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POESÍA

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POESÍA

En la primera mitad del siglo, el movimiento humanista apenas influyo sobre la


poesía. El vate más original de este período fue Clément Marot (1496-1544),
traductor de los salmos de David y autor de admirables poemas breves (Epístolas,
Rondeles, Epigramas, Baladas y Madrigales, en los que revela la gracia y el ingenio
de un poeta cortesano. Marot es el introductor del soneto italiano en las letras
francesas. La influencia italiana se hizo sentir también en los poetas de la escuela de
Lyon, brillante centro literario, con Louise Labé (1524-1566), Maurice Sceve
(¿1501?-¿1566?) y el obispo Antoine Henote (1492-1568).

Poesía - La Fontaine y Boileau: Jean de la Fontaine (1621-1695) es autor de


cuentos en verso (1665-1674), emparentados con la tradición libertina de los
cuentistas italianos, y de doce libros de Fábulas (1668-1694) a los que deben gran
fama. Sin inventor nunca los temas de las composiciones, que toma de los apólogos
de Esopo y de Fedro, refleja en ellas, a través de la naturaleza y del universo
pintoresco de los animales, los vicios y los prejuicios de los hombres que pinta con
moral indulgente y algo desengañada. Su obra inspiró a Fabulistas de diversos países
y, en el caso concreto de España, a Samaniego.

La ambición de Nicolás Boteau (1636-1711) fue la de representar durante el reinado


de Luis XIV el mismo papel que tubo Horacio en la época del emperador romano
Augusto. Compuso sátiras, Epístolas, Odas e incluso un poema heroico-cómico (El
Facistol). Pero su gloria literaria se debe principalmente a una preceptiva literaria en
verso, titulada Arte Poética (1674), en ella sistematizó la doctrina clásica siguiendo
las enseñanzas de Aristóteles, de Horacio y de los preceptistas italianos.

POESÍA PARNASIANA: En el segundo período del siglo XIX, y como reacción


contra el romanticismo, aparecen en Francia diversas escuelas poéticas.
Se da el nombre de parnasianos a un grupo de poetas que hacia 1865, se reunieron
en torno a Charles Marie Leconte de Lisle (1818-1894), autor de poemas antiguos y
poemas bárbaros.

Fueron miembros de esta escuela Théodore de BANVILLEG (1823-1891) Armend


Suly PRUDHOMME (1829-1907), que fue premio Nóbel de Literatura en 1901,
Francois COPPÉE (1842-1908) y José María de Heredia (1842-1905), de origen
cubano cuyos sonetos se han agrupado en la obra titulada Los Trofeos.

Bajo el impulso del realismo que invadió todos los géneros literarios, los poetas
parnasianos se apartaron de la contemplación personal y de la descripción de sus
propias pasiones, para expresar ideas y sentimientos más generales y concedieron
especial importancia a la forma, siguiendo el ejemplo dado por Théophile Gautier,
para llegar a ser auténticos cinceladores de versos.

En la encrucijada de las generaciones románticas y de las parnasianas y simbolistas,


que veremos más adelante, se encuentra la figura de Charles Baudelaire (1821-
1867), personalidad que realiza la síntesis de las dos corrientes opuestas que mueven
la literatura del siglo XIX Francés, su obra principal es la escrita con una perfección
y grandeza clásicas, en la que asombran la magia de las palabras empleadas, la
sensibilidad, la hondura de las imágenes, el poder de sugestión y la belleza
incomparable.

Puede decirse que todo el modernismo poético arranca de este libro Baudalaire
escribió también pequeños poemas en prosa, paraísos artificiales, etc...

POESÍA: Liberada de todas las cadenas por el simbolismo la poesía se orientó en


direcciones diversas, Paúl Valéry (1871-1995) es un discípulo de Mallarmé. Los
poemas La Joven Parca, Cármenes o Cánticos y Cementerio Marino alcanzan las
más puras cimas de la belleza Paúl Claudel (1868-1955) debe a Rimbaud la
vocación poética y en obra literaria (cinco grandes Odas) muestra un ardiente
catolicismo Francis Jammes (1868-1938), con Las Geórgicas cristianas, se distingue
por un gran lirismo religioso señalemos por último a León Paúl FARGUE (1876-
1947) y Paúl FORT (1872-1966).

Antes de la Primera Guerra Mundial se dio a conocer el poeta de origen polaco


Guillaune Apollinaire (1880-1918), pregonero de todo vanguardismo literario en
Alcoholes y Caligramas. De esta época son también el belga Pierre Louis (1870-
1925) y los miembros de la escuela dadaísta, fundada en 1916 por el romano Tristán
Tzara (1896-1963) que niegan todos los valores establecidos sin proponer ningún
orden. La vigencia de este movimiento fue efímera y dio lugar a otro grupo llamado
surrealista, surgió en 1924, cuyo principal teórico fue Andre Breton (1896-1966)
seguido por algunos adeptos del dadaísmo como Philippe Soudault (1897-1990),
Paúl Eluard (1985-1952) y Louis Aragón (1897-1982) otros poetas de este tiempo
son Jules Supervielle (1884-1960), uruguayo de nacimiento, Pierre Reverdy (1889-
1960), René Char (1907-1988), Henri Michaux (1899-1964), la condesa Anna de
Noailles (1876-1933), Paúl Géraldy (1885-1975), que fue galardonado con el premio
Nóbel de 1960.

POESÍA: Entre los poetas del siglo XVIII citaremos el abate Giuseppe Parini
(1729-1799), que pasó la mayor parte de sus existencia en Milán y cuya obra, no
muy extensa pero de gran valor, se compone de una lección de Odas y del largo
poema El Día Dividido en cuatro partes (La Mañana, El Mediodía, La Tarde y La
Noche), redactando en versos endecasílabos libros, bajo el tono enfático de la
parodia, el autor relata la jornada ociosa de las clases privilegiadas, insensibles a las
miserias del pueblo.

POESÍA PROVENZAL: La creación poética comienza en Portugal con una


abundante Floración de Lirismo Provenzal del que tenemos noticias por los
cancioneros galaicoportugueses de ayuda, de la Vaticana, de coloccibrancutí y don
Diniz. De los tres primeros se ha tratado al habla de los orígenes de la Lírica
castellana. El cancionero de Don Diniz no es más que un extracto de las
composiciones del monarca Don Diniz (1261-1325).

POESÍA: El romanticismo portugués, más tradicional que en los demás países, es


nacionalista en alto grado de 1808 a 1812 se lucha en Portugal contra las tropas
napoleónicas y, en los años siguientes, la presencia de los ingleses en el país impide
un normal funcionamiento de las instituciones. Una lucha violenta opone a
miguelista, partidario del hijo de la reina y liberales de 1828 a 1833.

Jego Baptista silva Leitaño de Almeida Garrett (1799-1854) es el principal nombre


de esta época literaria, sus convicciones liberales te llevan al exilio o Inglaterra y
Francia, del rey Pedro IV. Es entonces nombrado ministro, desempeña varios cargos
diplomáticos y se le concede el título nobiliario de vizconde. Escribe durante el
destierro camoens, poemas de exaltación épica dedicado a la gloria del eminente
escritor y al pueblo Portugal, y Dona Branca, poema legendario. Sin embargo, las
obras que le dieron más renombre pertenecen a la literatura dramática (Um auto de
Gil Vicente, Dona Philippa de Vilhena, o elfagente de santarem y Frei Luiz de
Sousa). En todas las producciones teatrales los temas están sacados de la historia
nacional.

Junto al escritor citado anteriormente debemos colocar a Alexandre Herculano de


Carvalho e Araujo (1810-1877), que fue también un espíritu liberal que se rió
obligado a expatriarse hasta la ciudad del absolutismo. Escribió poemas y novelas
históricas (Enrico, o monge de Cister y O Bobo), pero debe la celebridad a la
historia de Portugal, que no llega más que hasta la Edad Media, y a la historia de
origen establecimiento de inquisicao en Portugal.

