3940-Texto Del Artículo-5669-1-10-20131018

Pedagogı́a y Ciencias de la Eduación: estudio comparativo, de Mariana Olmedo
COSCARELLI Marı́a Raquel, DAPINO Marı́a

Archivos de Ciencias de la Educación, 2007 1(1). ISSN 2346-8866.
http://www.archivosdeciencias.fahce.unlp.edu.ar
R ESEÑ A
P e d ag og í a y C i e nc i as d e l a Ed uc ac i ón: e st ud i o
c omp ar at i v o
Por María Raquel Coscarelli y María Dapino
Tesista: Mariana Olmedo

Directora: Susana Lucero
El estudio de Mariana Olmedo propone, tal como su título lo indica, un análisis

comparativo entre Pedagogía y Ciencias de la Educación con el propósito de aportar a la
discusión sobre las diferencias y similitudes entre ambas disciplinas. El objetivo del
trabajo es determinar las principales diferencias que se han generado entre ellas a partir
del cambio de denominación y aclarar si son campos que se excluyen o que coexisten.
El análisis realizado por la autora cobra relevancia por diversos motivos. Aunque
se observa una revitalización de la discusión, resulta difícil encontrar trabajos que la
aborden con la rigurosidad epistemológica que caracteriza a esta producción. La
aspiración de arrojar luz sobre esta área del conocimiento –que se entremezcla con
diferentes formas y presencias más nítidas o intersticiales, en todo el ámbito cultural– y
pretender al mismo tiempo no solo conocer el objeto sino regularlo, no es banal. Exige
recorrer y entramar la doble vía de la experiencia y la doctrina, con el propósito de dar
solidez a las fundamentaciones pedagógicas y dotar de mayor transparencia a sus
criterios de intervención en la realidad. Pero también el compromiso de la Pedagogía se
entabla con las distintas ciencias con las que se relaciona, proponiéndoles nuevos
abordajes.
Las hipótesis que se formulan en la tesis de Mariana Olmedo son las siguientes:
• La Pedagogía posee una relación más estrecha con la Filosofía que las Ciencias
de la Educación.
• La Pedagogía posee un objeto de estudio definido desde el cual se vincula con
otras ciencias. Por su parte, las Ciencias de la Educación, como su nombre lo indica, son
un conjunto de ciencias cuyas categorías y problemas provienen de otros campos y se
transfieren a la educación.
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.

Departamento de Ciencias de la Educación
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Argentina 1
• Las Ciencias de la Educación y la Pedagogía utilizan distintos métodos. Las

primeras, métodos de verificación o falsación que incorporan criterios de cientificidad
correspondientes a las epistemologías. La Pedagogía, por su parte, utiliza métodos que
en principio no se identifican pero que se van caracterizando a partir del análisis de
autores considerados referentes.
El desarrollo de la investigación se da a partir de dos ejes de análisis: uno

histórico y otro conceptual. El eje histórico recurre a la lectura de los primeros pedagogos,
como Friedrich Herbart, Paul Natorp, John Dewey, Emile Durkheim y Lorenzo Luzuriaga.
Los enfoques actuales de Alfredo Furlan, Miguel Ángel Pasillas y Julia Silber
complementan y resignifican miradas. En lo que respecta a las Ciencias de la Educación,
se recurre a las producciones epistemológicas de Agustín Escolano y Manuel Quintanilla,
que ofrecen categorías pertinentes al trabajo. Por su parte, el eje conceptual atraviesa la
trayectoria histórica escogida a través de categorías conceptuales, centrales para la
temática, como lo son el estatuto epistemológico de la Pedagogía y de las Ciencias de la
Educación, los objetos de estudio y las metodologías de investigación en cada campo.
En la primera parte del trabajo se definen los propósitos, hipótesis, ejes,
categorías seleccionadas y autores consultados. Se desarrolla así un amplio panorama
del estado de las Ciencias Sociales en relación con su estatuto epistemológico. Este
marco teórico le permite situar concepciones de la ciencia en general y de las ciencias
sociales en particular, relaciones entre ciencia y filosofía, posiciones respecto de la
unidad o autonomía metodológica entre las ciencias y otras cuestiones. Aborda de este
modo el empirismo lógico, el pragmatismo, la concepción epistemológica de E. Durkheim,
las ciencias del espíritu, la teoría general de sistemas, el racionalismo crítico, los
programas de investigación de Imre Lakatos, la epistemología historicista de Thomas
Kuhn y lineamientos generales de la concepción de Paul Feyerabend.
En la segunda parte, se abordan la génesis y el estatuto epistemológico de la
Pedagogía, los enfoques contemporáneos de las Ciencias de la Educación y la
Pedagogía y los métodos de investigación en ambos campos.
Según Olmedo, el origen de la Pedagogía pone en evidencia su carácter
antecesor respecto de los conocimientos desarrollados por otras ciencias sociales
interesadas por el problema de la educación. La Pedagogía es incluso anterior a los
desarrollos del positivismo lógico y su forma de entender la ciencia. Respecto del estatuto
epistemológico de la disciplina, que los propios pedagogos le atribuyen, si bien se
2
demuestra la variedad de posiciones, lo cierto es que la Pedagogía ha sido considerada

