El Perfil de Un Pastor (Efrain Sierra)
El Perfil de Un Pastor (Efrain Sierra)
El Perfil de Un Pastor (Efrain Sierra)
INTRODUCCIÓN
Es notorio encontrar en las cartas pastorales el término “Obispo” del Griego clásico
episkopoi (que significa vigilante, inspector o superintendente) el cual Pablo usa para
referirse a los pastores que supervisaban ciertas áreas de trabajo y este oficio
necesitaba la clase de personas adecuadas para ocuparlo.
Otro requisito es tener buen testimonio de los de afuera. Pablo conoce el peligro de
nombrar oficiales a los cuales los creyentes no respetarán. Se ha hecho mucho daño
por aquellos cuyo vivir inconsistente ha sido observado y criticado por el mundo
incrédulo. Pero ¿qué significa la trampa del diablo? Parece mejor comprenderlo como
la trampa que el diablo tiende a aquellos que viven de acuerdo con su compromiso
cristiano, en vez de la trampa en que el diablo mismo cayó, eso es, el orgullo.
EL MINISTRO COMPETENTE
La sección previa tenía que ver con los que deseaban ser ricos, pero ésta se concentra
en aquellos que ya lo son. Pablo señala dos peligros: la altivez y la dependencia del
dinero. Es demasiado fácil para aquellos que tienen posesiones materiales imaginarse
que el dinero asegurará cualquier cosa, y una verdadera esperanza en Dios queda
fuera. No hay sugerencia aquí de que las riquezas mismas corrompen, o que las
personas no deberían disfrutar lo que Dios les ha dado. Pero el reconocer que todas
las cosas han venido de Dios evitaría los peligros. Las demandas positivas sobre
personas con riquezas son claras: debe haber piedad y generosidad (v 18), cualidades
que normalmente se acompañan la una a la otra. La declaración en el v. 19 es afirmada
en la enseñanza de Jesús en Mateo. 6:20.
Para abordar este tema hay que tener en cuenta las dos clases de ministros que
trabajan en la viña del señor, tal como hay un trigo también hay una cizaña. No se
debe desconocer que Satanás ha introducido encubiertamente sus falsos ministros
como sus agentes, transformándolos en “falsos apóstoles, obreros fraudulentos”. La
Biblia se refiere a esos dirigentes fraudulentos como personas que, estimuladas por
Satanás, parecen que hacen grandes hazañas para Dios, pero en realidad rechazan
la piedad y niegan su poder (2º Ti 3:5). Esas personas se disfrazan como “apóstoles
de Cristo” y de “ministros de justicia” De ese modo imitan a los verdaderos ministros
de Cristo, dándole a su mensaje toda “apariencia de piedad”, aunque demuestren
interés y amor sincero y prediquen perdón, paz, amor y muchos otros mensajes útiles,
con todo viven bajo la influencia de Satanás. El evangelio que predican a menudo se
basa en la razón humana y no en la verdadera interpretación de la revelación de Dios
encontradas en las Escrituras.
El mensaje proclamado por los falsos ministros se desvía de la doctrina apostólica del
NT. Todos los creyentes deben cuidarse de esos ministros y dirigentes engañosos, y
no dejarse arrastrar por su carisma, elocuencia, preparación, obra milagrosa, éxito
numérico, ni mensaje popular.
Estos falsos ministros pueden realizar grandes milagros, tener mucho éxito y multitudes
de prosélitos (Mt 7:21-23; 24:11,24; 2Co 11:13-15). No obstante, esas personas en la
esfera espiritual son descendientes de los falsos profetas del AT y de los fariseos del
NT. Lejos de las multitudes, en su vida privada están llenos y de injusticia" (Mt 23:25),
"huesos de muertos y de toda inmundicia" (23:27).hipocresía e iniquidad" (23:28). Su
vida a puerta cerrada se caracteriza por las malas pasiones, la inmoralidad, el adulterio,
la avaricia y la complacencia egoísta.
Por otra parte gloria sea dada a nuestro Señor Jesucristo que tiene en su mano
derecha a sus verdaderos ministros que trabajan para él por amor verdadero a las
almas entregándose cada día en sacrificio por ellas y absteniéndose de toda
apariencia de vanidad y de maldad, y que viven de acuerdo a los requisitos
mencionados en las cartas pastorales. A ellos mi respeto y que el Señor los mantenga
así siempre firmes en la lid predicando el evangelio del reino sin fluctuar ni cambiar el
mensaje poderoso que se les ha encomendado. Sabemos que el Señor viene pronto,
pero mientras viene es necesario orar para que el Señor levante pastores con un perfil
acorde a su exigencia.
CONCLUSIÓN
Para aquellos que piensan que las exigencias y requisitos mencionados en las cartas
pastorales para un pastor o ministro del evangelio cualquiera sea su cargo o
responsabilidad en la iglesia, hoy día se muestran obsoletas o anticuadas o por otra
parte no dejan de ser simplemente normas y mandamientos de hombres, y se
muestran totalmente ajenos a ellas, no pueden olvidar que pronto aparecerá el
Príncipe de los Pastores para dar y remunerar a cada uno según su obra. De otro lado
si por alguna gracia de Dios lograren entrar en el reino de Dios, debe saber que todos
los ministros comparecerán ante el gran tribunal de Cristo y que muchas obras se
perderán completamente, es decir aquellos que edificaron sobre un fundamento vano
y liviano como heno y hojarasca perderán su recompensa.
Queda a juicio de cada ministro saber y evaluar cómo y sobre que fundamento está
edificando. Se puede decir con toda sinceridad y honestidad que la misma palabra,
doctrina y exigencias que midió a los ministros en tiempo del Apóstol Pablo sigue
midiendo a todo ministro que sirve en la obra del señor. La palabra no pasará de moda,
y por el contrario cada ministro debe esforzarse a ser un pastor competente para llegar
a todos los círculos sociales sin perder el carisma, la sencillez, la humildad, el amor
que debe caracterizar a todo fiel siervo de Dios. Es de recordar que el Señor ha
llamado a cada uno a servir y no a ser servido.
BIBLIOGRAFIA
BIBLIA DE ESTUDIO PENTECOSTAL. DONALD C STAMPS