SISIG Unidad2 PDF
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Cuando las compañías deciden incorporar soluciones tecnológicas, deben tener en cuenta
muchos aspectos para resguardar su inversión y asegurarse que la opción escogida de ese
software ERP responderá a la demanda puntual de la empresa. La búsqueda de la solución
adecuada para el perfil de la compañía debe mejorar la organización de los procesos, así
como aportar estructura y metodología de trabajo.
Es ahí donde los sistemas ERP son los que mejor se posicionan para darle fluidez a los
procedimientos y facilitar la toma de decisiones. Pero ¿cómo saber cuándo es el momento
indicado para invertir? ¿De qué depende?
Cuando una compañía toma la decisión de invertir en una solución ERP, debe tener en cuenta
que el requisito básico no solo es el presupuesto con el que cuenta, sino también la
disponibilidad de recursos humanos capacitados y un estado de flexibilidad para revisar la
forma en que se resuelven los procesos, ya que luego de la implementación, los mismos se
modificarán notablemente.
El punto más importante es analizar cuáles son las áreas de la compañía que más demandan
un cambio en los procesos. Aquí se deben evaluar las necesidades a satisfacer planteadas
por cada departamento, y si verdaderamente coinciden con la solución que ofrece el
proveedor del sistema. De esta manera, se puede medir el impacto sobre cada área, sea si
responde a un requerimiento nacido de ella, sea si se le impone una nueva estructura de los
procesos, respecto de la cual se pueden presentar algunas reticencias.
Los ERP están creados para adaptarse a la idiosincrasia de cada empresa. Esto se logra por
medio de la configuración o parametrización de los procesos de acuerdo con las salidas que
se necesiten de cada uno. Por ejemplo, para controlar inventarios, es posible que una
empresa necesite manejar la partición de lotes pero otra empresa no. Los ERP más
avanzados suelen incorporar herramientas de programación de 4ª Generación para el
desarrollo rápido de nuevos procesos. La parametrización es el valor añadido fundamental
que debe contar cualquier ERP para adaptarlo a las necesidades concretas de cada empresa.
Los sistemas de gestión integrados tienen unas características específicas que los hacen
únicos, teniendo como base todos ellos el compromiso total por parte de la organización para
que estos procesos ayuden a garantizar el éxito de la gestión empresarial. Para poner en
marcha este tipo de sistemas estos deben ser completamente innovadores y no pueden
estancarse, por lo que tendrán que estar en un proceso de mejora continua, así como
actualizarse cada cierto tiempo.
No debemos caer en el error de pensar que los sistemas de gestión integrados son soluciones
correctivas, puesto que precisamente se crean este tipo de procesos para prevenir
problemas o riesgos que puedan ir surgiendo a corto, medio o largo plazo. Aunque
tengamos claro dónde ha aparecido el problema siempre debemos tener en cuenta que el
proceso de producción de una empresa conlleva un gran número de operaciones. Por tanto,
los sistemas de gestión integrados deben abarcar soluciones en todos estos aspectos y no
centrarse en uno concreto. Controlar la totalidad del ciclo de vida de un producto es
fundamental en estos casos.
Tampoco podemos olvidar comentar que de nada sirve que pongamos en marcha este tipo de
sistemas si todas las partes que se encuentran dentro de la organización no están integradas.
Todos los trabajadores y todos los procesos que formen parte de una empresa deben
introducirse dentro de estos sistemas para que tengan efectividad y se llegue al éxito de una
forma rápida y sencilla. Dentro de este contexto también es muy importante la formación por
parte de los empleados de una compañía, puesto que es fundamental adquirir los
conocimientos necesarios para poder poner en práctica los sistemas de gestión integrados.
Desgraciadamente, un gran número de compañías del sector TI presta escasa atención a las
reglas y a los métodos utilizados para diseñar una buena interfaz de usuario. “¡Lo único que
importa, es que funcione la aplicación!” parece ser su lema, sin tener en consideración la gran
cantidad de inconvenientes y dificultades que esta filosofía conlleva para el usuario final.
Cuando una aplicación visual obliga a mirar el manual constantemente, sin duda es un
indicador de necesidad de mejora. Del mismo modo, esta necesidad de realizar constantes
consultas de ayuda son una muestra clara de una falta de flexibilidad en el software, a la vez
que son una causa importante de falta de productividad, al requerir una mayor concentración
en el trabajo realizado.
Consistencia. Con una buena interfaz de usuario, se debe requerir la misma secuencia
de acciones en situaciones similares. Del mismo modo, se debe usar la misma
terminología en cuadros de diálogo, menús y ventanas.
Rapidez. Se debe procurar que usuarios frecuentes puedan usar atajos, para aumentar
el ritmo de interacción. Combinaciones de teclas, accesos directos, comandos ocultos,
etc., son de mucha ayuda para un usuario experto.
Estética. Una interfaz atractiva hace que el uso de la interfaz sea más agradable y
aumente la satisfacción del usuario final.
