Marcos 11.12-43
Marcos 11.12-43
Marcos 11.12-43
Introducción
El suceso de la higuera es considerado como uno de los episodios más curiosos y oscuros
del ministerio de Jesús ¿Tiene sentido enojarse en gran manera, y maldecir una mata que no
tiene fruto, en temporada en que no se espera que produzca fruto alguno? Sin embargo, la
intención del pasaje es mostrarnos un símbolo de Juicio de parte de Dios sobre Israel. Esto
responde a la actitud aparentemente ‘necia’ de Jesús. Este pasaje se trata de una profecía de
en claro un acontecimiento que Dios ha querido y puesto en marcha: Su Juicio sobre Israel por
A la mañana siguiente, lunes muy de madruga 1 Jesús salió de Betania rumbo a Jerusalén.
¿Qué vemos en este versículo? Aquí vemos la humillación de Cristo, que hizo en el lugar de
su pueblo y para el bien de su pueblo. Como el apóstol Pablo escribe: “Porque ya conocéis la
1 Al día siguiente (τῇ ἐπαύριον). Mat 21:18 tiene «temprano» (Πρωΐας), lo que frecuentemente denotaba la cuarta
vigilia antes de las seis de la mañana. Era el lunes por la mañana. La Entrada Triunfal había tenido lugar en nuestro
domingo, el primer día de la semana.
miércoles, 17 de julio de 2019
gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para
Como la segundo persona de la Trinidad, Cristo es tan rico como Dios el Padre. Él es el
dueño de todas las cosas y posee todo poder, autoridad, soberanía, gloria, honor y majestad
(cp.Isa 9:6; Miq 5:2; Jua 1:1; Jua 8:58; Jua 10:30; Jua 17:5; Col 1:15-18; Col 2:9; Heb 1:3) Pero
encarnación (cp. Jua 1:14; Rom 1:3; Rom 8:3; Gál 4:4; Col 1:20; 1Ti 3:16; Heb 2:7) Cristo
renunció a sus privilegios divinos (Filipenses 2:5-8) dejó su lugar propio con Dios, adoptó la
humilde posición de un esclavo, y nació como un ser humano cuando apareció en forma de
hombre y murió en una cruz como cualquier criminal para que nosotros fuéramos enriquecidos
con la salvación, el perdón, el gozo, la paz, la gloria, el honor, y la majestad, (cp.1Co 1:4-5;
1Co 3:22; Efe 1:3; 1Pe 1:3-4) y así convertirnos por Sus méritos en coherederos con Cristo
(Romanos 8:17)
¿Que consuelo recibimos los creyentes de todo lo que acabamos de decir? De una forma
hermosa y verás, el autor a los Hebreos deja muy en claro el consuelo que se puede obtener
de lo que la humanidad de Cristo nos revela: “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que
traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no
tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno
que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
“La mayoría de las personas parece pensar que Dios está alejado de la vida y las
preocupaciones humanas. Jesús era el Hijo de Dios, pero su divinidad no evitó que
hizo Jesús para participar de la tentación, pruebas y sufrimiento de los hombres y triunfar sobre
ellos, para que pudiera ser un sumo sacerdote comprensivo y compasivo. Cuando tenemos
necesidades con alguien que nos entienda. Jesús puede compadecerse de nuestras
comprensivo. Tiene una capacidad sin igual para compadecerse de nosotros en cada peligro,
prueba y situación que aparezca en nuestro camino, porque Él ya pasó por todas estas cosas.
antes de su arresto, sudó gotas de sangre. Experimentó toda clase de tentaciones y pruebas,
toda clase de vicisitudes, toda clase de circunstancias a las que alguien pudiera enfrentarse. Y
Usaré una historia para que quede claro en nuestra mente y corazón como Jesús es
nuestro Sumo Sacerdote que nos comprende en todo: Un predicador3 una noche, después de
podía hablar de un Dios compasivo, comprensivo y amoroso. Le dijo aquel hombre: "Si su
esposa hubiera acabado de morir, como la mía, y sus bebés estuvieran llorando por su madre
Pocos días después, la esposa de aquel predicador murió en un accidente de tren…. Después
del servicio, el predicador desconsolado bajó la mirada al rostro silente de su esposa y luego
se volteó hacía los feligreses, dijo: "El otro día, cuando estaba aquí un hombre me dijo que si
mi esposa hubiera acabado de morir y mis hijos estuvieran llorando por su madre, no estaría en
capacidad de decir que Cristo era comprensivo y compasivo, o que era suficiente para todas
las necesidades. Si ese hombre está aquí, quiero decirle que Cristo es suficiente. Mi corazón
está roto, deshecho, pero hay en él una canción que Cristo puso ahí. Quiero decirle a aquella
persona que Jesucristo está hablándome hoy palabras de consuelo". El hombre estaba allí, fue
“Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero
cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.”
Jesús ve a lo lejos una higuera con un follaje frondoso, lo cual se esperaría que en ella
hubiera fruto temprano que crecía junto con las hojas – algunas veces el fruto precedía a las
hojas – Sin embargo, al acercase se da cuenta que eran solo hojas, como W. Hendricksen
escribe: ¡sólo tenía hojas! ¡Prometía mucho pero no daba nada!4 Es verdad ¡No era tiempo de
higos ! Pero Jesús observa que este árbol en particular, que crecía junto al camino y, por esto,
probablemente en un lugar protegido, era algo especial. Tenía bastantes hojas, al parecer
estaba en la plenitud de su follaje y por tanto podría esperarse fruto de él. Pero nada de esto
se encontró.
templo. Aquí hay una unidad, no son narraciones aisladas o sin unidad entre sí. Por tanto, la
narración de la higuera sin fruto nos lleva a pensar en Jeremías 8:13: “Los cortaré del todo,
dice Jehová. No quedarán uvas en la vid, ni higos en la higuera, y se caerá la hoja; y lo que les
Dios, que ha plantado a su pueblo como vid o higuera, espera frutos de él; no halla frutos.
Sino, el rechazo total al Mesías y a Su Palabra. Existía una adoración externa muy admirable,
pero no deja de ser solo eso: algo externo. No había profundidad en su adoración, su corazón
tradición de los hombres pesaba mucho más que la Palabra de Dios, dandole una
interpretación equivocada a la Ley. El hambre de Dios por hallar fruto que mostrará que el reino
rasgar en arrepentimiento sus ropas, y creer en Jesús como el Salvador. Israel es la nación que
se supone reflejaba la gloria de Dios, la nación que las demás voltearían a él y conocer al Dios
verdadero. Sin embargo, eso no sucedió, inclinaron su corazón a los ídolos de las naciones,
amaron más las costumbres de los pueblos paganos, abrazándolas con fuerza, y así
rechazando a Dios y a su Ley. Ni fríos ni calientes, tibios en sus corazones, ya que eran “muy
celosos” de sus costumbres. Esto solamente los convertiría en sepulturas adornadas por fuera
y llenas de inmundicia por dentro. Ellos tenían la Palabra de Dios (Hojas de la higuera) Pero no
había fruto en ellos – hablamos de la praxis – sus vidas no reflejaban que estaban llenas de
“Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus
discípulos.”
Al no hallar fruto en el árbol, Jesús pronuncia un fuerte juicio contra él: “Nunca jamás coma
nadie fruto de ti.” Este milagro es calificado como “milagro de castigo” Encontramos esta
narración entre la entrada triunfal y la purificación del Templo, porque aquí vemos el
sentimiento de rechazo hacia Jesús que había en el corazón del Pueblo. Pero vemos algo
mucho más que el juicio de Dios sobre Israel como nación, el pasaje nos revela a Cristo como
Sin embargo, tenemos que tener en claro que el rechazo a Cristo no es general; entre el
pueblo hay quienes se han arrepentido y creído en él. El apóstol Juan escribe que: “A lo suyo
vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios…” (Juan 1:11-12)
Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. – Una fe sincera y cada vez mayor, hasta que sea capaz de
mover los montes. Una fe en Jesucristo, quien fue hecho carne, y habitó entre nosotros, lleno
miro en esta narración que debía aplicar así misma todas las palabras y acciones de Jesús.
Para ella hay un llamamiento en la enseñanza y ministerio de Jesús, que no puede dejar de
Palabra junto con tener un corazón incrédulo no es lo que Dios pide de la iglesia. Esto equivale
a un desconocimiento espantoso de parte de Dios de todo aquel que así vive el ‘cristianismo’
miércoles, 17 de julio de 2019
Recordemos las Palabras finales del sermón del monte, pronunciado por Jesús: “Por sus
frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así,
todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen
árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto,
es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. Nunca os conocí
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí,
La iglesia primitiva comprendió que el reino de Dios sólo puede darse en un pueblo que
demostrar con sus obras que el Reino de Dios se da en ella. Puedo yo ser un tremendo
predicador, que domina de manera inteligente las doctrinas de la iglesia, pero no vivir lo que
predico. Puedo predicar de manera muy convincente sobre el servicio y el amor a la obra de
Dios, pero ignorar el llamamiento a servir, y buscar cualquier justificación para no hacerlo ¿Qué
soy entonces? Una higuera frondosa sin fruto solamente, que le espera – si no hay