Reactor

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CALLAO FACULTAD DE

INGENIERÍA ELÉCTRICA Y ELECTRÓNICA


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA ELÉCTRICA

DOCENTE: ING. CASTRO SALAZAR FREDY

CURSO: MÁQUINAS ELÉCTRICAS ESTÁTICAS

INTEGRANTES:

 Barzola Yaringaño, Laura Elizabeth 1623125701


 Gamarra Nieto Sandra Deyanira 1623125028

TEMA: ESTUDIO DEL CIRCUITO MAGNETICO DE UN REACTOR DE


FLUORESCENTE.

2019
INDICE

I. INTRODUCCION
II. LÁMPARAS FLUORECENTES
A) TEORIA DE FUNCIONAMIENTO
III. REACTOR O BALASTRO
A) BALASTRO MAGNETICO
 ARRANQUE RAPIDO PHILIPS
 PROPIEDADES
 DESVENTAJAS
 ENCENDIDO
B) BALASTRO ELECTRÓNICO
IV. BIBLIOGRAFIA
I. INTRODUCCIÓN

Las lámparas fluorescentes son cada vez más usadas en aplicaciones para la iluminación en
sectores residenciales, industriales y comerciales. En especial, las lámparas fluorescentes
compactas se han convertido en una de las fuentes de luz artificial más populares debido a su alta
eficiencia luminosa (lm/W) (Shrivastava y Singh, 2010).

Estos dispositivos pertenecen a las fuentes de luz por descarga. Poseen una característica tensión-
corriente negativa consecuencia de la descarga que debe ser producida en el proceso de
encendido de la lámpara. Además, para garantizar que la lámpara logre un buen rendimiento, la
señal en estado estable deber ser de alta frecuencia. La lámpara también posee un
comportamiento lineal a altas frecuencias debido a estas características, se utiliza un dispositivo
llamado balastro o balasto que puede ser electrónico o electromagnético que permita estabilizar
el proceso de encendido y mantener la señal de la lámpara a la frecuencia apropiada (Díaz, 2000)

En la actualidad, la tecnología de los balastros electrónicos de alta frecuencia para controlar las
lámparas fluorescentes ha ido reemplazando a los balastros electromagnéticos. A pesar de que los
balastros electromagnéticos son de bajo costo, presentan una serie de inconvenientes de los
cuales se pueden destacar su gran tamaño, el alto peso, baja frecuencia de operación, baja vida
útil, parpadeos y zumbidos en la lámpara (Chiang y Cheng, 2006). Un balastro electrónico cumple
la misma función del balastro electromagnético mejorando los aspectos mencionados.

II. Lámparas Fluorescentes

A) Teoría de Funcionamiento:

La luminaria fluorescente, también denominada tubo fluorescente, es una luminaria que cuenta
con una lámpara de vapor de mercurio a baja presión y que es utilizada normalmente para la
iluminación doméstica e industrial. Su gran ventaja frente a otro tipo de lámparas, como las
incandescentes, es su eficiencia energética.

Está formada por un tubo o bulbo fino de vidrio revestido interiormente con diversas sustancias
químicas compuestas llamadas fósforos, aunque generalmente no contienen el elemento químico
fósforo y no deben confundirse con él. Esos compuestos químicos emiten luz visible al recibir una
radiación ultravioleta. El tubo contiene además una pequeña cantidad de vapor de mercurio y un
gas inerte, habitualmente argón o neón, a una presión más baja que la presión atmosférica. En
cada extremo del tubo se encuentra un filamento hecho de tungsteno, que al calentarse al rojo
contribuye a la ionización de los gases.

Los elementos fundamentales son: el cebador (también llamado arrancador o partidor), los
filamentos de tungsteno y el balasto, que provee reactancia inductiva. En algunos países que
hablan español se emplean aún sus sinónimos ingleses starter y vallas.
 El cebador, partidor o arrancador está formado por una pequeña ampolla de cristal que contiene
gases a baja presión (neón, argón y gas de mercurio) y en cuyo interior se halla un contacto
formado por una lámina bimetálica doblada en "U". En paralelo con este contacto hay un
condensador destinado al doble efecto de actuar de amortiguador de chispa o apaga-chispas, y de
absorber la radiación de radiofrecuencias que pudiesen interferir con receptores de radio, TV o
comunicaciones. La presencia de este condensador no es imprescindible para el funcionamiento
del tubo fluorescente, pero ayuda bastante a aumentar la vida útil del contacto del par bimetálico
cuando es sometido a trabajar con altas corrientes y altas tensiones. Tanto el cebador como la
luminaria acortan su vida útil cuantas más veces se la enciende, por esta razón se recomienda usar
la iluminación fluorescente en regímenes continuos y no como iluminación intermitente.