Otro de los introductores del romanticismo fue Antonio Feliciano de Castillo (1800-
1875), autor de poesía Cartas de Eco a Narciso Primavera, Amor o melancolía y A
noite de Casteiol y la obra pedagógicas (Antología de clásicos y cuadros históricos
de Portugal).
POESÍA ANGLOSAJONA: Antes de la conquista normanda, y a partir del siglo
VIII, existía una poesía original en lengua anglosajona, es decir, el inglés primitivo,
cantada por los bardos, la obra más notable es la epopeya Beowul (siglo VIII) que
pinta con vivos colores las costumbres de los anglosajones, su fatalismo y su valor
salvaje, hubo también en la época escritores cristianos como Caedmon (m. En 680),
a quien se atribuye un himno al creador y varias paráfrasis de episodios de Antiguo
y Nuevo Testamento, y a finales del siglo VIII, el juglar Cynewolf, autor de un
poema sobre Santa Julianas y otro sobre Cristo.

POESÍA ESCOCESA: Los mejores poetas en el siglo XV fueron escócese e


incluso el rey de Escocia Jacobo I Estuardo (1394-1437), prisionero de los ingleses
en la torre de Londres, cantó su amor por la que más tarde sería su esposa en el libro
del Rey, escrito en estrofas de siete decasílabas, llamados desde entonces rimas
reales.

Pero quizá el mejor discípulo de chaucer fuese William Donbar (¿1460?-¿1520?),


quien, después de recorrer Inglaterra y Francia e ingresar en la orden de los
Franciscanos, se estableció en la corte de Jacobo IV para componer el poema
alegatorio El Cardo y La Rosa, los poemas satíricos, El Testamento de Andrew
Kennedy y la danza de los siete pecados capitales, además de poesías líricas y
religiosas. Merecen mencionarse también Alexander Barclay (¿1476-1552?),
traductor de la nave de los locos del Alemán Sebastián Branat y John Skelton (hacia
1460-1529), preceptor del futuro Enrique VIII, que cultivó la poesía alegórica y
satírica. El género popular de la balada siguió enriqueciéndose sin cesar a lo largo de
toda esta época.

LA POESÍA PRERROMÁNTICA: La poesía demasiado apegada a la retórica de


Pope, no sufre cambio alguno en la forma, pero si hay cierta modificación en los
temas: Sentimiento de la naturaleza, intimismo, melancolía inspirada en los paisajes
crepusculares o nocturnos y amor a lo Lúgubre y a las ruinas, que anuncia ya la
venida del romanticismo. Existe también un interés cada vez mayor por las antiguas
baladas y leyendas medievales.

Este gusto nuevo da lugar a uno de los mayores engaños literarios que jamás hayan
existido. El de los supuestos poemas de Osián (1760), bardo gaélico del siglo III,
que fueron escritos en realidad por James Macpherson (1736-1796).

Entre los líricos prerrománticos señalaremos a James Thomson (1700-1748), autor


de estaciones, Edward Young (1683-1765), con el poema las noches Thomas Gray
(1716-1771), que escribió Elegía escrita en un cementerio de aldea, Robert Burns
(1709-1796), que es el más original y popular de todos ellos y el poeta nacional de
Escocia, William Cowper (1751-1800), que cantó con un lirismo contenido la vida
campestre y la contemplación de la naturaleza, y William Blake (1757-1827).

POESÍA: La poesía inglesa ha conocido, después de la Primera Guerra Mundial,


cierto cambio de estilo que dio lugar a la aparición de gran número de escuelas, casi
todas olvidadas actualmente. Algunos nombres de poetas merecer ser recordados:
Charlotte New (1879-1928), William Henry Daries (1879-1940), John Masafield
(1878-1967), John Drinkwater (1882-1937) y robert Bridges (1844-1930), cuyas
composiciones más conocidas son los proguesos del amor y Eros y Psique son
también dignos de mención Rupert Brooko (1887-1975), Wilfred Owen (1893-
1918), Walter de La Mare (1873-1956), Richard Aldington (1892-1962), Robert
Graves (1895-1985) y Siegfried Sassom (1886-1967).

Pero el poeta inglés más importante de nuestro tiempo es sin duda Thomas Stearns
Eliot (1888-1965), nacido en Estados Unidos y naturalizado británico, convertido al
catolicismo su obra (Tierra Yerma, poemas 1909-1925, El Hombre hueco, Miércoles
de Ceniza, Cuatro cuartetos, etc.) es una interpretación satírica y teológica de la
civilización actual. Su lirismo intelectual recuerda a los poetas metafísicos del siglo
XVII. Fue galardonado en 1948 con el premio Nóbel.

Otros poetas son Roy Campbell (1901-1957), Dylan Thomas (1914-1953), Wystan
Hugh Auden (1907-1973), Kathleen Raine, n. en 1908, David Gascoyne, n. en
1916.y Stephen Spender, n. En 1909.

POESÍA FUTURISTA: En los años que separan las dos guerras, la poesía atraviesa
un período de gran esplendor. La revolución han inspirado a los poetas simbolistas,
ávidos de regeneración espiritual. La obra de los poetas obreros (Gastev,
Gherasimov, Kirillov), llena de retórica cósmica, es poco original, pero reveladora.
Serguei Yesenin (1895-1925) canta las Revolución con encendidos ditirambos, pero
los mejores versos los dará en poemas bucólicos. Acabó sus días suicidándose.

Vladimir Maiakouski (1893-1930) verá en la Recolución la realización de las


aspiraciones futuristas, a la que quiso servir creando nuevas formas de expresión y
haciendo revivir la epopeya anónima (150.000.000) y otras formas poéticas,
notables por la fuerza del verbo y el sentido del ritmo ( La nube en pantalones, la
Flauta de vértebras, El nombre, Te amo, Lenin).

Escribe también en prosa (La guerra y el universo) y obras escénicas (Misterio Bufo,
La chinche, el baño), procedente del futurismo, Boris Pastenca (1890-1960)
encuentra la inspiración en un sentimiento de participación en el impulso creador de
la vida (Mi hermana, La vida). Las meditaciones sobre el destino de la poesía le
hacen escribir obras narrativas en verso. Poco antes de morir publica en Italia una
novela, El doctor Jivago, que no había obtenido la autorización para que se editase
en su país, le fue otorgado el Premio Nóbel en 1958.

POESÍA: Antes de que la novelística, hacia1920, intentara renovarse, la poesía de


los Estados Unidos, ya desde 1910, había decidido romper con el pasado y tomar
rumbos nuevos. En esta transformación tiene gran importancia la publicación de la
revista Poetry (1912), en cuyas páginas siguiendo el deseo de su fundadora, la
poética Harriet Monroe (1860-1936), aparecen especialmente textos de jóvenes
poetas desconocidos establecidos generalmente en Europa.

Entre los colaboradores figuran casi todos los grandes líricos modernos
norteamericanos, de los que sólo citaremos a Ezru Pound (1885-1972), magnifico
artesano de la expresión en parsinose y cantos, Amy Towell (1874-1926), hilda
Doolittle (1886-1960) John Gould Fletcher (1886-1960) y Thomas Stearns Eliot
(1888-1905).

