La Herencia Social Del Ajuste
La Herencia Social Del Ajuste
La Herencia Social Del Ajuste
DEL AJUSTE
. BJJ
Tercera parte - Efectos sobre la organizacipn familiar 81
1. Formación y disolución de uniones
CAPITAL INTELECTUAL
2. Los hijos y la regulación de la fecundidad
3. La composición de los hogares y las familias
4. El ajuste y el futuro de la familia
PRODUCE: Epílogo - El ajuste en perspectiva históric¡j
TXT, Revista Textual Argentina: El modelo para no seguir 95
Le Monde diplomatique, Edición Cono Sur
Bibliografía básica 107
MLOTD, Mirá lo que te digo
Fem, femenina y singular la autora 111
Mirá Quién Vino, Vinos y Gastronomía
INTRODUCCIÓN
A mediados de la década de 1970 se inicia ' en Argentina un mo
delo de acumulación que incidiría directamente sobre todos los
órdenes de la vida social.
El gobierno surgido del golpe de Estado de marzo de 1976
adoptó una estrategia de desarrollo sustancialmente diferente a
todas las experimentadas en el pasado, ,virando en forma dia
metral las orientaciones de industrialización sustitutiva que
habían estado vigentes desde 1930.
En términos generales, esta estrategia:aperturista -o "ajus
te" en su denominación popular-tendió simultánea o sucesiva
mente a los siguientes objetivos: vigencia de los precios de mer
cado como régimen básico de funcionamiento; promoción de
los sectores más altamente competitivos, lo que implicaba la
concentración del capital y la eliminación de empresas de me
nor productividad; amplia apertura de la economía a la impor
tación de capital extranjero y de bienes de todo tipo; contención
drástica del salario real como medio de controlar la inflación y
de asegurar bajos costos de mano de obra a las empresas. El
modelo postuló además el aprovechamiento -a través de la ex
portación de bienes agroindustriales y agropecuarios- de las
ventajas comparativas que poseería la estructura productiva ar
gentina en esos rubros, aunque sin brindar a estas actividades
estímulos especiales.
1 Para alcanzar estas metas se aplicaron medidas de distinta
índole. En el plano económico, se destal':an las siguientes: no
table reducción de los aranceles a la importación; subvaluación
1
de la paridad cambiaría; reforma financiera inductora de un sus
m tancial crecimiento en las tasas de interés :real {es decir, fin del
crédito subsidiado); supresión de los antiguos créditos prefe
renciales a la industria. Otra dimensión central de esta estrate
gia buscó imponer el principio de subs.idiariedad del Estado
en materia económica y social, lo que suponía, por un lado, trans-
12
SUSANA TORRADO LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE 13
lo comportó el incremento de lá desigualdad social, sino que hi
zo más intensa la polarización entre los muy pobres y los muy ri
cos, destruyendo, en el camino, uno de los atributos distintivos PRIMERA PARTE
de nuestro país: la existencia de amplios estratos medios for
mados y consolidados a lo largo de casi un siglo. Este libro bus
EFECTOS SOBRE LA ESTRUCTURA
ca testimoniar este proceso, cuyas consecuencias políticas son DE CLASES SOCIALES
todavía incier tas.
En la hora de los agradecimientos, quiero manifestar mi gra
titud a los muchos colegas (citados en la bibliografía final) que
me permitieron usar sus datos inéditos, o leyeron mi manuscri
to y me aconsejaron sabiamente, o me permitieron usar sus pa
labras guardando anonimato. No olvidaré su generosidad.
Susana Torrado
14 SUSANA TORRADO
Para analizar los efectos del modelo aperturista sobre la estructu
ra de clases sociales y la movilidad social, es imprescindible co
menzar por describir lo acontecido en los mercados de trabajo y
en la distribución del ingreso.
I;
1. EL AJUSTE EN DICTADURA (1976-1983)
En medio de una profunda crisis económica y política del gobier
no constitucional justicialista instaurado desde mayo de 1973, un
golpe de Estado militar desplaza a este último en marzo de 1976,
adoptando una nueva estrategia de desarrollo.
