Einstein
Einstein
Einstein
EINSTEIN Y LA TEORIA DE LA
RELATIVIDAD
Esculpidas en los muros blancos de la Iglesia de
Riverside de Nueva York se encuentran las imágenes de seiscientos
hombres famosos (santos, filósofos, reyes, etc..). Un panel guarda
casi como una reliquia a catorce genios de la ciencia, desde
Hipócrates, que murió alrededor del 370 a.C., hasta A. Einstein, que
tenía setenta años en 1949, fecha en la que fue "inaugurada" la
iglesia. Es notable que A. Einstein sea el único sabio vivo de los
representados en la galería. La imagen está allí porque hace unas
dos generaciones, cuando se pensó en las imágenes que estarían
representadas en la Iglesia, el Dr. Harry Emerson Fosdick, encargado
de la realización, escribió a un grupo de los principales hombres de
ciencia de los Estados Unidos para pedirles la lista de los catorce
nombres más ilustres de la historia de la ciencia. Los votos variaron.
La mayor parte de las listas incluía a Arquímedes, Galileo y Newton,
pero hay que destacar que en todas las listas apareció el nombre de
A. Einstein. Basta con esto para destacar la importancia de este
personaje para la física de este siglo.
1.-VIDA Y OBRA
La tarde del seis de noviembre de 1919, el Salón de
Actos de la Royal Society de Londres se encontraba repleto. Todos los
físicos y astrónomos de reconocido prestigio europeos estaban
presentes, escuchaban la descripción que el Dr. Crommelin y
Eddington daban acerca de los resultados obtenidos en sus
investigaciones, realizadas en observatorios del Brasil y Africa
Occidental. Crommelin y Eddington habían fotografiado ciertas
estrellas que normalmente sólo se ven de noche, pero que son
visibles durante el transcurso de un eclipse solar. Los detalles del
procedimiento fotográfico no habían revestido grandes
complicaciones, pero cuando habían examinado las fotografías
tomadas desde los observatorios, Crommelin y Eddington explicaron
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 2
contra él. Una vez más, Marcel Grossman vino en su auxilio. Su padre
era un hombre muy conocido y altamente respetado en Suiza.
Recomendó a Einstein a un amigo suyo, el jefe de la oficina de
patentes de Berna, y en junio de 1902, casi dos años después de que
hubiera acabado la carrera, se le ofreció a Einstein un buen trabajo.
En calidad de perito técnico de tercera clase, Albert se integró en un
equipo cuyo trabajo consistía en enjuiciar y registrar las solicitudes e
patentes presentadas por inventores suizos.
A Einstein le gustaba su trabajo en la oficina de
patentes. Era interesante desde un punto de vista científico, y le
dejaba mucho tiempo libre para seguir desarrollando sus propias
ideas. Además estaba bien pagado.
Los años comprendidos entre 1905 y 1915 fueron
de extraordinaria creatividad para el joven Einstein. Incluso antes de
que se le ofreciera un puesto de trabajo en la oficina de patentes,
Einstein había comenzado a publicar trabajos en las revistas
científicas más destacadas de la época. En 1903, junto con otros dos
jóvenes científicos, Einstein había creado una "academia", que se
reunía con frecuencia para discutir sobre física, filosofía y literatura.
Einstein siempre recordó estos años como una época en la que había
sido muy feliz. Fue en este momento cuando empezó a exponer una
serie de ideas bastante sorprendentes que iban a transformar el
modo en que los físicos y otros científicos comprendían y explicaban
el mundo.
A veces se habla de 1905 como el "año milagroso"
de Einstein, de la misma forma que 1666 fue el año milagroso de
Newton. En el espacio de unos pocos meses Einstein terminó su tesis
doctoral, publicó dos trabajos científicos de sorprendente originalidad
y escribió otros dos trabajos que también tuvieron buena acogida.
Einstein expresó sus ideas con fórmulas
matemáticas, sin embargo, utilizó una forma especialmente
complicada de las matemáticas, que tan sólo unos pocos
especialistas llegaron a comprender. Einstein completó su novedoso
trabajo de junio de 1905 con otros trabajos posteriores. Así, en 1907,
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 8
2Se llama Teoría de la relatividad general a la teoría de Einstein que establece que
las leyes de la ciencia son las mismas para todos los observadores que se mueven
libremente a una velocidad sin acelerar
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 10
ULTRAVIOLETAS
RAYOS GAMMA
INFRARROJOS
ONDAS RADIO
SIDERALES
ONDAS RADIO
DESCONOCIDO
TELEVISION
RAYOS X
RADAR
4
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 24
5
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 26
6Un cristal, debido a que sus componentes atómicos están dispuestos de forma
ordenada e igual, puede servir de rejilla de difracción para longitudes de onda muy
cortas, tales como los rayos X
7 Teóricos de la llamada física cuántica.
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 27
Placa de cristal
Fuente luminosa
A C
A B
Ahora bien, se pregunta Einstein, ¿Qué entendemos
por simultáneamente? pregunta Einstein. Para aclarar mejor el
ejemplo, supone que el observador está sentado precisamente en el
punto intermedio entre A y B, y está equipado con una serie de
espejos que l permiten ver los puntos A y B al mismo tiempo sin
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 44
moverse más rapidamente que la luz, sean cuales fueren las fuerzas
que se le apliquen. así la relatividad revela otra ley fundamental de
la naturaleza: la velocidad de la luz es la velocidad máxima del
universo.
