POESÍA
POESÍA
POESÍA
Bajo el impulso del realismo que invadió todos los géneros literarios, los poetas
parnasianos se apartaron de la contemplación personal y de la descripción de sus
propias pasiones, para expresar ideas y sentimientos más generales y concedieron
especial importancia a la forma, siguiendo el ejemplo dado por Théophile Gautier,
para llegar a ser auténticos cinceladores de versos.
Puede decirse que todo el modernismo poético arranca de este libro Baudalaire
escribió también pequeños poemas en prosa, paraísos artificiales, etc...
POESÍA: Entre los poetas del siglo XVIII citaremos el abate Giuseppe Parini
(1729-1799), que pasó la mayor parte de sus existencia en Milán y cuya obra, no
muy extensa pero de gran valor, se compone de una lección de Odas y del largo
poema El Día Dividido en cuatro partes (La Mañana, El Mediodía, La Tarde y La
Noche), redactando en versos endecasílabos libros, bajo el tono enfático de la
parodia, el autor relata la jornada ociosa de las clases privilegiadas, insensibles a las
miserias del pueblo.
Otro de los introductores del romanticismo fue Antonio Feliciano de Castillo (1800-
1875), autor de poesía Cartas de Eco a Narciso Primavera, Amor o melancolía y A
noite de Casteiol y la obra pedagógicas (Antología de clásicos y cuadros históricos
de Portugal).
POESÍA ANGLOSAJONA: Antes de la conquista normanda, y a partir del siglo
VIII, existía una poesía original en lengua anglosajona, es decir, el inglés primitivo,
cantada por los bardos, la obra más notable es la epopeya Beowul (siglo VIII) que
pinta con vivos colores las costumbres de los anglosajones, su fatalismo y su valor
salvaje, hubo también en la época escritores cristianos como Caedmon (m. En 680),
a quien se atribuye un himno al creador y varias paráfrasis de episodios de Antiguo
y Nuevo Testamento, y a finales del siglo VIII, el juglar Cynewolf, autor de un
poema sobre Santa Julianas y otro sobre Cristo.
Este gusto nuevo da lugar a uno de los mayores engaños literarios que jamás hayan
existido. El de los supuestos poemas de Osián (1760), bardo gaélico del siglo III,
que fueron escritos en realidad por James Macpherson (1736-1796).
Pero el poeta inglés más importante de nuestro tiempo es sin duda Thomas Stearns
Eliot (1888-1965), nacido en Estados Unidos y naturalizado británico, convertido al
catolicismo su obra (Tierra Yerma, poemas 1909-1925, El Hombre hueco, Miércoles
de Ceniza, Cuatro cuartetos, etc.) es una interpretación satírica y teológica de la
civilización actual. Su lirismo intelectual recuerda a los poetas metafísicos del siglo
XVII. Fue galardonado en 1948 con el premio Nóbel.
Otros poetas son Roy Campbell (1901-1957), Dylan Thomas (1914-1953), Wystan
Hugh Auden (1907-1973), Kathleen Raine, n. en 1908, David Gascoyne, n. en
1916.y Stephen Spender, n. En 1909.
POESÍA FUTURISTA: En los años que separan las dos guerras, la poesía atraviesa
un período de gran esplendor. La revolución han inspirado a los poetas simbolistas,
ávidos de regeneración espiritual. La obra de los poetas obreros (Gastev,
Gherasimov, Kirillov), llena de retórica cósmica, es poco original, pero reveladora.
Serguei Yesenin (1895-1925) canta las Revolución con encendidos ditirambos, pero
los mejores versos los dará en poemas bucólicos. Acabó sus días suicidándose.
Escribe también en prosa (La guerra y el universo) y obras escénicas (Misterio Bufo,
La chinche, el baño), procedente del futurismo, Boris Pastenca (1890-1960)
encuentra la inspiración en un sentimiento de participación en el impulso creador de
la vida (Mi hermana, La vida). Las meditaciones sobre el destino de la poesía le
hacen escribir obras narrativas en verso. Poco antes de morir publica en Italia una
novela, El doctor Jivago, que no había obtenido la autorización para que se editase
en su país, le fue otorgado el Premio Nóbel en 1958.
