Sentencia C-593 - 14

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Sentencia C-593/14

PROCEDIMIENTO PARA SANCIONES EN CODIGO


SUSTANTIVO DEL TRABAJO-Respeto de garantías propias del debido
proceso

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Requisitos

ACCION PUBLICA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Necesidad de


un mínimo de argumentación

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Razones claras, ciertas,


específicas, pertinentes y suficientes

PRINCIPIO PRO ACTIONE-Aplicación

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Examen no puede


convertirse en un método de apreciación tan estricto que haga nugatorio el
derecho reconocido al actor

CONTRATISTAS INDEPENDIENTES-Concepto

CODIGO SUSTANTIVO DEL TRABAJO-Procedimiento para


sanciones disciplinarias

TRABAJO-Protección constitucional/TRABAJO-Concepto

La protección constitucional del trabajo, que involucra el ejercicio de la


actividad productiva tanto del empresario como la del trabajador o del
servidor público, no está circunscrita exclusivamente al derecho a acceder a un
empleo sino que, por el contrario, es más amplia e incluye, entre otras, la
facultad subjetiva para trabajar en condiciones dignas, para ejercer una labor
conforme a los principios mínimos que rigen las relaciones laborales y a
obtener la contraprestación acorde con la cantidad y calidad de la labor
desempeñada. Desde el Preámbulo de la Constitución, se enuncia como uno de
los objetivos de la expedición de la Constitución de 1991, el asegurar a las
personas la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el
conocimiento, la libertad y la paz. Es decir, el trabajo es un principio fundante
del Estado Social de Derecho. Es por ello que desde las primeras decisiones de
la Corte Constitucional se ha considerado que “Cuando el Constituyente de
1991 decidió garantizar un orden político, económico y social justo e hizo del
trabajo requisito indispensable del Estado, quiso significar con ello que la
materia laboral, en sus diversas manifestaciones, no puede estar ausente en la
construcción de la nueva legalidad”. Lo anterior implica entonces que dentro
de la nueva concepción del Estado como Social de Derecho, debe entenderse la
consagración constitucional del trabajo no sólo como factor básico de la
organización social sino como principio axiológico de la Carta. El artículo 25
de la Constitución Política dispone que “El trabajo es un derecho y una
obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección
del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y
justas.” También varias de sus disposiciones de la Constitución reflejan una
protección reforzada al trabajo. Así el artículo 26 regula, entre otros temas, la
libertad de escogencia de la profesión u oficio productivo; el artículo 39
autoriza expresamente a los trabajadores y a los empleadores a constituir
sindicatos y asociaciones para defender sus intereses; el artículo 40, numeral
7º establece como un derecho ciudadano el de acceder a los cargos públicos;
los artículos 48 y 49 de la Carta establecen los derechos a la seguridad social
en pensiones y en salud, entre otros, de los trabajadores dependientes e
independientes; el artículo 53 regula los principios mínimos fundamentales de
la relación laboral; el artículo 54 establece la obligación del Estado de
propiciar la ubicación laboral a las personas en edad de trabajar y de
garantizar a las personas discapacitadas el derecho al trabajo acorde con sus
condiciones de salud; los artículos 55 y 56 consagran los derechos a la
negociación colectiva y a la huelga; el artículo 60 otorga el derecho a los
trabajadores de acceso privilegiado a la propiedad accionaria; el artículo 64
regula el deber del Estado de promover el acceso progresivo a la propiedad de
la tierra y la efectividad de varios derechos de los campesinos y los
trabajadores agrarios; el artículo 77 que garantiza la estabilidad y los
derechos de los trabajadores del sector de la televisión pública; los artículos
122 a 125 señalan derechos y deberes de los trabajadores al servicio del
Estado; el artículo 215 impone como límite a los poderes gubernamentales
previstos en los “estados de excepción”, los derechos de los trabajadores, pues
establece que “el Gobierno no podrá desmejorar los derechos sociales de los
trabajadores mediante los decretos contemplados en este artículo”; el artículo
334 superior establece como uno de los fines de la intervención del Estado en
la economía, el de “dar pleno empleo a los recursos humanos y asegurar que
todas las personas, en particular las de menores ingresos, tengan acceso
efectivo a los bienes y servicios básicos” y el artículo 336 de la Constitución
también señala como restricción al legislador en caso de consagración de
monopolios, el respeto por los derechos adquiridos de los trabajadores.

DERECHO AL TRABAJO-Triple dimensión

La jurisprudencia constitucional ha considerado que la naturaleza jurídica del


trabajo cuenta con una triple dimensión. En palabras de la Corporación la
“lectura del preámbulo y del artículo 1º superior muestra que el trabajo es
valor fundante del Estado Social de Derecho, porque es concebido como una
directriz que debe orientar tanto las políticas públicas de pleno empleo como
las medidas legislativas para impulsar las condiciones dignas y justas en el
ejercicio de la profesión u oficio. En segundo lugar, el trabajo es un principio
rector del ordenamiento jurídico que informa la estructura Social de nuestro
Estado y que, al mismo tiempo, limita la libertad de configuración normativa
del legislador porque impone un conjunto de reglas mínimas laborales que
deben ser respetadas por la ley en todas las circunstancias (artículo 53
superior). Y, en tercer lugar, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 25 de la
Carta, el trabajo es un derecho y un deber social que goza, de una parte, de un
núcleo de protección subjetiva e inmediata que le otorga carácter de
fundamental y, de otra, de contenidos de desarrollo progresivo como derecho
económico y social.”