Cuando se conocen por primera vez, estos hechos
son difíciles de comprender, debido a que la física clásica sumía que
un objeto preserva sus dimensiones tanto si se halla en estado de
reposo como en estado de movimiento, y que un reloj conserva el
mismo ritmo en movimiento que en reposo. El sentido común dice
que esto debe ser así. Pero como Einstein ha hecho ver, realmente el
sentido común no es más que un depósito de prejuicios acumulados
en la mente. Rechazando estos prejuicios Einstein pudo preguntarse
¿por qué es más extraño pensar que los relojes móviles se atrasan y
que las varas móviles se contraen, que asumir que no lo hacen? La
razón de que la física diese por sentado este último punto de vista es
que el hombre, en su experiencia diaria, no encuentra nunca
velocidades suficientemente grandes para hacer manifiestos estos
cambios. En un automóvil, en un avión, e inclusive en un cohete, el
atraso de un reloj es prácticamente inconmensurable. Solamente
cuando las velocidades se aproximan a las de la luz, pueden
descubrirse los efectos relativistas. Las ecuaciones de transformación
de Lorentz muestran, claramente, que a velocidades ordinarias la
modificación en los intervalos de tiempo y espacio es prácticamente
cero. La relatividad, por lo tanto, no contradice a la física clásica,
simplemente considera los viejos conceptos como casos limitados
aplicables únicamente a las experiencias ordinarias del hombre.
Einstein salta la barrera colocada por la tendencia
humana a definir la realidad solamente tal y como la percibe el
hombre a través de la pantalla de sus sentidos. Tal como la teoría de
los cuanta demostró que las partículas elementales de la materia no
se comportan como las partículas mayores que discernimos en el
mundo de "grano grueso" de nuestras percepciones, asi, la
relatividad demuestra que no podemos predecir los fenómenos que
acompañan a las grandes velocidades a partir del comportamiento
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 49
para encontrarse, físicamente, sólo cinco años más viejo. Baste pensar (con las
posibilidades que esto ofrece para cualquier novela de ciencia a ficción), en un
periodo de tiempo superior al reseñado, o incluso en una mayor velocidad.
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 51
1 - ( v /2c )2
Aquí m es la
masa del cuerpo que se mueve con velocidad v, m o es la masa en
reposo, y c la velocidad de la luz. Cualquiera que sepa un poco de
álgebra puede ver inmediatamente que si v es pequeño, como lo son
todas las velocidades de la experiencia ordinaria, entonces la
diferencia entre mo y m es prácticamente cero. Pero cuando v se
aproxima al valor de c el incremento de masa se hace muy grande, y
llega al infinito cuando la velocidad del móvil se acerca a la velocidad
de la luz.
El principio de incremento de masa es, de todos los
aspectos de la relatividad, el que ha sido verificado con más
frecuencia, y aplicado con más éxito por los físicos
experimentales.Electrones que se mueven en poderoso campos
eléctricos y partículas beta expelidas de los núcleos de las sustancias
radiactivas, alcanzan velocidades hasta de 99 centésimos de la
velocidad de la luz. Para los físicos atómicos que trabajan con estas
altas velocidades, el incremento de masa predicho por la teoría de la
relatividad no es una teoría discutible, sino un hecho empírico que
sus cómputos no pueden ignorar. De hecho, el mecanismo del
protón-sincrotón, y otras máquinas de alta energía, está diseñado
para permitir el incremento de masa de las partículas, a medida que
su velocidad se aproxima a la de la luz.
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 52
6.00 A.M.
ERIE
3.00 A.M.
BUFALO
12.00 A.M.
SYRACUSE
9.00 P.M.
ALBANY
Sale de Nueva York a las 6 P.M.
6.00 P.M.
DISTANCIA EN KILOMETROS
14Puede ser sustituido por cualquier otro. Ya se sabe, el gusto también es "relativo"
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 58
debemos conocer la hora del día y el día del año. "Marcas" terrestres
como el Ecuador, el Trópico de Cáncer o el círculo Artico son simples
relojes de Sol que marcan las cambiantes estaciones; el mediodía no
es más que un ángulo del Sol.