Entre los colaboradores figuran casi todos los grandes líricos modernos
norteamericanos, de los que sólo citaremos a Ezru Pound (1885-1972), magnifico
artesano de la expresión en parsinose y cantos, Amy Towell (1874-1926), hilda
Doolittle (1886-1960) John Gould Fletcher (1886-1960) y Thomas Stearns Eliot
(1888-1905).
La generación moderna sigue casi los mismos caminos que el simbolismo pero con
mayor moderación en la expresión. Los poetas más notables son Karl Shapiro n. En
1913, Muriel Rokeyser (1913-1980), Delmora Schwartz (1913-1966) y Robert
Tawell (1917-1977), que ha contado el horro a la guerra y el tema de los suburbios
en las ciudades.
Los cortes de Bagdad, Basora y Cufa fueron importantes centros poéticos donde se
cultivo un estilo manierista y retórico que más tarde pasaría a la poesía en lengua
castellana a través del Zejel y la moaxaja.
Este poeta es autor de una colección de zéjeles reunidos en un Diván, obra maestra
de la literatura medieval. El zéjel de Abenguzmán, compuesto en el dialecto vulgar
cordobés y lleno de palabras extrañas, romances, beréberes, etc., recibe también el
nombre de moaxaja cuando se halla escrito en árabe clásico y literario. Esta clase de
estrofa ha pasado a la literatura occidental (Francia, Italia, Inglaterra) y la literatura
castellana de todas las épocas está llena de zéjeles, desde las centigas de Alfonso X
y el Libro de Buen Amor del Aicepreste de Hita hasta los cancioneros del siglo XV
y el gran teatro clásico del XVIII.
LA POESÍA: Los distintos tonos en que puede pronunciarse en chino una sílaba
prestan a la poesía en esa lengua características muy particulares.
Entre los géneros poéticos se cuentan: La canción al modo antiguo, breve poema que
suele recitarse con acompañamiento musical. La poesía al modo antiguo, compuesta
por versos de longitud uniforme, y las poesías clásicas, que tienen en cuenta los
tonos chinos.
Esta última forma se fijó hacia le siglo VI y se cultiva todavía. Otros géneros de
más complicada elaboración son el tseu y el Kiu, especie de romance musical dotada
aún de mayor precisión. Se conservan complicaciones de las poesías populares más
primitivas, como por ejemplo el che-king (Libro de versos), atribuido a Confucio
(¿551?-479 a. De J.C.). A finales del siglo IV a. De J.C. escribió el primer gran
poeta conocido: KIU YUAN (¿343?-¿290?), especialista del Fu (descripción
poética), cuyos versos, junto con los de sus dísipulos , forman las recopilaciones
tituladas Elegías de Tchu.
Debe citarse después al inspirado poeta TAO YUAN –MING; (372-427 d. De J.C.),
y en la dinastía Tang (618-907) siglo de oro de la poesía China, a LI TAI-PO _(701-
762) que cantó el vino y las mujeres, y a TU FU (712-770), que condenó la guerra y
la justicia social. En el siglo IX, el poeta más importante fue SUCHE (1036-1101),
genio fecundo que cultivo también la prosa.
LA POESÍA POSTMODERNISTA
Los poetas de este movimiento buscan mediante un atenuado lirismo y una íntima
musicalidad, senderos de mayor libertad expresiva, manifestando con ardor sus
angustias íntimas al estilo de Gabriela Mistral y Porfidio Barba Jacob o con sobrio
estilo poético a la manera de Alfonso Reyes, bajo la influencia de técnicas literarias
originadas en Europa.
POESÍA CONTEMPORÁNEA
El siglo XX se caracteriza por ser una época de fuertes tensiones. No nos debe
extrañas que un mundo que en los últimos setenta años ha visto cosas mucho más
sorprendentes que las producidas por la civilización durante quinientos años, pueda
dar lugar a manifestaciones artísticas con contradictorias, revolucionarias y de
infinitas posibilidades expresivas.