 El elemento que provee reactancia inductiva se llama balasto o balastro, aunque en algunos países
se lo denomina incorrectamente reactancia, que en realidad es el nombre de la magnitud eléctrica
que provee, no del elemento. Técnicamente es un reactor que está constituido por una bobina de
alambre de cobre esmaltado, enrollada sobre un núcleo de chapas de hierro. El término balasto no
debe ser confundido con su homónimo, el material usado en la construcción de vías de ferrocarril.

 Los electrodos de cada terminal en una lámpara fluorescente están generalmente realizados con
doble o triple filamento en tungsteno. Este filamento está revestido en un material emisor (Bario,
estroncio, y óxido de calcio), que desprende electrones cuando se calienta a una temperatura de
operación aproximada de 950º Celsius. A esa temperatura los electrones son emitidos libremente
con solo una pequeña caída de potencia en cada electrodo. Este proceso es denominado emisión
termoiónica, porque el calor es el principal responsable para la emisión de electrones.
Al aplicar la tensión de alimentación, los gases contenidos en la ampolla del cebador se ionizan,
con lo que aumenta su temperatura lo suficiente para que la lámina bimetálica se deforme, haga
contacto cerrando el circuito, lo que hará que los filamentos de los extremos del tubo se calienten
al rojo vivo, y esto comienza la ionización de los gases en la vecindad de los filamentos. Al cerrarse
el contacto el cebador se apaga y sus gases vuelven a enfriarse, por lo que un par de segundos
después el contacto se abre nuevamente. Esta apertura trae como consecuencia que el campo
magnético creado en la reactancia inductiva se "desmorone" o desaparezca bruscamente, lo que
trae como consecuencia, de acuerdo con la ley de inducción de Faraday, la generación de un pico
de alta tensión (autoinducción) que termina de ionizar los gases, se forma plasma conductor
dentro de todo el tubo fluorescente y por lo tanto lo atraviesa una corriente de electrones que irá
a interactuar con los átomos de Hg, Ar y Ne, los que entonces emitirán luz, principalmente en la
región del ultravioleta (UV). El voltaje aplicado a los filamentos y al tubo es pulsante, porque la
energía eléctrica que alimenta el circuito es de corriente alterna de 50 Hz (como en Europa) o de
60 Hz (por ejemplo, en USA y Japón). Los filamentos tienen inercia térmica, pero el plasma no, lo
que produce un veloz parpadeo en la luz emitida, que puede molestar a algunas personas,
producir dolor de cabeza y hasta convulsiones a quienes sufren de epilepsia. Este fenómeno se
minimiza al disponer los tubos en grupos, alimentados cada tubo desde fases distintas y con
rejillas de dispersión estroboscópica.
Los filamentos, al calentarse, desprenden electrones que, junto con el pico de autoinducción,
ionizan los gases que llenan el tubo; se forma así un plasma que conduce la electricidad. Este
plasma excita los átomos del vapor de mercurio que, como consecuencia, emiten luz visible y
ultravioleta.

El revestimiento interior de la lámpara tiene la función de filtrar y convertir la luz ultravioleta en


visible. La coloración de la luz emitida por la lámpara depende del material de ese recubrimiento
interno. El material del tubo, vidrio común, contribuye a reducir la luz UV que pudiera escapar
fuera de la luminaria.

