El Discurso Público
El Discurso Público
El Discurso Público
El carácter social del ser humano plantea la necesidad, muchas veces, de tener una
participación activa en situaciones públicas de comunicación. Estas situaciones públicas de
comunicación se definen tanto por el carácter de los temas de los discursos ( se pueden referir a
la “res pública” o a materias de interés e importancia colectivos), como por la condición de
emisores y receptores que se identifican como miembros o representantes de una determinada
colectividad, a la que los discursos se dirigen para provocar en ella diversos efectos.
b) Plantearse con objetividad frente a las intervenciones de otros, respetando las diferencias de
posiciones, evitando descalificaciones y sosteniendo con fundamento y propiedad los personales
puntos de vista, sin perder de vista el interés comunitario que debe tener el intercambio
discursivo en situaciones públicas.
c) Además, teniendo en consideración que algunos de los discursos que se emiten en esas
situaciones tienen carácter ceremonial y requieren de una suerte de “puesta en escena”, será
necesario también ser capaz de discernir y evaluar la pertinencia de esos elementos y de los
recursos retóricos que se emplean considerando siempre que ellos deben servir a los propósitos y
finalidades que se persigue con el discurso, contribuyendo a la mejor comprensión de los asuntos
que se tratan y del sentido que tiene la situación en que dichos discursos se enuncian.
Situación de enunciación:
1.- Precedencia, protocolo o saludo a las autoridades. Se debe saludar a los receptores,
teniendo en especial consideración nombrar desde la persona que posee más autoridad
hasta el público en general.
La introducción tiene por función crear las condiciones adecuadas para la recepción del
discurso, por lo tanto, debe desplegar recursos destinados a captar el interés y atención de la
audiencia, lo que generalmente se hace señalando el relieve, importancia, valor que tiene el
tema para la comunidad y apelando a ésta, a sus capacidades, a su compromiso respecto de las
materias que el discurso trata.
a) Modos de autorreferencia del emisor: “en mi calidad de...” o la utilización del plural
mayestático “nosotros como representantes...” .
c) Elogio del receptor para concitar interés, adhesión, simpatía, respuesta positiva a lo
que propone el emisor; o apelación al receptor o a un sector de la audiencia en términos de
vituperio (burla, parodia), por ejemplo, para enjuiciar o impugnar posiciones sostenidas por
opositores, adversarios.
3.- Exposición del tema propuesto: desarrollo del tema planteado en la proposición utilizando
los elementos y recursos discursivos pertinentes a la situación de enunciación y a las
finalidades y efectos que se quieren conseguir.
Es en la parte del desarrollo de los temas donde pueden desplegarse los diversos
recursos no verbales de apoyo: cuadros estadísticos, gráficos, material audiovisual, etc.; y, en
el caso de los discursos orales, gestualidad, recursos escénicos pertinentes a la situación y
circunstancias de la enunciación.
4. -Conclusión o peroratio: unidad discursiva con que se cierra el discurso, haciendo una
síntesis de lo expuesto para afirmar sus sentidos y apelando a los receptores para conseguir
de ellos una actitud o posición favorable.
Constituye ocasión de síntesis de lo antes dicho, enfatizando el sentido que el emisor
quiere comunicar y lugar para la apelación final a los receptores para que asuman las
actitudes, decisiones, comportamientos que el emisor procura lograr de ellos, conforme a las
finalidades que se propone alcanzar con el discurso. Suele ser lugar discursivo en los que se
reiteran los términos de elogio al destinatario, se agradece su atención y se le convoca a
adherir a la posición que sostiene o representa el emisor.
Se debe tener en cuenta que hacer un discurso es un trabajo que responde a la forma de
ser de cada persona y al interés o identificación que se posee con la materia del discurso, es
decir, con lo que se celebra. De manera, que aquí se entregan sólo algunas sugerencias (pistas o
ayudas) que pudieran apoyar la creación de un discurso, sin que éstas sean obligatorias.
3. En la conclusión o peroratio.
Como sugerencia general, podemos señalar que un buen discurso debiera tener como
promedio de duración tres a cuatro minutos y que las palabras que se pudieran citar de un autor,
dentro de un discurso (cita a la autoridad), no debieran ser más de dos.
TRABAJO PRÁCTICO
1. “Yo no soy más que una mujer del pueblo argentino, una descamisada de
la Patria, pero una descamisada de corazón, porque siempre he querido
confundirme con los trabajadores, con los ancianos, con los niños, con los
que sufren, trabajando codo a codo, corazón a corazón con ellos.
Eva Perón
a) ……………………………………………..
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3. “En este país las mujeres son invisibles para los hombres, pese a lo
visible que resulta su papel como objeto sexual. Al igual que ayer, cuando
los negros eran hombres invisibles, en los Estados Unidos de hoy, lo son las
mujeres: mujeres que toman parte en las decisiones de los partidos políticos
mayoritarios, de la Iglesia; que no se limitan a preparar las comidas
parroquiales, sino que pronuncian sermones; que no se limitan a buscar los
códigos postales y poner la dirección a los sobres, sino que toman
decisiones políticas; que no sólo realizan las labores de limpieza en las
industrias, sino que toman una serie de decisiones ejecutivas”.
