Oración para Sanar La Tristeza
Oración para Sanar La Tristeza
Oración para Sanar La Tristeza
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera a Dios,
porque aún le he alabar. ¡Él es la salvación de mi ser!” (Salmo 42, 3)
“Señor Jesús, tú conoces mi tristeza que ahoga mi corazón y sabes el origen de
ella. Hoy me presento ante ti y te pido, Señor, que me ayudes, pues ya no puedo
seguir así.
Sé que tú me llamas a vivir en paz, con serenidad, gozo y alegría, incluso en
medio de las dificultades cotidianas. Por eso hoy te pido que pongas tus
benditas manos en las llagas de mi psiquis que me hacen tan sensible a los
problemas y me liberes de la tendencia a la tristeza y a la melancolía que anida
en mí.
Hoy te pido que tu gracia vaya restaurando mi historia, a fin de no vivir
esclavizado por el recuerdo amargo de los acontecimientos dolorosos del
pasado. Como ellos han pasado, ya no existen, te entrego lo que pasé y lo que
pasaron las personas amadas; lo vivido y lo sufrido por nosotros.
Quiero perdonarme y perdonar, a fin de que tu gozo comience a fluir en mí.
Te entrego las tristezas unidas a las preocupaciones o a los temores del
mañana. Ese mañana tampoco ha llegado, por lo tanto sólo existe en mi
imaginación. Sólo hoy debo vivir y sólo hoy debo caminar en tu alegría.
Aumenta mi confianza en ti, para que aumente en mi alma el regocijo. Tú eres
Dios y Señor de la historia y de la vida, de nuestras vidas. Por eso toma mi
existencia y la de las personas amadas, con todos nuestros quebrantos, con
todas nuestras necesidades y que con la ayuda de tu poderoso amor se
desarrolle en nosotros la virtud de la alegría. Amén”.
Etiquetas: Sanación
Plegaria de Liberación
Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la
ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados
del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.
De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos:
Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María
concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor.
¡Amén!