Las lámparas fluorescentes son dispositivos con pendiente negativa de su resistencia eléctrica,
respecto de la tensión eléctrica. Esto significa que cuanto mayor sea la corriente que las atraviesa,
mayor es el grado de ionización del gas y, por tanto, menor la resistencia que opone al paso de
dicha corriente. Así, si se conecta directamente la lámpara a una fuente de tensión prácticamente
constante, como la suministrada por la red eléctrica, la intensidad tenderá a valores muy elevados,
y la lámpara se destruirá en pocos segundos. Para evitar esto, siempre se la conecta a través de un
elemento limitador de corriente para mantenerla dentro de sus límites de trabajo. Este elemento
limitador, es el balasto que provee reactancia inductiva, la que absorberá la diferencia entre la
tensión de alimentación y la tensión de trabajo del tubo.
Finalmente, la disminución de la resistencia interna del tubo una vez encendido, hace que la
tensión entre los terminales del cebador sea insuficiente para ionizar el gas contenido en su
ampolla y por tanto el contacto bimetálico queda inactivo cuando el tubo está encendido.

B) REACTOR O BALASTRO

El balasto (del inglés ballast, «lastre») es un equipo que sirve para mantener estable y limitar la
intensidad de la corriente para lámparas, ya sea una lámpara fluorescente o una lámpara de
haluro metálico. Técnicamente, en su forma clásica, es una reactancia inductiva que está
constituido por una bobina de alambre de cobre esmaltado enrollada sobre un núcleo de chapas
de hierro o de acero eléctrico. En la actualidad existen de diversos tipos, como los balastos
electrónicos usados para lámparas fluorescentes o para lámparas de descarga de alta intensidad.
En una lámpara fluorescente el papel del balasto es doble: proporcionar la alta tensión necesaria
para el encendido del tubo y después del encendido del tubo, limitar la corriente que pasa a través
de él.

Partes del Balastro

Núcleo: Es la parte fundamental del balasto. Está compuesto por varias placas delgadas de acero al
silicio, sobre el que se bobina el devanado de cobre para formar una bobina.

Carcasa: Es la envoltura protectora del balasto. Del devanado salen 2 o 3 cables de cobre que se
conectan al circuito externo, mientras que en los balastos electrónicos salen 4.

Sellador: Es un compuesto de poliéster que se deposita entre la carcasa y el núcleo del balasto. Su
función es aislante.

Vulgarmente al balasto se lo conoce como reactancia, ya que debido a la corriente alterna la


bobina del balasto presenta reactancia inductiva.

Al ser elementos que van conectados a la red eléctrica domiciliaria, por lo general están
normalizados (IEC, IRAM, CE, etc.).

En el mercado existen balastos para diferentes potencias. Algunos de los valores son 7/9/11, 15,
18, 20, 30, 36, 40, 58/65 vatios.
A) BALASTRO MAGNETICO:

Los balastros magnéticos consisten básicamente en núcleos de láminas de acero rodeadas por
bobinas de cobre o aluminio. Este arreglo transforma potencia eléctrica en una forma apropiada
para arrancar y regular la corriente en lámparas fluorescentes.

El tercer componente principal de la mayoría de los balastros magnéticos es el capacitor. El


capacitor en dichos balastros corrige el factor de potencia, de tal forma que puede utilizar la
energía de manera más eficiente. Los balastros magnéticos que están equipados con el capacitor
se les considera de alto factor de potencia.

Todos los balastos magnéticos producen sonidos propios denominados zumbidos. Este varía
desde un valor inaudible hasta un sonido notable. Los fabricantes de estos aparatos generalmente
los designan con letras de la A hasta la F. El designado por las letras A tiene el menor zumbido y es
usado en áreas no ruidosas; los designados con la letra F es de mayor zumbido y puede ser usado
satisfactoriamente en alumbrados o en áreas industriales ruidosas. Existe también un tipo de
balasto denominado de clase P que tiene incorporado un protector térmico, consiste en un
termostato que desconecta al balasto del circuito cuando su carcaza adopta una temperatura que
supera la de su normal funcionamiento.

