Jesus Jara El Mimo y El Clown
Jesus Jara El Mimo y El Clown
Jesus Jara El Mimo y El Clown
jesús jara
se igualaran con los bufones, payasos, colectivo, de nuestra herencia genética.
volatineros, prestidigitadores y domado- Un bebé expresa y siente, gesticula y
res, que desempeñan su oficio en los ríe mucho antes de hablar.
mercados públicos ante todo el pueblo”. De modo que estas actividades artísti-
Y es que, aunque mimos y clowns han cas tienen su análogo, su origen en otras
conocido épocas de gloria y respeto actividades cotidianas primarias y ello
para algunos de ellos, la mayoría ha en- hace que formen parte del patrimonio
contrado en la calle su lugar natural de cultural más cercano a la mayoría de
expresión y en las gentes sencillas sus las personas.
mejores y más habituales espectado- Pasaré ahora a reflexionar sobre otro de
res. los espacios fronterizos del mimo y el
Y llegados a este punto hay que pre- clown: la expresión por la imagen, o una
guntarse ¿porqué? “imagen vale más que mil palabras”.
Evidentemente, en gran medida porque Comenzaré hablando de la máscara, en-
quienes se dedicaban a este oficio per- tendida ésta no tanto como objeto sino
tenecían al pueblo y sus chanzas gol- como un dispositivo para expulsar la per-
peaban, frecuentemente, a los podero- sonalidad del que la usa fuera de su
sos. Pero habría también otras causas cuerpo y permitir que un espíritu tome
más profundas. posesión de él. La máscara como
En mi opinión, el clown y el mimo expresión precisa de los sentimientos,
entroncan con algunas de las activida- como material transparente que abre las
des más cotidianas y gozosas del ser emociones, las intenciones, la voluntad,
humano: la risa, la gesticulación, la ter- la dramaturgia de la acción hacia el ex-
nura, la imitación... terior. ¿Qué otra cosa es, sino ésto, el
¿Quién no ha escuchado, contado al- maquillaje, la nariz roja, el vestuario, el
gún chiste, la más popular de las for- aspecto de un mimo, un clown, que sólo
mas del humor? El hombre necesita reír, con verlos, con recibir su imagen ya ima-
para comprender, para conocer, para ginamos cosas de su carácter, su
crecer y asimilar su realidad. interior, su forma de ser?.
¿Y quién no ha tenido la tentación o la Uno de los más claros ejemplos de sim-
necesidad de imitar a alguien, de co- biosis de mimo y clown, Chaplin, dice
municar con las manos, el gesto, supe- en su autobiografía: “...No tenía ningu-
rando la expresión verbal, o el idioma, o na idea acerca del personaje. Pero en
los ruidos? El ser humano recorrió un cuanto estuve vestido, la ropa y el ma-
largo camino hasta llegar al lenguaje quillaje me hicieron sentir el tipo de
hablado y escrito, y sin duda ese cami- persona que él era. Empecé a conocer-
no forma parte de nuestro inconsciente lo, y en el momento de aparecer en el
jesús jara
cial para el intercambio, el puente de co- que han habitado las pistas de circo
municación de su mundo interior y la (Chaplin, Keaton, Joe Jackson Jr.,
manera de confrontar éste con el mundo George Karl, etc.). Incluso ha habido
de los demás, con las normas sociales. otros estupendos cómicos que directa-
Es un diario abierto, a través del cual mente se han llamado mimo-clown,
recibimos permanente información como el ruso Leonid Enguibarov.
sobre sus intenciones, ilusiones, Y es que durante muchos siglos, y en
experiencias, decepciones, miedos, numerosas culturas, mimos y clowns
deseos. Sus sentimientos escapan por han sido una sola cosa, como veremos
sus ojos como el humo por la chime- a continuación. El teatro es casi tan
nea, de manera natural, irrefrenable, antiguo como el hombre. Sus raíces se
casi involuntaria. encuentran en las necesidades de éste,
Si un clown no nos mira, no existe. en sus anhelos, sus miedos, sus creen-
Ahora bien, todo camino tiene sendas cias: fertilidad, caza, fuerzas naturales,
diversas, que a veces divergen, a veces dioses, cosechas, derivan hacia la ce-
confluyen, o marchan paralelas para en- remonia, el rito, danzas y celebraciones
contrarse más tarde. Incluso, desvíos culturales de todo tipo. Y al tener estas
que no llevan a ninguna parte. Así, han celebraciones como base lo cotidiano,
existido o existen mimos con mucha lim- aparece ineludiblemente la imitación, la
pieza expresiva, pero exentos de pantomima. Y en cuanto se afloja la
emoción o payasos burdamente cómi- severidad cultural, se produce la burla
cos que hablan sin parar. También el y como consecuencia de ésta, la risa.
