Antología Tario

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La oscuridad al fin tiene

un rostro.
Antología de Francisco Tario: Cuentos fantásticos, macabros y grotescos

Selección, edición e introducción de Luis Manuel Cerda Martínez, Sairet


Chávez González, y Jean M. Garduño González
UNAM  Facultad de Filosofía y Letras
Baches en el camino 3

2
La oscuridad al fin tiene un rostro.
Antología de Francisco Tario: cuentos fantásticos, macabros y grotescos

Selección, edición e introducción de Luis Manuel Cerda Martínez, Sairet Chávez


González, y Jean M. Garduño González

México

UNAM

Facultad de Filosofía y Letras

Colegio de Letras hispánicas

2019
3
ÍNDICE

Introducción. 5

Los fantásticos habitantes peculiares 18

La mirada macabra de la oscuridad.

La grotesca voz de la oscuridad

4
INTRODUCCIÓN

Hay quien dice que la historia la escriben los ganadores, quizá sí, algunos explayan el dicho
hacia otras variantes, como en la literatura. Cuántos escritores no han quedado en el olvido,
cuántas historias no hemos perdido, ya fuera por causas naturales, ya por conflictos políticos y
sociales; sus libros yacerán en bodegas que quizá nunca vuelvan a ser abiertas, o entre las
páginas de viejos periódicos. Y podríamos argüir que esta selección no ha sido arbitraria, sino
que ha sido selecta, que la historia ha conservado a los mejores de los mejores, sin embargo esto
es fácilmente rebatible, pues grandes escritores han sido rescatados del olvido de maneras muy
interesantes, ejemplos no sobran: Franz Kafka, Robert Walser, el Conde de Lautréamont; o si
miramos a horizontes más cercanos, Felisberto Hernández y Francisco Tario.

Estos escritores suelen ser como fantasmas, están presentes por momentos, para desaparecer
entre las brumas después de haber cautivado (o espantado) con su aparición; difíciles de atrapar y
de catalogar, pues muchas veces ellos son la apertura de nuevas realidades, nuevos mundos
transitados sólo por ellos y tal vez por uno que otro discípulo, son los profetas de las sendas a
tomar; tierras fértiles para la nueva literatura, tesoros para el afortunado en descubrirlos.

Podríamos llamarlos genios, porque ciertamente lo son, que esperan el momento de que algún
curioso se tope con su obra y éste la muestre al mundo entero. Y qué mejor manera para ilustrar
la situación que las palabras de un genio de la literatura polaca, Stanislaw Lem, quien en su
¿cuento? “Odis de Ítaca” habla sobre los genios:

La humanidad no suele tratar con ternura a los genios. To be a genius is a very bad business indeed,
dice Odis en su horrible inglés. A los genios les van mal las cosas. No a todos de una manera igual,
porque ellos tampoco son iguales. Odis postula la siguiente clasificación de los genios: en primer lugar
hay genios mediocres y corrientes, o sea, de tercera clase, los que no miran más allá del horizonte de
su época. Estos no corren grandes peligros, a veces son reconocidos e incluso pueden conseguir
renombre y dinero. Los genios de segunda clase ya son demasiado difíciles para sus contemporáneos;
por consiguiente, les van peor las cosas. En la antigüedad, solían ser lapidados; en el medievo,
quemados vivos en la hoguera; más tarde, vista la suavización momentánea de las costumbres, se les
permitía morir de hambre; hubo casos, incluso, en que se los alimentó a expensas de la sociedad en los
manicomios. A veces, las autoridades locales les suministraban veneno. Muchos fueron desterrados, y
las autoridades eclesiásticas y seglares competían celosamente para llevarse la palma del “genocidio”,
nombre que Odis da a las variadísimas formas del exterminio de genios. Sin embargo, los genios de
segunda clase obtienen finalmente una satisfacción. En reconocimiento de sus méritos, se bautiza con
sus nombres bibliotecas y plazas públicas, se les erige surtidores y estatuas, y los historiadores vierten
unas lágrimas discretas sobre los errores del pasado. Además de los de tercera y segunda clase, existen
sin lugar a dudas – afirma Odis – genios de categoría más alta. A los de la segunda los descubre la
generación siguiente o una de las ulteriores. A los de la primera clase no los conoce nadie, ni mientras