Aún así. la equivalencia de espacio y tiempo se
torna verdaderamente clara al contemplar las estrellas. Entre las
constelaciones más conocidas, algunas son "reales", en el sentido de
que sus componentes estelares son verdaderos sistemas
gravitacionales, que se mueven ordenadamente en relación de unos
con otros; otros son puramente ópticos -sus formas son accidentes
de perspectiva, creados por una aparente proximidad de estrellas no
relacionadas a lo largo de una visual. En estas constelaciones
"ópticas" uno puede observar dos estrellas de brillo igual y afirmar
que están "lado a lado" en el firmamento, mientras que en realidad
una puede estar a cuarenta y otra a cuatrocientos años luz de la
Tierra.
Obviamente, el astrónomo tiene que representarse
el universo como un contínuo espacio-tiempo. Cuando explora con el
telescopio no ve sólo hacia afuera en el espacio, sino también hacia
atrás en el tiempo. Sus sensibles cámaras pueden descubrir la débil
luminosidad de universos islas situados a 500 millones de años luz,
débiles destellos que empezaron su viaje en un periodo de tiempo
terrestre, en que los primeros vertebrados comenzaban a arrastrarse
desde los calientes mares paleozoicos a los jóvenes continentes de la
Tierra. Su espectroscopio le dice, además, que estos enormes
sistemas exteriores se van hacia el limbo, alejándose de nuestra
su propio sentido del pasado, del presente y del futuro, pero excepto
en nuestra propia conciencia, el universo, el mundo objetivo de la
realidad, no "acaece", simplemente existe. Entender el contínuo
espacio-tiempo es un requisito indispensable para entender la teoría
de la relatividad y lo que esta sostiene acerca de la gravitación, la
fuerza invisible que mantiene junto el universo y determina su forma
y tamaño.
16Shakespeare (en Measure for Measure)ha expresado esta idea de una forma tan
maravillosa que no hemos podido resistir la tentación de utilizar una de sus
expresiones para titular este apartado:
Pero el hombre, el hombre orgulloso
investido de una corta y débil autoridad
conociendo menos aquello de que se cree más seguro
es decir, su esencia de vidrio, parecido a un mono colérico
representa tan fantásticas comedias a la cada del Cielo
que haría llorar a los ángeles, o,
si tuvieran el temperamento de nuestra naturaleza, reir como mortales
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 60
17La ley de la inercia afirma lo siguiente: Un cuerpo material sobre el cual no actúa
fuerza alguna está en reposo o se mueve con movimiento rectilíneo y uniforme
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 62
Estrella
Sol
Imagen
Tierra
Sol, al
atravesar el campo gravitacional del Sol; por lo tanto, a los
observadores terrestres les debería parecer que las imágenes de
esas estrellas se habían movido, hacia afuera, de sus posiciones
usuales en el cielo. Einstein dijo que para las estrellas más cercanas
al Sol, la desviación sería más o menos de 1.75 segundos de arco.
Como en esta prueba quedaba comprometida toda la teoría general
de la relatividad, los hombres de ciencia de todo el mundo esperaron
ansiosamente los resultados de las expediciones que viajaron a las
regiones ecuatoriales para fotografiar el eclipse del 29 de mayo de
1919. Cuando las fotografías fueron reveladas y examinadas, la
deflexión de la luz estelar en el campo gravitacional del Sol tenía una
medida de 1.64 segundos de arco, número tan cercano a la
predicción de Einstein como lo permitía la exactitud de los
instrumentos.
Otra predicción hecha por Einstein, basada en la
teoría general, concernía al Tiempo. Habiendo demostrado que las
propiedades del espacio son afectadas por un campo gravitacional,
Einstein llegó a la conclusión, por un razonamiento semejante pero
más complicado, de que los intervalos de tiempo también varían de
acuerdo con el campo gravitacional. Un reloj transportado al Sol
debería marchar con un ritmo un poco más lento que sobre la Tierra.
Y un átomo solar radiante debería emitir luz de frecuencia
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 73
que ser infinito, porque tan pronto como concediesen que el espacio
terminaba en algún lugar, se enfrentarían a la terrible pregunta ¿Qué
hay más allá?. Sin embargo, la ley newtoniana prohibía un universo
infinito que contuviese una distribución uniforme de materia, ya que
entonces la fuerza gravitacional total de las masas de materia que se
extendían hasta l infinito sería infinita, y los cielos arderían con luz
infinita. Además, al débil ojo humano le parecía que más allá de
nuestra Vía Lactea las lámparas del espacio se encontraban cada vez
más desparramadas, difundiéndose gradualmente en atenuadas
avanzadas, como solitarios faros situados en las fronteras del
insondable vacío. Sin embargo, el universo isla presentaba
dificultades también. La cantidad de materia que contenía era tan
pequeña, en comparación con la infinitud del espacio, que
forzosamente las leyes dinámicas que gobiernan el movimiento de
las galaxias las harían dispersarse, como pedazos de nube, y el
universo quedaría vacío por completo.
