H I Unidad I 19 Alumnos
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Desde lejanos principios, el hombre guarda noticias de sus obras, para dejar huella en la
memoria, y para contribuir al acervo cultural de sus sucesos. Pero los hechos humanos pueden
interpretarse de muchas formas, por eso cada generación necesita reinterpretar la historia para
darle un sentido que responda a su presente.
De acuerdo con esa necesidad, hoy necesitamos reinterpretar la Historia de México para
que nos auxilie en la comprensión de nuestro presente.
I. CONCEPTO DE HISTORIA
¿Qué es la Historia?
Definir un concepto del que todos parecen conocer el significado resulta siempre difícil.
En muchas lenguas la palabra Historia, derivada de la Historia de Herodoto, tiene dos o tres
significados:
La historia como todo lo pasado, sólo como conjunto de hechos, fechas, anécdotas, etc.,
sin ninguna relación estructural.
Diferentes definiciones:
Del griego historien, que significa curiosear, o histor que significa testigo y también
puede traducirse como el que ve.
Carlos Marx. Parte del conocimiento de la totalidad social, en el conjunto de los modos
de producción, o sea, en la estructura global dinámica, dividida en 3 estructuras
regionales: económicas, ideológicas y jurídico-políticas.
En síntesis, cualesquiera que sean las definiciones sobre el concepto de Historia de hoy
en día, o las que surjan en el futuro, todas se remiten finalmente al estudio del hombre, de
sus actos, ideas y creaciones, en un lugar y tiempo pasado determinado. Sin embargo,
también es importante que, como alumno, reflexiones y te cuestiones sobre tu concepto de
Historia.
CONCEPTO DE FUENTE DE LA HISTORIA. Todo aquello que contenga registros del proceso
en el tiempo y el espacio que desea investigar, conocer y explicar. Es la tarea de búsqueda de
significados.
Las fuentes históricas no son neutrales y a menudo pueden ofrecer una versión distinta de la
realidad que el historiador pretende reconstruir, en razón de un interés exclusivamente
personal. Por eso el historiador, una vez encontradas las fuentes (fase de la investigación que
se le conoce como heurística), debe someterlas a la crítica histórica (hermenéutica), mediante
la metodología oportuna.
Debido a la cantidad y variedad de las fuentes históricas, hay que clasificarlas en forma
coherente:
DE ACUERDO A SU ORIGEN:
Son aquellas escritas por quienes presenciaron los hechos de los que se da cuenta
(partes militares, narraciones…)
Retoman las primarias, pero se escribieron algún tiempo después (un libro sobre
Historia de México, un ensayo sobre el Imperio Romano, Documentación bibliográfica).
Libros y documentos escritos en una época posterior a la de los hechos que narran, de
manera que sus autores no son observadores directos de los acontecimientos.
Las ciencias auxiliares nos sirven para saber ¿cómo, cuándo, dónde y por qué? de los hechos
de la historia
El espacio es tan amplio que los historiadores lo han dividido para su análisis y
comprensión en épocas o periodos.
En el siglo XIX Carlos Marx ideó otro sistema de periodización fundamentado en los
modos de producción por los que ha pasado la humanidad:
comunismo primitivo
esclavismo
feudalismo
capitalismo
socialismo
comunismo científico
El historiador francés Fernand Braudel: dice que no hay uno sino tres tiempos o
duraciones que pueden coexistir simultáneamente.
< Larga duración: transcurre lenta y silenciosa, abarca generaciones completas y
siglos.
< Intermedia: periodos cronológicos de decenas, veintenas o cincuentenas de años,
para estudiar los movimientos demográficos o salariales a través de datos cuantitativos.
< Corta: acontecimientos de la vida cotidiana, tiempo propio de los periodistas o
cronistas.
c. Permanencia y ruptura. Hay veces que los cambios históricos producen rupturas que
suelen ser de carácter violento y de corta duración –por ejemplo las revoluciones y las
guerras- Pero también en las sociedades hay elementos, los más importantes y
profundos, como las creencias religiosas y la mentalidad, que están tan enraizadas en
ella que logran perdurar e imponerse a las coyunturas propias de la ruptura. Los dos
principios son igualmente importantes para el estudio de la Historia, si bien el pasado
del hombre es testigo de más permanencias que rupturas. En la historia nada es
cambio puro ni continuidad absoluta.
e. Verdad Histórica. Por la naturaleza propia de los hechos históricos que conforman la
materia prima del conocimiento histórico el estudioso se encuentra imposibilitado para
conocerlos de manera directa así que se ve obligado a analizarlos, compararlos y
verificarlos a través de una metodología rigurosa.
