RES Amelia Musacchio de Zan
RES Amelia Musacchio de Zan
RES Amelia Musacchio de Zan
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Conferencia pronunciada el 5 de mayo de 2010 en ocasión de ser incorporada como miembro de Numero a la
Academia del Plata.
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sociólogos más profundos en el estudio de la conducta humana de la vida
íntima o de relación.
Otros ejemplos Federico Nietzsche (3) (4) en sus obras “Más allá del bien y del
Mal” y “Genealogía de la moral”
Max Scheler (5) en “El Resentimiento en la moral”, Gregorio Marañón (6)
MODOS DE PRESENTACION
El resentimiento se presenta, por sus expresiones, en dos planos. Uno que es
obvio y manifiesto, y otro que esta enmascarado, disfrazado por otra
patología.
En el resentimiento clínicamente manifiesto la persona misma lo está
mostrando al observador mediante frases, gestos, actitudes corporales, o
razonamientos que pueden ser percibidos como lógicos y lúcidos, basados en
un mínimo núcleo de realidad del cual dependen, pero cuya reacción está
notablemente amplificada. Cuando prima la pasión, y el núcleo ya enquistado
del resentimiento se halla estimulado, ese apasionamiento es peculiar, y tiñe su
decir, su actuar, con actitudes reivindicatorias judiciales o vengativas.
Esta patología desembozada, manifiesta, tiene su máxima expresión en los
delirios paranoicos crónicos y en los delirios pasionales.
La psiquiatría clásica (11) (12) ha descrito los rasgos de reivindicación en los
delirios paranoicos crónicos o paranoia de Kraepelin y la escuela alemana, o
interpretativos de la escuela francesa (Serieux y Capgras y otros) y los delirios
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pasionales descritos sobre todo por Clerambault Algunos delirios tienen un
núcleo mas afectivo; otros, mas ideativo.
Levy-Valensi, Dide, Guiraud, Henri Ey, Brissaud, han descrito el orgullo, la
vanidad herida, la megalomanía, la susceptibilidad exagerada de estos
reivindicadores de derechos y de amor.
Y han citado la hipertrofia de ese yo, que, frente a alguna presunta injusticia o
hecho que los pudiera perjudicar, estallan en una sistematización apasionada y
pueden llevar su odio y su venganza a límites extremos y criminosos. El
paciente Lucich estudiado por el Profesor Alberto Bonhour (13) en su trabajo
sobre “Delirantes Homicidas y los atentados contra la vida de Médicos
Argentinos” entre nosotros, el caso Manson en Estados Unidos y tantos otros
más actuales.
Hay personas con otras patologías que sin llegar al cuadro psicótico en si,
tienen rasgos prevalentes en los que hace eclosión la ira y un deseo de
venganza contra instituciones o grupos o personas a las que se tiñe de una
mala intención solo por el hecho de no coincidir con los mandatos o
expectativas previamente imaginadas.
Por eso el Resentimiento que encontramos con más frecuencia en nuestra
tarea clínica es el encubierto o enmascarado.
Suele estar disimulado detrás de otras variadas patologías: psiconeurosis o
trastornos de adaptación, psicopatías, personalidades borderline, trastornos de
la esfera yoica o sexual y otras.
Solo se pone de manifiesto, a veces, cuando en el curso de la vida alguien o
algo provoca que ese núcleo resentido saque a la luz sus elementos propios
que representan malos pensamientos de rencor y reivindicación.
Cuántas veces hemos visto en el consultorio y en la vida de relación, que hay
personas que cuando podrían reconciliarse, alguna de ellas recuerda un viejo
agravio, lo re-siente y actúa con un rencor llamativo como si el antiguo suceso
fuera realmente actual. Esto, sin duda representa una dificultad terapéutica,
cuando se dirige contra la acción curativa del médico
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ORIGEN DEL RESENTIMIENTO
Hay que recordar que una situación patógena depende del contenido y de la
intensidad del hecho traumático; de la fuerza del Yo para resistirlo (resiliencia);
la capacidad de afrontamiento (o coping skills), del momento vital en que
acontece y de las experiencias anteriores, acompañantes o posteriores que
corrijan o que reafirmen el daño recibido.
