CUECUEYOS
CUECUEYOS
CUECUEYOS
Las creencias del México antiguo sostenían que nuestra estructura básica no es de naturaleza
física, sino energética. Somos campos magnéticos por donde se mueven las corrientes de
Tleyotl o energía vital, responsables de mantener con vida a los órganos. Cada una de esas
corrientes tiene un centro motor al que los nahuas llamaban Kuekueyotl, espiral luminosa,
de la raíz Kue, curva, vórtice, movimiento, brillo. Otro nombre que le daban era
Tsitsimitl, flechas esplendentes.
Los centros energéticos fueron descritos del siguiente modo por los informantes
mexicas: “Con nuestros cuecueyos iluminamos al mundo. En el sitio donde están nuestras
luminarias, allí tenemos luz” (Códice Matritense). El término "luz", en este caso, significa
"sentido", ya que la función de estos centros consiste en "filtrar" las impresiones que
recibimos del exterior, a fin de producir panoramas perceptuales completos de índole sexual,
emocional, mental, etcétera.
Estos poderes están relacionados con los "chakras" o cuecueyos, como se le decía por acá.
No son órganos, sino potenciales - el cuerpo físico, las relaciones sociales, el ego, los
sentimientos, la voluntad, la capacidad de visión, la capacidad de liberación de la forma
humana, etc. y etc.
Nombres, ubicación y funciones de los centros energéticos
1. Kolotl, escorpión, también llamado Sipaktli, dragón. Radica en la base de la columna
vertebral. Rige sobre los impulsos sexuales y de conservación. Se activa en forma natural en
todos los seres.
2. Iwitl, plumón, también llamado Malinalli, hierba torcida. Radica en el vientre y rige sobre
los sentimientos de sociabilidad, pertenencia, apego familiar y nacional. Se activa en forma
natural en los animales superiores.
3. Pamit o Pantli, bandera, llamado en el Códice Laúd Yaoyotl, guerra. Radica en el ombligo.
Es el centro del ego. Se activa en forma natural en la especie humana.
4. Shochitl, flor, en el corazón. Rige sobre las emociones superiores, en particular, sobre los
sentimientos altruistas. Se activa mediante el cultivo de la sensibilidad.
5. Topilli, bastón, en la garganta. Rige sobre la voluntad. Se activa tomando decisiones.
6. Chalchiwitl, piedra preciosa, también llamado Ishtli, ojo. Radica en el entrecejo y rige
sobre los poderes mentales (intelecto, memoria, analogía, comparación, intuición, etcétera).
En la mayoría de los seres humanos este centro funciona en forma parcial. Se activa
mediante las prácticas de recapitulación, meditación y ensueño.
7. Tekpatl, cuchillo de pedernal, llamado por Carlos Castaneda “el punto de encaje de la
percepción". Radica en la coronilla y rige sobre la capacidad de cambiar de estado de
conciencia. Se activa en la medida en que lo hacen los demás centros.
Adicionalmente, se representan los símbolos del sol y la luna, identificadores del Tonal y el
Nawal, respectivamente, al lado de Tekpatl.
La lámina proviene del Códice Borgia, de
origen mixteco, lámina 40. Son significados
energéticos. Se asocian con las estrellas
porque son las luces de la oscuridad, igual
que los poderes de la percepción. Se dice que
son monstruosos o temibles, porque son los
responsables de la creación del mundo físico,
que para los mesoamericanos era un área de
prueba.
Teskatlipoka es el sujeto consciente y
deliberado de la experiencia onírica, es decir,
el doble nocturno del ensoñador.
La evolución de las especies, incluso desde el punto de vista físico y social, se puede
interpretar como la progresiva activación de los cuecueyos - que no son órganos, sino
campos de conciencia.
Para los habitanes de la Antigua Anawak, el ser humano se componía de 5 vehículos o
cuerpos, y (al menos) siete centros energéticos.
Los cinco vehículos son:
Los Kuekueyos regulan el funcionamiento del cuerpo y modelan la percepción, y con ello,
el contenido de la mente.