Apunte Complementario - Emparrillados - Balat
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es de las más utilizadas, en ella se concentran los cables en una dirección sobre las fajas de
columnas y los cables normales se distribuyen en forma uniforme. Las consideraciones sobre el
funcionamiento de cada distribución exceden el alcance de estas notas.
6.- EMPARRILLADOS
a) GENERALIDADES
Si bien gran parte de lo que se dirá en los párrafos siguientes es de validez general, estas
notas están orientadas principalmente a estructuras de hormigón armado “in situ”. Mientras no
Figura 6.1
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se aclare lo contrario los razonamientos que siguen estarán referidos a cargas uniformemente
distribuidas sobre el entrepiso.
b) TRAMAS O MALLAS
c.1) Plantas Cuadradas o Casi Cuadradas con Apoyos Simples en los Cuatro Bordes
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Geometría General Placa Cuadrada Momentos sobre un eje de
simetría paralelo a uno de los lados
Figura 6.2
- Dependiendo del coeficiente de Poisson, los
momentos máximos pueden ser positivos o
negativos. Si son positivos pueden ubicarse en el
centro de la placa o en la cercanía de las esquinas.
En cualquier caso los momentos en el centro de la
placa y en los vértices presentan valores absolutos
del mismo orden.
- En coincidencia con los vértices aparecen
reacciones concentradas dirigidas hacia abajo (estas
reacciones contrarrestan la tendencia de los vértices
a levantarse).
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Si en un emparrillado se dispusieran los nervios siguiendo las trayectorias de los
momentos principales éstos no se verían sometidos a esfuerzos de torsión. La observación
anterior tiene un doble interés dado que los nervios de sección rectangular o de alma calada
presentan una resistencia a la torsión muy baja en comparación con su resistencia a flexión. Por
otra parte, en el caso del hormigón armado, la rigidez a torsión cae muy rápidamente con la
fisuración produciendo una modificación del esquema resistente que conduce a una disminución
en los esfuerzos de torsión y a un aumento en los esfuerzos de flexión. De hecho, en la práctica,
es de uso frecuente suponer que los nervios de los emparrillados no tienen rigidez torsional4.
λ1
λ1
0.076 pa2 λ1
a) Emparrillado con Trama Paralela a los Lados
-0.056 pa2 λ2
λ2
λ2 Momentos sobre la
diagonal y normales
a ella
0.035 pa2 λ2
Figura 6.4
En la Figura 6.4 se han representado dos emparrillados de planta cuadrada, simplemente
apoyados en su contorno que tienen aproximadamente igual longitud total de nervios sometidos a
la acción de una carga uniforme de valor “p”. El caso a) corresponde a una trama paralela a los
lados mientras que el b) representa una trama oblicua o diagonal. Ambos emparrillados han sido
calculados suponiendo rigidez torsional nula.
Comparando los diagramas de momentos flectores con los correspondientes a una placa
llena (Figura 6.2) se observa que:
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En consecuencia no aparecen momentos torsores por compatibilidad independientemente de cual sea el trazado de
los nervios.
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- En el emparrillado con trama diagonal los momentos podrían obtenerse en forma
aproximada multiplicando los momentos por metro de ancho que se producen en la
placa por la separación entre nervios. Indirectamente esto indica que al haberse
adoptado una disposición de nervios que sigue aproximadamente las direcciones de los
momentos principales el emparrillado, aún sin presentar torsiones, manifiesta un
comportamiento asimilable al de la placa llena.
- En el emparrillado con malla paralela a los lados los momentos son significativamente
mayores (del orden del doble) que los que se obtendrían aplicando un procedimiento
como el indicado en el párrafo anterior. Esto pone de manifiesto que, al apartarse la
trama de la trayectoria de los momentos principales y al no presentar los nervios una
rigidez torsional significativa, el comportamiento del emparrillado se aleja del de la
placa llena isótropa.