Desde mediados del siglo XIX hasta hoy se realiza en los corrientes innovadoras
simbolista, surrealista, dadaísta, expresionista, ultraísta y otras:
Está más al servicio del conocimiento y expresión de los problemas del hombre
contemporáneo.
En la poesía hubo un rompimiento con los valores tradicionales que dejaron de tener
vigencia en un mundo vertiginosos, lleno de contraste y tensiones. Encontramos una
poesía que en nuestro mundo de máquinas, publicidad, desarrollo urbano y rapidez
en las comunicaciones, surge con nuevas realidades y formas de expresión
absolutamente desconocidas hasta ahora, con el versolibrismo.
El lenguaje se utiliza para expresar contenidos. Hay mayor identidad entre el autor y
el lector.
Presento temas reales o posibles, acordes con el mundo objetivo y con la época de su
producción.
En cuanto al lenguaje utilizado, no sólo emplean imágenes y metáforas sino que ésta
están conectadas con la realidad mediante el uso de un lenguaje coloquial.
POESÍA NEGRA
El tema negro estuvo de moda en los años del ultraismo. El ambiente en las antillas
favoreció esta moda estimulada por la literatura Europea.
El padre José A. Núñez Segura señala para este tipo de poesía las siguientes
características en cuanto al contenido.
- El uso de onomatopeyas reiteradas con los que el poeta logra dar una musicalidad
sui géneris a sus producciones.
- Uso de un lenguaje infantil.
EL TEATRO COLONIAL
Durante la colonia los religiosos españoles utilizaron formas teatrales para introducir
episodios bíblicos en la conversación y adoctrinamiento de la comunidad. En la
época del virreinato, la sociedad deseosa de apreciar espectáculos teatrales y de ver
y oír las comedias escritas en España, acude a presenciar las representaciones de las
compañías teatrales de ultramar.
EL TEATRO MODERNISTA.
De la tierra gauchesca, nos llegan los orígenes del teatro en los países rioplatenses.
El folletinista Eugenio Gutiérrez, (Argentina 1853-1890), resucito a Juan Moreira,
gaucho legendario, apareciendo así la primera obra teatral que abre el camino al
género dramático.
Su teatro, en cambio, tiene diálogos vivos y sus personajes son bastante humanos se
destacan sus obras, La Luciérnaga y Pasión de Roma.
EL TEATRO
Junto con el actor, que al principio fue sólo uno y luego tres o cuatro en tiempo de
Sófocles (496-406), actuaba siempre el coro. El tradicional coro griego.
Al coro correspondía la expresión ejemplar, el comentario dramático, la
interpretación de los versos con movimientos nobles y rítmicos. Los coribantes
solían usar en las obras cómicas disfraces alegóricos, pájaros, nubes, flores, sirenas.
El teatro en roma responde desde sus primeros tiempos al espíritu realista, que con
sus variantes costumbristas, dramático o cómico había de irrumpir triunfalmente en
el Renacimiento y pasar a la Edad Moderna.
La afición de los romanos al teatro fue siempre enorme. Pronto abundaron los
comoedi o histriones, las cuales de declamación y los retablos de muñecos,
antepasados del guiñol, así como los bufones y mimos de feria que trabajaban
vistiendo trajes ridículos, pero sin máscara.
A este tipo de teatro lo llama Brecht “teatro épico” e introduce una serie de
elementos como cartelones, la figura de un narrador, la actitud de los personajes
escenificados, la música y el canto para lograr como efecto resultante el
distanciamiento. De esta manera se “apela tanto el sentimiento como a la razón de
los espectadores”; que no se identifica con los personajes, sino que los discute, lo
obliga a tomar las decisiones, lo lleva a una toma de conciencia y finalmente derriba
la “cuarta pared” que había sido introducida ala teatro en formas modernas al
ignorar la presencia del espectador como participante y pensante, transformándolo
en observador que ejercita su actividad intelectual y mediante una toma de posición
y una actitud crítica, se incorpora al espectáculo.