Otros poetas intentaran hallar en los propios Estados Unidos, y no en el viejo


continente. Los elementos que les permitan alejarse de la poesía anterior. Entre ellos
mencionaremos a Vechel Lindsay (1879-1931), Edgar Lee Masters (1869-1950),
Carl Sandburg (1876-1967), Edwin Arlington Robinson (1869-1935), Robert Frost
(18751963) y robinson Jeffers (1887-1961). Entre los continuadores de la poesía
tradicional sobresalen Hart Crane (1899-1932) autor de El Puente, evocación
simbólica de su país, Sara Tensadle (1884-1933), Elinoy Wylie (1885-1928), Edna
Saint Vicent Millay (1892-1950), Leonie Adams, n. En 1899, John Crowe Ranson
(1888-1974), Allen Tate (_1899-1979), Merrill Moore (1903-1957), Robert Penn
Warren, n. En 1905, Stephen Vicent Benet (1898-1943, William Carlos Williams
(1883-1963), Archiald Macleish (1892-1982), Wallace Stevens (1879-1955),
Edward Estlin Cummings (1894-1962), etc.

La generación moderna sigue casi los mismos caminos que el simbolismo pero con
mayor moderación en la expresión. Los poetas más notables son Karl Shapiro n. En
1913, Muriel Rokeyser (1913-1980), Delmora Schwartz (1913-1966) y Robert
Tawell (1917-1977), que ha contado el horro a la guerra y el tema de los suburbios
en las ciudades.

LA POESÍA EN LA ÉPOCA CLÁSICA: Inmediatamente después de la aparición


de Mahoma, la literatura árabe alcanzo su apogeo. Esta época clásica terminará a
mediados del siglo XIII. Los primeros poetas fueron AJTAL (640-710, de religión
cristiana, YARIR (m. Hacia 730), de religión cristiana, YARIR (m. Hacia 730) y
AKFARAZDAQ (m. En 732).

La caída de la dinastía omeya tuvo repercusiones literarias inmensas. Comenzó


entonces un período de influencia sedentaria y urbana representado, sobre todo, por
los poetas entre los que se destacó Abu NUWAS (747-815) mayor exponente de la
poesía báquica y lírica ABU-AL-ATAHIYA, el jarrero (748-825), fue un poeta de
estilo despojado y sobrio al servicio de un poesimismo estoico que le aproximó a los
filósofos de la antigüedad. Pero la gran figura del siglo X fue AL-MUTANABBÍ
(915-965), que dominó la lengua a la perfección y aportó innovaciones en el arte
poético. ABU-AL-ALÁ –AL MAARRI (973-1058) expresó sus angustias en dos
libros de versos (chispas de eslabón y obligaciones de lo que no obliga). Otros
poetas que se evadieron un tanto de la tradición antigua fueron Umar IBN ABI
RABIA (m. Hacia 715), iniciador de la poesía amorosa, e IBN AL FARID (1182-
1235), místico que empleando como símbolo el vino y el amor, escribió sobre la
búsqueda de Dios.

Los cortes de Bagdad, Basora y Cufa fueron importantes centros poéticos donde se
cultivo un estilo manierista y retórico que más tarde pasaría a la poesía en lengua
castellana a través del Zejel y la moaxaja.

LA POESÍA: El género literario que conoció más gloria en la España musulmana


fue la poesía lírica, sobre todo en la época más postrera, la de los reinos de.
Alrededor de cada una de aquellas cortes decadentes se constituyó un grupo de
poetas cuyos nombres más ilustres fueron IBN ZAYDÚM (1003-1071) el propio rey
de Sevilla AL-MUTAMID (1040-1095) y su ministro y amigo IBN AMMAR.

Apareció por entonces un nuevo género de poesía popular tradicional, mezcla de


árabe y español, nacido hacia el siglo IX con las moaxajas de MUQADDAMBEN
MAUFA EL CABRI, el ciego de cabra. Esta nueva estrofa, llamada Zéjel, fue sobre
todo cultivada por el cordobés ABU BEKER MOHAMED ABENGUZMAN (hacia
986-1160), que empezó la carrera literaria en la corte del rey de Badajoz y anduvo
luego por tierras de Sevilla. Jaén, Granada, Almería, Valencia y acaso Fez, pero
regresó a menudo a Córdoba.

Este poeta es autor de una colección de zéjeles reunidos en un Diván, obra maestra
de la literatura medieval. El zéjel de Abenguzmán, compuesto en el dialecto vulgar
cordobés y lleno de palabras extrañas, romances, beréberes, etc., recibe también el
nombre de moaxaja cuando se halla escrito en árabe clásico y literario. Esta clase de
estrofa ha pasado a la literatura occidental (Francia, Italia, Inglaterra) y la literatura
castellana de todas las épocas está llena de zéjeles, desde las centigas de Alfonso X
y el Libro de Buen Amor del Aicepreste de Hita hasta los cancioneros del siglo XV
y el gran teatro clásico del XVIII.

LA POESÍA: Los distintos tonos en que puede pronunciarse en chino una sílaba
prestan a la poesía en esa lengua características muy particulares.
Entre los géneros poéticos se cuentan: La canción al modo antiguo, breve poema que
suele recitarse con acompañamiento musical. La poesía al modo antiguo, compuesta
por versos de longitud uniforme, y las poesías clásicas, que tienen en cuenta los
tonos chinos.

Esta última forma se fijó hacia le siglo VI y se cultiva todavía. Otros géneros de
más complicada elaboración son el tseu y el Kiu, especie de romance musical dotada
aún de mayor precisión. Se conservan complicaciones de las poesías populares más
primitivas, como por ejemplo el che-king (Libro de versos), atribuido a Confucio
(¿551?-479 a. De J.C.). A finales del siglo IV a. De J.C. escribió el primer gran
poeta conocido: KIU YUAN (¿343?-¿290?), especialista del Fu (descripción
poética), cuyos versos, junto con los de sus dísipulos , forman las recopilaciones
tituladas Elegías de Tchu.

Debe citarse después al inspirado poeta TAO YUAN –MING; (372-427 d. De J.C.),
y en la dinastía Tang (618-907) siglo de oro de la poesía China, a LI TAI-PO _(701-
762) que cantó el vino y las mujeres, y a TU FU (712-770), que condenó la guerra y
la justicia social. En el siglo IX, el poeta más importante fue SUCHE (1036-1101),
genio fecundo que cultivo también la prosa.

LA POESÍA POSTMODERNISTA
Los poetas de este movimiento buscan mediante un atenuado lirismo y una íntima
musicalidad, senderos de mayor libertad expresiva, manifestando con ardor sus
angustias íntimas al estilo de Gabriela Mistral y Porfidio Barba Jacob o con sobrio
estilo poético a la manera de Alfonso Reyes, bajo la influencia de técnicas literarias
originadas en Europa.

POESÍA CONTEMPORÁNEA
El siglo XX se caracteriza por ser una época de fuertes tensiones. No nos debe
extrañas que un mundo que en los últimos setenta años ha visto cosas mucho más
sorprendentes que las producidas por la civilización durante quinientos años, pueda
dar lugar a manifestaciones artísticas con contradictorias, revolucionarias y de
infinitas posibilidades expresivas.
Desde mediados del siglo XIX hasta hoy se realiza en los corrientes innovadoras
simbolista, surrealista, dadaísta, expresionista, ultraísta y otras:

El lenguaje se empleo como medio para crear desconcierto. No hay facilidad de


identidad entre el autor y el lector.

Está más al servicio del conocimiento y expresión de los problemas del hombre
contemporáneo.

Hay un rompimiento por lo general con las imágenes y motivos de inspiración


tradicionales.
La forma es abierta por la libertad absoluta y el versolibrismo.
Los temas están frecuentemente en relación con el mundo externo.
El poeta parte de una vivencia cotidiana para expresar su angustia y desconcierto de
un modo hermético.

En la poesía hubo un rompimiento con los valores tradicionales que dejaron de tener
vigencia en un mundo vertiginosos, lleno de contraste y tensiones. Encontramos una
poesía que en nuestro mundo de máquinas, publicidad, desarrollo urbano y rapidez
en las comunicaciones, surge con nuevas realidades y formas de expresión
absolutamente desconocidas hasta ahora, con el versolibrismo.

