Reisz - Notas Sobre Bajtín
Reisz - Notas Sobre Bajtín
Reisz - Notas Sobre Bajtín
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familiarizado con su pensamiento. En lo que sigue me limitaré a hacer una
exégesis de dos de los términos que me parecen más productivos para explicar
algunos rasgos típicos del discurso vallejiano: voz y diálogo (o dialogismo ).
Considero que ambos aluden a un conglomerado de fenómenos diversos y que,
por lo mismo, requieren una delimitación más nítida y sitemática de la
practicada por el propio Bajtín.
El primero de ellos es quizás el más problemático y el más ambiguo. En
consecuencia, puede ser una ayuda--para aplicarlo luego al caso de Vallejo--el
siguiente catálogo (no exhaustivo) de los diferentes sentidos de voz que he
podido re-construir en mi lectura:
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1. El diálogo de voces fenomenizables, que se dejan describir como origo de
los enunciados y como porta-voces de determinados lenguajes y determinadas
axiologías. Si bien el caso más frecuente y normal es el del intercambio verbal
de dos "sujetos-autores" que comparten las mismas coordenadas espacio-
temporales, también se pueden incluir aquí la comunicación a distancia--por
escrito u otros medios--y el auto-diálogo como forma de pensamiento o ficción
literaria.
2. La interacción (o intertextualidad ) de enunciados alejados en el espacio y/o
el tiempo, que produce el encuentro involuntario (o provocado unilateralmente)
de dos "imágenes de autor". Tal es el caso de quien introduce en su discurso la
cita de un discurso ajeno o el de dos textos de distintos autores que se refieren
al mismo tema y que alguien yuxtapone para compararlos.
3. La coexistencia--no siempre pacífica--de diversos "lenguajes"--es decir,
registros verbales, cosmovisiones y sistemas de valores--en un enunciado o
conjunto de enunciados emanados de una misma fuente de discurso. Esta
situación, también caracterizable como "polifonía" , es la típica del discurso
narrativo novelesco. Bajtín ve en ella un rasgo distintivo de la novela como
género--en oposición a la poesía, que él tiende a considerar como el espacio de
la "voz única"--y erige a la obra de Dostoievski en ejemplo privilegiado de este
tipo de "dialogismo polifónico".
4. La proliferación no controlable de sentidos en el enunciado, que Bajtín
imagina como un "corredor de voces" que puede conducir a la salida fuera de lo
comprensible.i Es a este fenómeno al que he querido aludir desde el título con la
expresión polifonía anárquica , que subraya la imposibilidad de identificar las "
voces"--los efectos de sentido en el texto--con sujetos hablantes o de fijarlas a
una situación de enunciación particular.
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En Trilce el origo de los enunciados solo es fenomenizable a trechos y
nunca se mantiene como porta-voz de un mismo lenguaje a través de un poema
completo. A pesar de ello, el inestable sujeto discursivo apela con cierta
frecuencia a un oyente con características bastante definidas: la madre o la
mujer amada .......con un marcado aire maternal.
Bajtín cree que además del destinatario (que es "el segundo" del
diálogo), el autor de cualquier enunciado--literario o no--siempre presupone "la
existencia de un destinatario superior (el tercero)", uno capaz de entender aún
en un diálogo de sordos y "cuya comprensión de respuesta absolutamente justa
se prevé o bien en un espacio metafísico o bien en un tiempo históricamente
lejano" (318-319). Alguien como Dios ..... o como la imagen idealizada y
añorada de una madre que ya no está allí pero que sigue escuchando con oídos
no terrenales.
La destinataria ausente y, a la vez, omnipresente de muchos
poemas de Trilce --la "tahona estuosa" de XXIII, la "amorosa llavera de
innumerables llaves" de XVIII, la "muerta inmortal" de LXV, la humilde comensal
de XLVI--deja en los enunciados la traza de un silencio comprensivo y
responsivo, que genera sentidos en consonancia empática con el locutor. Un
silencio en el que se resuelve--imaginaria y simbólicamente--la dicotomía entre
"el segundo" y "el tercero" del diálogo. El verso final de XXIII deja flotando en el
"aire" de los márgenes blancos toda la ansiedad infantil y oral --en el doble
sentido de lo libidinal-primario y de lo discursivo--del hijo que con su pseudo-
pregunta solo busca la aprobación de la voz materna:
¿dí, mamá?