Existe un tipo de balasto magnético que es de arranque rápido:

Balasto Electromagnético de Arranque Rápido Philips:

También existe actualmente otro tipo de balasto o reactor, el balasto electrónico, que consta de
un circuito electrónico y una pequeña bobina con núcleo de derrite. Este balasto, a diferencia del
balasto inductivo, se conecta al fluorescente sin cebador y logra arranques instantáneos de la
lámpara y sin parpadeos, o en otros modelos, arranques de una manera más suave. En realidad,
no se trata de un reactor en el sentido estricto del término, sino de un circuito electrónico con
semiconductores que genera a) dos bajas tensiones para encender los filamentos de los extremos,
y b) una alta tensión de alta frecuencia (decenas de kHz) aplicada entre los extremos. Ambos
procesos suman sus efectos para ionizar los gases y así producir el plasma conductor que generará
la radiación UV. Como regla general, los tubos que emplean el balasto electrónico tienen un
rendimiento lumínico notablemente superior, y una vida media mucho más larga que los que usan
el inductivo.

Sus conexiones son muy sencillas:

· El cable de fase y el neutro se conectan ambos directamente a las dos entradas del balasto.

· En este balasto hay dos pares de salidas, y cada par debe conectarse a cada filamento de la
lámpara.

 Propiedades

Las lámparas fluorescentes tienen un rendimiento luminoso que puede estimarse entre 50 y 90
lúmenes por vatio (lm/W).

Una cuestión curiosa es que la luminosidad de la lámpara depende no solamente del


revestimiento luminiscente, sino de la superficie emisora, de modo que al variar la potencia varía
el tamaño, por ejemplo, la de 20 W mide unos 60 cm, la de 40 W, 1,20 m y la de 60 W 1,50 m
(realmente serían de 18, 36 y 58 W respectivamente).

Su vida útil es también mucho mayor que la de las lámparas de incandescencia, pudiendo variar
con facilidad entre 5000 h y más de 15000 h (entre 5 y 15 veces más), lo que depende de diversos
factores, tales como el tipo de lámpara fluorescente o el equipo complementario que se utilice
con ella.

Hay en el mercado distintos modelos con diferentes temperaturas de color. Su temperatura de


color está comprendida generalmente entre los 3000 K y los 6500 K (del Blanco Cálido a Luz Día
Frío). Sin embargo, en la actualidad se pueden conseguir tubos con una amplia gama de
temperatura de color, lo que permite encontrar con relativa facilidad modelos que van desde los
2700 K hasta los 8000 K.

Su índice de rendimiento de color habitualmente va de 62 a 93, siendo el valor de 100 la


representación correcta de colores en los objetos iluminados y 70 un valor considerado aceptable.

 Desventajas
Las lámparas fluorescentes no dan una luz continua, sino que muestran un parpadeo que depende
de la frecuencia de la corriente eléctrica aplicada (por ejemplo: en España, 50 Hz para corriente
alterna). Esto no se nota mucho a simple vista, pero una exposición continua a esta luz puede dar
dolor de cabeza. El efecto es el mismo que si se configura una pantalla de ordenador a 50 Hz.

Este parpadeo puede causar el efecto estroboscópico, de forma que un objeto que gire a cierta
velocidad podría verse estático bajo una luz fluorescente. Por tanto, en algunos lugares (como
talleres con maquinaria) podría no ser recomendable esta luz.

El fickering o parpadeo, aunque imperceptible, afecta severamente la salud de algunas personas


con algunos tipos migrañas, epilepsia y en algunos casos su efecto es tan devastador para la salud
que hay quienes que con esta luz quedan excluidos completamente de todo ámbito de
socialización (estudio, trabajo, deportes).

El parpadeo también causa problemas con las cámaras de vídeo, ya que la frecuencia a la que lee
la imagen del sensor puede coincidir con las fluctuaciones (oscilaciones) en intensidad de la
lámpara fluorescente.

Las lámparas fluorescentes consumen más electricidad y ven reducida su vida útil si son
encendidas y apagadas de manera continuada, visto que su acción de encender les cuesta mucho
más trabajo que mantenerse encendidas.

Las lámparas fluorescentes con balasto antiguo no pueden conectarse a un atenuador normal
o dimir (un regulador para controlar el brillo). Hay lámparas especiales (de 4 contactos) y
controladores especiales que permiten usar un interruptor con regulador de intensidad.