POESÍA TRADICIONAL Y CONTEMPORÁNEA


En los movimientos de vanguardia estudiados en la unidad anterior solamente dos
tendencias tuvieron repercusión en el desarrollo de la poesía Hispanoamérica
contemporánea: El ultraísmo y el superrealismo.

Tanto la poesía como la narrativa su caracterizan por el realismo social en que


predomina la temática, situaciones políticas y económicas , por el lenguaje
descarnado que refleja la angustia del hombre frente a la vida, angustia que tiene por
causa los cambios profundos y vertiginosos generados por los avances de la ciencia
y la tecnología.

Comprende desde el siglo X a.c. hasta mediados del siglo XIX.


Se realiza dentro de los movimientos clásicos, neoclásico, romántico y modernista.

El lenguaje se utiliza para expresar contenidos. Hay mayor identidad entre el autor y
el lector.

Esta al servicio de la explosión de sentimientos.


Se basa en contenidos, imágenes. Metáforas y mitos tradicionales.
La forma es cerrada por la exigencia musical y la rima estricta.

Presento temas reales o posibles, acordes con el mundo objetivo y con la época de su
producción.

LA NUEVA POESÍA HISPANOAMERICANA: EL POSVAGUARDISMO

La poesía actual se caracteriza por “una proyección sobre la realidad inmediata”; en


cuanto a la forma gustan de los grandes “collages” o especie de discurso dislocado
que obliga al lector a buscar su propia interpretación.
Octavio Paz la ha definido como “poesía en movimiento”.

En cuanto al lenguaje utilizado, no sólo emplean imágenes y metáforas sino que ésta
están conectadas con la realidad mediante el uso de un lenguaje coloquial.

En lo referente a la temática, los poetas posvanguardistas se convierten en


testimonios palpables de denuncias sociales, políticas e históricas.

Las figuras más representativas de esta corriente de “innovación poética en


Hispanoamérica” son:

JORGE LUIS BORGES ( Argentina, 1899-1986)


Es uno de los creadores de la escuela ultraísta. Su sentido de la metáfora, su
imaginación creadora, su conocimiento cabal de la expresión verbal y sus
razonamientos filosóficos lo colocan en un lugar destacado entre los escritores de
lengua castellana. Es autor de composiciones poéticas como fervor en buenos Aires,
Luna de enfrente, cuaderno San Martín; es también autor de cuentos: Historia
universal de la infamia, Ficciones, El Aleph y de ensayos: Inquisiciones y otros
inquisiciones.

OCTAVIO PAZ (México 1914)


Se inició como poeta en 1933 con Luna silvestre, a la que siguieron raíz de hombre
(1937) y libertad bajo palabra (1939). En prosa se destacaran como obras suyas, El
Laberinto de soledad (1950) e interpretación y análisis de la idiosincrasias mejicanas
como critico sobresale su obra cuadrivio (1965) y El arco y Lu Lira, en su teoría
sobre la poesía.
Algunas de sus poesías se caracterizan por la abundancia de imágenes surrealistas
como lo podemos en este pequeño poema.

ERNESTO CARDENAL (Nicaragua 1925)


Con su estilo ha terminado la aparición de un nuevo ismo: El exteriorismo, que
consiste en hacer una poesía de las cosas exteriores, objetivas y reales.
En su obra poética sobresalen: La hora cero, Salmos, Oración por; Marilin Monroe y
otros poemas, Canto nacional y Oráculo sobre Managua.

POESÍA NEGRA
El tema negro estuvo de moda en los años del ultraismo. El ambiente en las antillas
favoreció esta moda estimulada por la literatura Europea.

El padre José A. Núñez Segura señala para este tipo de poesía las siguientes
características en cuanto al contenido.

- Intenso dolor melancolía.


- Vigorosa sensualidad y humorismo.
- Queja y rebeldía socializantes.
- Punto de vista existencial.

En cuanto a la forma se caracteriza por:

- El uso de onomatopeyas reiteradas con los que el poeta logra dar una musicalidad
sui géneris a sus producciones.
- Uso de un lenguaje infantil.

CANDELARIA OBESO (1849-1884)


Poeta colombiano se distinguió como catedrático de lenguas: Inglés, Francés e
Italiano; como traductor de Shakespeare, Hugo y Musset. Fue también militar y en
este ramo llegó a obtener el titulo de teniente coronel, su mérito como poeta radica
en ser el primero en tratar el tema negro en la poesía.

LUIS PALÉS MATOS (Puerto Rico, 1898-1959)


Es uno de los principales representantes de la poesía negra inspirada en el folclor
antillano, caracterizado por la originalidad de sus poemas. En su producción de
juventud se dio a conocer como poeta modernista, pero pronto encauzó su
inspiración lírica hacia la modalidad del tema negro consagrándose como tal con la
publicación de Tuntún de pasa y grifería (1937). Si condición de hombre blanco le
permite hacer un contraste de ambas culturas y expresar en forma irónica su
escepticismo. No copia la realidad sino que interpreta lo negro desde su
imaginación.

NICOLÁS GUILLÉN (Cuba, 1902)


El más representativo poeta negro es Nicolás Guillén, estiliza el lenguaje popular y
se convierte en grito de protesta de las clases marginadas, llegando a convertirse en
el paladín de los negros cubanos.

Sus jitanjáforas son de características dadistas aún cuando muchs se ocupan de


temas negros, sus principales obras son: Motivos de son; Elson entero; Sóngoro
Cosongo; España; West Indian Ltda.; su última obra es páginas vueltas que
constituyen sus memorias en las que se habla de su amistad con otros poetas como el
Peruano César Vallejo, los españoles Rafael Albertí, León Felipe y el chileno Pablo
Neruda habla también de sus viajes por América Latina y, en fin de sus experiencias
de ochenta años “Fecundos y bien vividos” se le considera como el poeta nacional
de cuba.

Otros cultores de la poesía negra.

PAÍS AUTOR OBRA

Santo Domingo Manuel de Cabral Marina Negra


Venezuela Andrés Eloy Blanco Angelitos Negros
Jorge artel Soy Negro
Colombia
Helcias M. Góngora Mujer Negra
Haití Jacques Remain Cuento bate el tan-tan
Jamaica Carlos Mckay Coctail Negro
Brasil Luis Gama Primeras trovas burlescas
Gasildo Thompon Canto al África
Argentina Luis Cañe Romance de la niña negra
Jorge Luis Borges Milonga de los morenos
EL TEATRO

Se considera que Lorca, es el mejor escritor español de teatro en los últimos


cincuenta años. De no haber sido por su prematura muerte, la renovación en teatro
hubiera sido más completa.

Desafortunadamente después de su muerte el teatro entró en una etapa de silencio.


Entre sus obras teatrales están: “Yerma”, “Bodas de Sangre”, “Mariana Pineda”, “La
casa de Bernarda Alba”, de la cual conoceremos su argumento y una de sus partes.

EL TEATRO COLONIAL

Durante la colonia los religiosos españoles utilizaron formas teatrales para introducir
episodios bíblicos en la conversación y adoctrinamiento de la comunidad. En la
época del virreinato, la sociedad deseosa de apreciar espectáculos teatrales y de ver
y oír las comedias escritas en España, acude a presenciar las representaciones de las
compañías teatrales de ultramar.