5
viven ni después de su muerte, ya que crean verdades tan inauditas, presentan proposiciones tan
revolucionarias, que nadie es capaz de entenderlas. Por tanto, su destino es el de permanecer ignorados
a perpetuidad.”1
Así, si seguimos la clasificación de Lem, estos escritores serían genios de segunda clase (pues
de los de primera clase, nadie sabe) que han sido rescatados por hombres de generaciones
posteriores para darles el lugar merecido. De la misma manera que Borges descubrió al francés
Schwob y a G.K Chesterton, para la lengua castellana, nosotros hemos descubierto a Tario,
intrigante fantasma de las letras mexicanas.

Sin lugar a dudas es arriesgado atribuirnos el descubrimiento de Tario, pero la situación del
escritor en las letras mexicanas resulta un poco curiosa. Francisco Peláez Vega nació el 9 de
diciembre de 1911, desde joven tuvo múltiples aficiones, las cuales iban desde el fino acto de
tocar las composiciones del romántico Chopin, hasta ser custodio del arco futbolístico del equipo
Asturias. Siempre se caracterizó por ser un hombre llamativo, atractivo y de finos movimientos,
incluso durante los partidos, a tal grado que en los medios deportivos su apodo era el elegante
Peláez.

Desafortunadamente, un accidente provocó que su carrera como guardameta concluyera, por


lo que Peláez se centró en sus otras pasiones: la música y la literatura. Después de un intento de
novela, titulada Los Vernovov (evidentemente influida por la novela rusa), Francisco Peláez tomó
la palabra “Tario” para crear su seudónimo: Francisco Tario. Sobre la elección de tan peculiar
vocablo el escritor explicó en una entrevista realizada décadas después por José Luis Chiverto:
“Razón propiamente no hay ninguna. Tario es una voz tarasca que significa ‘lugar de ídolos’. Me
gusta la sonoridad de esa palabra tan metálica unida a mi nombre Francisco, y eso es todo”2.

En 1946 salió a la venta el primer libro del escritor Francisco Tario, La noche. El libro, de
portada austera y amarilla, lo publicó la Antigua Librería Robredo, actualmente desaparecida. La
aparición de La noche en el panorama de las letras mexicanas fue discreta pues, a diferencia de la
narrativa de ese tiempo, la cual estaba sumida en el costumbrismo y en temas de la historia
nacional, Tario inauguró el sendero de lo fantástico en tierras mexicanas. Con un estilo sobrio
pero misterioso, el escritor mexicano creó historias macabras donde los animales hablaban al
igual que los objetos, así, en La noche desfilaban personajes como gallinas asesinas, trajes que

1
LEM, Stanislaw “Odis de Ítaca”, en Vacío perfecto, (Barcelona, Bruguera, 1981) pp. 118-119
2
CHIVERTO, José Luis, Entrevistas con Francisco Tario en La noche, (Madrid, Atalanta, 2012) p. 273

6
anhelan vivir, féretros en busca de su amada, buques deseosos de la muerte, entre otros
personajes enigmáticos, fantásticos.

En ese mismo año publica Aquí abajo, primera y última novela que el autor publicaría en
vida, en ella Tario continúa con sus descripciones lóbregas, pero se aleja parcialmente de ese
mundo fantástico descrito en La noche para adentrarse en un estilo más realista y psicológico. La
novela obtuvo una buena recepción, sin embargo, nuestro autor, optó por regresar a su anterior
estilo.

Tres años después publicaría uno de sus textos más originales y singulares, Equinoccio. La
clasificación de este libro resulta un poco difícil, por una parte, podríamos encasillarlo en el
aforismo, sin embargo Equinoccio supera los parámetros de este género. También podríamos
definirlo como un libro de escritura fragmentaria, donde reflexiones, pequeños cuentos y críticas
sociales convergen; todos unidos por un tono satírico y macabro. Por este motivo, algunos
críticos literarios como José Luis Martínez compararían su obra con la de autores como Renard,
Huysmans y el Conde de Lautréamont.