mimo ha aprendido a desenvolverse De eso, precisamente, estoy hablando,
más frecuentemente en el silencio, o el de la conjunción de mímica y carcaja-
clown se ha visto inclinado a provocar da.
más habitualmente la risa del especta- Como lo que ocurre cuando el protago-
dor. nista del drama del buscador de miel
Se podría decir que el mimo ha desa- en Filipinas tropieza con todo tipo de
rrollado y perfeccionado más el gesto, problemas. O con la parodia de los
la forma, el lenguaje exterior, y el clown nativos de Australia “Encuentro con el
ha cultivado más el sentimiento, el hombre blanco”, en la que se pintan la
fondo, el lenguaje interior. cara con ocre claro, se ponen un
Pero al mismo tiempo, han abundado y sombrero de paja y rodean las piernas
abundan mimos claramente cómicos con juncos antes de vestirlas con po-
(actualmente Vol-Ras, Tricicle, etc.) o lainas, para arrancar la risa de los es-
payasos que no hablan como todos los pectadores.
grandes del cine mudo y muchos de los Y ese es el mismo espíritu que animaba
jesús jara
dos y bondadosos, atrevidos o educación o el autoconocimiento.
timoratos. Tiernos, enamoradizos. Prag- También la popularidad de gente como
máticos, como Sancho, y soñadores, Marcel Marceau o Charlie Rivel, con
como Don Quijote, reúnen en sí mismos estilos diferenciados, en las últimas
toda la complejidad de la personalidad décadas, han hecho aparecer mimo y
del Clown, del Augusto, que como dije clown como lenguajes distintos. Pero,
al principio es el payaso total, auténtica al mismo tiempo, esa popularidad nos
síntesis de todo lo que habita en el ser habla bien a las claras de lo profundo
humano: grandeza y simplicidad, de los lazos que existen con el público,
aventura y cautela, sentimiento y razón. a pesar del gran desarrollo del teatro de
Y al mismo tiempo, ese ser enfrentado, texto o de autor que se ha producido en
en constante contradicción, con las el último siglo.
normas sociales, con la lógica del Así pues, concluiré diciendo que, lejos
mundo de los demás, de la comunidad de la visión incompleta de lo más cer-
y su inercia de comportamientos. La cano, mimos, payasos titiriteros, magos,
Commedia dell’arte, con su estructura teatreros de calle de todo tipo, seguirán
de arquetipos humanos y su desarrollo caminando por la senda común de la
inicial, basado en la improvisación, ha permanente alternativa al teatro “culto”.
sido y es el puntal sobre el que afirma Y en muchos casos, con mayor impac-
el arte del gesto y el sentimiento. Y al to, con mejor aceptación entre el
tiempo, desde una teatralidad innegable, público.
en la convención, en el guiño y la Y es que el único teatro que existe des-
complicidad con el público. de siempre, que no entiende de géne-
Así hemos llegado a nuestros días. Qui- ros mayor o menor, de elitista o popu-
zá, uno de esos momentos históricos lar, es aquel que representa una perso-
en los que las fronteras del mimo y el na e interesa a otra.
clown parecen ensanchadas. Variedad Cualquier otro debate sobre jerarquías
de escuelas diferenciadas de uno y otro en el teatro deviene estéril e innecesa-
tipo, esquematismo de los profanos rio.
sobre la imagen de uno y otro (rostro
blanco y mudez en el mimo, ropas
coloridas y maquillaje exagerado en el
clown). Un desarrollo mayor de la pan-
tomima en escuelas oficiales, por lo que
aporta en cuanto a disciplina y control
corporal. O la implantación del clown en
terrenos cercanos al teatro, como la