A Einstein este cuadro de disolución y desaparición
le parecía totalmente insatisfactorio. La dificultad básica, decidió,
provenía de la natural, pero injustificada, suposición humana de que
la geometría del universo debe ser la misma que la que sus sentidos
le revelan en la Tierra. Confiadamente asumimos, por ejemplo, que
dos haces paralelos de luz viajarán por siempre en el espacio sin
encontrarse, ya que en el plano infinito de la geometría euclidiana
las líneas no se encuentran nunca. Creemos también que en el
espacio exterior, como sobre una cancha de tenis, la línea recta es la
menor distancia entre dos puntos. Y sin embargo, Euclides nunca
demostró realmente que la línea recta es la menor distancia entre
dos puntos; simplemente definió arbitrariamente a la línea recta
como la distancia más corta entre dos puntos.
¿No es posible entonces, se preguntó Einstein, que
al hombre lo engañen sus limitadas percepciones, al representarse el
universo al modo de la geometría euclidiana? Hubo un tiempo
durante el cual el hombre pensó que la Tierra era plana. Ahora
acepta que es redonda, y sabe que sobre la superficie de la Tierra la
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 75
menor distancia entre dos puntos, tales como Nueva York y Londres,
no es una ruta directa de compás a través del Atlántico, sino un
círculo máximo que vira hacia el norte pasando por Nueva Escocia,
Terranova e Islandia. Por lo que respecta a la superficie de la Tierra,
no es válida la geometría de Euclides. Un triángulo gigante, dibujado
sobre la superficie terrestre, con dos vértices en el Ecuador y otro en
el Polo Norte, no satisfaría el teorema euclidiano que asevera que la
suma de los ángulos interiores de un triángulo es siempre igual a dos
ángulos rectos, es decir, 180 grados. Contendría en realidad más de
180 grados. Y si alguien dibujara un círculo gigante sobre la
superficie terrestre encontraría que la razón entre su diámetro y su
circunferencia es menor que el clásico valor p. Estas diferencias con
la geometría de Euclides se deben a la curvatura de la Tierra. Aunque
nadie duda hoy en día de que la Tierra tiene una curvatura, el
hombre no descubrió esto mirándola desde fuera. la curvatura de la
Tierra puede calcularse, cómodamente, sobre la propia Tierra, por
medio de la interpretación matemática de hechos fácilmente
observables. De la misma manera mediante una síntesis de hechos
astronómicos y deducción, Einstein concluyó que el universo no es ni
infinito ni euclidiano, como suponían la mayoría de los científicos,
sino algo no imaginado hasta ahora.
Se ha mostrado ya que la geometría euclididana no
es válida en un campo gravitacional. Los rayos luminosos no se
desplazan en línea recta al pasar por un campo gravitacional, porque
la geometría del campo es tal que no hay líneas rectas en él; el
camino más corto que la luz puede seguir es una curva (geodésica )o 18
18En cualquier espacio geodésica es la curva de menor longitud entre dos puntos
dados. Por ejemplo, en una esfera las geodésicas son los círculos máximos. En el
plano, en particular, las rectas son las geodésicas.
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 76
las calles. Su educación fue escasa, no yendo mucho más allá de los
rudimentos relativos a la lectura y a la escritura. A los doce años,
más o menos, empezó a trabajar como chico de los recados para un
encuadernador, quien, pocos años más tarde, le hizo su aprendiz.
Este hecho marcó el inicio de un cambio gradual en su vida. Le
empezaron a fascinar los libros que llegaban para ser
encuadernados; hubiese deseado leerlos todos, pero se lo impedía su
escasa educación. Persistió, no obstante, y su capacidad de lectura
mejoró de forma paulatina. Algunos e los libros trataban de temas
científicos: electricidad, magnetismo, química. Faraday aprovechaba
su tiempo libre para tomar el mayor número de notas posible antes
de que los libros abandonasen la tienda.
Su asistencia a cuatro conferencias impartidas por
Humphrey Davy, había de representar el punto decisivo de su vida.
Faraday sintió tal entusiasmo, que en aquel mismo instante decidió
que iba a ser científico. Pasó a limpio las notas que había tomado
durante las conferencias de Davy, las encuadernó en forma de libro,
y se las entregó a éste, pidiéndole trabajar con él en calidad de
ayudante. En un principio, Davy se mostró reacio, asegurándole que
lo mejor era que conservara la seguridad que daba el oficio de
encuadernador. Pero, poco después, quedó vacante un puesto, y
Davy se lo ofreció a Faraday, que lo aceptó inmediatamente.