Posteriormente, la inventiva literaria de Tario se encontró en su apogeo con la publicación en


1950 de la novela corta, si es que podemos llamarla así, Yo de amores qué sabía, la cual se
asemejaba a su otro texto publicado anteriormente, La puerta en el muro (1946). Esta etapa
continuaría con Acapulco en el sueño (1951), libro encargado por el gobierno para promover el
turismo a las costas de Guerrero; con Breve diario de un amor perdido (1951); y otro libro de
cuentos titulado Tapioca Inn: mansión para fantasmas (1952). Tendrían que pasar 16 años y la
muerte de su esposa para que Tario, en ese tiempo exiliado voluntariamente en España, publicara
su último libro Una violeta de más, el cual se caracterizó por demostrar la madurez del escritor.

Aunque la obra de Tario no es extensa sí tuvo cierto prestigio en su tiempo, eran populares las
tertulias que realizaba en su casa, donde asistían escritores como Octavio Paz y Carlos Fuentes.
Podría considerarse a Tario como un escritor amateur que en sus ratos de ocio decidía escribir,
pero nada más alejado de la realidad, él sabía cuál era la profesión del escritor, la conocía muy
bien, pero como buen fantasma que era se mantuvo en el umbral de la literatura mexicana, a
ratos aparecía y desaparecía. Probablemente su constante vaivén fue lo que produjo que su lugar
dentro de los círculos literarios no se consolidara y que, después de su muerte cayera en cierto
olvido. Así relata Alejandro Toledo, uno de los principales investigadores y difusores de la obra

7
de Tario, en el prólogo de Universo Francisco Tario, cómo después de mucho tiempo podía
conseguirse la primera edición de La noche y de Aquí abajo: “un día me encaminó a la librería
Robredo, localizada entonces en la glorieta ubicada en el cruce de Paseo de la Reforma y Havre,
en donde aún podían conseguirse las primeras ediciones de La noche y Aquí abajo, los dos
títulos de Tario de 1943”3.

Últimamente, su presencia se ha ido fortaleciendo gracias a las distintas iniciativas por


difundir su obra. El primer intento por actualizar la presencia de Tario en territorio mexicano fue
la antología Entre tus dedos helados y otros cuentos, publicada por el Instituto Nacional de
Bellas Artes y la Universidad Autónoma de México veinte años después de su último libro, Una
violeta de más. Ese mismo año, la UAM publicaría, de manera póstuma, las piezas teatrales de
Tario. Asimismo, en 1993, la editorial Joaquín Mortiz publicaría otra obra póstuma, en este caso
la novela Jardín secreto. Uno de los primeros intentos por agrupar toda la obra cuentística de
Tario fue por parte de la editorial Lectorum, quien publicó en 2003 dos tomos que agrupaban la
mayoría de los cuentos de Francisco Tario; esta edición contenía La noche, Tapioca Inn. Hotel
para fantasmas, Una violeta de más y las novelas cortas La puerta en el muro, Yo de amores qué
sabía, Breve diario de un amor perdido y Equinoccio. Ese mismo año, el FCE publica, en su
colección Cenzontle, una compilación de cuentos titulada Algunas noches, algunos fantasmas.
Tario aparecerá los próximos ocho años, como un fantasma, en diversas antologías de temáticas
distintas, será gracias al centenario de su nacimiento (2011) que publican Aquí abajo, la cual
nunca había sido reeditada. Además, el INBA publica Dos guantes negros, un cuento dedicado a
sus hijos, el cual había permanecido inédito. Dos años después, Francisco Toledo publica La
desconocida del mar y otros textos recuperados, libro que se compone de cuentos inéditos. Otra
antología de Tario aparece en 2014, publicada nuevamente por la editorial Lectorum y prologada
por Guillermo Samperio. Un año después, Toledo publica una biografía de Tario, la cual incluye
tanto fotografías hechas por el autor como las cartas escritas a su esposa, Carmen Farrell; este
libro fue publicado por La cabra ediciones y CONACULTA. Finalmente, el arduo trabajo de
Toledo se vería reflejado un año después con la publicación de las Obras completas de Francisco
Tario, compuesta por dos tomos (el primero contiene los cuentos y el segundo las novelas, entre
otros escritos). La última publicación de Tario fue hecha por Toledo para la editorial Cal y
Arena, titulada Francisco Tario: Antología.
3
TOLEDO, Alejandro, Universo Francisco Tario (México, Ediciones la cabra; CONACULTA, 2014) p. 10