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perdido de la dualidad simbiótica, la intercomprensión perfecta, la captura del
sentido fugitivo, el detenimiento de la tensión dialógica:
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Poesía y polifonía
(Extracto de Reisz, Voces sexuadas, Cap. 7 (“Las mil y una voces de Susana Thénon”)
La hipótesis de que el discurso lírico es el ámbito en el que resuena una voz única, la
del poeta o la de su "propio" lenguaje--un lenguaje "sin comillas", no objetivado, sin la
interferencia de otras voces u otros lenguajes--es uno de los soportes en que se asienta el
pensamiento de Bajtín en torno a los géneros literarios. En uno de sus textos más conocidos,
escrito en 1934-35, "El discurso en la novela", semejante idea es el argumento fundamental
de su distinción entre narrativa y poesía. La novela, punto de mira privilegiado de todas sus
reflexiones sobre los géneros discursivos en general y sus relaciones con la literatura,
aparece allí, como en muchos otros trabajos suyos, como paradigma de dialogismo y
polifonía.
Aunque ya nos podemos hacer una idea bastante clara, por todo lo que se conoce
hasta hoy de su obra, de que la fijeza de ciertas preocupaciones va aparejada con una
manera flexible de plantearlas, me parece que no se ha prestado suficiente atención a las
dudas y a los matices diferenciadores que él introdujo, sobre todo en el último período de su
producción, en categorizaciones que, por lo demás, nunca presentó como monolíticas.
En relación con el problema de la voz en poesía--un tema algo lateral en su obra--la
relectura de sus escritos tardíos puede aportar criterios muy valiosos para la interpretación
de algunas de las tendencias más interesantes de la poesía femenina de Hispanoamérica:
aquéllas que hacen del dialogismo (dramático o novelesco) y de la polifonía ("ordenada" o
"anárquica") modos instrumentales de acceder al canon lírico desde los márgenes de la
institución literaria y desde posiciones enunciativas subalternas.
Uno de los textos bajtinianos más fragmentarios y cargados de interrogantes y, a un
mismo tiempo, de los más innovadores por sus conjeturas en torno al género considerado
antes monológico , es "El problema del texto en la lingüística, la filología y las ciencias
humanas. " Entresaco de allí dos pasajes en los que el diálogo de Bajtín consigo mismo
alcanza un punto extremo de vacilación creativa y abre un nuevo horizonte para la
interpretación de los viejos binomios dialógico-monológico, polifónico-monofónico (o
univocal):
La última afirmación adquiere un sentido mejor perfilado pero también más denso
cuando, páginas más adelante, Bajtín la reformula para describir la actividad que constituye
el tópico central de su reflexión, la tarea del novelista:
Habla indirecta, actitud hacia la propia lengua como a una de las lenguas
posibles (y no como si la lengua propia fuese la única e incondicionalmente
posible). (307)
No es necesario darle muchas vueltas a estas frases para inferir de ellas que la
polifonía no es una propiedad exclusiva de la novela (por más que ésta represente su
albergue ideal) y que un poema lírico puede acoger tantas voces "ajenas" y tantos lenguajes
diversos como cualquier otra forma literaria.
En otro pasaje de ese mismo ensayo que acabo de citar Bajtín sugiere, al esbozar el
proceso de producción de sentido en el texto, que la proliferación de la polifonía puede
conducir a la recíproca neutralización de las "voces" concurrentes, es decir, a la anulación
de los significados--y los valores--que el discurso intenta instaurar:
Este último fenómeno, al que voy a referirme con el rótulo de polifonía anárquica,
difiere sustancialmente no solo de aquellos ejemplos de polifonía en los que se puede
reconocer el diálogo de diversas voces fenomenizables (es decir, diversos "hablantes") sino
también de aquellos otros en los que se da la coexistencia, no siempre pacífica, de diversos
"lenguajes" (es decir, registros verbales, cosmovisiones y sistemas de valores) en un
enunciado o conjunto de enunciados emanados de una misma fuente de discurso.
