Historia de La Literatura Italiana PDF
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• COLECCIÚN LABOR
pretenden divulgar con la maxlma amplitud el
conocimiento de los tesoros naturales, el fruto
del trabajo de los sabios y los grandes ideales
de los pueblos, dedicando un estudio sobrio,
pero completo, a cada tema, e integrando con
ellos una acabada descrlpclOn de la cultura actual.
Con claridad y senCillez, pero, al mismo tiempo,
con absoluto rigor cientlfico, procuran estos volú-
menes el instrumento cultural necesario para
satisfacer el natural afan de saber, propio del
hombre, sistematizando las Ideas dispersas para
que, de este modo, produzcan los apetecidos frulos.
Los autores de estos manuales se han scleccio
nado entre las más presllglOsas figuras de la
Ciencia, en el mundo actual, el reducido volumen
de tales estudios asegura la gran ampll ud de su
difusión, siendo cada manual un verda ero maes-
tro que en cualqu er momento puede ofrecer una
lección breve, agradable y provechosa: el contunto
de dichos vofumenes constituye una completísima
COLECCION LABOR
BIBLIOTECA DE INICIACIÓN CULTURAL
PLAN GENERAL
Filosofía Derecho
Psicología: Política
Educación Economía
-
SECCiÓN SEGUNDA -
Literatura SECCiÓN QUINTA
Artes plásticas Matemáticas
Música
Física
- Química
SECCiÓN TERCERA
Estética musIcal
'"Manual del pianista
Harmonía (15)
111. MÚSICA
Historia
de la
Literatura italiana
POR EL
Con 12 láminas
EDITORIAL LABOR, S. A.
1925
ES PROPIEDAD
CAPITULO 1
In trol1u cción
CAPiTULO 11
CAPITULO II 1
CAPÍTULO IV
CAPITULO V
El Ul'nacimit'nto
35. Lorenzo el l\Iaglllfico y su corte. El pl:üonmno 69
36. Obras de Lorenzo de l\Iedicis... . . . . .. ............... 70
37. Angelo Ambrogini Polizlano ... . . . . . . . . . . .. .......... 71
38 Poetas populares en la corte de Lorenzo de Médicis. . . . . . 73
39. La literatura en la corte napolitana. Pontano.......... 76
40. Sannazaro, Cariteo, etc .............................. 77
41. La literatura rn el norte de Italia.................... 79
42. 'IaUeo María Bojardo. .. .... .............. 80
CAPITULO VI
CAPÍTULO VII
CAPITULO VIII
CUÍTULO IX
El período del resurgimiento (17;)0-18;)0)
66. Il~stración y .P:ensa .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 123
67. GIU~eppe Panlll ..................................... 124
68. CarIo Goldoni .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 125
69. Vittorio Alfieri .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 12(i
70. Vincenzo Monti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 128
71. Ugo Foscolo y los restantes clasicistas. . . . . . . . . . . . . . . . 12!1
72. Los comienzos del Romanticismo ..................... 130
73. Alejandro l\Ianzoni .................................. U1
74. DisClpulos e imitadores de l\lanzoni " . . . . . . . . . . . . . . . .. 134
75. Giacomo Leopardi y los clásicos.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 136
CUÍTULO X
El presente
76. Agonía del Romantici~mo .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 1 :39
77. Giosue Carducci .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I.tO
78. Verismo, literatura sociali~ta y arle regiollal .. . . . . . . . .. 1 !1
79. El drama.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 143
80. Antonio Fogazzaro ............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 145
81. Estetismo y Futurismo ......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 146
CAPÍTULO r
Introducción
3, El Verso italiano
El italiano, como todas las restantes lenguas románicas,
ha tomado del latín vulgar la ley fundamental de su verso.
Mientras la poesía artística del latín escrito se adaptaba a la
métrica griega, en el campo de la poesía popular empezó
a predominar durante la época imperial el ritmo del acento,
aunque, en verdad, no en los términos absolutos con que
impera en las lenguas germánicas, pues el verso románico
está condIcionado no sólo por el acento sino por un número
determinado de sílabas.