Después de años de intenso trabajo, Faraday
empezó a considerar la posibilidad de que las líneas de fuerza que
corresponde a campos magnéticos variables creasen líneas de fuerza
correspondientes a campos eléctricos. Su experimento consistía en
un alambre en forma de espira, un instrumento para medir la
corriente y un imán. Observó que al hacer pasar el imán a través de
la espira, se producía una corriente, y por lo tanto un campo
eléctrico. Esto no significaba sólo que un campo magnético variable
creaba un campo eléctrico, sino también que un campo eléctrico
variable producía un campo magnético. Faraday no se limitó a
demostrar el fenómeno; encontró una sencilla expresión matemática
que proporcionaba la intensidad de l campo producido. Pero no era lo
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 83
16.1.-EDDINGTON
Eddington fue un personaje enigmático. Fue un
genio y uno de los grandes gigantes de la Astronomía, sin embargo,
hizo varias cosas extrañas al final de su vida. Al igual que muchos
científicos que le siguieron, terminó por centrar su atención en la
unificación de la teoría general de la relatividad y de la teoría
cuántica. Pocos comprendieron la culminación de sus esfuerzos, que
se publicó en un libro titulado Teoría fundamental. Hoy en día se le
considera poco menos que una rareza.
Eddington nació en 1882 en Westmorland,
Inglaterra, en una familia de cuáqueros. Su padre, director de una de
las escuelas de la localidad, murió cuando el muchacho tenía sólo
dos años, siendo educado, a partir de entonces, por su madre. Desde
muy joven evidenció una gran capacidad para las matemáticas:
aprendió a multiplicar hasta la tabla del 24 antes de saber leer, y, a
los diez años, no había noche que se apartara del telescopio,
fascinado por lo que veía en el cielo.
Ganó premios durante el bachillerato, que
culminaron en una beca para estudiar en la Universidad de
Manchester. para su sorpresa, sin embargo, cuando llegó a
Manchester se encontró con que era demasiado joven para poder
ingresar. Por suerte, alguien tuvo la previsión de flexibilizar las
normas. De allí pasó a estudiar la Trinity College, de Cambridge. Tras
graduarse, trabajó algún tiempo en el campo de la física
experimental, en el laboratorio Cavendish, pero se aburrió pronto. Lo
que le interesaba era la física teórica y no jugar con aparatos de
laboratorio. Así, en 1906, cuando quedó vacante un puesto en el
observatorio de Greenwich, lo aceptó gustoso.
A pesar de su ineptitud para los trabajos de
carácter experimental, se convirtió en un excelente observador, y no
tardó en verse involucrado en importantes observaciones
astronómicas. El astrónomo holandés Jacobus Kapteyn acababa de
organizar un plan de ámbito mundial para estudiar nuestra galaxia.
Algunos de los primeros resultados obtenidos por este científico
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 98
limitado por dicha barrera se encuentra vacío -el núcleo sólo ocupa
aproximadamente una billonésima parte del espacio que existe allí.
Esto significa que si los átomos se disociaran en electrones y núcleos,
y las presiones fueran lo suficientemente elevadas, tanto unos como
otros quedarían comprimidos en un volumen mucho más pequeño.
Una estrella tan grande como el Sol podría comprimirse hasta
alcanzar el tamaño de un objeto no mucho mayor que la Tierra.
Pero, a la postre, ¿Qué es lo que sostiene el enorme
peso de la estrella? Debería haber una especie de fuerza centrífuga
que compensara los efectos de la tremenda atracción gravitatoria.
Según un principio muy conocido expuesto por Wolfgang Pauli en
1925, todo electrón ocupa un cierto volumen sin que pueda
comprimirse más. Cuando la enana blanca alcanza el estado en que
los electrones se encuentran comprimidos hasta su volumen mínimo,
el proceso no puede seguir adelante. Entonces, la presión de los
electrones es lo que sostiene la masa de la estrella.
Durante años, las enanas blancas plantearon
muchas preguntas para las que no había respuesta ¿Todas las
estrellas se convierten en enanas blancas? Y si no era así ¿Qué les
sucedía? Subrahmanyan Chandrasekhar empezó a estudiar estos
problemas poco después de que el físico alemán Arnold Sommerfeld
hiciera una visita a la universidad de Madrás, India, en 1928.
Aumentó su interés por los trabajos de Fowler y, tras graduarse,
decidió ir a Cambridge para trabajar a sus órdenes. Se sirvió, al igual
que Fowler, de la teoría cuántica; pero se dio cuenta además de que,
a las elevadas temperaturas existentes en el interior de las enanas
blancas, las partículas tendrían velocidades extremadamente altas y
de que se necesitaría, por tanto, aplicar la relatividad especial.
Siguiendo los pasos de Fowler, demostró que la
presión de los electrones era capaz de sostener una estrella con una
masa aproximadamente igual que la del Sol. Luego, la estrella,
permanecería inalterable durante miles de millones de años,
irradiando lentamente su energía restante al espacio y enfriándose
poco a poco en el curso del proceso. Pero cuando examinó estrellas
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 110
con una masa mayor que la del Sol, descubrió un hecho extraño: la
presión de los electrones sería incapaz de evitar su contracción.
Cuando se superaba una masa aproximadamente 1,4 veces superior
a la del Sol, los electrones no podían contrarrestar la fuerza
gravitatoria. Esta masa recibe el nombre de masa crítica.
Cuando llegó a Inglaterra Chandrasekhar examinó
sus resultados con Fowler y otro astrónomo muy conocido E.A.Milne.