Desde mediados de la década de los 80, hay una solución para evitar estos inconvenientes, que es
el balasto electrónico, que ha cobrado gran importancia a partir de mediados de los 90. En este
sistema se hace funcionar al tubo de la misma manera que en la forma tradicional pero esta vez en
una frecuencia de más de 20 kHz con lo que se evita completamente el efecto estroboscópico,
logra que el parpadeo sea invisible para el ojo humano (y a su vez que las cámaras de vídeo
difícilmente logren captarlo), y que desaparezcan ruidos por trabajar por encima del espectro
audible. En definitiva, se obtiene una mejora del 10% en el rendimiento de la lámpara, un menor
consumo, menor calor disipado, silencio absoluto de la reactancia y mayor vida útil a los tubos

Cabe anotar que este tipo de luz, que es difusa, no es aconsejable para la lectura (lo que incluye
las tareas o trabajos escolares) u otro tipo de trabajos "finos" debido a que impide una apropiada
fijación de la vista sobre el objeto. El efecto difuso de la luz fluorescente hace que los contornos de
elementos mínimos o "finos" tiendan a desaparecer impidiendo su enfoque adecuado, lo cual
genera fatiga visual que podría ocasionar malestar y un rendimiento deficiente en la labor
emprendida.

Para evitar estas circunstancias adversas es aconsejable utilizar, para la lectura y labores similares,
bombillas o focos de luz de tungsteno (lámparas incandescentes) que resultan ser los más
apropiados para estos efectos.
Las lámparas halógenas también emiten radiación ultravioleta que es filtrada por la ampolla de
cuarzo que las conforma. Se recomienda comprar lámparas y tubos de calidad y a ser posible de
marcas conocidas o fiables.

Se debe tener en cuenta que este tipo de lámparas (fluorescentes) son consideradas residuos
peligrosos debido a su contenido de vapor de mercurio, por lo cual se debe disponer
adecuadamente para evitar efectos ambientales negativos.

 Encendido

Las lámparas fluorescentes necesitan de unos momentos de calentamiento antes de alcanzar su


flujo luminoso normal, por lo que es aconsejable utilizarlas en lugares donde no se están
encendiendo y apagando continuamente (como pasillos y escaleras). Por otro lado, como se ha
dicho, los encendidos y apagados constantes acortan notablemente su vida útil.

La condición de la vida útil de la lámpara fluorescente puede variar según su uso y las condiciones
ambientales en que se encuentra que puede variar a 5000 h.

Con el balasto o reactancia electrónica antes nombrado, sustituyendo a la reactancia tradicional y


al cebador, el encendido del tubo es instantáneo alargando de esta manera la vida útil. De todos
modos, siempre tarda un tiempo en llegar a su luminosidad normal.

B) BALASTRO ELECTRÓNICO:

Los balastros electrónicos son elementos esenciales que utilizan componentes electrónicos en
lugar del tradicional transformador. Los tubos fluorescentes necesitan de un balastro,
principalmente para realizar dos funciones.

1. El balastro aporta tensión suficiente para que la lámpara fluorescente pueda encenderse.

2. Durante el uso del tubo fluorescente, mientras que está encendido, el balastro limita la
corriente que pasa a través de él para que el funcionamiento e iluminación sea la adecuada.

De acuerdo con estas dos funciones principales, el balastro electrónico se presenta como un
elemento imprescindible para el correcto funcionamiento de una lámpara fluorescente, en el
mercado existen balastros electrónicos de diferentes potencias para adaptarse a todas las
necesidades y posibilidades.

Actualmente, lo más habitual es que el balastro electrónico forme parte del mecanismo o del
sistema de una lámpara fluorescente y viene a ocupar el espacio y hacer las funciones de las que
antes se ocupaban el balastro convencional, el cebador y el condensador. Para ocupar el mínimo
espacio y adaptar a la forma de las luminarias fluorescentes, los balastros están recogidos en una
carcasa compacta y de forma alargada.
Los balastros electrónicos suponen una mejora considerable de las prestaciones de las lámparas
de tipo fluorescente y frente a los balastros electromagnéticos, presentan una serie de ventajas
que les hacen ser los preferidos actualmente en casi todas las instalaciones por la gran parte de
expertos en electrónica y luminaria.

V. BIBLIOGRAFIA
https://es.nrelectricidad.com/articles/electrical-electronics/home-lighting/what-are-
different-types-of-ballasts.html
http://autodesarrollo-electricidadpractica.blogspot.com/2011/05/lamparas-
fluorescentes.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Balasto_el%C3%A9ctrico

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