8
Sin embargo, la difusión de Tario no sólo ha sido a nivel nacional, en tierras ibéricas, Jacobo
Siruela, en 2012, editó una compilación de cuentos titulada, al igual que el primer libro de Tario,
La noche bajo el sello editorial Atalanta.
Nosotros, como decíamos algunas líneas antes, también lo descubrimos y queremos dar,
mediante esta antología, una aproximación singular para un autor singular. La pretensión de esta
antología es mostrar la característica más reconocida del autor, esto es, lo fantástico de sus
cuentos a partir de los enigmáticos habitantes que habitan sus páginas; para posteriormente
adentrarnos a un Tario oscuro y tenebroso, que nos muestra el rostro de la oscuridad humana, un
rostro frío, sarcástico y grotesco. Hemos seleccionado algunos de los cuentos más inquietantes,
en los cuales cada palabra conlleva un escalofrío, una mirada de horror. Pero queremos mostrarle
al lector no sólo la mirada del terrible rostro de la oscuridad, sino que también queremos que éste
escuche su voz, cruda y transparente que encontramos en su enigmático Equinoccio.

Los fantásticos habitantes peculiares.

Francisco Tario se ha dado a conocer poco a poco por medio de sus cuentos más que por sus
novelas y obras de teatro. Es un escritor versátil que maneja diferentes temas y personajes.
Algunos de sus temas recurrentes son la muerte y la noche, ambas tomadas con un tono macabro
y sarcástico.
Tario cuenta con un vasto número de personajes peculiares en sus cuentos. Es una de las
razones que lo hacen tan especial y una de las primera cosas que nos despierta la curiosidad por
el autor cuando lo leemos por primera vez. La primera forma con la que Tario estimula nuestra
imaginación es con los personajes principales que, en su mayoría, suelen ser animales u objetos.
Como dice Antonio Cajero Vázquez: “Tiene la virtud de revelar las apariencias, los disfraces, las
transformaciones, el deseo y los apetitos de seres atormentados.” 4
En su libro La Noche cuenta con personajes muy llamativos, entre ellos están los objetos, los
cuales he decidido poner en esta antología. Lo curioso de estos objetos es el hecho de que sean
personajes principales, por lo cual Tario nos muestra cómo piensan y cómo hablan, de esta forma
llevándonos a una antropomorfización de las cosas. Por antropomorfización me refiero a la
apropiación de sentimientos y pensamientos como si fueran humanos. Elegí estos cuentos porque

