Los Principios Del Proceso Civil
Los Principios Del Proceso Civil
Los Principios Del Proceso Civil
Los Principios del Proceso Civil. Son aquellos principios que nos permite una serie de
etapas sucesivas que bajo el conocimiento se realizan para la composición del litigio o
reclamación aplicando el derecho.
El Proceso Civil
A esa contienda jurídica civil, donde pugnan los intereses de partes e incluye una serie
de etapas sucesivas bajo el conocimiento, dirección y resolución del Órgano
Jurisdiccional es a lo que llamamos proceso civil. Sin embargo, Carnelutti define el
proceso como la suma actos que se realizan para la composición del litigio.
Para Montero Aroca, actividad jurisdiccional y proceso son una misma cosa pues los
tribunales, cuando actúan jurisdiccionalmente lo hacen siempre a través del proceso;
éste es el único medio por el que aquellos cumplen su función. Para el profesor Grillo
Longoria el proceso civil es el conjunto de actos (del tribunal y de las partes) dirigidos a
la investigación y resolución de los asuntos civiles y de familia a través de un método
preestablecido por la ley, a fin de proteger el ordenamiento jurídico y los derechos de
los particulares.
Principios técnicos
La demanda debe ser comunicada al demandado con las formas requeridas por
la ley.
Comunicada la demanda, se otorga al demandado un plazo para comparecer y
defenderse.
Las pruebas deben ponerse en conocimiento de la otra parte antes de que se
practiquen, debiendo ser citados los litigantes para la práctica de las mismas,
teniendo además el derecho a impugnarlas.
Toda petición incidental que se formule dentro del proceso, debe sustanciarse en
principio, con audiencia de las partes.
Las partes tienen iguales posibilidades para formular sus alegatos y proponer
pruebas.
Las partes deben ser citadas para las vistas y comparecencias que tengan lugar
durante el proceso.
Las partes tienen iguales posibilidades para impugnar, mediante los recursos
que franquea la ley, las resoluciones que le sean desfavorables.
Principio dispositivo: También conocido como el principio de controversia o de
justicia rogada.
Principio de impulso procesal de oficio: Constituye el principio fundamental que
rige nuestro proceso.
Principio de la Preclusión: podemos conceptuar la preclusión como la pérdida,
extinción o consumación de una facultad procesal.
Principio de economía procesal: comprende dos aspectos: la gratuidad del
proceso y la brevedad de las actuaciones.
Principio de oralidad y de escritura: La actividad jurídica en que se desenvuelve
el proceso civil puede desarrollarse solamente mediante la palabra hablada,
exclusivamente mediante escritos o en una forma mixta (hablada y escrita).
Principio de concentración: Consiste en aproximar los actos procesales unos a
otros concentrándose en breve tiempo la realización de éstos.
Principio de inmediación: Exige que el tribunal que presidió el debate e intervino
en la práctica de pruebas, sea el mismo que pronuncie la sentencia, es decir, el
tribunal que ha escuchado las alegaciones de las partes, que ha examinado los
testigos, recibido los informes de los peritos, en fin que ha tenido una relación
directa (inmediata) con las partes y con el objeto del proceso.
Principio de publicidad: Este se presenta en nuestro proceso civil en dos
manifestaciones bien acentuadas que son, la admisión de público para
presenciar las actuaciones procesales y la facultad de las partes y sus
defensores de presenciar los actos procesales.
La expresión de los Principios del Proceso Civil
En su título III del libro segundo, establece el proceso Sumario, que consistente en un
tipo de proceso de conocimiento, distinguiéndolo de los procesos especiales, que se
regula en Título IV de la LPCALE, a pesar de estar en ambos presente la brevedad,
sencillez y concentración procesal.
Por medio del proceso sumario en general se resolverán, las demandas de contenido
económico en que la cuantía de lo reclamado o el valor de los bienes sobre los que se
litigue no exceda de diez mil pesos; los conflictos que surjan con motivo del ejercicio de
la patria potestad cuando la ejerzan ambos padres; los conflictos que surjan entre los
cónyuges sobre la administración y disfrute de los bienes comunes; las reclamaciones
sobre alimentos; las controversias que surjan entre partícipes en relación con la
administración y uso de la cosa común.
El proceso en estudio utiliza de forma supletoria las normas que regulan el proceso
ordinario, respecto a lo no establecido por el legislador para este tipo de proceso.
Este tipo proceso se inicia con la formulación de una demanda por escrito en el que
habrá de consignarse los particulares señaladas en el artículo. 359 de la LPCALE. En
tal sentido las partes tienen disponibilidad sobre su interés privado y deciden si acuden
o no al órgano jurisdiccional pretendiendo satisfacer sus intereses, por lo que la
actividad de conocimiento del órgano queda sujeta a la iniciativa de parte y estas
tendrán un papel determinante en el objeto del proceso mediante la pretensión y la
resistencia.
Quedando reservada la participación de la Fiscalía como órgano que representa el
interés público, “Los Fiscales ejercitan las acciones civiles y promueven los actos y
diligencias que la ley le encomiende a la Fiscalía, ejercen la representación procesal de
la administración general del Estado ante los Tribunales en los asuntos civiles en que
deba ser parte sin necesidad de delegación y sin perjuicio de la facultad de aquella de
hacer designación expresa cuando lo estime conveniente. Y Puede, además,
mostrarse parte en cualquier otro asunto en que alegue un interés social. Al intervenir
en el proceso, puede hacerlo como actor o demandado. En el primer caso puede
adherirse, ampliar o modificar la presentación formulada por el actor principal o alegar
otras nuevas aunque sin alterar sustancialmente lo que sea objeto del pleito. En el
segundo caso puede alegar cuantas excepciones estime pertinentes”. Estas facultades
concedidas a la fiscalía no han de identificarse con el principio dispositivo, debiéndose
entender como una expresión del principio de oficialidad.
Si falta uno de los principios no habrá proceso, como se dijo anterior las reglas se dan
en forma antinómica y la preferencia del legislador por una de ellas desplaza a la otra,
hasta que luego puede darse en otra fase o etapa del proceso, advirtiéndose en todo
momento el fenómeno de la alternatividad y ello no atañe la existencia misma de la
figura del proceso. Sin embargo, debe apuntarse que la elección que realiza el
legislador, a veces, no es la más adecuada, como sucede por ejemplo en el proceso
sumario, que dificulta encontrar el punto de equilibrio, o sea justo medio aristotélico.