DERECHO AL TRABAJO-Protección en todas sus modalidades

LIBERTAD DE CONFIGURACION LEGISLATIVA EN MATERIA


LABORAL-Alcance

LIBERTAD DE CONFIGURACION LEGISLATIVA EN MATERIA


LABORAL-Límites
LIBERTAD DE CONFIGURACION LEGISLATIVA EN MATERIA
LABORAL-Creación de figuras que flexibilizan el clásico contrato laboral
y nuevas modalidades de contratación para fines productivos

PROCESOS DE TERCERIZACION-Jurisprudencia
constitucional/INTERMEDIACION LABORAL-Jurisprudencia
constitucional

FENOMENOS DE FLEXIBILIZACION LABORAL-Jurisprudencia


constitucional

DEBIDO PROCESO-Contenido

POTESTAD SANCIONADORA DE LA ADMINISTRACION Y


PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO QUE SE ADELANTA
PARA EJERCERLA-Garantías constitucionales

Ha señalado la jurisprudencia que los principios de la presunción de


inocencia, el de in dubio pro reo, los derechos de contradicción y de
controversia de las pruebas, el principio de imparcialidad, el principio nulla
poena sine lege, la prohibición contenida en la fórmula non bis in ídem y el
principio de la cosa juzgada, entre otros, deben considerarse como garantías
constitucionales que presiden la potestad sancionadora de la administración y
el procedimiento administrativo que se adelanta para ejercerla.

DERECHO AL DEBIDO PROCESO ADMINISTRATIVO-


Concepto/DEBIDO PROCESO ADMINISTRATIVO-Alcance

En lo que tiene que ver con el debido proceso administrativo, la jurisprudencia


específicamente ha considerado que: “El derecho al debido proceso
administrativo se traduce en la garantía que comprende a todas las personas
de acceder a un proceso justo y adecuado, de tal manera que el compromiso o
privación de ciertos bienes jurídicos por parte del Estado a sus ciudadanos no
pueda hacerse con ocasión de la suspensión en el ejercicio de los derechos
fundamentales de los mismos. Es entonces la garantía consustancial e
infranqueable que debe acompañar a todos aquellos actos que pretendan
imponer legítimamente a los sujetos cargas, castigos o sanciones como
establecer prerrogativas (Sentencia T-1263 de 2001). Si bien la preservación
de los intereses de la administración y el cumplimiento de los fines propios de
la actuación estatal son un mandato imperativo de todos los procedimientos
que se surtan a este nivel, en cada caso concreto debe llevarse a cabo una
ponderación que armonice estas prerrogativas con los derechos fundamentales
de los asociados” (Sentencia T-772 de 2003). De la aplicación del principio del
debido proceso se desprende que los administrados tienen derecho a conocer
las actuaciones de la administración, a pedir y a controvertir las pruebas, a
ejercer con plenitud su derecho de defensa, a impugnar los actos
administrativos y, en fin, a gozar de todas las garantías establecidas en su
beneficio.

DEBIDO PROCESO EN MATERIA DISCIPLINARIA-Elementos


constitutivos

Como elementos constitutivos de la garantía del debido proceso en materia


disciplinaria, se han señalado, entre otros, “(i) el principio de legalidad de la
falta y de la sanción disciplinaria, (ii) el principio de publicidad, (iii) el
derecho de defensa y especialmente el derecho de contradicción y de
controversia de la prueba, (iv) el principio de la doble instancia, (v) la
presunción de inocencia, (vi) el principio de imparcialidad, (vii) el principio de
non bis in idem, (viii) el principio de cosa juzgada y (ix) la prohibición de la
reformatio in pejus.”

GARANTIAS JUDICIALES MINIMAS EN RELACION CON


PROCESOS ADMINISTRATIVOS-Jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos

DEBIDO PROCESO DISCIPLINARIO POR ENTIDAD


PARTICULAR-Alcance
La jurisprudencia ha señalado que el hecho que el artículo 29 de la
Constitución disponga que el debido proceso se aplica a toda clase de
actuaciones judiciales y administrativas implica que “en todos los campos
donde se haga uso de la facultad disciplinaria, entiéndase ésta como la
prerrogativa de un sujeto para imponer sanciones o castigos, deben ser
observados los requisitos o formalidades mínimas que integran el debido
proceso”. En virtud de lo anterior, ha determinado que este mandato “no sólo
involucra u obliga a las autoridades públicas, en el sentido amplio de este
término, sino a los particulares que se arrogan esta facultad, como una forma
de mantener un principio de orden al interior de sus organizaciones (v. gr.
establecimientos educativos, empleadores, asociaciones con o sin ánimo de
lucro, e.t.c.)”. Agregó la Corporación, en relación con la sujeción al debido
proceso en los procedimientos en que los particulares tienen la posibilidad de
aplicar sanciones o juzgar la conducta de terceros, lo siguiente “no podría
entenderse cómo semejante garantía, reconocida al ser humano frente a quien
juzga o evalúa su conducta, pudiera ser exigible únicamente al Estado.
También los particulares, cuando se hallen en posibilidad de aplicar sanciones
o castigos, están obligados por la Constitución a observar las reglas del debido
proceso, y es un derecho fundamental de la persona procesada la de que, en su
integridad, los fundamentos y postulados que a esa garantía corresponden le
sean aplicados”. En otras ocasiones, esta Corte ha llegado a la misma
conclusión apoyada en el argumento de que “la garantía del debido proceso ha
sido establecida en favor de la persona, de toda persona, cuya dignidad exige
que, si se deducen en su contra consecuencias negativas derivadas del
ordenamiento jurídico, tiene derecho a que su juicio se adelante según reglas
predeterminadas, por el tribunal o autoridad competente y con todas las
posibilidades de defensa y de contradicción, habiendo sido oído el acusado y
examinadas y evaluadas las pruebas que obran en su contra y también las que
constan en su favor”.

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