Puede caracterizarse al nuevo bloque dominante durante 1976-
1983 como una alianza entre el estamento militar y el segmento
más concentrado del capital nacional y de las empresas transna
cionales. La particularidad de este momento histórico es que
las Fuerzas Armadas llegaron entonces al poder con intereses que
claramente superaban la esfera de lo económico, apuntando a lo
grar un disciplinamiento social generalizado mediante un cam
bio drástico de la antigua estructura de relaciones económicas,
sociales y políticas.
En efecto, el programa del gobierno militar se opone a las
precedentes orientaciones de industrialización sustitutiva,
dando implícitamente por clausurado como objetivo central del
proceso de desarrollo a la industrialización. En la concepción
que se impuso entre los sectores dominantes de la coalición mi
1
litar (en especial, el Ejército), para lograr el ansiado disciplina
miento político e institucional de la clase obrera, más allá del
avasallamiento de sus instituciones corporativas y de represen
tación política, la estrategia más eficiente debía consistir en una
! modificación drástica de las condiciones económicas funcio
nales que habían alentado históricamente el desarrollo de esa
clase, es decir, en una modificación drástica de los modelos in-
1
dilstfial'iZ'adóres. Y ello, aunque ros efectos de la política a im CUADRO 1
plérñ'é'rítar áfectaran los intereses·de fracciones importantes de Indicadores de la evolución del mercado de trabajo, años 1974-2000
tas'clli'i,es''dominantes. De ahí la política de apertura extema,de .
este período.
(a) Excluido el servicio doméstico:
Por una parte, el ritmo de crecimiento del empleo urbano fue En primer lugar, una parte considerable del descenso. de los
notablemente más lento que en las décadas precedentes, debi indicadores de subútilización abierta se explica por el fuerte retro
do a factores que operaron tanto del lado de la oferta como de la ceso de la. oferta de mano de obra en .los mercados d e. trabajo
demanda de mano de obrá. urbanos (especialmente en el Área Metropolitana), un fenómeno
Por otra; en este moménto, el nivel de empleo traduce meca principalmente atribuible a razones de índole demográfica(no in
n'ismos de equilibrio rilás complejos·que en el pasado. Es éierto dependientes, desde luego, de la propia coyuntura económica).
que los índices corrientes de subutilización abierta de la mano de Entre las mismas se encuentran: la disminución de la migración
obra -de 1974 a 1986, lá tása de desocupación pasa de 3,4% a interna hacia las grandesciudades; e . l retroceso de la inmigreción
5,2%, y la de subocupación horaria dé 4,6% a 7;4%� (Cuadro 1), de trabajadores limítrofes;. el aumento .de la emigración externa
respecto al desarrollismo precedentehabríéindéscendidó o man• de argentinos; en fin, el envejecimiento de la población que produ,
tenido el mismo nivel durante el aperturismo, algo'incongruente jo un achicamiento de la franja de edades poterncialmente activas.
si se tiene en cuenta la notoria recesión económica que se ex En segundo lugar, también contribuyó al descenso de di
perimenta durante el góbiérnomilitar. No obstante, un análisis chos índices la retracción de la demanda de mano de obra que i.n
rilás detenido de la cuestión lleva a concluir que tales índices son duce la recesión,fenómeno que, a su vez, se tradujo en el aumen"
engañosos. to considerable del desempleo ocu . lto (por desaliento de personas
activas respecto a la búsquedade empleo, la.s que son contabilj,
zadas como inactivas).
En otros términos, la subutilización de mano de obra dµran
te la estrategia aperturista militar,se manifestó por mecaniswoi;
18
LA.HERENCIASOCIAL DEL AJUSTE
distintos a los conocidos, pero alcanzó sin duda niveles muy con perativo de la información disponible, de acuerdo al nivel de edu
siderables. cación del jefe de hogar (ver Cuadro 2).
Por otra parte, el escaso empleo neto creado en la industria
manufacturera durante este lapso, a diferencia de lo acontecido CUADR02
durante el desarrollismo, no privilegia exclusivamente a los asa Indicadores de empleo según estrato social del hogar (a)
lariados sino que se distribuye entre todas las categorías ocupa en el Área Metropolitana (b) en los años 1974, 1991 y 2000
cionales, lo que equivale a decir que se retrotrae el perfil socio
ocupacional del nuevo empleo industrial a fases incluso previas a
1945, cuando se afianza en el país la industrialización sustitutiva.