También incide que el hecho de que una situación sea traumática o no para
una persona, depende de sus disposiciones innatas, biológicas, de su
organización yoica precoz.
Los niños nacen con una tendencia innata al crecimiento y al desarrollo físico y
psicológico. Estas tendencias están inscritas en el material genético individual o
genoma, y son transmisibles de padres a hijos. Pero para que se puedan
expresar, es necesario un entorno favorable, que provea los cuidados y los
estímulos necesarios para que estas tendencias se actúen.
Estas necesidades de un niño están habitualmente a cargo de la madre. En
ausencia de la madre, la persona que asiste al niño es el llamado “cuidador
primario”.
La díada madre–hijo,madre-bebe, estudiada por pediatras, médicos
psiquiatras, psicólogos y cuidadores, es una relación muy particular que tiene
que ver con el tacto, la mirada, la mirada mutua, el acunar, el modo de
alimentar, el afecto con el que se trata al bebe, la manera como se reciben las
expresiones afectivas o físicas del mismo, la calidez de la relación.
Habría que recordar que en esta etapa, peculiar y vulnerable, las vivencias
traumáticas son más patógenas cuando son sufridas pasivamente, sin la
capacidad de descarga adecuada del afecto, que entonces se retiene. En la
vida adulta eso sucede por la imposibilidad de reaccionar frente a los ataques
que impiden por ejemplo, la discusión civilizada de un problema pues el simple
disenso puede rápidamente ser transformado en motivo de conflicto.
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ESTRUCTURA DEL RESENTIMIENTO
Damos por supuesto que ni el trauma en sí, ni la cantidad ni la calidad del
mismo dan aun una explicación acabada de este fenómeno, veríamos entonces
como necesario estudiar:
Las experiencias afectivas primarias.
Los sentimientos de inferioridad y de injusticia sufridos.
La proyección en otros de aspectos del yo identificados con las personas que
han hecho daño.
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La identificación con personas real o presuntamente ofensivas.
Por esta maniobra que estructura a la patología, de cualquier modo que sean
las personas reales, el resentido va a vivirlas, con una ofuscación reiterativa,
como poseyendo las cualidades de las primitivas personas frustradoras.
Porque si no son malas, él las crea malas, así su falsa justicia ve libre el
camino a la venganza.
Ha sido descrito en trabajos sobre acosadores, mobbing , la inacabable ira y
malos tratos que estas personalidades patológicas derraman sobre algunas
personas, por más que ni las acciones de estas, ni sus pensamientos ni las
repetidas ofertas de aclarar alguna situación, ni la solidaridad demostrada pese
a sus ataques, pueda frenar la necesidad de destruir al otro.
La venganza (que equivoca su blanco) puede oscilar, como puede observarse,
entre simples comentarios cáusticos, oleadas de calumnias, búsqueda de
grupos amigos para unirse contra el blanco elegido, comportamientos
agresivos hacia la fama y el prestigio del otro.
Los conductas criminosas pueden llegar a ser una realidad delictiva, como se
ha visto en los delirantes, fronterizos y psicópatas graves.
Kohut (21) ha descrito en 1978 (y ya lo habíamos visto en la clínica) la llamada
“Furia narcisista”. La furia narcisista es una reacción más que exagerada a
algún ataque casual o no, a su persona, o ideas o aspecto. Es decir a su
autoestima. Entre gritos o ataques de rabia, o rotura de objetos, o el destilar
una mirada elaborada que significa odio vengativo o desprecio (a algunos les
llega a causar temor) o que pretende que el otro reconozca que ha hecho algo
malo. O un silencio y apartamiento congelado que es una mas que reconocible
venganza.