4
Cajero Vázquez, Antonio. “Francisco Tario: otra vuelta de tuerca en la narrativa mexicana”, p. 43,
www.uaemex.mx

9
rápidamente me fascinó el hecho de que los objetos cobraran vida y lidiaran con problemas que
usualmente son propios de humanos.
Tenemos por un lado la “Noche del Féretro” donde, como el título lo dice, seguimos la
historia de un féretro, que se apropia de un sentimiento de desesperación y confusión al ver que
su “pareja” es un hombre. Cabe aclarar que en este pequeño mundo que nos plantea Tario, los
féretros tienen sexo como los humanos: masculino y femenino.
En la “Noche del Muñeco” exploramos la soledad y tristeza de un muñeco de feria,
marginado y solo, que espera ser tomado por un niño y que le dé amor. Claramente se observan
propiedades humanas en este muñeco, además de ser un cuento un tanto desolador:
“La soledad me envuelve, siento frío y me entran unas ganas locas de llorar.” 5 Aparte de la
soledad y tristeza que se encuentra en el cuento, conocemos a otros personajes también
antropomorfizados. Bobby, el muñeco, se encuentra en una feria, por lo cual tiene contacto con
otros muñecos, pero en muchas ocasiones experimenta violencia verbal y rechazo de parte de la
mayoría de los muñecos.
Pasando a otro cuento está “La Noche del Buque Náufrago” donde se profundiza en un
“problema” humano en específico: la vejez. Este cuento se diferencia de los otros porque se narra
el monólogo de un buque que está envejeciendo y que no quiere llegar a su vejez. Entonces el
cuento es el Buque dándonos sus razones del porqué no quiere llegar a ser viejo, un “problema”
que a la mayoría de los humanos se enfrentan.
En el cuento de “La Noche del traje gris” tenemos como principal a un traje gris, cuyo dueño
es un millonario. Aquí Tario nos plantea un mundo inmenso donde todos los objetos materiales
del dueño sienten y hablan. Nos cuenta sobre un automóvil que le tiene envidia a un traje, o que
hay trajes buenos o malos, moralmente hablando. El personaje principal por momentos se siente
atormentado sobre su existencia, sobre la vida, buscando su significado y tratando de vivir
experiencias que su conciencia cree que es la mejor forma de aprovechar la vida.
En el quinto cuento el protagonista no es un objeto en sí, sino géneros musicales. “La Noche
del Vals y el Nocturno” nos habla de estos dos conociéndose en una mansión, ambos se saludan
y tienen una especie de cita para conocerse. Durante esta plática el Vals cambia de humor:
primero estaba feliz de conocer a su amigo, después cambia a una suerte de enojo combinado
con egocentrismo justo después de que el Nocturno le diga que es inmortal. El Vals le comienza
5
TARIO, Francisco. Obras Completas, Tomo I: Cuentos/varia invención. [ed. y pro. De Alejandro Toledo] México:
FCE, 2015

10
a presumir todo lo que genera con su música con ciertos aires de grandeza. Por estas razones
elegí meter este cuento junto con los objetos. Porque son conceptos más abstractos, pero también
humanizados por parte de Tario y a su vez son importantes pues la música va muy ligada con los
sentimientos humanos.
La segunda gran razón por la que elegí estos cuentos es porque nos muestran una perspectiva
diferente de nuestro mundo y de nuestras acciones. Todo esto visto desde otro punto y no
humano, en ciertos cuentos de este apartado se puede ver esto.
En el cuento que menos se aprecia esto es en “La Noche del Buque Náufrago” puesto que la
mayoría del tiempo es un monólogo y no vemos interactuar con el mundo a excepción de la parte
donde decide sucumbir. En este fragmento nuestro personaje observa a los humanos que
transporta y emite un juicio sobre ellos: “¡Es tan pueril realmente la vida de los hombres!”6
En “La Noche del Féretro” hay una comparación del entierro con el matrimonio. Esto se da
gracias a que vemos la muerte y el entierro desde el punto de vista del féretro, dándole
oportunidad a Tario de crear otro mundo bajo estos ojos.
En la “Noche del Muñeco” se podría hablar sobre la similitud con Toy Story. pues el muñeco
desea que un niño venga por él y lo trate bien, aunque en primera instancia éste se imagina
recogido por un niño rico y se pone imaginar en todos los lujos que tendría estando ahí.
En “La Noche del Vals y el Nocturno” tenemos la perspectiva de ellos hacia los hombres,
ambos géneros nos describen las reacciones que los hombres tienen al escuchar su música.
Y por último tenemos “La Noche del Traje Gris” que a mi parecer es más rico en hacer una
crítica y sátira hacia las actividades humanas ya que el cuento trata del traje gris escapando de su
dueño para vivir. Esto ocasiona que vaya a la ciudad y se encuentre con diferentes atracciones y
personas que lo harán criticar las acciones humanas. Como el traje gris básicamente burlándose
que los humanos se mueven con el dinero. En una ocasión el traje gris soborna a dos chicas que
estaban asustadas para que pasen un rato con él. En un casino hace lo mismo, se harta de esos
juegos y lanza los billetes al aire. Todas las personas se abalanzan hacia el dinero.
Y es así como Tario nos presenta estos personajes humanizados para dar una perspectiva no
humana sobre nuestro mundo y nuestras acciones.