la ciencia de la educación. Por otro lado, ha sido y es una disciplina abierta al contacto
con aportes de otras ciencias sociales.
A partir de estos enfoques actuales para el abordaje de los problemas
pedagógicos, especialmente del enfoque crítico, Olmedo plantea la necesidad de
recuperar la historia de la Pedagogía y sus vinculaciones con la política y la economía.
Con referencia a su objeto de estudio, penetrar en su significado implica comprender su
heterogeneidad, trabajando en forma complementaria con el aporte de otras ciencias sin
perder una lógica pedagógica.
Respecto de las Ciencias de la Educación, el estudio fundamenta la impronta
positivista que hubo en su génesis, lo que lleva a comprender las posiciones que
consideran a la Pedagogía como no científica. El cambio de denominación de Pedagogía
por Ciencias de la Educación, explica la autora, se vincula con cambios en la manera de
entender la ciencia y en el camino elegido para abordar el problema de la educación. En
este sentido, observa Olmedo, se sustituyen los fundamentos epistemológicos de los
primeros pedagogos ligados a la Filosofía (Herbart y Natorp) por otros basamentos en
clave positivista.
Con respecto al estatuto epistemológico de las Ciencias de la Educación –y
siguiendo críticamente el análisis de Quintanilla– se afirma en este trabajo que no tienen
asegurado estatuto científico, aunque le cabe el atributo de científico como a cualquier
otra ciencia social u otras ciencias no problemáticas, como las naturales. Olmedo
demuestra que la unidad que adquiere el término “educación” como objeto de estas
ciencias no tiene correlato con una indagación seria de las diversas modalidades y
prácticas aglutinadas en ese solo concepto, sino con una estrategia metodológica que
permita hacer converger en un mismo objeto diversidad de ciencias y enfoques.
En la tercera parte se arriba a conclusiones que recuperan el objetivo central del
trabajo presentando distinciones en cada una de las categorías conceptuales
desarrolladas. Entre las más importantes encontramos:
• Pedagogía y Ciencias de la Educación constituyen dos disciplinas con existencia

de hecho, con evidencias de trabajo simultáneo. También constituyen disciplinas con
existencia de derecho, ya que se observa que tienen objetivos y funciones diferentes.
• La Pedagogía se diferencia de las Ciencias de la Educación por las siguientes
características distintivas: por ser una instancia de síntesis de los aportes de diversas
3
ciencias, por reflexionar acerca de objetos y métodos específicos, por debatir acerca de
los fines de la educación y evaluar la selección de valores implementados.
• Otras diferencias entre la Pedagogía y las Ciencias de la Educación son el
contexto de surgimiento, las concepciones de la ciencia que le dieron sustento, la
concepción acerca de la educación (como transformación o adaptación), las definiciones
de un objeto homogéneo o heterogéneo y los criterios de unidad o diversidad
metodológica.
• La autora no considera que deba realizarse una evaluación acerca de la
cientificidad de la Pedagogía de fines de siglo pasado a partir de criterios
contemporáneos. Observa, sin embargo, que sí pueden efectuarse análisis actualizados
a la luz de nuevos aportes. Ello no significa abandonar el campo, sino solo reflexionar
sobre su estado actual.
El trabajo concluye abogando por un trabajo complementario entre pedagogos y

científicos de la educación, con el objetivo de recuperar la dimensión transformadora que
otorgaban a la acción educativa los primeros pedagogos.

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