El francés ha dado en el curso de su evolución la pre-
ponderancia decisiva a la ley del número de sílabas y actual-
mente sólo conserva algunos restos del principio basado en
el acento. Otra suerte fué la del italiano. CieI to que en esta
lengua el nombre dado a los versos está también determi-
nado, en primer lugar, ¡,egún el número de las sílabas. Así,
tenemos el endecasílabo, el decasIlabo, el nonasIlabo, el
heptasílabo, etc. Pero en el italiano se exigen determinado'i
acentos rítmicos principales no sólo al final, sino aun más
lÓ lnlroduccion
10. La Prosa
Para la literatura en prosa siguieron aun por largo tiempo
sirviendo el latín y el francés. Hasta mediados del siglo XIlI
no se empezó a escribir en prosa italiana, y aun las primeras
tentativas fueron traducciones. ASÍ, fué italianizada la an-
tigua leyenda medioeval de Troya del texto del « Roman »
de Benoit de Sainte-l\Iore ; igualmente proceden del francés
los Fatti di Cesare y los Dodici conti morali, así como dife-
rentes elaboraciones de los temas de la leyenda bretona
(Artús, Trístán, etc.). También el Trésor, del Latini, fué tra-
ducido en fecha temprana. Del latín se sacaron preferente-
mente obras didácticas, por ejemplo, los «Tratados morales»
de Albertano de Brescia, que pertenecen aún a la primera
mitad del siglo. Desde el punto de vista lingüístico es una
joya la traducción de las fábulas esópicas por un anónimo
de Siena. - Una forma más libre de elaboración es la que
presenta la llamada Reilorica nuoua (o Fiore di Retlorica
1254-66), de Fra Guidotto de Bologna (?). Es un compendio
de la Retórica pseudo-ciceroniana ad Herennülm. que me-
rece ser tomado en consideración por cuanto es el primer
intento de utilizar para la lengua popular las máximas re-
tóricas de los anti~uos.
24 Comien:o~ de la lIteratura italzana
•
e>\PÍTULO IV
Retrato del DantC" ('n un 1l1allll ... crito del ... if!:lo '-1\, que "'e conser' a
en la Blblioteca ~acional de norencla. (Fui . • 1lI1luri)
26. El «Decamerón )
La forma artística que más se aviene al espíritu de Boc-
caccío es la narración en tono de conversación amical, la
« Novela ) (1), 4ue despreciada y descuidada por los poetas
profesionales ya vivía desde largo tiempo en el pueblo. La
obra mae~Lra de Boccaccio es, por esto, el Decamerón (com-
puesto hacia el período de 1348-53). Su narración se abre
con una admirable descripción de la terrible peste de 1348.
Siete damas jóvenes de Florencia con tres caballeros mozos
de sus amistades, se trasladan al campo para huir de la epi-
demia, y pasan el tiempo durante diez días en juegos, cantos,
danzas y recitación de historias. Tal es el marco en el que
se hallan encuadradas las cien « Novelas» del Decamerón.
Boccaccio compuso estas narraciones, como él mismo con-
fiesa, como una pura distracción y en particular para entre-
tenimiento de las mujeres. Su ohjeto no es, pues, la instruc-
cíon, sino puramente la amena distracción. Va en busca
de lo sorprendente, lo conmovedor, lo cómico, lo chistoso,
lo moralmente escabroso. Es inagotable la riqueza de los
temas que Boccacóo ha ido a buscar en todas las fuentes
posibles: chan/as, leyendas y anécdotas, tanto si llegan a
(1) Novela, en ~u sentido original, significa narración corta y
de carácter ligero: en castellano ha tomado el sentido de narración
larga, porque el Roman, Romanzo, que era la designación para la
narración larga, tiene en la forma castellana Romance una signi-
ficaclOn distinta. N. del T.
El • Decameron • 53
.....
.....