JUAN RUIZ DE ALARCÓN (1580-1639)

Nació en la ciudad de México. Inició sus estudios de Leyes en su ciudad natural y


los continuo en salamanca, España, en donde se radicó desde los treinta y tres años y
por ello sus obras se incluyen dentro de la literatura española. Le toca soportar los
celos de dramaturgos españoles, como Lope de Vega; sin embargo, sus comedias
figuran dentro de las paredes del siglo de Oro, sobresalen las paredes orín, no hay
mal que por bien no venga, los pechos privilegiados y la verdad sospechosa, de la
cual incluimos su argumento.

EL TEATRO MODERNISTA.

En Hispanoamérica el camino que conduce el desarrollo del teatro, en el último


tercio del siglo pasado y primero de éste, tuvo obstáculos entre los cuales se puede
señalar el aislamiento geográfico y la escasez de recursos económicos. Solamente en
México y en los países del rió de la Plata, el teatro tuvo un buen desarrollo basado
en los conflictos sociales y políticos.

De la tierra gauchesca, nos llegan los orígenes del teatro en los países rioplatenses.
El folletinista Eugenio Gutiérrez, (Argentina 1853-1890), resucito a Juan Moreira,
gaucho legendario, apareciendo así la primera obra teatral que abre el camino al
género dramático.

ENRIQUE LARRETA (Buenos Aires 1873-1961)


Como dramaturgo supo emanciparse del ambiente general del teatro de su época,
caracterizado por lenguaje y situaciones dramáticas afectadas.

Su teatro, en cambio, tiene diálogos vivos y sus personajes son bastante humanos se
destacan sus obras, La Luciérnaga y Pasión de Roma.

FLORENCIO SÁNCHEZ (Montevideo 1875- Milán 1910)


Es quizás el más importante dramaturgo del Río de la Plata.
M’hijo el dolor, junto con La Gringa y Barranca abajo constituyen la serie de
dramas rurales de Florencio Sánchez. Entre sus obras de tema urbano cabe destacar:
En Familia; el desalojo y Nuestros hijos.

EL TEATRO

La naturaleza del teatro fue siempre la misma. La necesidad de representar y fingir,


y luego la de interpretar, son manifestaciones sicológicas colectivas que se dan en
todos los pueblos desde la primera fase de su existencia.

La ficción, históricamente, tuvo un sentido de utilidad antes que artístico y mucho


antes que literario. En las tribus primitivas el mago realiza danzas mímicas,
acompañado o no de otros individuos, el son de músicas y coros simultáneamente,
surge la máscara, que es el otro pintarrajeado; y más tarde la careta, el velo, el traje,
el disfraz.

La máscara grotesca en cuanto figura de regocijo o de temor popular comienza ya en


un período relativamente avanzado de la civilización.

Es entonces cuando la literatura interviene en el espectáculo, y coros, recitados,


danzas y canciones van a constituir el embrión del teatro propiamente dicho. Es
entonces también cuando aparece el actor profesional.

El culto a Dionisos en Grecia, la representación dramática, cuyo teatro era el


vestíbulo de los templos un actor avanzaba a primer término para recitar el
ditirambo. El coro entonaba sus canciones en las pausas del recitado, los danzarines,
si la fiesta lo requería, bailaban acompañados por instrumentos musicales.
En Grecia se crean los primeros los cuales para los representaciones teatrales y
comienza el empleo de la maquinaria escénica. Invéntense artificios para elevar en
el espacio las figuras y mostrar fantasmas y aparecidos.

Junto con el actor, que al principio fue sólo uno y luego tres o cuatro en tiempo de
Sófocles (496-406), actuaba siempre el coro. El tradicional coro griego.
Al coro correspondía la expresión ejemplar, el comentario dramático, la
interpretación de los versos con movimientos nobles y rítmicos. Los coribantes
solían usar en las obras cómicas disfraces alegóricos, pájaros, nubes, flores, sirenas.

La máscara constituía en la Grecia Clásica la pieza más importante de la


indumentaria del actor. A veces cubría toda la cabeza como un yelmo, a veces
solamente el rostro o parte de él. Las expresiones de las máscaras variaban
muchísimo.

Los actores vestían túnicas, a veces preciosos mantos, el himatón y la clámide, y


característicamente calzaban coturno. Era este un calzado de suela muy gruesa y de
alta caña.
El coturno podría elevar la figura hasta un palmo o más, solía ser dorado, de plata o
de colores.

Un siglo antes de Jesucristo alzose en Roma el primer teatro de piedra, luciendo ya


en el aulacom, o sea el telón nunca empleado por los griegos, que bajaban
verticalmente por delante de un escenario situado a regular altura.

El teatro en roma responde desde sus primeros tiempos al espíritu realista, que con
sus variantes costumbristas, dramático o cómico había de irrumpir triunfalmente en
el Renacimiento y pasar a la Edad Moderna.

La afición de los romanos al teatro fue siempre enorme. Pronto abundaron los
comoedi o histriones, las cuales de declamación y los retablos de muñecos,
antepasados del guiñol, así como los bufones y mimos de feria que trabajaban
vistiendo trajes ridículos, pero sin máscara.

El actor italiano abandonó pronto la máscara clásica, prefiriendo a la expresión


inmóvil, la modulación expresiva con su propio rostro, para así ponerse en contacto
directo con el público, cosa que favoreció extraordinariamente la evolución del
teatro.

La barraca, el tosco tabado o el patio habilitado para las actuaciones escénicas,


fueron los primeros asientos de ellas, y aún subsisten en todos los países, bien como
forma rústica donde no puede haber otra cosa, bien como mixtificación culta en
imitación de las espontaneidades del pasado.

TEATRO TRADICIONAL Y TEATRO CONTEMPORÁNEO

A partir de los estudios de teatro realizados por el dramaturgo Alemán Bertold


Brechf (1898-1956) reunidos en sus escritos sobre teatro, se ha considerado la
dramaturgia universal clasificada en dos corrientes o sistemas tetrales: una
tradicional denominada “Aristotélica”, por tener como característica La Catarsis,
esto es la purificación por medio de la identificación” emotiva del espectador con
los personajes y situaciones escénicas”. Esta teoría es expuesta en su poética al
referirse a la tragedia y una dramática “no aristotélica” que rechazo la identificación
emocional del espectador porque no se compagina con una sociedad en crisis y la
remplaza por una racionalización emotiva.

A este tipo de teatro lo llama Brecht “teatro épico” e introduce una serie de
elementos como cartelones, la figura de un narrador, la actitud de los personajes
escenificados, la música y el canto para lograr como efecto resultante el
distanciamiento. De esta manera se “apela tanto el sentimiento como a la razón de
los espectadores”; que no se identifica con los personajes, sino que los discute, lo
obliga a tomar las decisiones, lo lleva a una toma de conciencia y finalmente derriba
la “cuarta pared” que había sido introducida ala teatro en formas modernas al
ignorar la presencia del espectador como participante y pensante, transformándolo
en observador que ejercita su actividad intelectual y mediante una toma de posición
y una actitud crítica, se incorpora al espectáculo.

AUTORES REPRESENTATIVOS DEL TEATRO ÉPICO

- URUGUAY

Mario Benedetti 1920


Ida y Vuelta
(Escrita en 1955 y estrenada en 1958)

- MÉXICO GUATEMALA

Carlos Solírzano 1922


Las Manos de Dios 1956
- PERÚ

Sebastián Salazar Bondy 1924


El Fabricante de Deudas 1962

- ARGENTINA

Agustín Cuzanni 1924


Sempronio 1960

- COLOMBIA

Enrique Buenaventura Cali 1925


En La Diestra de Dios Padre.

