APORTE FASE 4 Epistemologia
APORTE FASE 4 Epistemologia
APORTE FASE 4 Epistemologia
EL ESEPTICISMO
COD: 46387063
COD:74084175
TUTOR:
UNAD
EPISTEMOLOGIA
SOGAMOSO
2017
PROBLEMÁTICA:
Como lo bien lo sabemos el ser escéptico es la facultad de oponer, de todas las maneras posibles los
fenómenos posibles y los noúmenos; y de ahí llegamos, por el equilibrio de las cosas y de las
razones opuestas, primero a la suspensión del juicio y después a la indiferencias .El escepticismo
toma una actitud contraria al dogmatismo.
El sujeto cognoscente depende de una serie de factores que le impiden llegar al objeto."
Para comprender el escepticismo es necesario saber que: "El escepticismo como doctrina filosófica
tiene dos aspectos: Uno teórico y otro práctico.
Desde el punto de vista teórico, el escepticismo es una doctrina del conocimiento según la cual no
hay ningún saber firme, ni puede encontrarse nunca ninguna opinión absolutamente segura. Desde
el punto de vista práctico, el escepticismo es una actitud que encuentra en la negativa a adherirse a
ninguna opinión determinada en la suspensión del juicio (epojé), la salvación del individuo, la paz
interior."
El escepticismo no pone en duda el fenómeno, sino lo que se dice de él, y esto es diferente del
fenómeno mismo.
Pirrón
Pirrón nació en Elis, en Peloponeso, en el 360 a.C. y murió en el 270 a.C. Estuvo primariamente en
relación con Brisón de Heráclea. Anaxarco de Abdera lo inició en el atomismo, al que daba un
sentido práctico, como medio para hallar la felicidad. Acompañó a Alejandro en su expedición a la
India; se distinguió por su sencillez y austeridad. No escribió nada.
Hacia el año 330 a. C., "años antes de la fundación del Liceo, abrió escuela en Elis, fue muy
estimado por sus conciudadanos que lo hicieron gran sacerdote de la ciudad."
Pensamiento. "Enseñó que la razón humana no puede penetrar hasta la esencia íntima de las cosas.
Lo único que podemos conocer es la manera como las cosas aparecen ante nosotros." Por lo tanto,
de nada podemos estar ciertos, y el sabio debe abstenerse de juzgar.
La preocupación de Pirrón no era la del mundo físico, era la virtud y la felicidad, como también la
crítica dialéctica de las opiniones contrarias.
La doctrina de Pirrón se puede reducir a lo siguiente: "No hay nada bueno sino la virtud, ni malo,
sino el vicio. La felicidad consiste en la paz y la tranquilidad del alma, todo lo demás es
indiferente."
Angustia y fanatismo son dos de las dolencias capitales de nuestro tiempo, como lo fueron, en
distintas formas, del final del mundo antiguo. El intento de ir más allá fue la ataraxia, en la versión
negativa, la suspensión o la abstención, el desinterés, la indiferencia no adoptando las formas
positivas que son propias de una auténtica ataraxia, las cuales son el estado de alerta y el activo
tenso sosiego.
Para Ortega y Gasset, el escepticismo filosófico no debe ser una melancolía, ni un dolor indefinible,
ni una inquietud difusa que vagabundea por nuestro pecho: " El escepticismo justificado como
objeción a toda teoría, es una teoría suicida."
Ya que el escéptico se niega a seguir filosofando, son muy poco los escépticos verdaderos y
consecuentes en la historia de la filosofía. Si fuese necesario dar una definición que conviniese a
todas las formas de escepticismo que presenta la historia del pensamiento filosófico, sería ésta: "El
movimiento de disolución de un dogmatismo." Esa es la función que ejerció el antiguo, el moderno
y el actual escepticismo.
El escepticismo mediante el cual Descartes pretende elevarse hasta la afirmación del conocimiento,
tiene 2 dimensiones intrínsecamente vinculadas. Una dimensión epistemológica y otra ontológica.
En lo que respecta a la primera sostiene la imposibilidad de tener un conocimiento de la realidad.
Pero en su aspecto ontológico, se sostiene implícitamente la duda sobre la posibilidad de que esa
realidad exista. Puede ser que en mi intento de conocer el mundo –asumirá Descartes- mis sentidos
me hayan engañado, que mi razón se haya equivocado y confundido, pero el problema de cualquier
modo no es la razón en sí misma, sino que bien pude precipitarme en mis juicios, bien por la
premura de mi ímpetu, o la oscuridad de mis pasiones, en todo caso la advertencia no consiste
en negar la razón, sino el incorrecto uso de la razón, de ahí la necesidad de un nuevo método que
garantice a la razón su correcto proceder, ya que si la razón procediera sistemáticamente no se
equivocaría nunca. Este nuevo método posee cuatro máximas. La primera: no aceptar ninguna
proposición como verdadera a menos que se presente de manera clara y distinta. La segunda: la
regla de análisis. La tercera: La regla de la síntesis. Y la cuarta: La regla de la experimentación y de
la verificación para omitir cualquier posibilidad de error.
