y habitar el mundo.
las ciencias sociales en tres aspectos: la comprensión del género como una instancia social e
histórica libre de determinaciones anatómicas, el feminismo como un movimiento que lucha por
la reivindicación de lo otro y la juventud como una actitud independiente de cualquier rango etario.
El cuerpo trans debe ser pensado por las ciencias sociales, ya que permite cuestionar la
corporeidad como una instancia inmodificable. Las personas trans evidencian que es posible vivir
sin ser hombre ni mujer, simplemente asumiendo una identidad dinámica que exige una nueva
la familia y la política, por lo que es necesario crear nuevas formas de relacionarse y establecer
vínculos. Para muchos, el tránsito es una forma de reafirmación del binarismo: muchas trans
22
Propongo este nuevo acuñe lingüístico –palabra- como forma de sumar y hacer más explícito el proceso de
subjetivación ya presentado ampliamente en el estudio, y la acción en colectivo.
76
desean ser mujeres u hombres. En esa medida, se restringe la comprensión de lo trans a un hacía,
Las ciencias sociales deben establecer posturas que amplíen los marcos de referencia para
comprender que las personas trans asumen el género como un tránsito constante, lo que supone la
Cada chica lo decide y que lo haga como quiera. Y que no empiecen a decir yo soy
transformista, yo soy travesti, transgénero. Para mí es decir que somos trans porque, de
todas maneras, para bien o para mal, la que tenga senos y la que no tenga no tienen nada
de diferente, porque ambas siguen siendo mujeres, con o sin senos. No tenemos que
encasillarnos en algo, pero sí sentirnos orgullosas de que somos mujeres trans. (Johanna,
21 de octubre, 2014)
han atribuido roles que han naturalizados por un régimen, la heteronorma. En ese sentido, la
comprensión social del cuerpo es recuperada por la condición trans cuando cuestiona su
naturalización y normalización.
mujer a pesar del régimen masculino. El feminismo no solo lucha contra el orden masculino, sino
contra todo aquel que impida reconocer lo otro, por lo que se constituye como referente para las
lucharon por posicionar una subjetividad diferente a la masculina, comparten con la comunidad
trans el cuestionamiento de la categoría de mujer como una forma única e incuestionable. Tal como
77
se evidenció en el estudio, las organizaciones trans luchan por el reconocimiento de las diferentes
formas de ser mujer. En ese sentido, para las ciencias sociales es conveniente discutir y desarrollar
Para las ciencias sociales ser joven implica regularmente un rango de edad específico, lo
que conduce a vincular una condición social con características biológicas. Sin embargo, de
acuerdo con lo evidenciado en la investigación, para las personas trans ser joven no implica una
edad, sino un momento de liberación, en el que se logra ser lo que se desea. En ese sentido, la
5.4. Retos
corresponde de acuerdo a la convención social heteronormada. Por ello, es hora de pensar el género
La heteronorma implica varios compromisos sociales que los sujetos deben cumplir desde
la infancia. Dentro de ese orden, ser hombre o mujer supone varios roles que no pueden ser
cuestionados, ya que transgredirlos implica ser señalado y juzgado. Por ello, la condición trans
amplía la comprensión del género porque procura un espacio para el cuestionamiento de las
responsabilidades que nos han sido asignadas por nuestra anatomía. De manera que el mayor reto
no consiste en pensar si transitamos en el género, sino más bien cómo nos desubicamos en él.
En cuanto a la comunidad trans, esta se enfrenta a varios retos. En primer lugar, es necesario
que elimine las estructuras jerárquicas, casi patriarcales, que existen en sus estructuras grupales.
Lxs trans adultas deben reconocer el poder de agencia de lxs jóvenes trans, quienes han asumido
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el tránsito sin intervenciones médicas y con nuevas narrativas de lo trans, lo que les ha permitido
reivindicar su independencia a pesar de las fuerzas de consumo que pretenden coaptar el cuerpo
trans para hacerlo parte del mercado. Lxs chicxs trans han sido conscientes de que existe un interés
en establecer un único modelo de lo trans para ser vendido, consumido y comercializado. Por esa
razón, critican a lxs trans producidas bajo la lógica capitalista que busca asumir un cuerpo
amparado en la heterosexualidad.
De otro lado, la comunidad trans debe seguir reivindicando sus derechos, pues aún es
necesario que luchen por la despatologización de su decisión y su libre acceso a los servicios de
salud. Este estudio es un aporte a la constitución de los estudios transgénero, perspectiva teórica a
políticos.
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