- CUBA

Abelardo Estorino
Matanza 1925

- SAN SALVADOR

Walter Beneke 1928


Funeral HOME

TEATRO PERUANO

En el campo de la dramática peruana aparece el drama quechua ollanty; luego, en el


período colonial y hasta el siglo XIX, no hay autores ni obras de revelante
importancia. En el siglo XX, Leonidas yerovi introduce esporádicamente la escuela
realista sólo a finales de la Segunda Guerra Mundial, definirá su estructura
definitiva, con la aparición de gentes actualizadas, informadas y con un marcado
interés en el quehacer teatral, quienes contribuyeron a la creación de la Escuela
Nacional de Arte Escénico y a la Compañía Nacional de Teatro y mediante
premios estimularon la consagración y creatividad en el arte escénico.

Otro factor fue la radicación en Perú de extranjeros dedicados al teatro coma la


actriz española Margarita Xirgú y el director argentino Reinaldo D’Amore.
El más universal de los autores contemporáneos es Sebastián Salazar Bondy (1924-
1965). Estudio teatro en París, se casó con una prestigiosa actriz argentina, fundó en
Lima el “Club de Teatro” y en 1947 obtuvo el Premio Nacional de Teatro con su
comedia Amor, gran Laberinto en 1951 el mismo premio con el drama histórico
Redil, por todo esto ha sido considerado como pionero del teatro peruano
contemporáneo.

Sus obras, “además de revelar el buen psicólogo observador, denuncian un hondo


contenido social”. Algunas constantes temáticas de su obra son “El poder ilusorio
del dinero y el inevitable Fracaso de una sociedad que lo convierte en una meta
única”.
La insensibilidad e hipocresía de una sociedad que pretende sobrevivir aplastando
toda protesta, toda rebeldía todo anhelo de mejora y cambio, temas que dan a su
teatro una respectiva universal, destacando a su autor como “Uno de los valores más
sólidos del teatro hispanoamericano contemporáneo.
CUENTO

Narración breve, oral o escrita, de un suceso real o imaginario. Aparece en él un


reducido número de personajes que participan en una sola acción con un solo foco
temático. Su finalidad es provocar en el lector una única respuesta emocional. La
novela, por el contrario, presenta un mayor número de personajes, más desarrollados
a través de distintas historias interrelacionadas, y evoca múltiples reacciones
emocionales.

La evolución histórica del cuento es más difícil de fijar que la de la mayoría de los
géneros literarios. Originariamente, el cuento es una de las formas más antiguas de
literatura popular de transmisión oral. El término se emplea a menudo para designar
diversos tipos de narraciones breves, como el relato fantástico, el cuento infantil o el
cuento folclórico o tradicional. Entre los autores universales de cuentos infantiles
figuran Perrault, los Hermanos Grimm y Andersen, creadores y refundidores de
historias imperecederas desde Caperucita Roja a Pulgarcito, Blancanieves, Barba
Azul o La Cenicienta.

ANTECEDENTES

Los cuentos más antiguos aparecen en Egipto en torno al año 2000 a.C. (véase
Literatura egipcia). Más adelante cabe mencionar las fábulas del griego Esopo y las
versiones de los escritores romanos Ovidio y Lucio Apuleyo, basadas en cuentos
griegos y orientales con elementos fantásticos y transformaciones mágicas. Junto a
la eternamente popular colección de relatos indios conocida como Panchatantra
(siglo IV d.C.), la principal colección de cuentos orientales es sin duda Las mil y una
noches. Cada noche, por espacio de mil y una, Scheherazade se salva de morir a
manos de su marido, el sultán, contándole apasionantes cuentos recogidos de
diversas culturas. La influencia de esta obra fue decisiva para el desarrollo posterior
del género en Europa.

Durante la edad media se escriben en Europa occidental numerosos relatos de tema


y estilos diversos. Los romances de caballeros, en prosa o en verso, fueron muy
populares en Francia. El poeta inglés Geoffrey Chaucer y el italiano Giovanni
Boccaccio conservaron y desarrollaron lo mejor de la tradición antigua y medieval
en sus variadas historias escritas en prosa y verso: fábulas, epopeyas de animales,
ejemplos (cuentos de carácter didáctico-religioso), romances, fabliaux (cuentos
eróticos y de aventuras) y leyendas. Los Cuentos de Canterbury de Chaucer, El libro
del conde Lucanor del infante Don Juan Manuel y el Decamerón de Boccaccio, que
figuran entre lo más destacado del género, están claramente inspirados en Las mil y
una noches.

A partir de Boccaccio, la narración breve en prosa de carácter realista conocida


como novella se desarrolla en Italia como forma artística. La influencia de este autor
se deja sentir en Francia en Las cien nuevas novelas (c. 1460), una serie de cuentos
en prosa de autor anónimo y carácter burlesco, y el Heptamerón (c. 1549) de
Margarita de Navarra. También en Francia, durante el siglo XVII, Jean de la
Fontaine escribió fábulas en verso basadas en el modelo de Esopo.

En obras como Las mil y una noches, el Decamerón y el Heptamerón se reafirma el


significado de la palabra ‘cuento’ desde el punto de vista etimológico: computum,
cómputo. Un cuento sucede a otro en un proceso acumulativo que difiere la llegada
de la muerte (Las mil y una noches) o evita enfrentarse con la realidad de la peste
que asola a Florencia (Decamerón). Proceso semejante, aunque distante, es el que se
cumple en las ruedas de amigos contando chistes (considerado, por otra parte, otra
forma del relato breve). El mundo de la ficción narrada permite separarse por un
tiempo de los azares de la vida cotidiana.

EL SIGLO XIX

El cuento tal como lo conocemos hoy alcanza su madurez a lo largo del siglo XIX
en las numerosas publicaciones aparecidas en las revistas literarias, que a menudo
reflejan las principales modas de la época. Durante el romanticismo destacan los
relatos de Heinrich von Kleist y E.T.A. Hoffmann en Alemania; Edgar Allan Poe y
Nathaniel Hawthorne en Estados Unidos, y Nikolái Gógol en Rusia. El realismo
florece en Francia durante la década de 1830 y hacia finales del siglo desemboca en
el naturalismo, basado en la posibilidad de predecir científicamente las acciones y
reacciones humanas. Otras influencias estilísticas dignas de mención en el relato del
siglo XIX son el simbolismo y el regionalismo.

EL SIGLO XX

A partir de 1900 se ha publicado una enorme cantidad de cuentos en casi todas las
lenguas. Los experimentos temáticos y narrativos rivalizan con la maestría en el arte
de narrar cuentos a la manera tradicional, como se observa en la obra del escritor
inglés Somerset Maugham. Discípulo de Maupassant, Maugham figura entre los
escritores de cuentos más prolíficos y populares. La mayoría de los países cuentan al
menos con un gran escritor de relatos en el siglo XX. Cabe mencionar a la escritora
neozelandesa Katherine Mansfield, en cuyo personal estilo se deja sentir la
influencia de Chéjov. El gran talento de Mansfield para captar y reflejar las ironías
de la vida ha servido de estímulo a varias generaciones de escritores.

OTRAS TRADICIONES

A lo largo del siglo XX se han escrito cuentos en todas las lenguas europeas, así
como en las lenguas de Asia, Oriente Próximo y algunas lenguas africanas. Una lista
que incluyera sólo a los principales exponentes del género resultaría ya
excesivamente larga. Entre los más sugerentes y cautivadores cabe citar al escritor
checo Franz Kafka. En sus relatos, la realidad se funde magistralmente con la
fantasía, al tiempo que aborda temas siempre vigentes como la soledad humana, la
ansiedad y la relación entre el arte y la vida.

La rica tradición yidish continúa influyendo en la literatura contemporánea. Destaca


en este sentido la obra de los judíos centroeuropeos, entre los que cabe mencionar al
escritor de origen polaco Isaac Bashevis Singer.

Los autores del África subsahariana, ya sean negros o blancos, comparten


invariablemente la fusión de fantasía, realidad y compromiso político. Son de
destacar en este ámbito los Cuentos africanos de Doris Lessing o los Cuentos
escogidos de Nadine Gordimer.