La mirada macabra de la oscuridad.

6
TARIO, Francisco, op. cit., p. 29.

11
Francisco Tario fue un enigma en vida, y la muerte refuerza ese aspecto, pues cada uno de sus
cuentos conlleva a experimentar un miedo y una incertidumbre de forma distinta, los cuales te
atrapan desde la primera línea. Tario te embelesa con sus palabras crudas y frías que te llevan a
lugares de formas extrañas y oscuras, donde se manifiestan temores más complejos que el de un
niño aterrado por la oscuridad. Así, cuando tu mirada recorre las últimas palabras, te preguntas si
todo lo leído no es real, ya que “su escritura consiste en una o muchas vueltas de tuerca
humorísticas o sarcásticas, y a la vez serias y terribles, en las ceremonias de la humanidad.” 7
Palabras perfectas para describir a un hombre poco convencional tanto en el mundo literario
como en el mundano.

Algunos consideran que la literatura de Tario como fantástica, pero el autor de Francisco
Tario: Una narrativa de la ajenidad nos explica cómo es que su escritura es singular pues en

La coherencia universal se rompe. El prodigio constituye una agresión prohibida que amenaza la
estabilidad del mundo. Las leyes inmutables, el determinismo del universo cotidiano se quiebran y a
través de una fisura minúscula se abre paso el espanto. Un acontecimiento siniestro provoca la muerte,
la desaparición o la condena del héroe.
Sin embargo, en el cuento de Mi noche vemos cómo la oscuridad se cierne sobre nuestro
personaje principal, llevándonos a un relato refrescante para la época en la se escribió, ya que
rompe con las descripciones de lo que es lo fantástico y lo vuelve algo nuevo distinto de otros
escritores que se enfocaron a los relatos de la situación histórica que vivían.

Cada uno de los cuentos escogidos en este capítulo de nuestra antología tienen la intención de
llevarte al lado más oscuro de tu alma, donde los prejuicios no existen y donde todo lo que hagas,
por más fatal que sea, está permitido, pues si los objetos inanimados de Tario, tienen alma, los
fantasmas son comunes y la oscuridad al fin tiene un rostro… ¡qué no tienes permitido hacer tú!
“éste es el Tario que termina por fascinar, pues nos ayuda a mirarnos en nuestras obsesiones y
debilidades, como sujetos que ocasionalmente se sienten extraños a sí mismos”8.

Tario no solo mezcla a los objetos con sensaciones humanas superficiales, sino que los dota
de alma haciéndolos humanos y los lleva a la oscuridad de ésta, donde hacen lo que cualquier
persona en el fondo desea hacer, ya sea por deseo o por la necesidad del momento. En los objetos
deja expuestas sus debilidades de una manera para nada sutil, los libera de los prejuicios de lo
7
TOLEDO, Alejandro. Francisco Tario, Coordinación de Difusión Cultural Dirección de Literatura, Mexico, 2011,
pag.5.
8
MARTÍNEZ RAMÍREZ, Fernando. Francisco Tario: una narrativa de la ajenidad. 2015, Pag.196

12
que es malo o bueno, y los deja ser libres para que sus instintos carnales se apropien de las
acciones de su cuerpo, llevándolos por un camino sombrío, frio, oscuro y lleno de atrocidades,
que los lleva a un punto de no retorno convirtiéndolos en monstruos que abandonaron la
inocencia en las primeras líneas del cuento al que pertenecen.

La grotesca voz de la oscuridad.

En una de las pocas entrevistas realizadas a Tario, el escritor clasificó su obra bajo cuatro
rasgos esenciales, los cuales componen la columna vertebral de la obra del autor: “Mi propósito
es diferente y pretende estableces una unidad con estos cuatro elementos, que son las bases de
mis trabajos: poesía, muerte, amor y locura.”9. Con estos cuatro aspectos, bien podríamos
catalogar la obra de Tario como la obra de un romántico, y, sin embargo, Tario se distingue de
los románticos gracias a la forma en que emplea lo grotesco.