Más de una vez estas personas me han hecho recordar a un pasaje de la
novela “La Amortajada” de la fina escritora chilena María Luisa Bombal (22). En
la novela describe que una mujer ha muerto. Y figuradamente, desde su ataúd,
ve inclinarse sobre ella a su marido, un hombre malvado, quien ahora llora con
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gran remordimiento. La “amortajada” siente que su odio se retrae, empieza a
conmoverse, pero al percibir esto, desea incorporarse gimiendo: “:
Devuélvanme, devuélvanme mi odio!....”
Las descripciones que en sus autobiografías han hecho algunos autores y
muchos pacientes sobre sus madres o padres, vistas éstas con la necesaria
relatividad que merece un juicio catatímico, cuentan de los temibles ambientes
familiares, con madres narcisistas y siempre ofendidas, padres golpeadores o
indiferentes, también capaces de episodios de furia narcisista jamás
justificadas. Esta disfunción familiar, más común de lo que parece. Hace
humillar a los hijos, que silencian su realidad ambiental por la vergüenza de
pertenecer a un entorno tan patológico; y que además también explotan a
veces en una ira vengativa contra otros.
El problema es que las personas que se educan en estos ambientes pueden
copiar o identificarse con esos rasgos patológicos. Es decir se transforman en
aquello que rechazaron. Otra salida que algunas de estas víctimas
desarrollan, es idealizar a los padres, Los transforman en extraordinarios
atribuyéndoles virtudes que no tienen. Pero esta maniobra inconciente
compensa la sensación de vacío agrandando imaginariamente no solo a sus
padres sino a ellos mismos, por la anhelada satisfacción de compartir
condiciones tan positivas y notables, De todas maneras, estas compensaciones
no duran demasiado; .son más bien prótesis transitorias que verdaderos
cambios.
La Familia
Los psiquiatras hemos tenido que padecer hace un tiempo los ataques a la
familia pregonados por Cooper, líder de la antipsiquiatría quien nos informa en
su libro “La Muerte de la Familia”: “Es fatuo hablar de la muerte de Dios o de
la muerte del hombre mientras no podamos contemplar de frente la muerte de
la familia, ese sistema que asume como obligación social la de filtrar
oscuramente la mayor parte de nuestra experiencia y vaciar nuestros actos de
toda espontaneidad generosa y genuina”… “Criar a un niño es en la práctica
equivalente a hundir a una persona. Del mismo modo, educar a alguien es
conducirlo fuera y lejos de sí mismo”.
Sobre los inadvertidos, estos conceptos pueden ejercer cierta seducción por lo
contestatarios, pero su íntima falacia queda en descubierto cuando el propio
autor, más adelante, nos confiesa que…”mientras escribía el final de este libro
contra la familia atravesé una profunda crisis espiritual y corporal… los que me
acompañaron y atendieron con inmensa solicitud y dedicación durante la peor
parte de esta crisis fueron mi hermano, mi cuñada y sus pequeñas hijas”
Aunque se la niegue, y actualmente esto se cumple de múltiples maneras, a la
familia se la necesita, o se la recrea de un modo u otro.
Así que en la medida en que nuestros pacientes puedan gozar de una familia
relativamente equilibrada menos motivos de resentimiento van a tener.
Por otra parte hay personas que podrían resentirse pero no viven esa triste
experiencia proyectiva del ver a los otros siempre como malos y dignos de
castigo
La Psicoterapia.
Recordamos que todos los procesos mentales derivan de operaciones del
cerebro. Kandel (23) muestra que
-La mente es un rango de funciones llevadas a cabo por el cerebro
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Los genes y sus productos proteicos son determinantes importantes de los
patrones de interconexión entre las neuronas y los detalles de su
funcionamiento,
La alteración de los genes no explica por sí misma todas las variaciones de una
enfermedad mental mayor. Factores sociales ejercen acciones modificatorias.
Las alteraciones de la expresión genética inducidas por el aprendizaje dan
lugar a cambios en los patrones de conexión neuronal.