Los cuentos asiáticos se mueven entre la fidelidad a la tradición y el


experimentalismo contemporáneo. Los autores más conocidos en Occidente son el
japonés Yukio Mishima y el indio Rabindranath Tagore.

EL CUENTO EN EL ÁMBITO HISPÁNICO

El romanticismo, que da una nueva vida al elemento maravilloso como soporte


fundamental del cuento, tiene su principal exponente en España en la figura de
Gustavo Adolfo Bécquer. En la primera mitad del siglo XIX el género se desliza
hacia el costumbrismo y adquiere plena carta de naturaleza en la literatura de la
segunda mitad del siglo. Sobresale en este periodo la figura de Fernán Caballero,
seguida de importantes cuentistas como Leopoldo Alas Clarín, Juan Valera y Emilia
Pardo Bazán. A finales del XIX el cuento queda plenamente liberado de su
significado primigenio y se sitúa en un plano semejante al de la novela,
permaneciendo vivo en la obra de una serie de escritores que identifican el relato
breve con la obra de sabor popular.
Tras la Guerra Civil conoce un nuevo florecimiento con autores como Ignacio
Aldecoa, Ana María Matute, Álvaro Cunqueiro o Juan García Hortelano, y en los
últimos años Carlos Casares, Javier Marías, Cristina Fernández Cubas o Quim
Monzó.

Aunque el cuento hispanoamericano nació a finales del siglo XIX con Tradiciones
peruanas de Ricardo Palma, la atención de la crítica se ha centrado principalmente
en la nueva literatura latinoamericana, convertida acaso en el fenómeno literario más
destacable y fecundo del siglo XX. El escritor argentino Jorge Luis Borges examina
la condición humana de un modo que recuerda en cierto sentido a los mitos de
Kafka, y su influencia en la literatura universal es comparable a la del escritor checo.

En los cuentos de Borges, lo fantástico aparece siempre vinculado al juego mental, y


sus elementos recurrentes son el tiempo, los espejos, los laberintos o los libros
imaginarios. Entre sus principales libros de relatos cabe mencionar Historia
universal de la infamia (1935), El jardín de los senderos que se bifurcan (1941),
Ficciones (1944), El Aleph (1949) o El libro de arena (1975). El argentino Julio
Cortázar, influido directamente por Poe y muy cercano al surrealismo francés,
plantea en sus cuentos la existencia de dos espacios paralelos: el real y el
sobrenatural. Sus principales libros de relatos son Bestiario (1951), Historias de
cronopios y de famas (1962) y Octaedro (1974).

Dentro de la tradición literaria argentina relacionada con la evolución del cuento,


debe citarse a Horacio Quiroga, autor de un “Decálogo” en el que fija las pautas que
ha de seguir un buen cuentista: brevedad, concisión, huida de lo ampuloso,
ambigüedad, entre otras. En el panorama iberoamericano deben ser citados nombres
como el de la brasileña Clarice Lispector, el colombiano Gabriel García Márquez, la
chilena Isabel Allende, el uruguayo Juan Carlos Onetti o el mexicano Juan Rulfo.

En la obra de este último lo inverosímil y mágico no es menos real que lo cotidiano


y lógico. Esta nueva concepción de lo literario se ha dado en llamar realismo
mágico.

CUENTOS TRADICIONALES

Término genérico que engloba varios tipos de narraciones de tradición oral en todo
el mundo. Como manifestación del folclore, los cuentos tradicionales se han
transmitido de generación en generación, sufriendo con el tiempo muchas
alteraciones debido a las incorporaciones o eliminaciones que realizaban los
narradores. Durante este proceso de difusión cultural algunos se escribieron, como
hizo don Juan Manuel con Doña Truhana (La lechera), pasando de nuevo a la
transmisión oral, que es el rasgo fundamental de los cuentos tradicionales y de toda
la literatura popular.

En general, los principales tipos de cuentos tradicionales, los mitos (véase


Mitología), las leyendas y los cuentos fantásticos, se intercambian entre sí y se
refieren a cualquier tipo de narración ficticia producto de la imaginación. Sin
embargo, para los eruditos del folclore cada uno de estos tres tipos representa una
forma característica de este género.

Otros tipos son los cuentos de animales y fábulas, las patrañas o relatos fantásticos,
las anécdotas y chistes, el grupo formado por cuentos reiterativos, retahílas (como
los cuentos de nunca acabar) y fábulas cantadas, cuya narración incluye canciones o
rimas.

INVESTIGACIÓN DE LOS CUENTOS TRADICIONALES

A comienzos del siglo XIX, los filólogos alemanes Jacob y Wilhelm Grimm (véase
Hermanos Grimm) publicaron Cuentos para la infancia y el hogar (2 volúmenes,
1812-1815) animando a muchos escritores de otros países a recopilar y publicar
materiales similares de sus propios pueblos, como el escocés Andrew Lang y el
escritor danés Hans Christian Andersen. Los hermanos Grimm observaron muchas
semejanzas entre los cuentos europeos y los de otros continentes.

La mayor parte de los eruditos del siglo XIX se centró en detallar estas semejanzas,
pero, en general, ignoró el extenso acervo de los folclores africano, oceánico y de
los indígenas americanos, que existían al margen de la tradición indoeuropea, e
investigaron sólo en aquellas partes del mundo que creyeron las más importantes.
Así, los hermanos Grimm postularon un origen común de los cuentos tradicionales;
el filólogo alemán Theodor Benfey y el escritor escocés William Clouston
sostuvieron que los cuentos se habían difundido gracias a los viajeros que emigraran
de la India hacia Oriente y Occidente.

Estas teorías, sin embargo, han resultado ser incompletas o incorrectas, a pesar de
que las investigaciones de estos y otros estudiosos estimularon, en gran medida, el
interés por el folclore y por los cuentos tradicionales. Max Muller, erudito alemán,
sostuvo que los mitos se originaron cuando el sánscrito y otras lenguas antiguas
empezaron a declinar, opinión que rebatió el clasicista y folclorista escocés Andrew
Lang.
Los cuentos tradicionales empezaron a ser objeto de una atención más detenida a
partir de la inmensa popularidad que alcanzó La rama dorada (1890), obra de doce
volúmenes del antropólogo británico James George Frazer, y que contribuyó a
estimular la investigación.

Más recientemente, los investigadores, muchos influidos por el antropólogo


germano-estadounidense Franz Boas, han profundizado en el estudio del folclore y
recogido los cuentos de todas las partes del mundo. Algunos, siguiendo las
directrices del folclorista finlandés Antti Aarne y del estadounidense Sitih
Thompson, han realizado estudios muy completos, geográficos e históricos, de todas
las variantes conocidas de los cuentos más extendidos, tratando siempre de descubrir
y catalogar los tipos y temas básicos. Aarne realizó un catálogo en 1910 que
Thomson amplió y tradujo en 1928. Este catálogo se convirtió en el índice que
clasifica los argumentos de muchos cuentos tradicionales.

El índice temático de Thompson cataloga los elementos narrativos tales como los
objetivos, animales característicos, ideas, acciones o personajes, que aparecen en los
cuentos tradicionales. Como resultado de la obra de los investigadores, pocos
folcloristas creen en la actualidad que exista una teoría que sea satisfactoria para
explicar las semejanzas y variaciones en los cuentos tradicionales y el folclore
mundial.

Algunos autores modernos y críticos literarios, muy influidos por el psicoanálisis de


Sigmund Freud y Carl Jung, otorgan al mito una acepción más amplia de lo habitual.
La palabra mito se utiliza para referirse a símbolos y temas que comparten todos los
pueblos en todo el mundo y que se sirven de lenguaje común para expresar las ideas,
los valores y las emociones. Cuando se emplea en este sentido, el mito no se
diferencia mucho de la leyenda o del cuento fantástico, o incluso de géneros
literarios como novelas y dramas, consideradas como formas más recientes
adoptadas por la necesidad de los tiempos para expresarse a través de los mitos.

