Padres de La Filosofia
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Zenón de Elea[editar]
Según Diógenes Laercio, Aristóteles dice que Zenón fue el inventor de la dialéctica.
Dice Aristóteles en su Sofista que Empédocles fue el primero en descubrir la Retórica,
y Zenón el inventor de la Dialéctica.2
La mayéutica (μαιευτική)[editar]
Véase también: mayéutica
Primer hipótesis de Eutifrón: Lo pío es acusar a toda persona que haya cometido un
delito.
Primer refutación de Sócrates: Pide una definición más general.
Segunda hipótesis de Eutifrón: Lo pío es lo que agrada a los dioses.
Segunda refutación de Sócrates: Lo que agrada a un dios desagrada a otros dioses.
Por tanto algo podría ser pío y no serlo al mismo tiempo.
Tercera hipótesis de Eutifrón: Lo pío es lo que agrada a todos los dioses.
Tercera refutación de Sócrates: No es porque una cosa agrada a los dioses que es
pía, sino que, más bien, porque es pía agrada a los dioses.
Cuarta hipótesis de Sócrates: Lo pío es una parte de lo justo. El argumento queda
inconcluso.
La dialéctica[editar]
La dialéctica platónica tuvo como objetivo, en una primera instancia, hallar definiciones
mediante la mayéutica socrática. Posteriormente, Platón identifica su propia filosofía con la
misma dialéctica: es decir, su finalidad se abocó al conocimiento del “mundo inteligible” o
también conocido como el “mundo de las Ideas”. Según esto, la dialéctica se trata de una
actividad cognoscitiva que se basa en el uso exclusivo de la razón y su fin último es el
conocimiento de la Idea de Bien. Así Platón, siguiendo el camino previsto, se esforzó por
formular y aplicar claramente las premisas teóricas del método.3
El dialéctico, en contraposición con el matemático o el geómetra, deja de lado el mundo
sensible y visible para tratar solo con el mundo inteligible; los matemáticos adoptan
(...) supuestos, y de ahí en adelante no estiman que deban dar cuenta de ellos ni a sí mismos
ni a otros, como si fueran evidentes a cualquiera.4
Esto es inadmisible para el verdadero dialéctico que
es el único que marcha, cancelando los supuestos, hasta el principio mismo, a fin de
consolidarse allí.5
La dialéctica tiene la misión de empujar poco a poco "el ojo del alma" del filósofo cuando está
sumergido en el incesante ir y venir de la ignorancia y elevarlo a las alturas de la intelección
filosófica. El que sigue sus pasos y se entrena en ella puede llegar a alcanzar la razón de la
esencia de la realidad.6 Y aunque usualmente se lea "método" o "técnica" en la caracterización
de la dialéctica, no debe pensarse que esta es meramente un sistema de disputas ni un
método de razonamiento formal, pues es mucho más que eso. La dialéctica no es sólo los
procesos lógicos y formales que implica, sino que es definida como el objeto supremo del
entrenamiento filosófico,78 y el único método de búsqueda disciplinada de la verdad.9
A: distinguir una sola Forma que se extiende por completo a través de muchas que
están, cada una de ellas, separadas;
B: distinguir muchas Ideas, las unas distintas de las otras, que estén rodeadas desde
fuera por una sola;
C: distinguir una sola Idea, pero constituida en una unidad a partir de varios conjuntos;
E: distinguir muchas diferenciadas, separadas por completo.
Sin embargo, como se dijo antes, este método presenta varias dificultades. Una vez
discriminadas las Ideas, se trata de saber cómo combinarlas. Si todas las Ideas fueran
completamente distintas unas de otras no habría problema, pero también sería imposible que
haya ciencia. Si, por otra parte, todas las Ideas se redujeran a una sola Idea (la del Ente o lo
Uno), tampoco habría problema, pero no podría decirse más de lo dijo ya Parménides: que "el
ente es". El problema radica en saber cómo la dialéctica hace posible una ciencia de los
principios fundada en la idea de la unidad.7 El problema es uno latente aun en la filosofía.
Referencias[editar]
1. ↑ Ferrater Mora, José (1988). Diccionario de Filosofía Abreviado. Editorial
Sudamericana. p. 113.
2. ↑ Diógenes Laercio (2007). Vidas y opiniones de los filósofos ilustres. Alianza Editorial.
p. 440.
3. ↑ Werner, Jaeger (1957). La Paideia: los ideales de la cultura griega. Fondo de cultura
económica. p. 484.
4. ↑ Platón (2000). Diálogos IV. República. Editorial Gredos. p. 340.
5. ↑ Platón (2000). Diálogos V. República. Editorial Gredos. p. 371.
6. ↑ Platón (2000). Diálogos V. República. Editorial Gredos. p. 372.
7. ↑ Saltar a:a b Ferrater Mora, José (1964). Diccionario de Filosofía. Editorial Sudamericana.
p. 444.
8. ↑ Saltar a:a b Platón (2000). Diálogos IV. República. Editorial Gredos. p. 340.
9. ↑ Saltar a:a b Benton, William (1952). «Dialectic». Encyclopædia Britannica. The Great
Books. Tomo II (en inglés). Encyclopædia Britannica, INC. p. 347.
10. ↑ García Morente (1938). Lecciones preliminares de filosofía. Universidad de Tucumán.
p. 45 y ss.
11. ↑ Platón (2000). Diálogos V. Parménides. Teeteto. Sofista. Político. Gredos. p. 55.
12. ↑ Platón (2000). Diálogos III. Fedón. Banquete. Fedro. Editorial Gredos. p. 383.
13. ↑ Saltar a:a b Platón (2000). Diálogos III. Fedón. Banquete. Fedro. Editorial Gredos. p. 381.
14. ↑ Platón (2000). Diálogos III. Fedón. Banquete. Fedro. Editorial Gredos. p. 260-261.
15. ↑ Platón (2000). Diálogos V. Parménides. Teeteto. Sofista. Político. Editorial Gredos.
p. 423.
16. ↑ Platón (2000). Diálogos V. Parménides. Teeteto. Sofista. Político. Gredos. p. 423-424.
Bibliografía[editar]
Platón (2000). Diálogos V. Parménides. Teeteto. Sofista. Político. Editorial Gredos.
Madrid.
Platón (2000). Diálogos IV. República. Editorial Gredos. Madrid.
Platón (2000). Diálogos III. Fedon. Banquete. Fedro. Editorial Gredos. Madrid.
Ferrater Mora, José (1988). Diccionario de Filosofía Abreviado. Editorial
Sudamericana. Buenos Aires.
Jaeger, W. (1957). Paideia: los ideales de la cultura griega. Fondo de cultura
económica. México. p. p. 485, 555, 712-718.
Guthrie, W. K. C. (1998). Historia de la Filosofía Griega. Tomo IV: Platón. El hombre y
sus diálogos. Primera época. Editorial Gredos. Madrid. pp. 146-190.
García Morente, M. (1938). Lecciones preliminares de filosofía. Universidad nacional
de Tucumán. Tucumán.
Benton, William (1957). Encyclopædia Britannica. The Great Books. Tomo
II. Encyclopædia Britannica, INC.. USA.