En toda la obra de Tario es posible ver cómo lo grotesco toma un lugar primordial en las
narraciones y en los cuentos. De tal forma, podemos leer sobre gallinas asesinas; féretros que
reniegan la voluntad de los hombres; buques que desean el naufragio; trajes que deciden
escaparse de sus dueños para así intentar vivir “la vida”. Todos los cuentos reflejan, a través de
lo grotesco la condición humana y sus absurdos. Tario aparece como un hombre que, apartado de
la sociedad, critica a esta masa deforme que se mueve entre la locura y el amor (aunque quizá
sean la misma cosa).

Sin embargo, dentro de la obra del escritor hay un libro donde todos los componentes
característicos se aprecian en su apogeo, donde la voz del autor pierde todas sus prendas morales
y sociales para así quedar al desnudo, éste es Equinoccio. Este libro, a diferencia de sus libros
anteriores, nos muestra a un Tario sin límites, tanto en su mensaje como en la expresión de éste;
en el libro, el escritor se decide por una narración fragmentaria similar al aforismo, pero distinta
en tanto que éste no sólo se enfoca en reflexiones y pensamientos, sino que también hay cuentos
dentro del libro.

Pero entonces, ¿qué podríamos decir que es Equinoccio? Al leer este libro, uno se da cuenta
que no se puede catalogar como aforismos, pues no todos los fragmentos parecen reflexiones;
tampoco podríamos decir que es un libro con una narración fragmentaria, porque, si bien hay

9
CHIVERTO, José Luis, Entrevistas con Francisco Tario en La noche, (Madrid, Atalanta, 2012) p. 273

13
fragmentos que sí tienen relación los unos con los otros, existen otros que son totalmente
distintos. Por lo tanto, Equinoccio puede ser llamado como un libro extravagante, donde fluye
libre la inventiva de Tario, quien habla de una inmensa variedad de temas, los cuales son
abordados con tintes grotescos, satíricos, poéticos y hasta macabros. Sobre la importancia de
Equinoccio en la obra literaria de Tario, Toledo agrega:

Equinoccio concentra una personalidad múltiple; muestra, sí, la enorme gama de voces y estilos que
pueden convivir en una misma obra, pero también la variedad de registros de lo humano. Por ello tiene un
papel central en el conjunto de títulos de Tario. Esa pluralidad, además, recorrerá los siguientes libros.
Los fragmentos de Equinoccio se disparan en la recreación de atmósferas existenciales a la manera de La
puerta en el muro, o en la nostalgia amorosa de Yo de amores qué sabía y Breve diario de un amor
perdido.10
Sin duda, en este pequeño libro del autor, los temas se pierden, se cruzan, se unen; los
contornos de estos se pierden entre las sentencias, entre los fragmentos y las palabras de
Equinoccio. El lector, de repente, se encuentra sumido en una danza de distintos tonos, que
vuelven inciertos los pasos. A pesar de esta violencia marítima en la que se halla el lector, es
posible encontrar un factor en común entre todas estas olas que azotan una tras otra la barca de la
cordura del lector, y este factor es que todas están hechas del agua de lo grotesco.

Para aclarar los conceptos, partiremos de la definición de lo grotesco dada por Wolfgang
Kayser, quien lo define como:

Según el profesor alemán, lo grotesco es estructura y proviene de «la alineación a la que el hombre
está sometido en la sociedad contemporánea». En su trabajo dice expresamente: «Lo grotesco es el
mundo alienado», y continúa sosteniendo: «Si contempláramos el mundo de los cuentos infantiles
desde fuera, podríamos clasificarlo como extraño o extraordinario. Pero esto no es el mundo
alienado. Para que sea de veras así, hay que darle un paso más. Todo lo que conocemos
íntimamente tiene que revelársenos como algo ajeno o pavoroso. Es el nuestro mundo que ha
cambiado radical e irremediablemente. Lo inesperado y asombroso pertenecen a la esencia de lo
grotesco.»11
Asimismo, para Kayser existen dos tipos de grotesco en el arte, el fantástico y el satírico.
Estos dos tipos de grotesco se presentan tanto en obras pictóricas como en obras literarias, por lo
que su definición se enfoca más en la cuestión artística. Para Kayser, el grotesco fantástico se
diferenciaba del satírico en tanto que la realidad era invadida por objetos cotidianos que sufrían
distorsiones, haciendo que estos adquirieran un tono onírico e irreal. De tal modo, los animales
se convierten en monstruos y los objetos pierden su cotidianidad
10
TOLEDO, Alejandro, Universo Francisco Tario (México, Ediciones la cabra; CONACULTA, 2014) p. 91
11
KAYSER, Wolfgang. The Grotesque in Art and Literature. 1a edición. Bloomington: Indiana University Press, 1963,
pág. 184. Citado por: POLÁK, Petr. El arte grotesco a través de los siglos, (Brno, Masarykova univerzita, 2011) p. 48