- URUGUAY
- MÉXICO GUATEMALA
- ARGENTINA
- COLOMBIA
- CUBA
Abelardo Estorino
Matanza 1925
- SAN SALVADOR
TEATRO PERUANO
La evolución histórica del cuento es más difícil de fijar que la de la mayoría de los
géneros literarios. Originariamente, el cuento es una de las formas más antiguas de
literatura popular de transmisión oral. El término se emplea a menudo para designar
diversos tipos de narraciones breves, como el relato fantástico, el cuento infantil o el
cuento folclórico o tradicional. Entre los autores universales de cuentos infantiles
figuran Perrault, los Hermanos Grimm y Andersen, creadores y refundidores de
historias imperecederas desde Caperucita Roja a Pulgarcito, Blancanieves, Barba
Azul o La Cenicienta.
ANTECEDENTES
Los cuentos más antiguos aparecen en Egipto en torno al año 2000 a.C. (véase
Literatura egipcia). Más adelante cabe mencionar las fábulas del griego Esopo y las
versiones de los escritores romanos Ovidio y Lucio Apuleyo, basadas en cuentos
griegos y orientales con elementos fantásticos y transformaciones mágicas. Junto a
la eternamente popular colección de relatos indios conocida como Panchatantra
(siglo IV d.C.), la principal colección de cuentos orientales es sin duda Las mil y una
noches. Cada noche, por espacio de mil y una, Scheherazade se salva de morir a
manos de su marido, el sultán, contándole apasionantes cuentos recogidos de
diversas culturas. La influencia de esta obra fue decisiva para el desarrollo posterior
del género en Europa.
EL SIGLO XIX
El cuento tal como lo conocemos hoy alcanza su madurez a lo largo del siglo XIX
en las numerosas publicaciones aparecidas en las revistas literarias, que a menudo
reflejan las principales modas de la época. Durante el romanticismo destacan los
relatos de Heinrich von Kleist y E.T.A. Hoffmann en Alemania; Edgar Allan Poe y
Nathaniel Hawthorne en Estados Unidos, y Nikolái Gógol en Rusia. El realismo
florece en Francia durante la década de 1830 y hacia finales del siglo desemboca en
el naturalismo, basado en la posibilidad de predecir científicamente las acciones y
reacciones humanas. Otras influencias estilísticas dignas de mención en el relato del
siglo XIX son el simbolismo y el regionalismo.
EL SIGLO XX
A partir de 1900 se ha publicado una enorme cantidad de cuentos en casi todas las
lenguas. Los experimentos temáticos y narrativos rivalizan con la maestría en el arte
de narrar cuentos a la manera tradicional, como se observa en la obra del escritor
inglés Somerset Maugham. Discípulo de Maupassant, Maugham figura entre los
escritores de cuentos más prolíficos y populares. La mayoría de los países cuentan al
menos con un gran escritor de relatos en el siglo XX. Cabe mencionar a la escritora
neozelandesa Katherine Mansfield, en cuyo personal estilo se deja sentir la
influencia de Chéjov. El gran talento de Mansfield para captar y reflejar las ironías
de la vida ha servido de estímulo a varias generaciones de escritores.
OTRAS TRADICIONES
A lo largo del siglo XX se han escrito cuentos en todas las lenguas europeas, así
como en las lenguas de Asia, Oriente Próximo y algunas lenguas africanas. Una lista
que incluyera sólo a los principales exponentes del género resultaría ya
excesivamente larga. Entre los más sugerentes y cautivadores cabe citar al escritor
checo Franz Kafka. En sus relatos, la realidad se funde magistralmente con la
fantasía, al tiempo que aborda temas siempre vigentes como la soledad humana, la
ansiedad y la relación entre el arte y la vida.
Aunque el cuento hispanoamericano nació a finales del siglo XIX con Tradiciones
peruanas de Ricardo Palma, la atención de la crítica se ha centrado principalmente
en la nueva literatura latinoamericana, convertida acaso en el fenómeno literario más
destacable y fecundo del siglo XX. El escritor argentino Jorge Luis Borges examina
la condición humana de un modo que recuerda en cierto sentido a los mitos de
Kafka, y su influencia en la literatura universal es comparable a la del escritor checo.