INDICADOR 1974 1991 2000
Tal conclusión se desprende de la notoria desacelera ción del Tasa de desocupación abierta {*)
empleo asalariado industrial de clase media (fundamentalmente,
Total de hogares 2,5 5,2 14,7
empleados administrativos) dentro de las plantas, así como de Primario incompleto (e) 2,5 6,9 24,8
la morfología interna de los ocupados plenos. En el Cuadro 1 pue Superior completo (/) 9,6 12,5 18,1
,
de observarse que, durante 1974° 1986, se verifica la disminución Fuente: (Beccaria, 2002)
de los asalariados registrados (de 56,9% a 51,4%); el aumento de
nivel
{a) El estrato social de pertenencia de! hogar y de !as personas está determinado por el
= = ..,_..,., •
proceso de asalarización. de la clase .media y se acelera el de de �1:A§E'lliBRE' .._/¼0 "> M A§;if;tit(R1Ao'�'ffl'' ;\,t4á'Q;l;,. �L�� �;
1
&,........_,.__..,_
salarización de la clase obrera. Por otra parte, tiene lugar un no
��,; -�
-Obreros de la industria 22.6 21,1 16,
y• e
24 SUSANA TORRADO 25
LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE
Naturalmente, visto lo reseñado hasta el momento, fa níovill- movilidad ascendente, si se define a esta últ,i ma en términos ex
dad-social (que se denomina "intrageneracional" cuando tiene clusivamente ocupacionales.
lugar en el trayecto de vida de una misma persona, e "interge_ne Cuarto, el estrato marginal es el de mási rápido crecimiento,
racional" cuando se verifica de una generación a la siguiente) du junto con el empleo obrero precario. El crecimiento del estrato
rante el gobierno militar ostenta una total singularidad respecto obrero autónomo y del marginal debió alimentarse comparativa
al pasado; mente de trabajadores asalariados urbanos que perdieran sus an
• . . )''rimero, el menor crecimiento dele�pleo Yrbário (o s�a de tiguas posiciones durante el gobierno milifa r, más bien que de
,fa migración rural-urbana) elimina una fuent� crucial d� movilitad migrantes internos o externos (en f ranca retracción numérica),
;ascendente, al tiempo que concentra los desplazamiento; en· la razón por la cual puede considera rse esta movilidad de tipo
:población de antigua residencia urbana. · · · · descendente.
··. ''Segundo, la continuada expansión de la erase rhédia · En suma, desde el punto de vista ocupadional, el balance del
favóre
ceahcira comparativamente más a su estrato autónomo (con fun modelo aperturista durante el gobierno milita r es de preeminen
dada presunción de que el mismo contiene una proporción no dis cia dé movilidad estructural descendente.
cernible de trabajadores marginales). Este crecimiento dé las po A su vez, desde el punto de vista de los in/iresos, las evidencias
sicicmes autónomas de clase media (sobre todo enelcomercio) disponibles -reducción del salario real; caída de la participación de
debió alimentarse -vía intrageneracional_:_ de ��al¡¡riªdo; d� clase los sueldos y salarios en el ingreso .nacional;'incremento ,de la de
obrera Y de clase media que perdieron sus antiguas po;icÍones en sigualdad en la distribución de las remuneradiones entre los asala
el �receso general de desalarización qué iridujcfla esti'at8giaaper riados y entre los no-asalariados; niveles extnemadamente reduci
turista, siendo difícil de acept¡,r que estos despl¡,zarnieÓtostradué dos de los haberes jubilatorios- confirman que la movilidad expe
jera_n una movilidad ascendente. · ·· rimentada en todos los estratos de clase dbrera y en la mayor
' · ·
' Tercern, la clase media asálariad¡i é'?éé��erios qUé érÍ" fas eta
· parte de los de clase media fue abruptamente descendente. .