Ambos se mostraron escépticos acerca del concepto de masa crítica.
De hecho, lo que Chandrasekhar había demostrado era que, en las
estrellas dotadas de una gran masa, la nube de electrones nunca se
comprime hasta alcanzar su volumen mínimo. O dicho de otro modo:
dicha nube nunca llega a "degenerar". Por tanto, no puede evitar que
la estrella se comprima. Parecía que una vez que la estrella
empezaba a contraerse se contraía indefinidamente.
Chandrasekhar continuó trabajando en el problema,
acabando su tesis en 1933. Fue elegido miembro del consejo de
gobierno del Trinity College y permaneció en Cambridge durante
varios años. Durante su estancia conoció a Eddington, que se
interesó vivamente en su trabajo, visitándole casi a diario.
Chandrasekhar sentía una gran respeto por Eddington, que era, a la
sazón, uno de los gigantes de la astronomía. Sus estudios pioneros
sobre el interior de las estrellas le habían hecho famoso en el mundo
entero.
Chandrasekhar decidió que el mejor modo de
convencer a los científicos de la bondad del concepto de masa crítica
consistía en elaborar en detalle la teoría. Completó esta tarea
monumental en 1934, remitiendo dos breves trabajos a la Royal
Astronomical Society. En enero de 1935 dicha institución le invitó a
dar una charla.
Ahora se sentía muy confiado y estaba seguro de
que sus trabajos serían aceptados de forma inmediata. Pero, para su
sorpresa, después de dar la charla, Eddington, que conocía` estos, se
acercó al podio para leer una comunicación. Eddington empezó
definiendo y explicando los dos tipos de degeneración: la
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 111
Agujero de
gusano en el
espacio
uni
verso. A Einstein le desagradaba esta posibilidad y, aún hoy, muchos
científicos se sienten incómodos cuando oyen hablar de otros
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 122
Horizonte
de sucesos
(radio
gravitatorio)
Singularidad Corte
transversal
del
horizonte de
Esfera fotónica sucesos
horizonte de sucesos. Ya no podemos verla directamente, vemos
sólo una esfera negra en el espacio. Pero la materia de la estrella
sigue colapsándose más allá del horizonte de sucesos; de hecho,
continúa colapsándose indefinidamente y, a la postre, se contrae
hasta ocupar un volumen cero en el centro de la estrella. Dicho
centro recibe el nombre de singularidad.
¿Ha visto alguien en alguna ocasión, colapsarse una
estrella de este modo? La respuesta tiene que ser negativa por
varias razones. En primer lugar, la estrella se colapsa muy
rápidamente. Veríamos solo una estrella gigante en algún punto del
espacio y luego, repentinamente, desaparecería en el supuesto de
que fuéramos lo suficientemente afortunados como para observarla
en el momento del colapso. Pero como es lógico, hasta un hecho así
es improbable: en lo que llevamos viviendo, solo algunas estrellas
vecinas se han convertido en agujeros negros.
Volvamos al colapso de una estrella y examinemos
las cosas un poco más de cerca. Una vez más, si pudiéramos verlo a
cámara lenta, veríamos como una estrella disminuye de tamaño y
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 132
Límite estático
Ergosfera
Horizonte de sucesos
veces mayor que la del Sol es todo lo que se requiere para que una
estrella se tansforme en un agujero negro. Pero la mayoía de las
estrellas pierdn masa antes y durante el colapso final, por lo tanto,
es probable que un agujero negro de una masa tres veces mayor que
la del Sol haya tenido como origen una estrella con una masa inicial
considerablemente mayor, quizá, de hasta ocho veces superior a la
del Sol. Por suerte, ni siquiera esta masa resulta excesiva; muchas de
las estrellas de nuestra galaxia poseen masas de ese orden.
Nuestra galaxia contiene unos doscientos mil
millones de estrellas y tiene, aproximadamente, una edad
comprendida entre los quince y los diecises mil millones de años
¿Cuántos agujeros negros puede contener? La incertidumbre se
impone cuando intentamos realizar un cálculo semejante y, en el
mejor de los casos. ésta tendrá un carácter muy poo preciso.
Empecemos por suponer que cada cien años se forma un agujero
negro en nuestra Galaxia. Esta estimación se basa en lo que
sabemos de la distribución de las estrellas en dicha Galaxia y sobre
su ciclo vital. A partir de esta hipótesis podemos calcular facilmente
el número total; los cálculos arrojan varios cientos de miles de
posibles agujeros negros, cifra que puede reducirse aún más debido
a factores de diversa índole, pero al menos nos infunde la confianza
en que vale la pena intentar la búsqueda.