MITOS

Los mitos, estrictamente definidos, son cuentos tradicionales que están cargados de
elementos religiosos que explican el universo y sus primeros pobladores. Son
historias que tanto el narrador como su audiencia consideran verdaderas y narran la
creación y la ordenación del mundo, tareas normalmente llevadas a cabo por una
deidad (dios o diosa) que existe en el caos, en el vacío o en algún mundo aparte.
Con una serie de hijos y compañeros, la deidad da forma al mundo y lo llena de
vida, e inicia una serie de aventuras y luchas en las que él o ella logra liberar el sol,
la luna, las aguas o el fuego, regula los vientos, crea el maíz, las alubias o los frutos
secos, derrota monstruos y enseña a los mortales cómo cazar y arar la tierra.

El ser que lleva a cabo estas tareas, el arquetipo o héroe cultural, puede presentar
una forma antropomórfica (como Zeus en la antigua mitología griega) o animal
(como el coyote y el cuervo en los cuentos de los indios norteamericanos) y con
frecuencia cambia de forma. Algunas mitologías, como las americanas y las de
África occidental, encierran ciclos completos en los que el héroe cultural es un
embaucador, pequeño, ingenioso, codicioso, presumido, embustero y estúpido a la
vez; una criatura paradójica que es engañada o se engaña a sí misma tanto como
engaña a los demás.

Anansi, la araña heroína de un gran número de cuentos tradicionales de África


occidental, muestra a los seres humanos lo que no hay que hacer e ilustra el precio
de la rebelión que supone apartarse del camino recto. Personajes parecidos de otras
culturas son el conejo Brer de los cuentos afro americanos, o el coyote, el cuervo y
la liebre en los cuentos estadounidenses.

LEYENDAS

Las leyendas equivalen a una historia popular, e incluso cuando tratan de temas
religiosos se diferencian de los mitos en que narran lo que sucedió en el mundo una
vez concluida la creación. Tanto el narrador como su audiencia creen en ellas y
abarcan un gran número de temas: los santos, los hombres lobo (o su versión
femenina, ‘cumacanga’, en el folclore brasileño), los fantasmas y otros seres
sobrenaturales, aventuras de héroes y heroínas reales, recuerdos personales, y
explicaciones de aspectos geográficos y topónimos de lugares, son las llamadas
leyendas locales.

Las leyendas se diferencian de la historia formal en su estilo de presentación, énfasis


y propósito. Como otras formas de cuento tradicional tienden a adoptar fórmulas
concretas, utilizando patrones fijos y descripciones características de los personajes.
Por ejemplo, apenas se preocupan en detallar cómo son en realidad sus héroes.

Jesse James, un bandido estadounidense, puede aparecer como un Robin Hood


moderno o un Luis Candelas: un personaje de buen corazón que robaba a los ricos
para repartir el botín entre los pobres. Los exploradores estadounidenses Davy
Crockett y Kit Carson son prácticamente el mismo personaje en la leyenda. De la
misma manera, Helena de Troya y Cleopatra (del antiguo Egipto), Deirdre (en la
leyenda irlandesa) y más recientemente la actriz Marilyn Monroe han entrado a
formar parte del folclore como símbolos de la belleza femenina casi sin matices
diferenciadores.

Algo similar, en cuanto a las pautas de los personajes, sucede en las historias de
miedo, las leyendas locales y en algunos casos hasta en los recuerdos familiares,
relatos que, aunque pueden presentarse como históricos, están demasiado trillados
para ser tomados como verdaderos y objetivamente históricos.

Las leyendas urbanas son historias contemporáneas ambientadas en una ciudad; se


toman como verdaderas, pero tienen patrones y temas que revelan su carácter
legendario. El contexto de estas leyendas puede ser contemporáneo, pero las
historias reflejan preocupaciones permanentes sobre la vida urbana, incluyendo la
intimidad, la muerte, la decadencia y, muy en especial, las gentes marginadas y
fuera de la ley.

CUENTOS FANTÁSTICOS

Los cuentos fantásticos, o Märchen, palabra alemana con la que los eruditos
prefieren referirse a ellos, pertenecen al campo de la ficción. Tienen lugar en un
mundo fantástico poblado por personajes extraños y mágicos y no se consideran
verídicos ni por el narrador ni por su audiencia. Aunque lo sobrenatural abunda en
este tipo de cuentos, pocos tienen que ver con los cuentos de hadas. Abarcan un gran
número de argumentos (como los relatos de La Cenicienta, Blancanieves o
Caperucita Roja).

El tipo de cuento fantástico implica a una figura heroica desvalida que debe
enfrentarse a diversas pruebas o llevar a cabo empresas casi imposibles, que
consigue realizar gracias a la ayuda de la magia. Así logra su triunfo, que suele
consistir en descubrir su origen natal más ilustre del que creía tener, en alcanzar
honores y riquezas muy por encima de su humilde origen o en realizar un
matrimonio por amor y conveniente. Con frecuencia comienzan con “Érase una vez”
para terminar con “y colorín colorado, este cuento se ha acabado”.

Los Märchen se han convertido en relatos infantiles muy populares, aunque en un


principio disfrutaron con ellos tanto los mayores como los niños.
OTRAS FORMAS DE CUENTOS TRADICIONALES

Existen otras formas de cuento tradicional muy extendidas por todo el mundo. Los
relatos de animales se engloban en dos categorías principales: los protagonizados
por animales que pueden hablar y se comportan como seres humanos, y aquéllos en
los que las cualidades humanas de los animales son simplemente una convención
que se acepta durante el curso de la narración; así sucede en los ciclos medievales de
animales (por ejemplo, los cuentos de Reynard the Fox) o en las fábulas, que se
caracterizan por su moraleja. Cuando no son mitológicos, los cuentos de animales
cumplen una función de sátira social o política, encubierta por la narración literaria.

A pesar de que son muy conocidos en Europa y Asia, los cuentos fantásticos,
patrañas que el narrador no cree pero que se supone engañan al ingenuo interlocutor,
se asocian sobre todo a la frontera estadounidense donde las historias del Oeste se
presentaban como verídicas ante los habitantes de las ciudades. Confiaban en el
efecto cómico producido por la incongruencia entre la sobria narración y los
elementos fantásticos que contenían.

Aparecían dos protagonistas cuyos rasgos característicos se intercambian con


frecuencia: El duro, un camorrista fanfarrón, mal hablado y bebedor, y El yankee, un
comerciante astuto que bajo su aspecto anodino resultaba ser un pillo.

Los cuentos de fórmula reiterativa incluyen las historias interminables o los cuentos
de nunca acabar; los cuentos acumulativos, que parten de una frase básica a la que se
van añadiendo otras nuevas (por ejemplo, el famoso A mi burro le duele la
garganta), y los cuentos con un final inesperado, que abarcan desde las historias
serias o ingeniosas a los juegos de palabras. Muchos de estos cuentos, como las
patrañas, están relacionados con la gran cantidad de chistes y anécdotas graciosas
que circulan en todas las sociedades.

Este género comprende un amplio material, tanto lineal como equívoco, desde
retratos sobre gente ignorante y loca, encuentros sexuales y confusiones producidas
por equívocos lingüísticos o dialectos diferentes, como los modernos chistes malos.

Los cuentos cantados o recitados, otra forma de cuento tradicional oral, fueron muy
populares en la región del Caribe. Se trata de historias, a menudo un cuento de
animales o un Märchen, con una canción o estribillo intercalada en la narración oral.

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