El documento presenta lecturas de la carta de San Pablo a los Gálatas y del Evangelio de San Lucas. San Pablo habla sobre cómo Dios envió a su Hijo Jesús para salvar a la humanidad y ahora los cristianos son hijos adoptivos de Dios a través del Espíritu Santo. El Evangelio relata la anunciación a María por el ángel Gabriel de que daría a luz a Jesús, el Hijo de Dios. María acepta ser la madre de Jesús.
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El documento presenta lecturas de la carta de San Pablo a los Gálatas y del Evangelio de San Lucas. San Pablo habla sobre cómo Dios envió a su Hijo Jesús para salvar a la humanidad y ahora los cristianos son hijos adoptivos de Dios a través del Espíritu Santo. El Evangelio relata la anunciación a María por el ángel Gabriel de que daría a luz a Jesús, el Hijo de Dios. María acepta ser la madre de Jesús.
El documento presenta lecturas de la carta de San Pablo a los Gálatas y del Evangelio de San Lucas. San Pablo habla sobre cómo Dios envió a su Hijo Jesús para salvar a la humanidad y ahora los cristianos son hijos adoptivos de Dios a través del Espíritu Santo. El Evangelio relata la anunciación a María por el ángel Gabriel de que daría a luz a Jesús, el Hijo de Dios. María acepta ser la madre de Jesús.
El documento presenta lecturas de la carta de San Pablo a los Gálatas y del Evangelio de San Lucas. San Pablo habla sobre cómo Dios envió a su Hijo Jesús para salvar a la humanidad y ahora los cristianos son hijos adoptivos de Dios a través del Espíritu Santo. El Evangelio relata la anunciación a María por el ángel Gabriel de que daría a luz a Jesús, el Hijo de Dios. María acepta ser la madre de Jesús.
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SANTA MARIA DEL SILENCIO
Lectura de la carta del Apóstol S. Pablo a los
Gálatas (4, 45)
Hermanos:
Cuando Dios quiso envió a su Hijo, nacido de una
mujer, nacido obediente a la ley, para salvar a las personas que vivían obedientes a la ley, para que pudiéramos ser hijos adoptivos Suyos.
Y porque sois hijos, Dios envió al Espíritu de
Jesús a vuestros corazones; el Espíritu de su Hijo Jesús, que grita diciendo: ¡Padre!.
Por eso no sois esclavos; sois hijos por ello sois
también herederos por voluntad de Dios.
Palabra de Dios Cantico de la Virgen (Lucas 1, 46-56)
L. Mi espíritu se alegra unido a Dios, mi Salvador.
T. Mi espíritu se alegra unido a Dios, mi Salvador. L. Mi alma anuncia la grandeza del Señor, mi espíritu se alegra con Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su hija.
T. Mi espíritu se alegra unido a Dios, mi Salvador.
L. Desde ahora todos me felicitarán, porque el Señor ha hecho cosas maravillosas por mí. Su nombre es Santo, y da su misericordia a todos siempre.
T. Mi espíritu se alegra unido a Dios, mi Salvador.
L. A las personas que tienen hambre les da de comer, a los ricos no les da nada. Ayuda a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia.
T. Mi espíritu se alegra unido a Dios, mi Salvador.
Aleluya, Aleluya
Santa Virgen María, feliz tú, madre de Gracia y
de misericordia; de ti nació Cristo, nuestro Salvador. Aleluya ( + ) Lectura del Santo evangelio según S. Lucas (1, 26-38) Dios envió al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, a visitar a una joven virgen novia de un hombre llamado José, de la familia de David; la joven se llamaba María. El ángel, entrando a donde ella estaba, dijo: - Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres. María se asustó al oír estas palabras, y no entendía el saludo del ángel. El ángel le dijo: - María, no tengas miedo, porque Dios te ha visto con agrado. Por eso vas a ser madre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre: Jesús. Será importante, se llamará Hijo de Dios. El Señor Dios le dará el trono de David, y reinará para siempre, y su Reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: - Tengo novio pero todavía no estoy casada, ¿cómo será posible las cosas que dices? El ángel le contestó: - El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu prima Isabel que, a pesar de ser ya muy mayor, está embarazada de 6 meses, porque para Dios no hay nada imposible. María contestó: - Aquí está la sierva del Señor, cúmplase en mí como dices. Y el ángel se marchó. Palabra del Señor