La siguiente pregunta es ¿Qué buscamos? Dado
que la mayoría de los agujeros negros tienen sólo algunos kilómetros
de diámetro, es imposible que podamos ver alguno directamente. Es
evidente que hemos de recurrir a métodos indirectos. El mejor de
estos se basa en los efectos producidos por un agujero negro sobre
los gases que atrae hacia él. Cuando una porción de gas sigue un
movimiento en espiral hacia un agujero negro, se calienta tanto que
emite rayos X, rayos X que deberíamos poder detectar desde la
Tierra.
Consideremos por tanto una situación hipotética en
la que se generen rayos X. SUpongamos que nos enfrentamos a un
sistema estelar doble, donde una de las estrellas acaba de
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 139
ser unas veintidós veces suprior a la del Sol. Haciendo uso de este
dato y formulando varias hipótesis, se demostró que la masa del
componente secundario era ocho veces más grande que la del Sol,
esto es, era muy probable que se tratara de un agujero negro. Dicho
en pocas palabras, teníamos una fuente de rayos X asociada a un
objeto invisible y, por tanto, pequeño, con una masa ocho veces
superior a la del SOl: todos los requisitos necesarios para ser un
agujero negro. Como el componente primero es una gigante azul, se
supone que el agujero negro está arrastrando y absorviendo el viento
solar de la estrella en vez de las capas exteriores de esta.
una gran masa. Pero existe otro tipo de agujeros negros. Para ver
cómo se originan, examinemos los primeros momentos del big bang.
Hace unos dieciocho mil millones de años, toda la materia del
Universo se encontraba contenida en un núcleo principal de una
masa infinita: la singularidad universal. Esta singularidad se volvió,
de repente, inestable y explotó, dando origen al Universo.
Una de las cuestiones importantes relacionadas con
dicha explosión es la siguiente: ¿Fue perfectamente homogéneo o se
generaron irregularidades (aglomeraciones) en el curso de la misma?
Para responder a esta pregunta no tenemos más que mirar en torno
nuestro. La galaxia en la que vivimos y aquellas otras situadas a su
alrededor nos dicen que tuvo que haber irregularidades; de lo
contrario estas galaxias no se habrían formado. En Universo
consistiría en un gas que se expandería uniformemente. Pero si hubo
irregularidades, es muy probable que se comprimienran ciertas
bolsas de materia a medida que la materia restante se expandía en
torno a ellas. Estas bolsas pueden haberse comprimido hasta el
punto de convertirse en agujeros negros y, a diferencia de los
agujeros derivados de colapsos estelares, no todos tendrían un radio
de unos pocos kilómetros. Algunos serían extremadamente pequeños
-de un tamaño inferior a los protones- y otros podrían ser
gigantescos, con masa semejantes a las de las galaxias. Para
distinguirlos de los agujeros negros derivados de los colapsos
estelares, los llamaremos agujeros negros primordiales.
Durante años se ha especulado mucho sobre estos
agujeros negros primordiales: en algunos casos se ha sugerido que
algunos de pequeño tamaño -llamados miniagujeros negros- han
podido chocar contra la Tierra; en otros, que han podido dar lugar a
núcleos de extraños átomos pesados. Según los cálculos, si uno de
estos agujeros negros chocara contra la Tierra, la atravesaría de
parte a parte, originando sendas explosiones de pequeña intensidad
en el momento de la entrada y la salida. No tenemos pruebas, sin
embargo, de que haya sucedido una cosa semejante.
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 152
pero las placas que había obtenido mostraban sus resultados con
toda claridad. La multitud debió darse cuenta de que había
descubierto algo importante, pues, cuando acabó su exposición, le
prodigó un gran aplauso. AL cabo de poco tiempo, algunos
astrónomos corroboraron su resultado, pero, curiosamente, nadie
abordó su studo en serio, y durante diez años, Slipher fue el único en
ocuparse del asunto.
Podría parecer que Slipher debería haberse
percatado del significado de su descubrimiento, pero, hemos de
recordar, echando la vista atrás, que los astrónomos no estban
todavía seguros de cúal era la naturaleza de las nebulosas. Algunos,
como Lowell, pensaban que eran nubes de gas, quizá sistemas
solares en curso de formación, mientras que otros creían que eran
universos independientes compuestos de millones de estrellas.
No obstante, Slipher debió vislumbrar las
consecuencias de su descubrimiento, puesto que en 1921 escribió en
el New York Times: "...las líneas de los espectros se ven afectadas por
una gran desviación, lo que indica que la nebulosa se aleja de la
región en la que nos encontramos a la extraordinaria velocidad de
1.800 Km./s. Dicha nebulosa es del tipo espiral, tipo al que
pertenecen la gran mayoría de las nebulosas. Las nebulosas
espirales son los cuerpos celestes que se hallan más alejados de
nosotros y tiene que ser enormemente grandes. Si suponemos que la
nebulosa antes mencionada, que con tanta rapidez se desplaza, ha
abandonado la región del Sol al principio de existir la Tierra, es fácil
calcular, admiiendo las recientes estimaciones de los geólogos
acerca de la edad de esta, que tiene que encontrarse a muchos
millones de años luz de distancia. La velocidad de la nebulosa
sugiere tanto un aumento del tamaño estimado de las nebulosas
espirales como su distancia y, también, una dilatación de las
dimensiones del Universo conocido."
