Tema 2 ESCRITURA Y TRADICION INICIACION A LA BIBLIA
Tema 2 ESCRITURA Y TRADICION INICIACION A LA BIBLIA
Tema 2 ESCRITURA Y TRADICION INICIACION A LA BIBLIA
Escritura y tradición
La sagrada escritura, “Palabra de Dios escrita por inspiración del Espíritu
Santo”, es, con la tradición, fuente de vida para la iglesia y alma de su acción
evangelizadora (DA 257).
Enlace
En el tema anterior reflexionamos que la Palabra de Dios es Cristo y nos
concientizamos de la necesidad de reavivar nuestro encuentro con el.
Ahora veremos que la Palabra de Dios es un mensaje de salvación
contenido en la Escritura y la Tradición.
Objetivo
Identificar que la Palabra de Dios esta contenida en la Sagrada Escritura y
en la Tradición.
Comprender que la biblia es Palabra divina y, por tanto, posee verdad y
unidad.
La Palabra
La Escritura ha sido inspirada por Dios y es útil para enseñar, para persuadir,
para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto y este preparado para hacer el bien.
Segunda carta a Timoteo 3, 16-17
Otros textos: Sal 119, 89-90. 114; 1Tim 2,4.
3. La Tradición Apostólica
El mensaje transmitido de viva voz por los apóstoles es la Tradición
Apostólica*. Pablo, en su carta a los Corintios, se refiere a ella: Por lo que
a mi toca, del Señor recibí la tradición que les he transmitido (1 Cor
11,23).
La iglesia, ahora, perpetua el mensaje con su predicación, su vida y su
culto.
La Tradición es una realidad viva y dinámica que crece en la Iglesia con la
ayuda del Espíritu Santo, a través de la mejor comprensión de las
palabras, por la contemplación y el estudio de los creyentes que las
meditan en su corazón y por el anuncio que se hace de esa Palabra (cf.
DV 8).
5. Tradición y Escritura
Al reafirmar el vínculo profundo entre el Espiritu Santo y la Palabra de
Dios, podemos comprender el sentido y el valor decisivo de la Tradicion
vivía y de las Sagradas Escrituras en la Iglesia. El Espiritu Santo inspira,
anima y guía la Tradición.
Para la Iglesia, Sagrada Escritura y Tradición son las fuentes de su vida.
(cf. DA 247). Por ellos, la fe cristiana no se reduce a una “religión de
Libro”. El cristianismo es la religión de “La Palabra de Dios”, no de una
palabra escrita y muda, sino del Verbo encarnado y vivo.
La Escritura ha de ser proclamada, escuchada, leída, acogida y vivida
como Palabra de Dios, en el seno de la Tradición Apostólica, de la que no
se puede separar (cf. VD 7).