pas precedentes, siendo significativci'éi fied�o de que sfexpanda
.comparativamente más el segmento técnico-profesional'(de me
nor crecimiento vegetativo y migratorio) t¡ue el de los empleados 2. EL AJUSTE EN DEMOCRACIA (1983-2000)
Y vende dores. Todo ello, en un contexto en el cual se acentuó el -En abril de 1982, un suceso imprevisto -la guerra de las Islas Mal
proceso de devaluación de las credencial�s educativas en el mer vinas- marca el ocaso del gobierno militar. L� derrota precipitó de
cado de trabajo, como secuela de la expansión de la matrícula se tal forma los acontecimientos que, para fines•de ese año, estaba
cundaria Y superior en los años precedentes, y seacr�centó el em ya en marcha el proyecto de reconstrucción democrática que cul
pleo precario de clase media. El crecimiento d�I estrato medio asa minaría con la asunción del gobierno constitucional (Partido Ra
,
_lariado debió continuar nutriéndose -vía intergeneraéicihal-desde dical) del Dr. Raúl Alfonsín, en diciembre de' 1983.
posi �iones correspondientes a la clase níedia autón oma y a Desde entonces y hasta 1989, no llegó a implementarse una
fa
propia clase media asalariada, representando por lo ge'6eralu estrategia de desarrollo específica distinta del aperturismo, si bien
ná
En otros términos, durante la década de 1990 gobernó siempre el dentes de trabajo y quiebras empresarias. Paralelamente, todas
justicialismo con el mismo presidente. Sin embargo, la década las políticas sociales se vieron negativamente afectadas por la mo
"menemista" (como la bautizara el decir popular) no fue homo dificación de sus reglas de funcionamiento, por la degradación de
génea en su devenir. sus fuentes de financiamiento y por cambios tanto en la adminis
Durante los años 1989-1990, el nuevo gobierno ensayó in tración como en el régimen de acceso y en el tipo de beneficios.
fructuosamente diversos lineamientos de políticas públicas ten En diciembre de 1999, el Justicialismo fue desplazado del po
dientes sobre todo a controlar la inflación. der por una alianza de partidos que llevó como presidente al Dr.
Pero fue recién en abril de 1991, con el Plan de Convertibili Fernando de la Rúa, cuyo gobierno no cambio la orientación aper
dad, cuando se afianza una estrategia de desarrollo nítida en sus turista prevaleciente.
•i•�
Obviamente, esta evolución del ingresó medio, sumada a las
tendencias del desempleo y el subempl'eo ya comentadas,'in
dujo una nueva marcha regresiva de la distribución del ingreso.
Puede verse en el Cuadró 3 que el ingreso:t0tal de los hogares (el
· . ·.· '; sfriancíate ·cosfod:léEd que más se relaciona con el bienestar de la población) volvió a
mostrar una pérdida de los 9 primeros dediles, contrastada con
el aumento del decil más rico (32% en 1986; 34% en 1991).
A par:tir de 1991, el exitoso control de' la inflación que acom
pañó al Plan de Conver:tibilidad permitió que, temporariamente,
mejorasen los ingres0s reales de todos los, grupos de percepto
res . No obstante esta importante recuperación, después de
1994 continuó la tendencia negativa•de I11.s !remuneraciones rea
les, las que, en 1999, representaban83% ael nivel de 1 986.
l5ftr' aa''iií{"t,
¡,1
· Paralelamente, siguió perdiendo pes'o ila porción del ingre
so que absorbían los asalariados, afectadatambién por el menor
poder negociaaor de los sindicatos como 'c onsecuencia de los
cambios en la legislación laboral: el salarib !real prornedio de los
i'.'f<\W?�f�s-:� Y- trabajadores menos calificados en los servicios menos produc
tivos se deterioró, incluso en términos ndrrlinales; cuando hubo
aumento del salario real, éste fue siempre m ' uy infe rior al aumen
2.2. DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO to de la productividad por persona ocupad'a ·(ver el efecto diferen
La insta.uración del gobierno democrático en diciembre,.d.e . 1983 cialsegún estrato social en el Cuadro 4).
posibilita una impor:t;mte pero momentánea recuperación parcial Enconsecuencia, en la distribución del ihgreso familiar se cons
de las remuneraciones reales en ,1 984, la que; sin embargo, no tata una vez más la pérdida de los sectorésimás desfavorecidos
llegó a consolidarse para 1 989, El poder.de,compra de las.remu .(principalmente .afectados por el desempleo): los dos primeros de
ne_raciones.vol.vió a descender apar:tir de 1 987-luegode otro,cor, ciles de la distribución pierden todavía algunos puntos, en favor
,to período de r¡¡cuperación asociado,a la E1stabilid&d lograda esta vez de los sectores medios.