CUENTOS TRADICIONALES
Término genérico que engloba varios tipos de narraciones de tradición oral en todo
el mundo. Como manifestación del folclore, los cuentos tradicionales se han
transmitido de generación en generación, sufriendo con el tiempo muchas
alteraciones debido a las incorporaciones o eliminaciones que realizaban los
narradores. Durante este proceso de difusión cultural algunos se escribieron, como
hizo don Juan Manuel con Doña Truhana (La lechera), pasando de nuevo a la
transmisión oral, que es el rasgo fundamental de los cuentos tradicionales y de toda
la literatura popular.
Otros tipos son los cuentos de animales y fábulas, las patrañas o relatos fantásticos,
las anécdotas y chistes, el grupo formado por cuentos reiterativos, retahílas (como
los cuentos de nunca acabar) y fábulas cantadas, cuya narración incluye canciones o
rimas.
A comienzos del siglo XIX, los filólogos alemanes Jacob y Wilhelm Grimm (véase
Hermanos Grimm) publicaron Cuentos para la infancia y el hogar (2 volúmenes,
1812-1815) animando a muchos escritores de otros países a recopilar y publicar
materiales similares de sus propios pueblos, como el escocés Andrew Lang y el
escritor danés Hans Christian Andersen. Los hermanos Grimm observaron muchas
semejanzas entre los cuentos europeos y los de otros continentes.
La mayor parte de los eruditos del siglo XIX se centró en detallar estas semejanzas,
pero, en general, ignoró el extenso acervo de los folclores africano, oceánico y de
los indígenas americanos, que existían al margen de la tradición indoeuropea, e
investigaron sólo en aquellas partes del mundo que creyeron las más importantes.
Así, los hermanos Grimm postularon un origen común de los cuentos tradicionales;
el filólogo alemán Theodor Benfey y el escritor escocés William Clouston
sostuvieron que los cuentos se habían difundido gracias a los viajeros que emigraran
de la India hacia Oriente y Occidente.
Estas teorías, sin embargo, han resultado ser incompletas o incorrectas, a pesar de
que las investigaciones de estos y otros estudiosos estimularon, en gran medida, el
interés por el folclore y por los cuentos tradicionales. Max Muller, erudito alemán,
sostuvo que los mitos se originaron cuando el sánscrito y otras lenguas antiguas
empezaron a declinar, opinión que rebatió el clasicista y folclorista escocés Andrew
Lang.
Los cuentos tradicionales empezaron a ser objeto de una atención más detenida a
partir de la inmensa popularidad que alcanzó La rama dorada (1890), obra de doce
volúmenes del antropólogo británico James George Frazer, y que contribuyó a
estimular la investigación.
El índice temático de Thompson cataloga los elementos narrativos tales como los
objetivos, animales característicos, ideas, acciones o personajes, que aparecen en los
cuentos tradicionales. Como resultado de la obra de los investigadores, pocos
folcloristas creen en la actualidad que exista una teoría que sea satisfactoria para
explicar las semejanzas y variaciones en los cuentos tradicionales y el folclore
mundial.
MITOS
Los mitos, estrictamente definidos, son cuentos tradicionales que están cargados de
elementos religiosos que explican el universo y sus primeros pobladores. Son
historias que tanto el narrador como su audiencia consideran verdaderas y narran la
creación y la ordenación del mundo, tareas normalmente llevadas a cabo por una
deidad (dios o diosa) que existe en el caos, en el vacío o en algún mundo aparte.
Con una serie de hijos y compañeros, la deidad da forma al mundo y lo llena de
vida, e inicia una serie de aventuras y luchas en las que él o ella logra liberar el sol,
la luna, las aguas o el fuego, regula los vientos, crea el maíz, las alubias o los frutos
secos, derrota monstruos y enseña a los mortales cómo cazar y arar la tierra.
El ser que lleva a cabo estas tareas, el arquetipo o héroe cultural, puede presentar
una forma antropomórfica (como Zeus en la antigua mitología griega) o animal
(como el coyote y el cuervo en los cuentos de los indios norteamericanos) y con
frecuencia cambia de forma. Algunas mitologías, como las americanas y las de
África occidental, encierran ciclos completos en los que el héroe cultural es un
embaucador, pequeño, ingenioso, codicioso, presumido, embustero y estúpido a la
vez; una criatura paradójica que es engañada o se engaña a sí misma tanto como
engaña a los demás.
