Lopez Ensayo Sobre Wesley
Lopez Ensayo Sobre Wesley
Lopez Ensayo Sobre Wesley
16 de diciembre de 2012
López Martínez Seminario Reformado John Knox, Cuba
Índice
1. Introducción 2
5. Conclusiones 9
1. Introducción
Si alguien dice “Ese hombre es arminiano”, el efecto que producen estas palabras
en quienes lo escuchan es el mismo que si se les hubiera dicho “Ese perro está
rabioso”. Sienten pánico y huyen de él a toda velocidad, y no se detendrán a
menos que sea para arrojarle piedras al temible y peligroso animal.[1, Wesley]1
actuales[10].
Ref: [8] Romanos 5:6, Romanos 7:18, Romanos 8:7; Colosenses 1:21; [9] Gé-
nesis 6:5, Génesis 8:21; Romanos 3:10-12; [10] Santiago 1:14, 15; Efesios 2:2,
3; Mateo 15:19.
Podemos notar que la posición reformada sobre el estado del hombre, al estar
apegada a las Escrituras, es sumamente radical y concluyente. La doctrina
de la depravación total nos dice que el hombre natural está opuesto a todo
bien. Por naturaleza el hombre pecador no escoge a Dios porque su propia
naturaleza se lo impide. Su “materia innata” está hecha de aborrecimiento a
Dios.
La primera consecuencia del estado depravado del hombre es la imposibilidad
de buscar la salvación en Dios, pues no reconoce su estado, así que desprecia
el señorío de Dios. Esta es la razón por la que el hombre debe ser regenerado
antes de aceptar la salvación.
Como podemos apreciar en la figura 1, esta situación pecaminosa es común
a todo ser humano, pues ha sido imputada a todos de forma soberana por
Dios. Esta imputación de pecado –o pecado original– es la causa primaria de
que todos estemos incapacitados de realizar algún bien; de ese hecho además
proceden todas las transgresiones y como consecuencia coloca al género hu-
mano en una situación bajo la justa ira y castigo de Dios.
Sobre la incapacidad del hombre de realizar buenas obras –entiéndase obras
agradables a Dios– nos habla el capítulo 16 de la CFW. En ese capítulo se
afirma lo siguiente:
1. Buenas obras son solamente las que Dios ha ordenado en
su santa Palabra[1], y no las que, sin ninguna autoridad para ello,
respuesta Wesleyana indirecta será que uno es mejor que el otro, pues al fin
y al cabo quien “aceptó” a Cristo lo hizo a causa de que “decidió” dejar-
se llevar por la gracia previniente mientras que el otro se negó. El mismo
Wesley estaría en desacuerdo con esta afirmación, pero es inevitable. Bajo
el esquema Wesleyano arminiano, siempre que un hombre muere cristiano,
en algún momento de su vida sin Cristo, decidió, por voluntad propia y en
nada diferente al resto de las personas, por Cristo; este hecho lo hace mejor
que aquel que muere inconverso, pues este último “decidió”, por el mismo
mecanismo que empleó el primero, no escuchar la voz de Dios en la gracia
previniente. Al final puede concluirse que quienes somos cristianos lo somos
en gran medida porque usamos nuestras características buenas que otros no
usaron, por tanto antes de conocer a Cristo, efectivamente éramos mejores
que aquellos que nunca lo aceptarán. ¿O bien más inteligentes?
5. Conclusiones
El trabajo no pretende ser una obra exhaustiva de la teología Wesleyana,
ni mucho menos demostrar todos sus puntos erróneos. Como cristianos refor-
mados estamos seguros en nuestra salvación, y tenemos la evidencia de los
frutos en nuestras vidas. El gran predicador inglés fue sin duda un hombre
que Dios usó de manera extraordinaria, sin embargo estamos en desacuerdo
con mucha de su teología. Nos corresponde pues apropiarnos de los aspectos
bíblicos de su vida y ministerio, y recordar, basado en sus errores doctrinales,
que la salvación es sólo por gracia, y sólo por gracia nos mantenemos en pie.
Referencias
[1] Charles Wesley. Obras de Wesley. Wesley Heritage Foundation, Inc.,
1996. Obras de Wesley en 14 tomos.