Betty Friedan
a)……………………………………………. b) ………………………………………..
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5. “Lo único que puede hacer, Señoría, es, como diré a continuación en mi
declaración, o renunciar a su cargo o infligirme la pena más dura si cree
que el sistema y la ley que usted contribuye a aplicar son buenos para el
pueblo. No espero que se produzca esa clase de conversión.
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a) ……………………………………………………
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8. Seguimos siendo una nación joven, pero, según las palabras de las
Escrituras, ha llegado el momento de dejar de lado los infantilismos. Ha
llegado el momento de reafirmar nuestro espíritu de firmeza: de elegir
nuestra mejor historia; de llevar hacia adelante ese valioso don, esa noble
idea que ha pasado de generación en generación: la promesa divina de que
todos son iguales, todos son libres y todos merecen la oportunidad de
alcanzar la felicidad plena".
Presidente
Barack Obama.
a) …………………………………………… b) …………………………………………...
Tengo un sueño
Martin Luther King, Jr.
Discurso leído en las gradas del Lincoln Memorial durante la histórica Marcha
sobre Washington, DC, 28 de agosto de 1963
Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los
inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a
sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado
a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos
insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado.
Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad
de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las
riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.
También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la
urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de
tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas
de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación
hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia
una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de
las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad. Sería fatal
para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la
decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no
pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.
1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros
necesitaban desahogarse y ya se sentirán contentos, tendrán un rudo despertar si el país
retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos
hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la
rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el
esplendoroso día de la justicia.
Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al
palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el
lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad
bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra
lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra
protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las
majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La
maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a
la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos,
como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está
unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos
caminar solos. Y al caminar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante.
No podemos volver atrás.
Hay quienes preguntan a los partidarios de los Derechos Civiles, "¿Cuándo quedarán
satisfechos?"
Nunca podremos estar satisfechos mientras el negro sea víctima de los horrores
indescriptibles de la brutalidad policial. Nunca podremos quedar satisfechos mientras
nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las
carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los
negros sólo podamos trasladarnos de un barrio pequeño a uno más grande. Nunca
podremos estar satisfechos, mientras nuestros hijos estén despojados de su personalidad y
robados en sui dignidad por un letrero escrito “Sólo para blancos”. No podremos estar
satisfechos mientras el negro de Mississippi no pueda votar y un negro de Nueva York
considere que no hay por quién votar. ¡No! No; no estamos satisfechos y no estaremos
satisfechos hasta que "la justicia corra como el agua y la rectitud como una fuerte
quebrada".
Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí con grandes esfuerzos y tribulaciones.
Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de
sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la
persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los
veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la fe de que el sufrimiento que
no es merecido, es redentorio.
Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades de hoy y de mañana,
yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño "americano".
Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo:
"Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todo hombre es creado igual".
Yo tengo un sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos
esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa
de la hermandad.
Yo tengo un sueño que un día, incluso el estado de Mississippí, un estado que se sofoca con
el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo un sueño que mis cuatro pequeños hijos vivirán un día en un país en el cual no
serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.
Sueño que un día, el estado de Alabama, con sus racistas viciosos, con su gobernador
escupiendo frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en
un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas
blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.
Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los
sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios
será revelada, y se unirá todo el género humano.
Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos
esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza. Con esta fe podremos
trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad.
Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos,
defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.
Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo
significado, "Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a ti te canto. Tierra de libertad donde
mis padres murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña,
dejemos resonar la libertad". Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse
realidad.
Por eso, ¡dejen resonar la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos de New
Hampshire! ¡Dejen resonar la libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Dejen
resonar la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pennsylvania! ¡Dejen resonar la
libertad desde las rocas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Dejen resonar la libertad desde las
sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ¡Dejen resonar la libertad desde la
Montaña de Piedra de Georgia! ¡Dejen resonar la libertad desde la Montaña Lookout de
Tennessee! ¡Dejen resonar la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Mississippi!
"De cada costado de la montaña, que resuene la libertad".
Cuando esto pase y cuando dejemos resonar la libertad de cada aldea y en cada caserío, en
cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos
de Dios, hombre negro y hombre blanco, judíos y cristianos, protestantes y católicos,
puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin!
¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"
Respuesta breve:
b) ………..……………………………………………………………
d) Finalidad : ................................................................................................................................
3. Nombre seis recursos utilizados en el discurso anterior y señale en qué parte se le emplea.
a) .................................................................................................................................................
b) ................................................................................................................................................
c) ................................................................................................................................................
d) ................................................................................................................................................
e) ................................................................................................................................................
f) ................................................................................................................................................
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