Resulta irónico que qizá Slipher tuviese al alcance
de la mano uno de los más importantes descubrimientos de la
humanidad y que nunca lo llegase a realizar. Al parecer, jamás se le
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 162
50
Velocidad (miles de kilómeros por segundo)
40
30
20
10
1 2 3 4 5
ideas físicas, que exponía con un excelente sentido del humor (se
sabía que aprovachaba al vuelo cualquier ocasión para gastar una
broma pesada)
Gamow se sintió atraido por las ideas del origen del
universo debido a su interés por el origen de los elementos. ¿Cómo
se habian formado los diferentes elementos existentes en el
universo? ANteriormente se creía que habían tenido su origen en las
estrellas, pero, en 1939, Hans Bethe, sorprendió a los científicos
indicando que sólo habían podido producirse de ese modo los
elementos situados detrás del helio en la tabla periódica (una
sugerencia que más tarde habría de demostrarse que era incorrecta).
Chandrasekhar sugirió en 1942 que se podían haber generado en el
Universo primigenio; debido a la alta densidad existente, las
temperaturas debían haber superado los diez mil millones de grados,
lo bastante elevadas seguramente, como para que se hubiesen
podido crear núcleos.
Gamow siguió la sugerencia de Chandrasekhar,
pero enfocó el problema de forma distinta a como lo había hecho
Lemaitre. Mientras que Lemaitre había supuesto que en el núcleo
primordial había tenido lugar una fisión o fraccionamiento, Gamow
imaginó un núcleo en que se había producido una fisión o unión de
partículas a semejanza de lo que ocurre en una bomba de hidrógeno.
Según Gamow, "se supone que el estado originario de la materia es
un gas nuclear caliente (no un fluido). Se supone también que las
condiciones físicas cambiaban con tal rapidez que nunca llegó a
establecerse un equilibrio real...". El núcleo de gamow consistía en
una mezcla de neutrones, protones y electrones, a temperaturas muy
elevadas. Se sabe que los neutrones libres se desintegran a los trece
minutos en protones y electrones, pero ls temperaturas habían sido
tan altas, que cuando un electrón chocase con un protón, se crearía
un neutrón, de manera que, según Gamow, había existido una
especie de equilibrio cuasi estable. Gamow denominó a esta extraña
mezcla ylem (palabra que significa primera sustancia a partir de la
cual se forman los elementos). Observó que, en un principio, las
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era galáctica
10 6 yrs
era de la radiación
20 sec
10 -4 sec
caos
método.
La era (breve periodo de tiempo) inmediatamente
posterior a esos 10-43 segundos suele denominarse era cuántica. Fue
durante dicho periodo cuando se unificaron las cuatro fuerzas
fundamentales de la naturaleza. Poco después de que hubiesen
transcurrido los 10-43 segundos, el campo unificado se dividió,
segregándose la primera de ellas. Con posterioridad, fueron
A. Einstein y la Teoría de la relatividad 187
18.4.-INFLACION
Una de las dificultades que presenta la ususal teoría
del big bang es la increíble cantidad de energía que requiere la
generación de las partículas. ¿Dónde tuvo su origen? Una veriante de
la teoría del big bang ha atraído recientemente una gran atención.
Se denomina teoría de la inflación y fue expuesta en 1980 por Alan
Guth, científico perteneciente al Instituto Tecnológico de
Massachusets. La principal diferencia entre la teoría de la inflación y
la ususal teoría del big bang hace su aparición, aproximadamente,
entre los 10-35 y los 10-32 segundos después de la explosión. Según
Guth, transcurridos, aproximadamente los 10-35 segundos iniciales,
el universo entró en una fase llamada de "falso vacío", un estado en
el que la energía del universo era enormemente elevada. Como
consecuencia de este falso vacío se produjo una explosión de una
rapidez increíble, de una velocidad muy superior a la del big bang.
Transcurridos los 10-35 segundos iniciales, el Universo no consistía
más que de mini agujeros negros y porciones de espacio
desvinculadas entre sí, de suerte que, cuando tuvo lugar la inflación
repentina, no nació un sólo universo, sino muchos, conteniendo
algunos de ellos, quizá, otros en su seno. cada uno de los trozos del
magma se convirtió en un universo independiente, y nosotros
vivimos en uno de eloos. Esto significa que pueden existir muchos
universos que no podemos observar nunca.
Aunque esta teoría soslaya varios de los problemas
de la ususal teoría del big bang, algunos científicos piensan que
plantea problemas de carácter propio. Resulta difícil, por ejemplo,
detener la inflacción una vez que se pone en marcha. Una nueva
versión de la teoría, aparecida a finales de 1981, brodea esta
dificultad, pero tampoco stá exenta de problemas.