2-Campaña de Magissa
2-Campaña de Magissa
2-Campaña de Magissa
19 abril 2018
Mi campaña de Magissa
Magissa es un juego de rol escrito por Edanna R. Patsaki y publicado por la editorial
Nosolorol. Llevo muchos años jugando a este juego, incluso antes de su publicación,
porque Edanna me pasó una versión inicial del mismo para que le echara un vistazo.
Hemos seguido jugando esta campaña desde entonces, siempre en vacaciones (verano,
Semana Santa) o fines de semana sueltos, siempre en el pueblo, con sus amigos. El
verano del año pasado dejamos la aventura absolutamente in media res con los
aventureros luchando contra un pulpo gigante... y la aventura la hemos continuado esta
Semana Santa. También en esta ocasión hemos dejado a los aventureros en mitad de la
acción, metidos en un castillo encantado. Pero oye, tampoco falta tanto para el verano,
¿eh? ;).
Cuando comenzamos esta campaña, mi hijo menor tenía 5 años y era un poco pequeño
para jugar a rol con sus hermanos. Sí conseguimos que echara una o dos partidas a
Pequeños Detectives de Monstruos pero haciéndolo en un estilo de rol en vivo que era
A lo largo de todas estas partidas hemos seguido la premisa inicial del juego: los
protagonistas son niños que viven sus vidas tranquilamente en una aldea de un mundo
de fantasía, hasta que un día todos los adultos desaparecen. Parece que la causa es
una misteriosa jarra que una niña llamada Pandora ha encontrado y de la que se han
escapado un montón de espíritus malignos.
En la primera aventura, incluida en el libro básico, los héroes (infantiles, pero héroes)
derrotan a uno de estos espíritus y lo encierran de nuevo en la jarra. Les he dicho a los
niños que cuando logren encontrar a los cien fantasmas que se han escapado de la
jarra, es probable que los padres regresen. Como ya me ha dicho una de las jugadoras,
"a este ritmo me hago adulta antes de eso". Y sí, sí que le va a pasar xD. Pero espero
que para entonces ya haya entendido que muchas veces lo importante es el viaje y no
tanto llegar al destino ;).
En el libro había una segunda aventura en la que los personajes viajaban hasta el
cercano Bosque de los Trolls y exploraban una torre, se enfrentaban a una bruja y se
hacían amigos de un troll de madera. Hay que decir que esta aventura tuvieron que
jugarla varias veces porque en la primera ocasión la torre les dio mucho miedo y
prefirieron no explorarla por completo. Pero a la segunda fue la vencida; supongo que el
hecho de que el abuelo (mi suegro) les acompañara en esa ocasión les dio algo más de
valor. Aprovecho para confirmar que el juego funciona para personas con edades
comprendidas entre los 7 y los 70 años ;).
No hay más aventuras en el libro de reglas, así que me planteé qué hacer a
continuación. Y entonces vino en mi ayuda el mapa del Valle de Gallen. Este es un mapa
incluido en el libro en el que, sobre una gloriosa plantilla hexagonal, se presentan los
alrededores del pueblo de los personajes. Hay bosques, ríos, lagos, castillos, otros
pueblos, etc. Pero no hay ninguna descripción de estos lugares en el libro de reglas; no
se dice qué es lo que hay en el Bosque de las Voces o cómo es el pueblo de Caerdwen.
No hay ni siquiera un parrafito en el libro para darte una idea de lo que hay por allí.
Así pues, los chicos se pusieron a explorar la región: cogieron un carro, un burrito,
provisiones y tiendas de campaña y se fueron hacia el oeste. Se encontraron con otros
niños de pueblos vecinos que les confirmaron que los adultos habían desaparecido en
otros pueblos. Y mi hija, que interpreta a una chica-ciervo, se fue al Bosque del Ciervo a
buscar a sus padres. Ahí tuvimos una serie de desafortunados incidentes que terminaron
haciendo que el Bosque del Ciervo se haya convertido en el Bosque de la Araña y que
no sea seguro viajar a ese lugar por el momento... algo que mi hija aún lamenta y que
espera solucionar algún día.
En la siguiente aventura, los personajes se hicieron un largo viaje de ida y vuelta hasta el
pueblo de Caerdwen. Tuvieron aventuras con hombres sapo del Pantano Pegajoso,
conocieron a los tres hermanos que regentan la Posada de Naran, se enfrentaron a
gigantes en la Piedra Afilada y soñaron con los fantasmas de unos monjes en el
Santuario. Se taparon los oídos en el Bosque de las Voces y resolvieron los acertijos de
los trolls que custodian los puentes que hay justo al sur del Bosque Encantado. Y
finalmente llegaron a Caerdwen, llevando productos agrícolas de Naran e
intercambiándolos por artesanía caerdwenita. Hasta un par de muchachos de ese pueblo
aceptaron venirse a vivir con los personajes a Naran.