Revocación de acciones. Una buena interfaz no debe castigar al usuario por los errores
que comete, sino que debe ofrecerles la posibilidad de ponerles remedio. Al permitir
fácil anulación de acciones, por ejemplo mediante un botón de “deshacer”, el usuario
se relaja y tiende más a explorar otras opciones del programa.
Aparte de estas reglas de oro para el diseño de una interfaz de usuario flexible y amigable, es
conveniente seguir unas simples pautas más. Por ejemplo, ofrecer la posibilidad de insertar
datos mediante cajas y menús desplegables, en vez de tener que escribir cada término,
facilita y agiliza enormemente cualquier tarea. También contribuye a que el manejo del
programa sea más intuitivo cuando el software venga provisto de cuadros de diálogo
emergentes que guíen al usuario por los pasos a realizar para cada tarea. Incluso una
elección cuidadosa de iconos y otro tipo de imágenes puede convertir una empinada curva de
aprendizaje en una pendiente breve y suave.
En este sentido, también aspectos más triviales como la ortografía y la gramática merecen la
atención del desarrollador. Al fin y al cabo, instrucciones mal-formuladas pueden impedir o
perjudicar ciertas tareas o acciones del sistema, y siempre reflejan una imagen pésima, tanto
de los desarrolladores de la aplicación como de la propia compañía fabricante.
Los sistemas ERP (Enterprise Resources Planning) recopilan y organizan los datos de
todos los niveles de la empresa. Esto significa datos de pedidos, clientes, producción,
transporte y más. Con el fin que el ERP llegue a todos los niveles de la organización, debe
estar integrado con otros sistemas.
Aunque un ERP puede contar con funcionalidades para gestionar las áreas de una empresa,
existen aplicaciones que pueden automatizar el proceso de facturación para mejorar la
productividad del departamento de contabilidad, especialmente si el volumen de facturación
es grande. Esta aplicación se ha convertido en la favorita por ser la más flexible y con la que
más distintos ERP puede integrarse.
El CRM es el software que recoge datos de clientes, historial de compras, participación en las
campañas, servicios de atención y otras aplicaciones. La guía de integración ERP-CRM
permite contar con una visión completa del cliente incluyendo sus contratos, comportamiento
de compras e historial de pagos. Una de las principales ventajas de esta guía de integración
es la concentración en las estrategias de marketing y ventas basadas en un análisis más
profundo del contexto, intereses y comportamiento del cliente.
La integración ERP-PLM permite acceso a datos críticos tales como costos de producción,
de desarrollo, amortización de matrices. Es decir que brinda a los fabricantes información de
todas las etapas de producción.
Los sistemas de BPM tienen como meta reducir los errores humanos y de comunicación. La
guía de integración ERP-BPM mejora la gestión de flujos de trabajo, el desempeño de la
organización y los indicadores claves de desempeño (KPI – Key Performance Indicators).
Uno de los objetivos principales para utilizar un sistema de gestión (ERP) en nuestra empresa
es obviamente el de gestionar la gran cantidad de datos que se van generando día a día. Es
imposible gestionarla de forma ya no eficiente sino eficaz, con herramientas que no están
adecuadas a la dimensión de datos que debemos manejar como ocurre con hojas de cálculo,
o bien disponer nuestros documentos simplemente en ficheros distribuidos en carpetas. La
situación actual en la que se mueven los negocios demanda agilidad y rapidez en la
introducción y recuperación de datos y la posibilidad de cruzar esta información para obtener
nuevas informaciones que nos ayuden en nuestra toma de decisiones.
Estructura básica
Existen muchas aproximaciones distintas para describir cómo se compone un sistema ERP.
Una de las más comunes, consiste en analizar el ERP siguiendo las diferentes capas que lo
componen.
Infraestructura hardware viene determinada por los requisitos mínimos del fabricante
del ERP y por las funcionalidades y utilidad que dará la empresa al programa. Es una
de las estructuras que se deben planificar con más cuidado, ya que depende mucho
del funcionamiento de la aplicación.
Infraestructura software es absolutamente dependiente de la capa anterior. Una vez
se han implantado las máquinas y comunicaciones, se tiene que estudiar qué software
se escogerá.
La base de datos variará dependiendo del volumen que se desee almacenar. Suele
ser común que en el momento de seleccionar el software que se desea integrar,
puedas escoger la base de datos que mejor se ajuste a las necesidades.
La aplicación es el corazón del sistema, ya que refleja los procesos internos de la
empresa. El fabricante adapta las necesidades y funcionalidades que la empresa
necesita en el momento de implantar la aplicación. Integra los módulos de la empresa
desde donde después se gestionará la información. Entre ellos encontramos: Gestión
financiera, ventas y compras, fabricación o recursos humanos entre otros.
La interfaz, es la encargada de conectar los componentes anteriores y permitir así a
los usuarios trabajar con la aplicación.
FUENTES DE INFORMACIÓN