El Duelo en La Infancia ...
El Duelo en La Infancia ...
El Duelo en La Infancia ...
Tanto para los adultos y los niños, expresar las emociones de tristeza,
dolor y recibir consuelo y amor, genera el alivio que se necesita para
curar heridas.
PAUTAS PARA
BEBES DE 0 A
10 MESES.
Los bebes de 0 a 10 meses
• Para un bebe, la madre es su principal vínculo con la vida y la
fuente más importante de consuelo, seguridad y estabilidad. La
muerte de la madre la viven como “ausencia”, y para ellos es un
cambio repentino que pueden mostrar con inquietud, llorar sin
motivo aparente y constantes, cambios en el ritmo del sueño y la
alimentación.
• Para un bebe es posible que la muerte de un hermano, padre u otro
miembro de la familia no sea tan traumática como la muerte de la
madre. Sin embargo como en esta etapa de la vida madre y bebe
están fusionados emocionalmente, el bebe percibirá el dolor que
esta siente y reaccionará ante él, de la misma manera que percibirá
los cambios y los estímulos negativos del entorno.
• La madre tiernamente debe explicar a su bebe que está triste, que
siente una gran pena y que tiene que ver con la muerte de (…),
pero que seguirá cuidándolo y mimándolo, pues lo quiere mucho.
Los bebes de 0 a 10 meses
• Aunque el bebe no entiende el significado literal de las palabras, si
comprende su “mensaje emocional”, estas palabras darán sosiego a
la inquietud emocional que sienta al captar las emociones de la
madre.
• Ante la muerte de la madre se debe procurar que alguien se
encargue de ofrecer al bebe la misma rutina a la que estaba
acostumbrado sin limitar los momentos de contacto afectivo. Lo
ideal sería que se encargará el padre, y si este muy afectado lo
compaginara con la ayuda de otra persona.
PAUTAS PARA NIÑOS DE 10 MESES A 2
AÑOS DE EDAD.
De 10 meses a 2 años.
• Los niños de estas edades, aún no están preparados para
comprender la muerte. Experimentan la muerte de su madre como
una gran pérdida, ya que con ella establecen el primer vínculo y es
con quien tienen una relación muy cercana. La muerte de otro
miembro cercano de la familia no les afectará tanto, aunque si
percibirán el estado emocional de la madre y el entorno.
• Ante una pérdida es importante que el niño mantenga las mismas
rutinas y horarios de sus comidas, baño, cena, sueño y se
aumenten los momentos de contacto afectivo con momentos de
juegos, canciones, cuentos, arrumacos.
• Si mamá esta triste por la pérdida sufrida, no debe desatender los
momentos afectivos con su hijo ni dejar de mimarlo, abrazarlo,
leerle cuentos, jugar con él, pero si pedir ayuda para compartir los
cuidados.
PAUTAS PARA NIÑOS DE 2 A 5 AÑOS
DE EDAD.
De 2 a 5 años
• En estas edades es muy importante cuidar el lenguaje a la hora de
hablarles de la muerte, pues un niño o niña menor de 6 años lo
interpreta todo de forma muy literal. Por ello si usamos un lenguaje
indirecto o usamos explicaciones vagas, es posible que aumenten
la ansiedad y el miedo que sienten.
• Perciben la muerte como un estado temporal. Pueden equipararla a
una forma de dormir. En su mente, la persona que ha muerto sigue
comiendo, respirando y existiendo y se despertará en algún
momento para volver a llevar a una vida completa.
• Se le debe explicar de forma sencilla y muy clara. Se le podría decir
que el cuerpo de una persona o animal que ha muerto se detiene
del todo, así que no puede caminar, respirar o sentir nunca más.
Esta persona o animal no esta dormida, esta muerta.
• Debemos motivarles a que hagan preguntas.
De 2 a 5 años
• Ante un ¿por qué ha muerto?, podemos responder, las personas o
animales suelen morir cuando son muy muy muy mayores. Usar
muchas veces muy para evitarles confusión y ansiedad, pues para
los niños de estas edades, un adolescente es mayor y los padres y
maestros son muy mayores.
• Por ello el decir muy muy muy, implica que solemos gozar de la vida
y que llegar a la vejez es ser mucho más mayor que sus padres,
con ello evitamos que teman que sus padres mueran también de
mayores pues ellos son muy muy muy mayores.
• Evita expresiones del tipo “ha desaparecido”, “se ha ido”, Ha dejado
de vivir”, “esta dormido”, “se lo ha llevado Dios”, como intento de
suavizar la expresión “ha muerto”, pués no son útiles y crean gran
confusión en el niño.
• Compartir las emociones con los niños de esta edad es más
saludable que ocultarlas.
• El niño vive como normal lo que se vive como familia, así si sus
padres lloran y muestran tristeza por la pérdida, el comprende que
son formas normales y naturales de expresar unos fuertes
sentimientos.
Pautas para niños de 6 a 9 años.
De 6 a 9 años
• Los niños de esta edad tienen mayor habilidad para comprender la
muerte y sus consecuencias. Ya distinguen la fantasía de la
realidad, por lo que son capaces de captar la realidad, y lo que es
más importante, saben que la muerte tiene un carácter definitivo
(deja de ser reversible), que la persona fallecida no volverá.
• Necesitan conocer las causas de la muerte y se les debe explicar
de forma sensible y real. Ejemplo: “Ha sido un accidente”, “Estaba
muy enfermo”, “Era ya muy de edad”, también deben expresar
libremente sus pensamientos, sensaciones, preguntas y dudas, y
contar con alguien que les escuche.
• Aunque sean más capaces de aceptar la pérdida necesitan ayuda
para afrontarla y sobre todo, para comprender algunos de los
pensamientos que les sobreviene ante la muerte de un ser querido
son:
De 6 a 9 años
• Temen que se mueran las personas que quieren: Siente miedo al
abandono, uno de los temores más importante y presentes en la
infancia. Por ello es importante tranquilizarles y que el progenitor
que este a su lado le asegure que tiene la intención de estar a su
lado para cuidarle y protegerle. Nunca prometer a nuestros hijos “yo
no me voy a morir”, porque si faltamos a esta promesa el dolor que
les generaremos será aún mayor, al dolor de la pérdida se le
sumará la rabia por la decepción o por la mentira por no haber
cumplido su promesa. Les podemos decir, “mi intención es estar a
tu lado mucho tiempo, cuidarte y protegerte”, de esta forma no le
prometemos nada que no podamos cumplir, pero le aseguramos
que vamos a poner todo nuestro empeño en vivir mucho tiempo a
su lado y no abandonarle, dándole el mensaje de protección y
seguridad que necesita en estos momentos.
De 6 a 9 años