LA,nNA IV Púg 65
El Renacimiento
57. El marinismo
La lengua poélica del Tasso y la de sus imitadores, Gua-
rini, etc., muestra ya la tendencia a abandonar la correcta
y enojosa uniformidad del estilo y a buscar lo sorprendente
e insólito en la expresión. Desde entonces y cada vez con
más ardor se va a la caza de agudas antítesis, de raras com-
Los poetas clasicistas
-----------------
paraciones y meláforas y de caprichosas hipérboles. El poeta
de más lalento de esta escuela de la hinchazón retórica, el
poeta que dió el nombre a lada esta orientación es el napo-
litano Giambattista Marini (1569-1625). Tras una aventu-
rera y disipada juventud hizo fortuna en París en la corte
de Luis XIII y volvió a su patria hecho un hombre rico y
célebre. Dotado de una gran viveza de espíritu, de una asom-
brosa ligereza en la forma y de un sentido musical muy
afinado, Marini interpretó acertadamente el ideal artístico
de su tiempo y supo como ningún otro convertirlo en reali-
dad. El mismo ha expresado con palabras muy justas este
ideal:
E del poeta iI fin la maraviglia :
Parlo del!' eccellente e non del goffo ;
Chi non sa far stupir, vada alla striglia.
Marini trata con la misma virtuosidad asuntos eróticos,
obscenos, históricos, políticos y sagrados. La nota funda-
mental de su arte es la embriaguez sensual y la ingeniosidad
superficial. En él, el placer clásico de la forma, bella está
como agotado. Marüá lo reemplaza con un tiroteo cuntinuo
de peregrinas invenciones y con una fiebre estética artifi~
cialmente provocada. El asunto para él era tan sólo un pre~
texto para desempaquetar los oropeles de sus formas. Su
obra principal es el vasto poema mitológico-alegórico Adone
(1623) que teje la historia de los amores de Venus y Adonis
con interminables descripciones y alegorías. El episodio
más célebre y pomposo de la obra es la descripción del Jardín
del Amor. Fueron innumerables los imitadores de Marini,
en particular dentro del campo de la lírica. No tardó en
ejercer en la poesía de toda Europa una influencia, hasta
entonces jamás constatada, en la que ciertamente le ayudó
con todas su,> fuerzas el gongorismo surgido en España.
60. La parodia
Así como el Orlando furioso preparó la epopeya ma~
carrónica de Folengo, como una reacción conlra las fanta~
sÍas aventureras de los caballeros, de igual manera ahora
la Jerusalén libertada con sus innumerables imitaciones
dió pie a la epopeya heroico~ómica. En 1622 apareció por
primera vez el poema de La secchia rapita (El cubo robado),
de Alejandro Tassoni, de Módena (1565-1635). La gibelina
ciudad de l\lódena y la güelfa Bolonia se hacen la guerra a
sangre y fuego por un cubo robado; todo el mundo político
y hasta los dioses olímpicos toman partido en esta lucha y
entran en combate. El asunto tiene en parte fundamento
histórico (1), pero tanto en su contenido como en su forma el
poeta mezcla la grandeza y la rutina heroica con la vida
ordinaria vista por el lado cómico. Las imitaciones más
notables del poema de Tassoni las hallamos en el extran-
jero : el Lutrin, de Boileau, y el Robo del rizo, de Pope.
A la manera de Tassoni, el polígrafo Francesco Braccio-
lini parodia los aparatos poéticos más importantes de su
tiempo, como el mundo de los dioses antiguos, en su Scherno
degli Dei (1626) (Escarnio de los dioses).
El pintor florentino Lorenzo Lippi (1606-64) canta la
reconquista del castillo Malmantile por un pelotón de bo~
rrachos, lisiados y mendigos en la lengua viva del bajo
pueblo.
En el segundo decenio del siglo XVIII puede agregarse
el Ricciardelto, de Niccolb Forteguerti (1674-1735) a la serie
de epopeyas heroico-cómicas; es una caricatura grotesca
del poema heroico-romántico.
(1) La batalla de Fossalta y la prisión del rey Enzio (1249).