La psicoterapia puede ser efectiva y produce cambios duraderos en la
conducta. Es a través del aprendizaje, que provoca cambios en la expresión
genética, que alteran la fuerza de las conexiones sinápticas y cambios
estructurales que alteran los patrones anatómicos de interconexión entre las
células nerviosas del cerebro (Kandel,1998)
La psicoterapia, vista desde este sustrato, deberá en los pacientes resentidos
estimular el verse a sí mismos en profundidad para entender el por qué de
semejante enojo crónico.
Fue de veras maltratado? Fueron ciertas personas en su vida realmente
malos? Porque si fue así, debe recurrir a la comprensión y al perdón, dentro de
lo que pueda. Solo así mediante un importante trabajo interior, puede hacer
desaparecer un odio y una culpa patológica.
Si fueron realmente buenos, tendrá que estudiar por qué cambió su historia de
manera tan radical.
Si el ha tomado de los malos ejemplos recibidos sus malos hábitos actuales
deberá darse cuenta que él se ha “disfrazado” de un cuidador malo,
transformándose en un como sí actual, pero donde descarga lo que aún no ha
elaborado.
La psicoterapia, siempre, necesita de la intimidad, la confidencialidad, el
respeto por el paciente. Entrar en sí mismo es difícil, por más que sea la
manera de encontrar su propia verdad, por eso se necesita a veces la
asistencia de alguien idóneo, leal, confiable y reservado.
Velasco Suárez (24) Académico de esta Institución muestra que la acción de la
psicoterapia, tiende a operar una rectificación, tanto de la vida afectiva como
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de la cognoscitiva en el sentido de un acatamiento cada vez más perfecto al
orden objetivo de las cosas,
Los fantasmas, las imágenes, las palabras y los conceptos tienen que ser
devueltos a su función representativa de lo real. Las emociones y los
sentimientos, a una correspondencia lo más ajustada posible a ese orden
objetivo.
Y el psicoterapeuta – dice - es el “guardián de la cordura” debe velar para que
el paciente afiance de manera cada vez más profunda la racionalidad de su
corazón y la cordialidad de su razón.
Ayuda así a transformar su “desordre de coeur” en un “ordre de coeur”, de
acuerdo con Landsberg en que “el corazón está conformado al orden del
mundo y no el mundo conformado al capricho del corazón”
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Cuatro ejemplos de personas que ignoraron o superaron el resentimiento.
Henri Baruk
Fino Psiquiatra francés .Director de Charenton.
perseguido por su origen judío, por nazis y personal
del Hospital. Pudo ir revirtiendo esa situación con tiempo,
paciencia y energía. Los enfermos, antes desmoralizados
luego decían: “Ahora hay una justicia justa”
Baruk creyó y propuso el Tsedek, “La justicia-caridad”
Obispo de Vietnam.
Cuando asesinan y ejecutan a sus parientes, hecho que
comenzó la destrucción de su familia, Thuan prefirió
cambiar la ira por el amor. En 1975 fue detenido y
encerrado en una cárcel bajo vigilancia y aislamiento. Su
ejemplo ablandó el corazón de sus captores después de
muchos años. El, hablando luego de ellos, los llamo
“mis captores, mis amigos”.
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Dr. Oscar Elías Biscet
Dr Elías Biscet: Joven Medico cubano
Especialista en medicina interna en los
años ochenta se manifiesta contra el
régimen dictatorial cubano, es puesto
en prisión y torturado. En 2003 fue
condenado a prisión.
Declaró su opción por la no violencia
y amar a sus enemigos
Irena Sendler
Humilde mujer polaca. Cuando el Ghetto de
Varsovia, Irena capta los peligros que se cernían
sobre las personas allí encerradas. Decide ir
retirando a los niños ocultos en una canasta que
solía llevar sin despertar sospechas en los guardias
nazis. Cuando descubrieron su acción la detuvieron y
la torturaron.
Al terminar la guerra ella buscó lo que había
enterrado debajo de un árbol: eran los nombres,
direcciones y datos de los niños rescatados, que
había guardado en pequeños recipientes de vidrio.
“El amor vencía al odio”.
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Bibliografía
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