por el J?,lan ALlstral (1985-1986h para voll,er areducirse/ ahora
de manera extrema; durante los brotes hiperinflacionarios de 1989
1
estratificación social, posiciones que, a su �ez, pueden definirse
·termedios y de capital-, aunque modernizadora, fue marcadamen en términos ocupacionales o en términos de ingresos.
te concentradora y excluyente. Por comparación, la,aperturista Respecto a la movilidad social, el conjunto del período 1945-
presentarasgos de claro sesgo desindustrializador, concentrador 2000 tiene algunos elementos comunes: la! masiva transferencia
y excluyente, sin atisbos de modernización. - de población del campo a las ciudades (con:ia concomitante cre<'!·
Para ilustrar los cambios que como consecuencia'de estas di ción de empleo urbano, inductora, de por s/, de movilidad ocup¡¡
:ferentes .estrategias de acumulación-experimentólaestructura so cional); la expansión de la matrícula educacion¡¡I en todos_sns ni
· cial; podría diseñarse una pirámidede estratificación con un-eje veles; la progresiva "devaluación de las credenciales"(aumento
-vertical representando los diversos estratos sociales ordenados je- de los títulos exigidos para y disminución_ de !Jos ingresos,,dever:i0
'42 -SUSANATORRADO
INTRODUCCIÓN
40.0
35.0
30.0
25.0
20,·o
15.0
10.0
5.0
48 SUSANA TORRADO
lA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE 49
familiar. Este indicador era igual a 3 1,7% en 1:991, 42% en 2000
y 49,7% en 2002.
Por otra parte, el Cuadro 7 muestra cuán d¡ferente fue el im
pacto de la pobreza según el estrato social de �ertenencia.
CUADR0 7
Porcentaje de hogares pobres (*) según estrato so�ial del hogar (a)
Área Metropolitana, años 1974, 1991 y 2000
..
INDICADOR 1974 �991 2000
i
que indujo la salida. de la convertibilidad, el porcentaje de perso
nas bajo la LP alcanzaba al 54,3%. Este impacto desigual al nivel de grupos sdc(ales se traduce
1
Otro indicador útil para el análisis de las tendencias de también en disparidades regionales que llegarj a ostentar nive
1
este fenómeno es la llamada brecha de pobreza. Ésta representa les impensables después de la devaluación, co(no se aprecia en
la diferencia entre el costo de la canasta básica de consumo fa el Cuadro 8.
miliar y el total de ingresos familiares, en porcentaje del valor de
la primera. En otros términos, la brecha de pobreza expresa qué
porcentaje del costo de la canasta no alcanza a cubrir el ingreso
res y de la población) posee ingresos bastante superiores ($ 1.125). Fuente: Elaboración'propia en base a INDEC: Encuesta Nacioni:11 de Gastos de los HoQ_ares
1996/97.- t ,
La mayor parte de los jefes son activos y asalariados, pero, aunque (a) El estrato socia! de pertenencia del hogar está determinado por e1 ílive! educacional del jefe de
en forma más atenuada, sus miembros también soportan alta deso hogar, según especificaciones del Cuadro 2.
del ajuste.
hogar, según especificaciones del Cuadro 2.
CUADR0,13 CUADR014
Porcentaje de población de 13 a 15 años escolarizada fuera de Porcentaje de jóvenes que no estudian ni trabajan, por edad y sexo
nivel (*). Total del p<1ís por regiones, años 1991 y 2001 Área Metropolitana, años 1974-2000
. ...
REGIONES 1991 2001 Sexo Edad 1974 1986 1991 1995 2000
TOTAL DEL PAÍS 17.6 26.4 Varón 15-19 5,8 1 1 ,9 13,7 23,2 10,7
Área Metropolitana 17,5 16,6
.