116 Primer periodo de Id decadencid
64. El drama
Casi más que los libreltos de ópera de Metastasio, con-
tribuyeron al progreso del teatro italiano los modelos clá-
sicos de la tragedia francesa. Ciertamente no puede cali-
ficarse de feliz innovación el uso del alejandrino introdu-
cido por el boloñés Pier Jacopo MarteIli (1665-1727). El
alejandrino, o, según fué llamadp en italiano, verso mar-
La prosa 121
65. La prosa
Junto a las ciencias naturales fuerón también cultivadas
las históricas en cuyo dominio distinguióse el genial creador
de la Filosofía de la Historia, el napolitano Giambattista
Vico (1668-1744). En sus Principii di una Scienza nuova
infomo alla natura delle nazioni, intentó descubrir las leyes
de la historia universal, y en la Scienza nuova volvió a dar
valor, en oposición a Descartes, al conocimiento histórico,
y encarriló a la crítica histórica y filológica por las sendas
a las que fué llevada más adelante por el romanticismo
alemán. Desgraciadamente, los contemporáneos no presta·
ron seria atención a sus obras, lo que no es de sorprender
122 Segundo periodo de la decadencia
puede decirse sin plan, por toda Italia, entró en 1748, como
poeta dramático, al servicio de una asociación veneciana, y
empezó en medio de innumerables dificultades la lucha
contra la superficial Commedia dell' Arte, sólo atenta al
efecto momentáneo. En 1763 hubo de ceder ante sus rivales
y dirigióse a París, donde hasia el día de su muerte llevó
una vida de privaciones y de miseria. El tema de sus nu-
merosas comedias, compuestas parte en dialecto veneciano,
parte en la lengua literaria, es la vida veneciana en toda
su fresca plenitud y naturalidad. La acción, en contraste
con la antigua comedia de intriga, es muy sencilla y se des-
envuelve con fogosa rapidez. Los caracteres y la reproduc-
ción del medio ambiente local están muy acertados siempre
que él se limita a las cosas de Venecia. Algunas de sus co-
medias se aguantan aún hoy en la escena. Un curioso acci-
dente, La locandiera, La bottega del Calle y los Rusteghi son
de las mejores. Verdad es que la fuerza de las circunstan-
cias - muchas veces se veía obligado a improvisar - y el
mal gusto del público le impidieron dar a sus producciones
la perfección que fuera de desear, y que la voluble movili-
dad de su bondadoso y risueño carácter no le permitió lle-
gar a la penetrante observación de los caracteres que ad-
miramos en un Moliere. Su moral es sana, aburguesada y
optimista; su gracia, ligera, natural, amable, atractiva y su-
perficial. - En la charla encantadora de sus Memorias, es-
critas en francés, se retrató a sí mismo inmejorablemente.
Torqllato Ta,"o
Retrato por AlIor" en la Galerla de lo, ~ fCizi, de Florencia
(]·ol. Alinuri)
"ittorio AHicri
R trato Jlor "'-'l\cr l'a hrc, en la (,,,Ierla de lo, lfllzi, de rlorencia
( 101. AI/rwri)
El presente
79. El drama
Un examen especial hemos de dedicar al drama, no a
causa de su propio valor, sino porque hemos de extrañar-
nos de la escasa fecundidad que han mostrado al presente
los italianos en este terreno, a pesar de la prc.nunciada dispo-
sición que ellos poseen para la representación escénica. Ade-
laide Ristori, Tommaso Salvini, Eleonora Duse y Ermete
. Novelli han sido admirados en los últimos deceni0s en todos
los grandes teatros de Europa y América. Pero como en el
arte del actor lo que asegura el éxito en Italia es siempre
la potencia excepcional de un maestro y no el conjunto de
la compañía, este exagerado individualismo resulta poco
propicio a la organización poética del drama. Para la rela-
ción recíproca entre la acción y su efecto, para la sujeción
y para la liberación de la voluntad, los italianos no tienen
especial disposición, pues cada uno de ellos se ocupa dema-
siado de sí mismo. Ya el drama del Renacimiento y el
romántico estaba a menudo perjudicado por incidentes
novelísticos, y muchas veces por expansiones líricas. - La
única herencia dramática digna de recordarse es la que dejó
Goldoni.
