Fragmentos Mente Jurídica
Fragmentos Mente Jurídica
Fragmentos Mente Jurídica
FORMAS DE EXPRESIÓN
(Editorial Novum)
Escuela Judicial
México, D. F. 2014
1
CAPÍTULO 1
Para resolver problemas propios del campo jurídico y del Derecho, el pensamiento
de los profesionales en ésta área no parte de operaciones lógico-formales.
Incluso tampoco de métodos claramente definidos. El saber de los juristas no es
un saber sistemático en su origen, aunque posteriormente echen mano de
razonamientos formales para expresarlo. El razonar jurídico inicia a partir de
conjeturas que la propia mente de los juristas plantea a modo de hipótesis, con la
sola garantía de la experiencia acumulada a lo largo de los años de vida
profesional, académica y experiencial. Todo el bagaje de conocimientos, aptitudes
y actitudes asimilados por nosotros mismos se integra como un “fondo acumulado
de saber”. A éste bagaje es al que acudimos cuando nos enfrentamos a un
problema jurídico. La mente de los profesionales del Derecho la operamos
mediante lo que los cognotivistas y epistemólogos denominan actualmente
Inconsciente adaptativo.
Se puede decir –en todo caso- que la mente de un experto en Derecho puede
emplear las fórmulas lógicas para expresar de una forma objetiva y coherente su
razonamiento intuitivo. Pero el que se puedan expresar mediante ellas no significa
que se opere a partir de ellas.1 Por esta razón el científico Hans Reichenbach2
consideró importante distinguir el contexto mental del descubrimiento del contexto
mental de la justificación. Es decir, la operación mediante la cual resolvemos un
problema jurídico es distinta de las operaciones de justificación del mismo.
1
Incluso se puede inferir inductivamente que los razonamientos se vinculan a ciertos principios filosóficos o
ideológicos. Pero esto no quiere decir que deductivamente los principios dirijan los razonamientos
operativos mentales. ¿Cómo sería posible explicarlo experimentalmente?
2
Experience and prediction (1938)
2
Efectivamente, no pensamos formulando premisas mayores ni premisas menores,
ni estructurando silogismos o condicionales. Ante los problemas jurídicos nuestra
mente se pone en movimiento espontáneamente explorando posibles soluciones.
Planteando respuestas probables en decenas de direcciones distintas. Pero
ninguna de ellas es gratuita. La mayoría de estas conjeturas son producto de la
experiencia acumulada con el paso del tiempo por los expertos en Derecho.
Experiencia de asuntos llevados, casos estudiados o bien experiencias
transmitidas. El inconsciente adaptativo de la mente jurídica posee una conciencia
práctica del mundo conformada por sus propios productos de experiencia.
3
El razonar jurídico es un complejo conjunto de operaciones mentales. Si
quisiéramos comprender cómo nuestro inconsciente adaptativo inicia el pensar
jurídico, podríamos auxiliarnos de las investigaciones de Julian Jaynes. Este
psicólogo detectó que al resolver problemas nuestra mente lleva a cabo tres
momentos racionales conscientes y un momento racional inconsciente. Éste último
lo lleva a cabo el inconsciente adaptativo.
7
Ibidem, p. 63.
4
Momento del inconsciente adaptativo: Ya que nuestra mente comprendió
conscientemente el problema y los elementos que debe considerar parar
resolverlo, nuestra consciencia se dirige a otros asuntos. Ocasionalmente regresa
a la revisión del problema que debe resolver y de los elementos que debe
considerar para hacerlo. Lo más sorprendente entre todos los procesos que
realiza la mente jurídica es que después de estas dos etapas de conciencia, las
operaciones clave para resolver los problemas, no son ejecutadas de forma
consciente. Nuestra mente jurídica entra en una especie de trance inconsciente,
pero ella no deja de ser racional. Nuestra forma de pensamiento se desplaza, sin
dejar de razonar, de lo consciente a lo no consciente. Pues el hecho de no ser
conscientes de algo, no quiere decir que no estemos razonando un problema.
Manejamos nuestros autos, caminamos, comemos y hacemos un sinnúmero de
actividades mientras conscientemente atendemos otros asuntos y hacemos otras
cosas.8 A la hora de escribir nuestras ideas, la consciencia se encuentra en ellas y
no en cómo las vamos escribiendo. El hombre primitivo razonaba antes de tener
un lenguaje consciente.
8
No deja de ser curioso que exista un ejercicio dentro del budismo Zen que obliga a la gente a ser
conscientes de los actos que suelen realizar inconscientemente. Por ejemplo, el ejercicio dice:
cuando comas, come y no hables de cosas con la gente con la que estas. Cuando te bañes,
concéntrate en bañarte y no pienses en otras cosas.