13.1 23.0 20-24 8,2 5,7 9,3
Ciudad de Buenos Aires
.n 7,0 91 1 1 ,8 20,5 13,7
.;
7.5 19.5 Total
Conurbano Bonaerense 1 4.5 23.7 19,1 25,2 19,7
Mujer 15-19 19,6 19,0
Región Pampeana 14.0 24.4 30,1 34,6 31,8
20-24 35,4 33,5
Región Subpampeana 18.5 27.0 24,2 29,9 26,1
Total 27,6 26,0
Región Cuyana 18.7 27.2
Región Patagónica Total 15-19 12,9 1 5,5 1 6,3 24,1 15, 1
19.8 29.9
Región Comahue 20-24 22,4 21,1 19,9 26,1 24,5
25.7 33.7
Región Noroeste Total 17,7 18,1 17,9 25,1 20,0
23.2 28.4
Región Noreste 30.0 34.0
Fuente: Elaboración propia en base a !NDEC�EPH
Fuenté: Elaboración propia en base a !os censos de 1991 y 2001.
(*} Porcentaje de población de 13 a 15 años escolarizada en el Nivel Primario (1991) o en fos siete
primeros años de la Educación Genera! Básica (2001 ).
64 65
SUSANA TORRADO LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE
i
i
CUADR015
Población residente en villas de emergencia (miles)
Ciudad de Buenos Aires, años 1983-1999
Población .
en villas de emergencia {miles} 12,6 50,9 62,9 65,6 76,9
1
1
I
vos pobres", por caída fo rmac ió n en "nue
de bajo de la línea de pobr
6. PREVISIÓN SOCIAL
eza). Sólo fas
· ·•
medias s upe riores se capas
ben eficiaron de l modelo
der a la posición de los y pudie ron ascen
estratos tradicion En 1980 se cr eó la S e cretaría de Se guridad Social (SSS), orga:•
almente más privilegiado
s. nismo qu e se constituyó en el i nterlocutor estatal en todo
70
SUSANA TORRADO
LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE
rente a la previsión y a los servicios de salud, acordándose l e dis edad de jubilación se extiende a los 65 años para hombres y 60
crecionalidad para fijar los r e quisitos d e acce so al siste ma y el para mujeres, con un m ínim o de 30 años de aportes; c) los asala
nivel de los habere s jubilatorios: e l resultado fue un aumento con riados aportan sobre su salario total y los au_tónomos sobre una
siderable de l gasto previsional. e scala de renta presunta que e l eva sustancial m ente la carga pa
También en 1980 se eliminaron las contribuc iones de los em ra los sectores de bajos ingre sos; d) la recaudación de todos los
ple adore s al sistem a jubilatorio, previéndos e su reemplazo por i m pu.e�to�,91Jt s� 0efectúan sobre l a nómina salarial que da a
una part e de l indire cto I m pue sto al Valor Agregado (IVA). Los cargo de la Adm inistración Nacional de l Se guro Social (AN
argum entos que justificaron esta medida serían re tom ados va S eS); e ) se e stablece un complejo sist e m a de cálculo de los ha
rias veces en el futuro: el gobierno pronosticó que la baja del cos bere s jubilatorios, con m íni m os garantizados por el Estado; f) se
to laboral induciría l a cre ación de e mpl eo y mayor comp e titivi e stablecen criterios para obten er prestacione s no contributivas a
dad internacional. partir de los 70 años, y g) el Estado o las AFJP aseguran montos
Durante 1983-1989 no hubo modificaciones de importancia en m íni m os por invalidez y m u ert e.
.-
el régim en previsional. Cab e mencionar, no obstante, que como Más tarde, se autorizó legal m ente a los jubilados a seguir tra
el pronóstico ant es m encionado no se cumplió, las contribucio bajando y se acordó al gobierno el poder de actualizar los habe
nes patronal es fueron re implantadas y paulatinamente aum enta re s en función de las disponibilidade s presupuestarias, lo que sig
das de sde 1 984. nificó en la práctica su cong e lam iento nom inal y su deterioro real.