LEYENDAS
Las leyendas equivalen a una historia popular, e incluso cuando tratan de temas
religiosos se diferencian de los mitos en que narran lo que sucedió en el mundo una
vez concluida la creación. Tanto el narrador como su audiencia creen en ellas y
abarcan un gran número de temas: los santos, los hombres lobo (o su versión
femenina, ‘cumacanga’, en el folclore brasileño), los fantasmas y otros seres
sobrenaturales, aventuras de héroes y heroínas reales, recuerdos personales, y
explicaciones de aspectos geográficos y topónimos de lugares, son las llamadas
leyendas locales.
Algo similar, en cuanto a las pautas de los personajes, sucede en las historias de
miedo, las leyendas locales y en algunos casos hasta en los recuerdos familiares,
relatos que, aunque pueden presentarse como históricos, están demasiado trillados
para ser tomados como verdaderos y objetivamente históricos.
CUENTOS FANTÁSTICOS
Los cuentos fantásticos, o Märchen, palabra alemana con la que los eruditos
prefieren referirse a ellos, pertenecen al campo de la ficción. Tienen lugar en un
mundo fantástico poblado por personajes extraños y mágicos y no se consideran
verídicos ni por el narrador ni por su audiencia. Aunque lo sobrenatural abunda en
este tipo de cuentos, pocos tienen que ver con los cuentos de hadas. Abarcan un gran
número de argumentos (como los relatos de La Cenicienta, Blancanieves o
Caperucita Roja).
El tipo de cuento fantástico implica a una figura heroica desvalida que debe
enfrentarse a diversas pruebas o llevar a cabo empresas casi imposibles, que
consigue realizar gracias a la ayuda de la magia. Así logra su triunfo, que suele
consistir en descubrir su origen natal más ilustre del que creía tener, en alcanzar
honores y riquezas muy por encima de su humilde origen o en realizar un
matrimonio por amor y conveniente. Con frecuencia comienzan con “Érase una vez”
para terminar con “y colorín colorado, este cuento se ha acabado”.
Existen otras formas de cuento tradicional muy extendidas por todo el mundo. Los
relatos de animales se engloban en dos categorías principales: los protagonizados
por animales que pueden hablar y se comportan como seres humanos, y aquéllos en
los que las cualidades humanas de los animales son simplemente una convención
que se acepta durante el curso de la narración; así sucede en los ciclos medievales de
animales (por ejemplo, los cuentos de Reynard the Fox) o en las fábulas, que se
caracterizan por su moraleja. Cuando no son mitológicos, los cuentos de animales
cumplen una función de sátira social o política, encubierta por la narración literaria.
A pesar de que son muy conocidos en Europa y Asia, los cuentos fantásticos,
patrañas que el narrador no cree pero que se supone engañan al ingenuo interlocutor,
se asocian sobre todo a la frontera estadounidense donde las historias del Oeste se
presentaban como verídicas ante los habitantes de las ciudades. Confiaban en el
efecto cómico producido por la incongruencia entre la sobria narración y los
elementos fantásticos que contenían.
Los cuentos de fórmula reiterativa incluyen las historias interminables o los cuentos
de nunca acabar; los cuentos acumulativos, que parten de una frase básica a la que se
van añadiendo otras nuevas (por ejemplo, el famoso A mi burro le duele la
garganta), y los cuentos con un final inesperado, que abarcan desde las historias
serias o ingeniosas a los juegos de palabras. Muchos de estos cuentos, como las
patrañas, están relacionados con la gran cantidad de chistes y anécdotas graciosas
que circulan en todas las sociedades.
Este género comprende un amplio material, tanto lineal como equívoco, desde
retratos sobre gente ignorante y loca, encuentros sexuales y confusiones producidas
por equívocos lingüísticos o dialectos diferentes, como los modernos chistes malos.
Los cuentos cantados o recitados, otra forma de cuento tradicional oral, fueron muy
populares en la región del Caribe. Se trata de historias, a menudo un cuento de
animales o un Märchen, con una canción o estribillo intercalada en la narración oral.