Debate 1
Debate 1
Debate 1
Al psicólogo cognitivo le interesan los procesos mentales que median entre lo que sucede en el
entorno del idividuo y su comportamiento
Destacando el carácter provisorio de la enumeración que sigue , se hace posible afirmar, en primer
lugar, que las coordenadas socio-históricas en las que esta psicología emerge son las mismas que
las del conductismo; como bien afirma el propio Varela, y a semejanza de conductistas y
comportamentalistas, el ‘aspecto sociológico’ de las Ciencias Cognitivas es para él causa de
verdadero asombro, porque “(...) la revolución cognitiva de las últimas cuatro décadas recibió una
fuerte influencia a través de líneas de específicas de investigación y financiación en los Estados
Unidos”
la cognición, actividad propia del ser vivo, se halla enraizada en la organización biológica, y tal
organización se manifiesta en todas sus acciones y en todo su ser.
Por último, será necesario destacar que en las diversas descripciones y explicaciones propuestas
acerca del funcionamiento de la ‘vida mental’ o de los ‘estados mentales’ que permiten y
aseguran la cognición y los otros diferentes procesos en los que esa vida se manifiesta se percibe
inevitablemente un afán por alcanzar la explicación de los ‘desempeños’ humanos en tales o
cuales condiciones, o lo que parece ser lo mismo, una persistencia en explicar y predecir los
comportamientos - y quien afirma esto debe utilizar también el verbo controlar - de un ser cuya
esencia debe residir, desde un perspectiva crítica como la que ha pretendido asumir el presente
trabajo, precisamente, en la negación y en el rechazo de aquello que se le quiere presentar como
‘natural’, y aún en mayor medida cuando a esa naturaleza se la reclame humana.
En 1913, John Watson lanzó la revolución conductista, afirmando que el tema de estudio
adecuado de la psicología no era el funcionamiento de la mente sino el examen de la conducta
objetiva y observable. Basándose en estudios fisiológicos, propuso que todas las actividades
psicológicas podían explicarse comprendiendo los reflejos que se establecen en las porciones
superiores del sistema nervioso. Esta era una psicología molecular, pura y simple, que iba de lo
particular a lo general.
Un elemento decisivo del canon conductista era la supremacía y el poder determinante del
medio. Consideraban que los individuos no actuaban de la manera en que lo hacían a raíz de
sus propias ideas y propósitos, o porque su aparato cognitivo poseyera ciertas tendencias
estructurantes autónomas, sino que operaban como reflectores pasivos de diversas fuerzas y
factores presentes en el medio. Se postularon los principios de condicionamiento y refuerzo
para describir cómo se producía el aprendizaje. Los conceptos, por ejemplo, según la tradición
clásica descripta anteriormente, se adquirirían a través de cadenas asociativas simples entre
un estímulo y una respuesta.
2. El núcleo central del conductismo está constituido por su
concepción antimentalista. Es la versión más cruda del asociacionismo. Situado en
la tradición asociacionista que nace con Aristóteles, el conductismo comparte la teoría del
conocimiento del empirismo inglés, cuyo exponente es Hume, quien postuló que el
conocimiento humano está constituido exclusivamente de impresiones recibidas a través
de los sentidos (Carpio, l977). Las ideas que se forman de esas impresiones son copias
que recoge la mente y que perduran una vez que desaparecen las impresiones. El
conocimiento se alcanza mediante la asociación de ideas según los principios
de semejanza, contigüidad espacial y temporal y causalidad. Estos son los
principios básicos del pensamiento en el empirismo de Hume. Con diversas variantes,
todos los conductistas se basan en estos principios para la descripción y explicación de la
conducta humana y animal (Crystal, 1971).
las formas psicológicas desafiadas; el propio Gardner se pregunta, con el
asombro fingido de quien encuentra una novedad por enésima vez, si hay que
“(...) examinar la conducta en su contexto natural o procurar despojarla de
todos sus atavíos cotidianos y recurrir a las condiciones artificiales del
laboratorio” (Gardner, 1987, p.114).
en una sociedad tan competitiva y exigente como la que nos ha tocado vivir
(...) la psicología aspira a aplicar una serie de conocimientos bien establecidos
para mejorar el funcionamiento psicológico del ser humano en relación con el
medio en que vive” pues el objetivo último de la psicología cognitiva es “(...)
lograr conductas inteligentes, adaptadas al medio y más efectivas”
(Ballesteros Giménez, 1996, p.26).