EL JINETE FANTASMA EL GALLO DE LA ENCAÑADA

Esta versión ha sido proporcionada por el Sr. Manuel Alonso “En el lugar denominado La Encañada, en el camino de Ascope para
Landauro, profundo conocedor de la hostoria de Ascope. había en el Cascas vía de Cajamarca, hay una piedra, muy bien colocada sobre
siglo pasado un tráfico intenso entre las poblaciones andinas y pequeñas pedruscos. Tiene más ó menos ocho metros y llama la atención
Ascope, los vecinos de Casacas venían a vender sus productos y a de los viajeros. Los Cajamarquinos tienen la costumbres de poner en ella,
cuando salen a la costa una crucecita para asegurarse así el regreso al
gozar del verano. Una pareja de recien casados se dispuso a pasar
terruño porque es fama que quien no lo hiciera, no volvería a ver el suelo
su luna de miel en la floreciente ciudad de Ascope. Bajaron de la natal. Esa costumbre subsiste y da a la piedra dela Encañada un aspecto
ubérrima ciudad de Cascas, cuando los rayos solares se difundían característico y pintoresco, por la profusión de crucecitas que la
maravillosos por el camino que conducía a la costa. Despues de cubren”.
hacer un largo alto, para descanzar y tomar sus alimentos, “La tal piedra está colocada en forma muy rara, que sorprende é intriga,
lograron llegar al atardecer a un lugar llamado "La Encañada". Los según afirman cuanto lo han visto. Atrás de ella hay un pocito que, en
viejos ascopanos suelen narrar historietas de asesinatos, todo tiempo, tiene agua, y en una peña que está cortada, hay como
apariciones siniestras, asaltos, robos, y abusos sin nombre que grabado un gallo en actitud de cantar. Con estos materiales, la anónima y
cometían los asaltantes en este desolado paraje, camino del siempre rica imaginación popular ha hecho una bellísima conseja”.
trayecto de Casacas, a la ciudad de Ascope. “Ahora ñaupas, en tiempos de gentiles, llevaban unos indios esa piedra
Los antedichos viajeros llegaron a las 6 de la tarde a este lugar, de para ponerla de puente, nada menos que en el Marañón, y parece que, á
pesar de la enormidad de la distancia y los difíciles caminos, debían de
repente al esposo le sobrevino la necesidad de la cual nadie puede
estar en el lugar de su destino en fecha fija y determinada. Naturalmente,
prescindir y separándose un poco de su esposa, le dijo: que siguiera hoy nos sorprende la ingenuidad geográfica del asunto, pero se trata de
delante y que le esperase al fin des estrecho de la encañada, despues días de maravilla, y en lugar donde San Bartolo pudo saltar siete
de terminar su necesidad, al cerrar la oración de la tarde, montó su kilómetros, no tiene importancia un viajecito en un día desde La
caballo, la oscurida ya invadía todo, pero cual no sería su sorpresa, Encañada hasta el Marañón”.
que tuvo el viajero, por que siente junto a su esposa, a otro jinete, “Pero sucedió que se tardaron, que les amaneció en esa encrucijada y que
que se prendía de él, lleno de espanto el hombre se desmayó al como en la amarga noche Nuestro Señor, cantó el gallo para avisarles,
llegar al lugar donde se encontraba su esposa esperándole, cuando como lo hiciera con San Pedro, que estaba en falta. Asustáronse los indios,
volvió en si, no se expresaba bien, a los pocos días después de llegar buscaron al animal que cantaba, y cuando vieron que estaba grabado en
Ascope, fallecía por la fuerte impresión que tuvo. el pedrón, echáronse a correr, presas de terror, abandonando la piedra,
que por esa razón, no está sirviendo de puente en el Marañón...”.
 LA CHANCHA ENCANTADA
EL BORRACHITO PERDIDO
Cuentan que en años anteriores, Pacasmayo era habitado por muy pocos
pobladores y que ocurrían casos muy extraños como el de la chancha
Dicen que había siempre un borrachito que los camioneros
traileros lo llevaban siempre a descansar a diferentes sitios
donde iba destinada la carga. A veces dicen que se malograba
el camión en plena playa y lo mandaban al borrachito a que
comprara repuestos para el camión. De tanto ir y venir, el
borrachito siempre acostumbraba llevar sus botellitas, se
trastornaba y se perdía confundiéndose de camino.
Cierto día como siempre se fue en un camión y como se encantada .
Cierto día un señor venía un poco embriagado seía casi como las doce de
malogró el carro con carga en plena playa de Puémape, lo
la noche cuando de pronto apareció una chancha encantada;muy
mandaron al borrachín a traer repuestos y se perdió. Dicen
hermosa,gorda y llena de vida.
que él se fue y se metió en una cueva de un cerro creyendo que Esta señor dijo ¿quién habrá dejado su lindo animal suelto?...yo me lo voy
era una casa, entonces la cueva se cerró y desapareció para a llevar a casa a casa y como está sin dueño,no importa.Pero qué
siempre, quedando grabado su nombre “Lolo” en un montón ocurrió,este hombre al acercarse al hermoso animal,éste se iba més
de arena frente a la cueva. Todas las noches los chóferes que se allá;cuando el hombre se dio cuenta estaba cerca del desaguadero que
quedan por algún motivo lo ven y oyen cantar y cuando se le desemboca en la playa-anteriormente era la acequia de 28 de Julio
acercan se mete a la cueva y desaparece. Todos los días en el donde se bañaban cristalinas;hoy es un desaguadero semiseco y
alba, mediodía y atardecer, la cueva para abierta, pero en la sólo contiene desperdicios-.Entonces al hombre se le quitó la
noche se cierra y se abre saliendo el borrachito y entrando. Sin borrachera y se fue corriendo a su casa que que daba muy cerca .Le
regresar a su hogar y su pueblo donde vivía. contó lo sucedido a su hermano y éste fanfarrón.A ese hombre no se le
había quitado el susto y encantamiento de esta poderosa
chancha.Este,pensándolo dos veces,dijo:tengo que atraparla; y sin
comunicarlo a nadie se levantó justo a la misma hora de lo ocurrido.
Agazapado en una esquina-donde la había encontrado anteriormente,
llevando un enorme fierro para golpearla en la cabeza-esperaba.
Finalmente apareció dicho animal y el señor le incrustó un fuerte golpe
que le hizo dar un fuerte grito como si fuera una persona: dijo ¡ay!,y
desapareció. El fierro que le había golpeado estaba de sangre muy rojo, el
hombre se quedó muy frío, pero siguió caminando y la volvió a encontrar
sana y salva. Ahora le arrojó piedras, pero no le hacía nada. Ya era más o
menos la una de la mañana, entonces se dijo:¡qué raro, esto debe ser un
encantamiento!...Se fue a su casa y en el camino encontró dos amigos que
venían de trabajar, eran del turno de noche. Les contó lo sucedido y les
comentaron que también la habían visto anteriormente, que era una
vieja bruja que a las doce de la noche se transformaba en chancha.
Le dijeron que nunca la iba de la ambición que tenía por la chancha.
Y cuentan, pues, que una vez muerta esa mujer desapareció la chancha.