La polifonía anárquica, que en su manifestación más radical representa una suerte
de apoteosis de la heterofonía (diversidad de voces) y de la heterología (diversidad de
discursos), puede llevar a la total desactivación de aquellas fuerzas centrípetas del lenguaje
que garantizan un máximo de comprensión mutua. Cuando las tendencias
desestabilizadoras y descentralizantes--que Bajtín creía típicas de la novela--se intensifican
hasta el punto de disgregar el sujeto discursivo (la "voz lírica") en una multiplicidad de
efectos de sentido simultáneos y divergentes (un "corredor de voces"), el resultado es un
anti-discurso como el que domina en la mayor parte de los textos de Trilce de César Vallejo.
[…..]
La obra poética de Susana Thénon se caracteriza por el cultivo sistemático de todas
las formas de polifonía previstas por Bajtín (y adscritas por él al discurso de la novela como
su ámbito natural y primigenio).
Ova completa, el tercer libro de poesía de Thénon (y el último publicado en vida de su
autora) pone al lector, ya desde el título, ante una apretada madeja de voces y registros
discordantes. En él dialogan, con una complacida hostilidad paródica y autoparódica, el
estereotipo rimbombante de un lenguaje editorial que hace de los textos monumentos y
piezas museales (Obra completa: acabada, clausurada, intangible, gigante venerable
momificado en la letra) y una expresión latina que no todos los los lectores reconocerán de
inmediato pero que una pseudo-cita pseudoerudita se encarga de aclarar al pie de página del
poema del mismo nombre:
Por cierto que, retroactivamente, esta nota proyecta en el título todas las expresiones
cultas, cursis o groseras, botánicas o zoológicas, gastronómicas o sexuales, neutrales u
obscenas, corporales o anímicas, que los "huevos" y su "relleno" puedan convocar ....
Incluida allí la asociación de ova con ovario y óvulo, como para sugerir la idea de que la
"ova" de Thénon es un combativo exponente de escritura femenina. Demostrar que sí lo es,
requiere, sin embargo, vencer un cúmulo de dudas generadas por la radicalidad con que la
poeta pone en práctica su programa estético-político de mímesis desconstructiva.
[….]
¡ESO ES DECLAMACIÓN!
(Extractos de Reisz, “De la lírica coral al colectivismo polifónico. Metamorfosis de la voz
poética en las literaturas “menores” , en prensa)
La metáfora del “apoyo coral” (que en otro pasaje se reformula como “la música de
otredad” ) parecería querer explicar lo que con un vocabulario menos expresivo y más
prosaico se caracterizaría como el valor universal de la lírica. Así es como entiende esta
metáfora uno de los más sagaces estudiosos de Bajtín en el mundo hispano, Luis Beltrán:
Mi aporte personal en relación con esta idea (que, como tantas otras brillantes
intuiciones bajtinianas en torno a la poesía, quedó sin elaboración ulterior) es tratar de
demostrar que en las literaturas menores esa “obsesión de coro” se exacerba por la
necesidad de articular una identidad colectiva problemática y de reafirmar el derecho a existir
dentro de un medio abierta- o solapadamente hostil.
En este contexto tal vez no esté de más recordar que el racismo, la xenofobia, la
homofobia o la misoginia son derivaciones extremas de una generalizada hostilidad hacia
lo no-semejante; y que cuando los marginados por ser diferentes se insubordinan, suelen
responder al movimiento de exclusión enfatizando los rasgos distintivos de esa identidad
desvalorizada.
Habría que añadir, en consecuencia, que el coro de una lírica“menor” no se puede
pensar como una gran consonancia universal (a la manera del “Himno a la alegría” de
Beethoven), sino mas bien como un limitado conjunto de voces que se muestran unidas por
una común intención de autoafirmación y de resistencia frente al poder marginador.
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