El conocimiento histórico no es absoluto. Hay momentos del pasado de los que poco o
nada se sabe, el investigador puede hacer conjeturas, explicaciones sobre lo sucedido
mediante el uso de una argumentación rigurosa y fundamentada esperando que en el
futuro se pueda verificar o invalidar.
La Historia es una ciencia. Busca explicaciones acerca de las causas que originan un
fenómeno.
Tiene carácter científico debido a que el discurso histórico debe ser elaborado con
todo rigor, porque en caso contrario carecería de seriedad y veracidad, pues la
humanidad es producto y efecto de sus circunstancias, tanto en el tiempo como en el
espacio.
Las fuentes y los testimonios tanto orales como escritos y materiales, son vitales para
la historia. Pero no siempre son absolutamente confiables, por lo que el historiador
debe someterlos a toda clase de juicios, análisis, comparaciones y comprobaciones.
Las técnicas de investigación y la metodología deben estar presentes en esta tarea.
analiza
sintetiza
No existe pueblo sin antecedentes históricos, por lo tanto todo el pueblo debe tener
conciencia al respecto; si careciera de ella corre el riesgo de desaparecer por
conciencia de si mismo.
Está ligada tanto al pasado como al presente y al futuro: nos permite conocer el
pasado, comprender el presente y advertir el futuro.
» Positivismo:
Creados: Augusto Comte, precursor de la historia científica: Leopoldo von Ranke
Positivismo: exige que los hechos sean utilizados como son y no hay más que los
hechos mismos.
Los hechos se manifiestan tal y como son al observador. Aquí, el sujeto no modifica
al objeto, solo puede reconstruir lo acontecido. En la historia, después de reconstruir
el pasado, deberían encontrarse las leyes que lo rigieron, tarea que correspondía a la
sociología. La verdad histórica era única y objetiva, y sólo se llegaba a ella mediante
un proceso de investigación científica. Se privilegiaba la historia política.
El historiador debe comprobar los hechos y determinar sus leyes, pues de lo
contrario la historia no tendría carácter científico. No deben pronunciarse juicios ni
crítica, sino solamente la narración de sucesos.
La historia tradicional utilizó al positivismo como modelo de estudiar la historia, a sus
personajes, sucesos y fechas.
La desventaja de la historia en relación con las ciencias naturales es que sus hechos
no pueden repetirse en un laboratorio.
La historia es lineal, progresiva y llega a un final, transcurre en 3 etapas: teología,
metafísica y positiva. A través de estas etapas se pasa de lo salvaje a lo civilizado.
En el momento de crearse esta corriente, se pensaba que Europa había llegado al
estado positivo o de progreso.
» Historicismo:
Nace de las ideas de José Ortega y Gasset, Arnold Toynbee, R.G. Collingwood y
otros.
Surgió como una reacción a la razón y el concepto de progreso con que se juzgaba a
cada cultura, pero también como rechazo a la exigencia de que la historia tuviera que
demostrar empíricamente sus explicaciones.
o Objeto de estudio la historia de la vida humana en su totalidad, y otorga a cada
cultura un valor por sí misma. No buscaba leyes para explicar, sino para
comprender la historia de cada pueblo.
BIBLIOGRAFÍA:
Compilación de los siguientes textos:
» Álvarez, M. y Escalante, G. (2010). Historia de México 1. Aprender-Hacer-Ser con la
Historia. México: Esfinge Grupo Editorial.
» Barroy, H. (2017). Historia de México 1. México: McGraw Hill.
» Beciez, D. y Pérez, C. (2010). Historia de México I. enfoque por competencias. México:
Mc Graw Hill.
» Delgado, G. (2015). Historia de México. Volumen I. México: Pearson.
» Vázquez, J. Meyer, L. y varios. (2010). Historia de México. Sexta edición. México:
Preuniversitario Santillana.