Después de crear esta ruta comercial tocó hacerla más segura, y lo lograron en primer
lugar venciendo a los hombres sapo del Pantano Cenagoso (resultó que un fantasma les
tenía dominados, habiendo adoptado la forma de un pulpo gigante). Y ahora mismo,
después de dormir otra vez en el Santuario, se han ido a explorar el Castillo Encantado
que se encuentra al este de las Colinas Vacías (que, por cierto, no están vacías). Por
cierto, estoy usando ideas del módulo El Palacio de la Princesa de Plata para contar lo
que los chicos se están encontrando en el Castillo Encantado :D.
Una cosa que me llamó muchísimo la atención es que, después de varios años jugando,
el grupo original de cuatro niños, aunque tengan ahora entre 9 y 13 años, se enteran
muy bien de cómo se juega: se conocen, saben qué esperar de las aventuras y, en
general, se lo pasan bien y se compenetran entre sí. Y cuando ha entrado alguien nuevo
a jugar, lo han acogido sin problemas (después de todo, son otros amigos o familiares
suyos) pero he sido testigo de algo muy curioso: un niño que no se enteraba en absoluto
de lo que estaba pasando. Le dimos un personaje, le dijimos que preguntara lo que no
entendiera, se puso a jugar con nosotros... y a los cuarenta minutos de partida nos
preguntó "¿cuándo vamos a empezar a jugar?" y todos le respondimos "llevamos un
buen rato jugando" y se nos quedó mirando sorprendido. No pillaba el concepto de jugar
sin un tablero y simplemente todos sentados, hablando. Os juro que es la primera vez
que me pasa; otras veces he jugado con gente para los que el rol es algo nuevo y a
algunos les ha gustado más y a otros menos... pero aún no había encontrado a nadie
que no entendiera qué coño estábamos haciendo xD.
Sin duda alguna, Magissa ha sido una gran compra a la que le he sacado ya mucho
partido. Pero lo más importante no es que lo haya "amortizado", sino que se ha
convertido en el juego especial que utilizo con mis hijos y espero que para ellos se
convierta en el futuro en un buen recuerdo de su relación con su padre ;). Para mí ya es
suficiente recompensa la respuesta que me dio mi hija un día que le pregunté si no le
gustaría jugar a un juego de mesa de fantasía en lugar de a Magissa: "no, papá, yo es
que prefiero jugar a Magissa que es sin tablero ni fichas, solo de imaginar"
Saludetes,
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23 comentarios:
En fin, aquí sigo, y espero que sigamos en contacto. Estemos aquí o allá, creo que en estos
tiempos, con algo de voluntad (y nuestros chismes electrónicos, ya no estamos tan lejos.
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Por supuesto, creo que a todos nos encanta ver que la gente juega a nuestros
juegos. Yo cada vez que veo una reseña o, aún mejor, una crónica de una partida
de las aventuras que he escrito, me derrito de gusto xD.
Hexplora le vendría muy bien a este juego, aunque éste ya tenga un sistema de
viajes que oye, funciona muy bien. Pero que consta que Hexplora es creación del
gran Jordi Morera, no mía ;).
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Con Magissa efectivamente esperaré un poco, pero ya lo tengo ahí preparado. De hecho,
tengo 39 y juego a rol desde los 13 aprox. Ahora me ha entrado la midlife crisis y me ha dado
por recuperar todos los manuales de rol que se me ponen a tiro. Además, se da la
circunstancia de que he abierto un Aula de Juegos en el colegio donde trabajo, de manera
que como no puedo jugar apenas con los amigos de siempre, me dedico a formar nuevas
generaciones en esto del rol y de los juegos de mesa. Saludos afectuosos.
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Los 39 son una edad típica para tener la crisis de la mediana edad, lo sé por
experiencia ;). Yo empecé a jugar a los 14 y salvo una pequeña etapa de un par de
años o cuatro... siempre he jugado al rol. Me ha acompañado toda la vida y no creo
que deje de hacerlo nunca ;).
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Por ejemplo, en las últimas aventuras que hemos jugado hubo una ocasión en la
que los personajes se enfrentaron a un grupo de hombres rana en un pantano.
Algunos de ellos sufrieron heridas y, antes de seguir hasta el cubil del resto de
hombres rana, se sentaron en un lugar seco, se vendaron las heridas y
descansaron un rato. Y después, seguimos la aventura.
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Datos personales
Carlos de la Cruz
Cuarentón, casado y con tres hijos. Algunos dirían que mis días de frikismo han terminado,
pero yo me resisto lo que puedo.
¡Arriba lo friki!
Correo: cruzmorales (en) gmail
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