14
Por otro lado, el grotesco satírico se diferencia del “fantástico” en tanto que “cambia
considerablemente la perspectiva ya que el artista contempla el tumulto terrestre con la mirada
escalofriante y cínica. El mundo se asemeja, más bien, al teatro de marionetas: espiritualmente
vacío, momero y absurdo.”12

El peculiar carácter de Equinoccio puede llegar a conmover a los lectores no acostumbrados a


textos cínicos y escalofriantes, en especial porque Tario critica todos los aspectos de la sociedad,
desde al hombre como individuo y colectivo, hasta los ideales de la religión y de la racionalidad.
Por este motivo, hemos decidido seleccionar algunos “aforismos” con la finalidad de que los
lectores, o se vean atraídos por las mórbidas letras de Tario, o bien se aterren con estos pocos
fragmentos.

Además, consideramos que esta obra, quizá por el tono, ha sido oscurecida por la labor
cuentística de Tario, lo cual nos parece injusto teniendo en cuenta el valor y la calidad tanto
poética como literaria de Equinoccio. Queremos presentar un parte de ese Tario que no busca
expresar “la magnificencia de su pensamiento”, sino que busca la transparencia de éste; que no
quiere ser como un loro y repetir lo que tantos han dicho. El artista renuncia al uso de la palabra
como repetición rutinaria y opta por la expresión fragmentaria de la voz humana, aunque esto
signifique que el alarido sea crudo y doloroso.

Bibliografía directa.

TARIO, Francisco (2015). Obras Completas, Tomo I: Cuentos/varia invención. [ed. y pro. De
Alejandro Toledo] México: FCE.

Bibliografía de referencias.

CAJERO Vázquez, Antonio, “Francisco Tario: otra vuelta de tuerca en la narrativa mexicana” p.
43 consultado en: www.uaemex.mx

CHIVERTO, José Luis (2012) “Entrevistas con Francisco Tario” en La noche, Madrid, Atalanta.

LEM, Stanislaw. (1981) "Odis de Ítaca" en Vacío perfecto. Barcelona: Bruguera.

12
Ibid. p.186. Citado por: Ídem.

15
MARTÍNEZ RAMÍREZ, Fernando. (2015). Francisco Tario: "una narrativa de la ajenidad" en
Tema y variaciones de literatura(44), 181-196.

POLÁK, Petr. (2011). El arte grotesco a través de los siglos. En P. Polák, El esperpento
valleinclaniano en el contexto del arte grotesco europeo (págs. 39-64). Brno:
Masarykova univerzita.

TOLEDO, Alejandro. (2014). Universo Francisco Tario. México: La cabra ediciones;


CONACULTA.

TOLEDO, Alejandro. (2011). Francisco Tario. Mexico: Coordinación de Difusión Cultural


Dirección de Literatura.

16
ADVERTENCIA EDITORIAL

Todo el material utilizado para la elaboración de la antología ha sido seleccionado de las


Obras completas, Tomo 1 de Francisco Tario, editado por el Fondo de cultura económica en
el 2015. La edición estuvo a cargo del principal difusor de la obra Tariana, Alejandro Toledo.

17
Los fantásticos habitantes
peculiares

18
La mirada macabra de la
oscuridad

19
La grotesca voz de la
oscuridad

20
21

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