9
Sobre este momento de generación de conjeturas o hipótesis, David Perkins lo llama incubación
de ideas. Cfr. Perkins, David, La bañera de Arquímedes y otras historias del descubrimiento
científico. El arte del pensamiento Creativo. Paidós, España, 2003, p. 207 y ss.
10
Nieva Fenoll, Jordi, Proceso judicial y neurociencia: Una revisión conceptual del Derecho Procesal, en
Neurociencia y proceso judicial, Taruffo,Michele y Nieva Fenoll, Jordi (dirs.), Marcial Pons, Madrid, 2013,
p.170.
5
Los experimentos de [Benjamin] Libet son bastante sencillos. Cuando
tomamos la decisión de realizar un movimiento simple, por ejemplo
flexionar un dedo, el córtex motor del cerebro envía una señal
eléctrica a los nervios motores implicados en el movimiento. En unos
experimentos anteriores se había descubierto que previamente a ese
proceso se puede detectar ya cierta actividad eléctrica en el cerebro,
cuya función parece ser preparar el movimiento. A esta actividad se le
denomina “potencial de preparación”. 11
Esto lo señalo porque hay algunos autores como Michele Taruffo, Jordi Nieva
Fenoll o Daniel González Lagier, que asumen la idea de que la voluntad se
suprime por el hecho de no ser consciente. Observación atrabancada y sin
fundamento. Tal como lo señala Jaynes, hacemos muchas cosas sin plena
consciencia, pero con plena racionalidad. Por economía psíquica –término
freudiano- no estamos conscientes a cada momento de todo lo que hacemos.
Pero si podemos mantener la racionalidad en todos ellos. Incluso hasta cuando
dormimos.
11
González Lagier, Daniel, ¿La tercera humillación? (sobre neurociencia, Filosofía y libre Albedrío), en
Neurociencia y proceso judicial, Taruffo,Michele y Nieva Fenoll, Jordi (dirs.), Marcial Pons, Madrid, 2013,
p.27.
12
González Lagier, Daniel, ¿La tercera humillación? (sobre neurociencia, Filosofía y libre Albedrío), en
Neurociencia y proceso judicial, Taruffo,Michele y Nieva Fenoll, Jordi (dirs.), Marcial Pons, Madrid, 2013,
pp.27 y 28.
6
los asuntos que llevaba. Incluso, Leibowitz estaba convencido de que muchos
casos “[…] los había ganado en la cama.”13
13
Reynolds, Quentin, Courtroom. In the criminal courtroom with Samuel S. Leibowitz, Lawyer and
Judge., Farrar, Straus and Giroux, Nueva York, 1950, p. 29.
7
La memoria experiencial, de la que hemos hablado, así la combinación de
paradigmas, se articulan bajo ciertas condiciones. Por una parte, dependiendo de
ciertas formas limitadas por los estadios psicogenéticos de los operadores. Por
otra parte, dependiendo de los límites culturales y mediáticos asimilados en el
fenotipo del operador jurídico.14
Nuestra mente (condicionada por su estadio psicogenético y por sus
condicionamientos culturales) articula ciertas estructuras sintácticas que tienen por
objeto transmitir dependencias y relaciones mutuas causales, espaciales,
temporales, condicionales y de contraposición, entre muchas otras. 15 Por eso, la
mente jurídica con sus pensamientos tiende a comparar, separar y unir datos que
recibe, con otros más que tiene asimilados a lo largo de su vida profesional.
Intenta unir elementos presentes con otros anteriores. Un problema jurídico nuevo
con una serie de experiencias acumuladas.
Nuestra mente jurídica busca establecer una relación de datos en orden a sus
formas mentales. Ésta serie de uniones conforma en su interior una reunión de
datos organizados que se convertirán en información. Es decir, se reorganizarán
de tal forma que establecerán, a modo de conjetura, una primera solución para
resolver un problema.
14
Cfr. HERNÁNDEZ FRANCO, Juan Abelardo, Argumentación Jurídica, Oxford University Press, 2010.
15
Cfr. Vigotski, Lev, “Conferencias sobre Psicología”, en Obras Escogidas, Madrid, Visor–Antonio
Machado Libros, 2001, tomo II, p.397.
16
Jerome Bruner las llama “psicología intuitiva” o “psicología popular”. Crf. Bruner, Jerome, Actos
de Significado, Más allá de la Revolución Cognitiva, Madrid, Alianza, 1991, p.53.
17
Ibidem, pp. 43 y 58.
18
Estas ideas tendrán gran influencia en Max Weber, quien conoció a Dilthey desde una muy
temprana edad. Wilhem Dilthey junto con Theodor Mommsen frecuentaban la casa de los Weber
gracias a la amistad que tenían con sus padres.