En particular, para el caso de la Figura 6.4.a, el cálculo por analogía con una losa
ortótropa sin rigidez torsional conduce a un resultado para el momento en el punto medio del
nervio central de: 0.076 pa2 λ1, es decir, coincidente con el cálculo “exacto” del emparrillado.
Cualquiera sea el material de los nervios (hormigón o acero de alma llena o calada), la
superficie de tránsito suele estar constituida por una losa de hormigón armado (“in situ” o
parcialmente premoldeada) por lo que, para momentos flectores positivos los nervios se
comportan siempre como vigas “T” resultando por lo tanto altamente eficientes. No ocurre lo
mismo al actuar momentos negativos7 por lo que los nervios suelen requerir algún tipo de
“refuerzo” inferior en estos sectores. Los momentos flectores negativos son muy comunes en
emparrillados que presentan lados continuos y en tramas oblicuas en las que, como ya se ha
visto, estos momentos aparecen aún cuando el contorno se encuentre simplemente apoyado. Para
no sobredimensionar los nervios se recurre en estos casos a refuerzos locales en las zonas de
momentos negativos. En estructuras de hormigón armado estos refuerzos pueden consistir en
ensanchamientos localizados del alma (Figura 6.5) o bien en macizamientos de los casetones
ubicados en las zonas de momentos negativos (Figura 6.6). Constructivamente el macizamiento
resulta la solución más sencilla y esta facilidad constructiva suele compensar el mayor volumen
necesario en su ejecución.
Desde el punto de vista estructural la trama diagonal resulta más eficiente pues, a
igualdad de longitud total de nervios, en ella se desarollan menores momentos máximos. Si
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Se recomienda en este sentido el texto “Platten” de Stiglat y Wippel en su versión alemana (la versión traducida no
incluye losas ortótropas sin rigidez torsional) y diferentes versiones del Beton-Kalender (muy particularmente la del
año 1977)
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Se trata de losas que se resuelven anulando el término cruzado en la ecuación de Lagrange. No deben confundirse
con las losas que Marcus denomina “sin torsión” pues en este último caso lo que se ha hecho es suponer que las
esquinas no se encuentran ancladas contra el levantamiento pero la losa sigue manteniendo su rigidez torsional.
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Si se trata de nervios de hormigón estos estarán comprimidos inferiormente es decir, donde presentan su menor
ancho. En el caso de nervios metálicos se estará comprimiendo el cordón inferior que tampoco cuenta con la
colaboración de la losa de hormigón.
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hubiéramos hecho un análisis similar en términos de rigideces veríamos que, a igualdad de
longitudes totales de nervios y de momentos de inercia de los mismos, la trama diagonal conduce
a menores deformaciones lo que, conjuntamente con la menor magnitud de los momentos
flectores, permite utilizar menores secciones resistentes.
Figura 6.7
En el caso de las placas, a medida que la planta se va haciendo más alargada ocurre que:
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Salvo las estructuras proyectadas por Pier Luigi Nervi en las décadas de 1950 y 1960.
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Vale aquí una salvedad importante: en plantas alargadas, tanto para tramas rectangulares como cuadradas los
momentos máximos en la dirección más larga no se producen en el centro de la planta sino a una distancia de los
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- Las direcciones de los momentos principales tienden a ser paralelas a los
lados en una superficie cada vez mayor de la zona central de la losa es
decir, la zona central tiende a adoptar una deformada cilíndrica10.
Las Figuras 6.8 y 6.9 muestran dos emparrillados con relación de lados 3, uno de ellos
con trama paralela a los lados y el otro con trama diagonal.
lados cortos del orden de la mitad de su longitud tomada normalmente al mismo (ver diagrama en esta misma nota).