La comedia italiana, gracias a los esfuerzos del toscano
Tommaso Gherardi del Testa (1815-81) se conservó al prin-
cipio libre de influencias extranjeras. Las numerosas come-
dias de Testa escritas en lengua familiar toscana son una
144 El presente
Una escena de Los Novio. " <le 'Ianzoni. Pintura mural de Cianpanelli
en la Galer.a de los UUizi, de Florencia
Literatura italiana. 30 EDITORIAL LABOR, s. A.
Antonio Fogazzaro 145
Sección 11. - 6 p.
La poesia homérica (28), por el Prof. G. FINSLER, traducción
de CARLOS RIBA. Con l(Jlaminas.
t;\/DICE: Introducción. - Materia 11 formación de los poemas. - Nombre
11 patria de Homero. - Homero y la Poesia. - Los cantores. - La ten-
dencia arcaizante. - La epopeya cortés. - La nobleza. - Narración
y descripción. - Composición. - Procedimientos artísticos en detalle.-
Lenguaje (igurado. - Luminosidad del mundo homérico. - Conclusión.
Resume este Manual una obra famosa del mismo autor. Sin detenerse
en cuestione, que sólo a especialistas interesan, nada falta en él de lo que
se reblciona con la~ dos poeSlas homéricas: sus ongencs y formación, el
ambiente en que fueron producidas, la cultura que reflejan. el arte de su
cornposición y sobre todo, las razones por las que han venido ejerciendo,
f
Sección n.
Literatura latina (98-99), por el Profesor A_ GUDEMAN, de la
Universidad de Munich, traducción de CARLOS RIBA_ Con 12
láminas.
íNDICE: PERÍODO REPUBLICANO. La época más antigua, hasta el año 80
a. de J. C., aproximadamente. - Los poetas: Andrónico, Plauto, Ennio,
Terencio, y otros. - Los prosistas: Catón el Censor. Los analistas:
Oradores desde Catón hasta Hortensio. - La segunda época desde 80
hasta 31 a. de J. C., aproximadamente. - Los poetas: Lucrecio, Catulo.
los neo-teóricos. - Los prosistas: Terencio. Varrón. César. Cornelio
Nepote. Salustio. Cicerón.
PERÍODO AUGÚSTEO. Los poetas: Virgilio.~Horacio, 10s!elegíacQs. --Los
prosistas: Juslino. Tito Livio.
LA EDAD DE PLATA. Los poetas: Germánico. Fedro, L. A. Séneca.
Lucano Marcial, Juvenal, y otros. - Los prosistas: Veleyo Patérculo.
Valerio Maximo. Quintiliano, Plinio, Suetonio.
LA LITERATURA PAGANO-NACIONAL. El siglol 11: Floro, Apuleyo.-
Los siglos 111 y IV. -Los siglos IV a V l.
El Prot. Gudeman, profundo Ínvestigador de la Literatura latina,
desarrolla en este primoroso estudio una labor de divulgación utilísima para
quienes desean conocer en sus rasgos esenciales la producción literaria y
las figuras eminentes del pueblo latino. La influencia griega, el análisis
de las cualidades raciales de Roma. y las vicisitudes de los géneros literarios
y de sus obras maestras, son objeto de un acabado estudio que satisfará por
igual al investigador, al literato y al hombre culto.
- ..
26 Edad Antigua y Edad Media. Prol. P. DIEPGCN
27. Concepción del Universo, seg~n [ Pror. L. BUSSE
los grandes filósofos modernos Prol. FALCKENBERG
28. La poesía homérica ........•.. Pror. G. FINSLER
29. Vida de los héroes: Ideales de
la Edad Media, I .......... . Prof. W. VEDEL
30. Historia de la Literatura italiana Pror. K. VOSSLER
31. Antropología................. Prol. E. FRIZZl
~i] Zoología: Invert~brados....... ProC. L. BaHMIG