8
consiguiente, reconstruye continuamente sus estructuras.19 Establece nuevas
categorías a partir de las cuales puede resignificar el mundo experimentado.20 La
inteligencia jurídica consiste en recategorizar la mente para comprender nuevas
situaciones legales y jurídicas. El estímulo externo o nueva conducta es asimilada
o integrada a las anteriores. Dependiendo de los estímulos externos, la mente
crea –no descubre– nuevas categorías a partir de las cuales se resignifica el
mundo.21
Sólo a modo de ejemplo pensemos que hace unos cincuenta años las categorías
de género para contraer matrimonio eran hombre y mujer. En la actualidad han
surgido nuevas categorías como la de los transexuales, homosexuales, lesbianas,
etc. Cuando los jueces tuvieron que concebir estas nuevas formas de matrimonio,
tuvieron que recategorizar la forma en que su mente lo concebía.22
Un asunto jurídico es asimilado primero bajo las categorías del operador jurídico
pero enseguida, ante las características circunstanciales de cada asunto; la mente
lleva a cabo una recategorización para comprender el asunto bajo la nueva forma
particular. Acontece un fenómeno de acomodación que consiste en el
ajustamiento del esquema mental a la situación particular. En otras palabras, se
empieza a operar con un nuevo razonamiento al mismo tiempo que se construyen
nuevas categorías mentales. Por ello, la acomodación se determina por el objeto
significado, mientras que la asimilación es determinada por el sujeto, conforme a
su estadio. No hay acomodación sin asimilación.
“La experiencia es un proceso que nos ofrece constantemente
un nuevo material para digerir. Gestionamos este material
intelectualmente a través de un conjunto de creencias que ya
poseemos, las cuales nos permiten asimilarlo, rechazarlo o
reestructurarlo de diverso modo. 23
19
Bringuier, Jean –Claude, Conversaciones con Piaget, Mis trabajos y mis días, Barcelona, Ed.
Gedisa, 2004, pp.78-79.
20
Amsterdam, Anthony y Bruner, Jerome, Minding the Law, Cambridge, Harvard University Press,
2000, pp. 27-28.
21
Ibidem, p.27.
22
Sobre la aparicicón de nuevas categorías en el campo social, recomiendo la lectura de Berger y
Luckmann: La construcción social de la realidad.
23
James, William, El significado de la Verdad, Marbot, Barcelona, 2011, pp. 65-66.
24
Pnker, Steven, El Instinto del lenguaje, Alianza, Madrid, 2012.
9
una respuesta a modo de conjetura. En un sentido podemos decir que creamos la
respuesta, pero en otro sentido también podemos decir que la encontramos.
Desde el momento en que nos planteamos tal conjetura, “no podemos menos que
tratarla como si fuera verdadera de antemano.”25
En este contexto, hay que considerar que nuestras respuestas inmediatas pueden
no ser exactas. Y esto no es extraño. No somos máquinas de alta precisión, sino
que estamos sujetos a errores de inferencia.27 Sin embargo, también contamos
con la capacidad de revisar nuestros planteamientos y aprender de nuestros
errores y corregirlos. Nuestras respuestas se van ratificando y canalizando
gradualmente en los procesos mentales.28 La mente en la medida que se va
retroalimentado, va puliendo sus conjeturas.
25
James, William, El significado de la Verdad, Marbot, Barcelona, 2011, p. 87.
26
Cfr. Vigotski, Lev, “Pensamiento y Lenguaje”, Obras Escogidas, Madrid, Visor-Antonio Machado
Libros, 2001, tomo II, cap. VII, p. 341.
27
Bruner, Jerome, La fábrica de historias, derecho, literatura y vida, Argentina, FCE, 2003, p. 49.
28
Goodman, Nelson, Fact, fiction and forecast, Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1955,
pp. 89-90. También en Chomsky, Noam, Conocimiento y Libertad, España, Ariel, 1972, p. 39.
10
Tercer momento consciente: Para expresar de una forma clara su idea total, los
operadores jurídicos organizarán simbólicamente los términos del lenguaje y
llevarán a cabo una justificación de su respuesta. A este ejercicio de justificación
se le llama “argumentación” y por lo menos debe constar de dos maneras para
ser plenamente sustentable: Una justificación o exposición narrativa y una
justificación lógico formal. Es decir, una vez obtenida la conjetura que brinda una
respuesta a un problema jurídico, el operador deberá argumentar narrativa y
lógicamente su justificación para sustentar su respuesta. Este proceso
argumentativo es el tercer momento pleno en el que opera nuestra
conciencia, según Julian Jaynes.
29
Hernández Franco, Juan Abelardo, Argumentación Jurídica, México, Oxford University Press,
2010, p.32.
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