Este fenómeno se debe a que en el centro del emparrillado los nervios largos descienden manteniéndose rectos
mientras que, al aproximarse a sus apoyos en los lados cortos, deben curvarse hasta alcanzar un descenso nulo. La
figura muestra en una perspectiva la distribución de momentos sobre un nervio largo central para un emparrillado
con relación de lados igual a 3. Estos momentos no son despreciables y, para relaciones de lados mayores a 2,
pueden calcularse aproximadamente como pa2λ/25 donde “a” es el lado corto. Es decir, que se trata de momentos
que son del orden de los correspondientes a los que se producen en el centro de una losa isótropa cuadrada de lado
“a”.
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Una deformada cilíndrica “perfecta” conduciría a un momento máximo en los nervios cortos igual a pa2λ/8. Sin
embargo, el efecto del apoyo sobre los bordes cortos se hace sentir aún en plantas bastante alargadas teniéndose para
tramas cuadradas momentos máximos aproximados iguales a pa2λ/n siendo “n” :
Rel. de Lados 1 1.5 2 3 ≥4
n 13.1 7.8 7.1 7.5 ≈8
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No es práctica frecuente el utilizar nervios con separaciones variables pues esto da lugar a la existencia de
casetones de diferentes medidas lo que complica y encarece el encofrado.
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Si se analiza los valores absolutos de los momentos surge que, para longitudes totales de
nervios comparables, la trama diagonal presenta menores valores de momentos máximos. Esto
se debe a que las cargas son resistidas con similar peso estructural por ambas familias de nervios.
La trama diagonal conduce asimismo a estructuras más rígidas. Nuevamente la combinación de
menores momentos máximos y mayor rigidez permite la utilización de menores alturas
estructurales.
En el caso de la planta cuadrada vimos que la trama diagonal seguía en forma bastante
aproximada la dirección de los momentos principales y eso la hacía particularmente eficiente.
Cabría preguntarnos si podemos afirmar lo mismo en el caso de plantas alargadas dado que la
trama oblicua vuelve a aparecer como muy interesante pero ahora no sigue la trayectoria de los
momentos principales en una buena proporción de la superficie de la planta. Parecería existir una
contradicción.
En los casos en que la estructura quedará a la vista la trama diagonal resulta estéticamente
más interesante que la paralela y muy especialmente en el caso de las plantas alargadas.
c.3) Plantas Cuadrangulares con Apoyos Simples en Tres Bordes y Un Borde Libre
a)
ly/lx = 1
b)
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En la Figura 6.10 se muestran las trayectorias de momentos principales correspondientes
a losas apoyadas sobre tres de sus lados. Valen todos los comentarios hechos en el punto
anterior. Básicamente la trama diagonal permitirá utilizar alturas menores con solicitaciones
máximas menores mientras que la rectangular se adaptará mejor a estructuras de hormigón de
planta rectangular con un lado menor libre.
c.4) Plantas Cuadrangulares con Apoyos en Dos Bordes y Dos Bordes Libres
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prestar especial atención al hecho de evitar trazados que sobrecarguen excesivamente unos pocos
nervios pues la altura final del emparrillado vendrá definida por la necesidad del nervio más
solicitado. Recalcamos finalmente que es muy importante evitar la necesidad de contar con la
presencia de momentos torsores para garantizar el equilibrio.
Respecto a trazados más complejos desde el punto de vista constructivo, como los
utilizados en su momento por Pier Luigi Nervi, recalcamos que son muy poco utilizados por su
costo y que sólo se recurre a ellos cuando la estructura tiene un fuerte protagonismo visual.
Por simetría los nervios anulares tienden a sufrir un giro uniforme. El caso es conocido:
en una barra de planta circular una rotación uniforme no produce torsión sino flexión.
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Algo similar ocurre en las losas macizas donde las armaduras radiales suelen anclarse sobre una parrilla central
constituida por armaduras ortogonales.
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Tanto sea que el apoyo se encuentre en el perímetro exterior como en el perímetro interior.