Como no es prudente aceptar precipitadamente cualquier proposición más que aquellas que se
presentan de manera clara y distinta, es necesario que someta a duda mi saber previo, y no solo esto
basta, sino que esta duda debe radicalizarse a todas las esferas y vericuetos de mi saber. Descartes
somete a duda lo que él llama “creencias básicas”. Estas son:
2) La realidad espacio-temporal.
4) La Razón sistemática.
Para cada creencia básica formula un argumento escéptico distinto. Para la primera creencia
contrapone el argumento falibilista (si los sentidos me han engañado, aunque sea una vez, entonces
no puedo confiar en ellos). Para la segunda creencia contrapone el argumento del sueño (si no hay
un criterio firme para distinguir entre estar despierto o dormido, entonces la realidad espacio
temporal no es confiable), comúnmente se considera a este argumento como uno de los más fuertes
formulados por Descartes, pero no es así, este argumento es únicamente el segundo nivel de la duda
metódica, y no es su expresión más radical al no poner en duda todas las creencias básicas, puesto
que para Descartes, aún en sueños las creencias formales se mantienen como verdaderas. A la
tercera creencia opone un argumento escéptico de tipo similar al primero: si alguna vez me he
equivocado respecto a las creencias formales, entonces las creencias formales (geometría y
matemáticas) no son fundamento de las ciencias y mucho menos, enteramente confiables. Y el
último argumento es el más radical de todos, y esta formulado en oposición a la razón sistemática,
el argumento es el siguiente: Cabe la hipótesis de que exista un genio maligno que me engaña
“sistemáticamente”, de ser así, no podría confiar plenamente en la razón ni en los sentidos. Este
argumento es la radicalización de la duda metódica, pues pone en duda no solo el mundo externo,
sino incluso las verdades analíticas, además este genio maligno es capaz de engañarnos
sistemáticamente, es decir, todo el tiempo, poniendo sobre tela de juicio no sólo a la cuarta creencia
básica, sino a las creencias en su totalidad.
POSIBLES SOLUCIONES
En la medida en que el escéptico no proporcione tales evidencias, Moore considera más racional
atenerse a la siguiente tesis, para la cual sí posee evidencias:
Tesis b: He llegado a saber con certeza proposiciones en torno al mundo externo mediante
argumentos inductivos.
Esta noción se corresponde con lo que habitualmente llamamos "posibilidad lógica", así que me
olvidaré del uso especial que hace Moore de estas palabras (donde "posibilidad lógica", no lo
olvidemos corresponde a la "posibilidad fuerte") y a partir de ahora identificaré la "posibilidad
débil" con la "posibilidad lógica" definida así: p es lógicamente posible si y sólo si p no viola
ninguna de las leyes de la lógica.
Pero, ¿qué pasa con la noción de posibilidad fuerte? Bien, lo cierto es que Moore no dice
prácticamente nada en torno a ella, salvo que no es la auto-contradictoriedad (de hecho, como ya se
ha dicho, probablemente no llegara a distinguirla bien de la posibilidad débil in sensu composito),
así que en este apartado haré una propuesta que me parece plausible y coherente con el
planteamiento de Moore, bien entendido, claro está, que no se trata tanto de una exégesis del texto
sino de una propuesta personal y que Moore no debe ser "culpado" si resulta extravagante o
desencaminada.
localizar la fuente de tal certeza más en la decisión de no ponerlas en duda que en respaldos
obtenidos como resultados de investigaciones o recopilación de evidencias. Así pues, lo que
discuten escépticos y realistas con respecto a proposiciones no gramaticales p (las que son
"resultados" y no "presupuestos" de la investigación) no es si puedo saber con certeza que p, sino si
puedo saber que p o, para ser más específicos (ya que obviamente no puedo saber que p cuando p es
falsa) si puedo creer justificadamente que p.
Por lo tanto, es conveniente tomar en consideración la versión débil del argumento de la posibilidad
como el objetivo del argumento modal, que propusimos en la introducción. O, para ser más claros,
la siguiente versión, que intencionadamente evita la mención al valor de verdad de la proposición
creída: