Jean Pierre Falret
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Jean Pierre Falret
FALRET
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ejerce la inteligencia pervertida" (p. 36); el enfermo
interpreta los fragmentos de conversación, los ruidos que
percibe, como un sordo desconfiado. "Hasta aquí, el
desdichado perseguido se mantuvo en el límite de las
sensaciones verdaderas" (p. 37); cierto número de enfermos
permanece en esas interpretaciones e ilusiones delirantes pero
muchos franquean un escalón más.
El tercer período está caracterizado por la alucinación auditiva-
verbal: "la alucinación auditiva no es ni la consecuencia
obligada ni el antecedente necesario del delirio de
persecución, pero es la única compatible con él" (P. 38). La
presencia de las alucinaciones visuales, tan frecuentes en el
delirium tremens, basta para poner en duda el diagnóstico: en
los delirios parciales, la alucinación auditiva excluye la
alucinación de la vista".
Frecuentemente, se agregan a este cuadro "impresiones
nerviosas": alientos interiores, colores secundarios, aumento de
peso, dolores atroces y pasajeros y otros accidentes tan
cambiantes de la histeria" (p. 39).
La descripción de Laségue, que parece haber pasado
inicialmente un poco desapercibida (Falret no la cita en su
introducción de 1864), progresivamente se impondrá.
Como veremos, Morel la retoma y la completa en su gran
Tratado de 1860, Falret hijo la utiliza a menudo, y en 1871,
Legrand de Saulle le18consagra una imponente monografía de
más de 500 páginas . En adelante, la entidad de Laségue
deviene uno de los grandes ejes de estructuración de la
psiquiatría clínica francesa: Magnan hará de él su "Delirio
crónico de evolución sistemática", pilar de la nueva nosología
que espera promover.
Laségue consagra, con iguales intenciones, numerosos trabajos
a las perturbaciones mentales del alcoholismo (alcoholismo
crónico, alcoholismo subagudo, dipsomanía). La más conocida
es su célebre monografía de 1881 sobre el delirium tremens:
"El delirio diabólico no es un delirio, sino un sueño 19 donde,
un poco en contrapunto con su estado de la alucinación del
perseguido, subraya el carácter visual, onírico, escénico
del ????? alcohólico, su aspecto de sueño vivido en el que "el
paso del delirio dormido al ???? despierto se opera sin
transiciones" (p. 90). Consagra igualmente muchos trabajos
a ???? síntomas histéricos, esta dirección le parece el
antecedente necesario de una ????? descripción de conjunto.
Charcot y su escuela, en la misma época, se dedicaban ??? más
éxito a la misma tarea, y finalmente quedará poco de las
ideas de Laségue, ???? su importante descripción de20la
anorexia mental: "Acerca de la anorexia ??? 1837 punto
de partida de todos los trabajos sobre ese problema.
Citemos ???? sus trabajos médico-legales (los
exhibicionistas, el robo de vitrinas) y la nosografía que
escribe
21
en 1877 con Falret hijo sobre "la locura de a dos"
, ??? grando un término que pasó tal cual a las obras de
psiquiatría inglesas y alemanas.
**********
Jules Falret permaneció toda su vida como el fiel
propagador de las ideas de22 su padre Consagra su tesis
(1853) y otros trabajos a la parálisis general,
sosteniendo la teoría monista de Bayle y de Parchappe. Su
discurso de 1860 sobre la clasificación de las
enfermedades mentales23 es la exposición más completa
de las ideas de J.-P. Falret, y ya la hemos citado.
Publica 24también importantes informes sobre la locura
circular y las
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fase tardía de delirio de grandezas. La primera fase y la
segunda fase de Laségue se fusionan, en general, en una sola
fase de incubación y de interpretación delirante, lo que mantiene
tres períodos (a los cuales Magnan agregará un cuarto período
de demencia vesánica). Pero Falret tiene tendencia a dividir el
segundo período en dos: primer término, un segundo período
de sistematización delirante caracterizado por la elaboración del
delirio y por las alucinaciones auditivas; luego un tercero en el
que se manifiesta el desdoblamiento de la personalidad por la
multiplicación de las voces (diálogo permanente, eco del
pensamiento) y en la que aparecen los neologismos. Agregará
después el criterio de la entrada en escena de las alucinaciones
cenestésicas, olfativas y gustativas (delirio de persecución físico
de Kraepelin).
Como veremos, Magnan considera infundada esta distinción:
en particular, el síndrome alucinatorio le parece alcanzar a
menudo de entrada todos los sentidos; en cuanto al resto, se
trataría más bien de fenómenos que preludian la instalación del
delirio de grandezas.
Pero es sobre un punto mucho más esencial donde se sitúa el
aporte principal de Jules Falret: Laségue había, en su enseñanza
oral y sus prácticas, señalado que una parte de los perseguidos,
luego de haber sufrido pasivamente las persecuciones, pasaba a
la defensa activa y atacando directamente a sus enemigos 27
supuestos, se volvían a su vez perseguidores. Desde 1878 , J.
Falret señala que se trata en este caso de dos tipos diferentes de28
enfermos. Su alumno Pottier presentará en 1886, en su tesis ,
el resultado de los trabajos de su maestro:
"1 — Los alienados que sufren delirio de persecución devienen a
menudo perseguidores cuando han personificado su delirio.. . 2 -
conviene admitir dos variedades distintas de alienados
perseguidores: unos, alucinados que siguen la evolución mórbida
del delirio de persecución esencial (tipo Laségue), otros que se
vinculan con las locuras razonantes, no alucinados y que
presentan la mayor parte de los caracteres de los alienados
hereditarios" (op. cit., p. 72).
La descripción clínica de esta nueva variedad clínica, los
perseguidos-perseguidores de Magnan, de la que Sérieux y
Capgras harán, veinte años más tarde, su "delirio de
reivindicación", es la parte original del trabajo de Pottier (p. 28
a 55): la personalidad anterior de esos enfermos, netamente
patológica, es muy diferente de la de los futuros perseguidos de
Laségue, desconfiados y 29 recelosos pero "normales". Siempre
presentaron los estigmas del desequilibrio psíquico, existencia
cambiante e irregular, perversiones sexuales, tendencia a la
mentira y al engaño. Por otra parte, son inteligentes, activos,
poco excitados, "razonadores" (manía razonante) e incluso
prosélitos (delirio muy "contagioso"), orgullosos sin verdadera
megalomanía delirante.
Su delirio es difícil de apreciar porque es verosímil y basado
en hechos reales (no hay alucinación, fabulación delirante ni
interpretación simbólica). "El médico, para pronunciarse, no
puede contentarse con el examen directo del enfermo; está
obligado a consultar su legajo, es decir, a hacer una
investigación retrospectiva que deberá establecer la exactitud o
la falsedad de los hechos afirmados por el enfermo" (p. 32).
Sobre todo son los actos los que los caracterizan. Su estado
mental próximo de la hipomanía los impulsa a "actuar" su
delirio: procesos, amenazas, escándalos, actos violentos y vías
de hecho, graforrea, (cartas, panfletos, apelaciones al público).
Inagotables, de una tenacidad a toda prueba, persiguen sin
tregua a su víctima; internados, saben disimular su delirio y
obtener de las autoridades su salida para recomenzar sus
actuaciones.
La evolución es también característica: el delirio deviene
más complejo, pero no