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d) VIGAS DE BORDE
Pensar a los emparrillados como losas aligeradas nos permite en muchos aspectos evitar
recorrer dos veces el mismo camino. Al analizar la Figura 4.1 observamos que la influencia de la
rigidez relativa entre vigas de borde y losa hacia variar el comportamiento de esta última desde
el correspondiente a una losa sobre apoyos infinitamente rígidos hasta el de un entrepiso sin
vigas. Con los emparrillados ocurre algo similar. Sin embargo, la distribución de la trama de
nervios hace que las tramas oblicuas presenten una particularidad respecto a las tramas paralelas.
Los emparrillados de la Figura 6.4 han sido calculados suponiendo que existen vigas
perimetrales de igual inercia que los nervios y apoyos en coincidencia con cada intersección de
los nervios con las vigas perimetrales. En otras palabras, se ha supuesto descenso nulo en todo el
perímetro14.
Pensemos por un momento en que mantenemos los apoyos en todos los nudos del
perímetro pero que eliminamos las vigas de borde.
A
B
Figura 6.16 Figura 6.17
Como vemos en la Figura 6.17, al quitar las vigas de borde desaparecen los momentos de
empotramiento parcial en el contorno. Estos momentos no requieren de la existencia de
momentos torsores y su efecto es altamente beneficioso. En el caso de la figuras, el emparrillado
sin vigas de borde presenta momentos positivos y negativos máximos sobre la diagonal mayor
casi un 50% superiores a los correspondientes a la estructura con vigas de borde (el dibujo no
está en escala). Si repitiéramos el análisis para un emparrillado con trama paralela a los lados
veríamos que los momentos con y sin vigas de borde son iguales. Se deja al lector la
interpretación que se reduce a la composición de los vectores momentos flectores en un nudo del
perímetro.
La observación de la Figura 6.16 también nos permite avanzar sobre la interpretación del
funcionamiento estructural de los emparrillados oblicuos. Podríamos preguntarnos por qué el
momento positivo máximo se produce en un elemento tan corto como el nervio B-B y no en el
centro del nervio largo A-A (centro de la planta). O bien por qué el nervio A-A presenta
momentos negativos tratándose de una planta simplemente apoyada.
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Si los emparrillados se encontran apoyados solamente en las cuatro esquinas (una columna en cada esquina), sus
solicitaciones variarían con la rigidez de las vigas de borde de una forma similar a lo visto para las losas.
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Figura 6.18
Para interpretar este comportamiento razonaremos sobre una estructura más sencilla pero
que presenta un comportamiento similar. Pensemos al nervio A-A del emparrillado de la Figura
6.18 como una viga apoyada elásticamente en los nervios que la cortan ortogonalmente. Por
simetría, en el punto medio no existe interacción entre nervios. Al dirigirnos hacia los vértices
los nervios transversales se van volviendo cada vez más cortos (en este caso sencillo tenemos un
único nervio) y por lo tanto se van transformando en apoyos cada vez más rígidos para el nervio
A-A. Esta rigidez relativa tiene varias consecuencias:
• Los nervios largos “se apoyan” sobre los cortos. Estos últimos reciben
fuertes reacciones “hacia abajo” que originan en ellos importantes
momentos flectores positivos.
• Como es lógico, los nervios largos experimentan importantes reacciones
“hacia arriba” que, combinadas con los efectos de los apoyos fijos en las
esquinas, dan lugar a la aparición de momentos negativos en el nervio A-A
• Los momentos negativos se producen por la tendencia a levantarse de los
extremos del nervio A-A. Esta tendencia está impedida por la reacción de
esquina.
e) MATERIALES
Los emparrillados de acero son raros de ver dado que su construcción es costosa pues es
laboriosa la materialización de las intersecciones entre los nervios. Aún en estos casos la
superficie de tránsito suele estar constituida por una losa de hormigón.
En cualquiera de los sistemas que hemos visto las cargas que actúan sobre los entrepisos
deben ser transferidas a las columnas a través de esfuerzos de corte poniendo en juego diferentes
mecanismos resistentes.
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