Fue el nuevo gobi erno justicialista e l que inicia la re tracción La idea última de esta reform a previsional e s que el nuevo sis
pub �ica en el �iste ma Nacional de Previsión Social (SNPS), la que t em a sea lo más estrictamente contributivo posible, de forma tal
s� hizo en vanas etapas. El primer paso es contemporáneo del ini que impida el ingreso a quienes no tienen capacidad de aporte du
cio del Plan de Conve rtibilidad (1991), y consistió en hacer que, en rante su vida activa. De estos últi m os se haría cargo el Estado a
los h echos, e s e sist e m a pasara a dep e nder d e l Minist e rio de través de programas asistencial e s dirigidos a "los más pobres en
Econom ía. Es e m ismo año, se transfieren al siste m a los fondos tre los pobre s". Y e llo a pesar de que estudios emprendidos por
que ant es se de stinaban a la pro m oción de la vivienda popular el propio gobierno dem ostraban que los ancianos eran los m iem
(FONAVI). Más tarde se l e reasignaron recursos de rentas genera bros más re legados en el núcleo fa m iliar y que e se tramo etario
/e� Y fondos provenientes d e la profusa privatización de empresas constituía uno de los más importante s bolsones de pobreza.
_ _
pub l1cas. Final m ente , e n 1993, se sancionó la Ley 24.241 que creó Respecto al funcionam iento del siste ma propiamente dicho,
_
el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones. la reform a de 1993 potenció los problemas de l antiguo régimen.
Las principales características del nuevo orden son las siguien Durante la década de 1 990, se redujo e l número de aportant e s
tes: a) convivencia de dos siste m as entre los que el trabajador efectivos (por desempleo, empl eo asalariado no registrado, o eva
P �ede o�tar: e l Régi m en Previsional Publico, de reparto; e l Ré sión entre los trabajadores autónomos). Por otra parte, la contrac
g � men Mixto de Capitalización individual en las privadas Adm i ción de los aportes en el régi m en de reparto, la derivación masi
nistradoras de Fondos de Jubiladones y Pensione s (AFJP); b) la va de aportante s hacia las AFJP y la paralela reducción de las con<
72
SUSANA TORRADO LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE
tribucíones patronales convergieron en el aum
ento del déficit CUADRO 16
del sistema, con el resultado de agravar el déficit
tanto, de tornar incierta su capacidad de pagar los
y,
fiscal por lo Población de 55-64 años y de 65 años y má::;,¡por sexo: números
usuarios con derechos acreditados. El resultad
beneficios a los absolutos; tasas de actividad; porcentaje de)jubilados; porcentaje
cia el año 2000, más del 50% de la PEAtenía
o global es que, ha con cobertura de salud.
dad de no poder jubilarse en el futuro o bien
muy alta probabili Total del país, años 1991-2001
de jubilarse con in
gresos ínfimos.
INDICADORES Población 55-64 años i POblación 65 años y más
Respecto al bienestar, la situación de
las personas mayores 1991 2001 Variación 1991 2001 Variación
se degradó notoriamente, tanto por el
_!
1
Porcentaje dé jubilados 36.0 25.4 -10.6
puntos (-13,8 para los hombres y -10, 70.1 68.6 -1.5
6 para las mujeres). Porcentaje
Esta retracción en el número de ben con cobertura de salud 78.3 65.1 -13.2 88.4 83.3 -5.1
eficiarios entre 199 1 y
2 0 0 1 fue tan pro nun ciad a que , a
pes ar del not orio env eje ci Fuente: Redondo, 2004.
miento demográfico, el número de
los que percibían haberes en
tre ambas fechas es aproximadame
nte el mismo (unas 3, 1 millo
1 nes de personas). Complementariamente, la tasa de aptividad -es decir, el
74
SUSANA TORRADO
LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE
cada. Dicho de otra manera, un número muy impo rtante de per En 1 990, estas prestaciones se dividían en tres grupos. Perió
sonas mayo res no sólo no accedió a l a jubilación sino que de dicas mensuales: asignación po r cónyuge; por hijo de hasta 1 5
bió continuar t rabajando. años o 21 años si estudiaba; por familia nu'merosa (un adicional
En lo que c_oncierne a l o s haberes de l os que sí log raron ac po r cada hijo a parti r del tercero, como efecto de la orientación
ceder al beneficio, el panorama es aun más desalentado r. Entre pronatalista de la p restación); por esco laridad p rimaria, media y
1991 Y 2001, no sól o n o c recieron los ya magros mo ntos perci superior (por cada.hijo concurrente a cada nivel). Periódicas anua
bidos, sino que el haber mínimo cayó en términos reales, aumen les: vacacÍon�s y ayuda escolar p rimaria. No periódicas: asigna
tando la disparidad en la dist ribución. En 1998, el haber mínimo ción p renatal a la muje r embar azada; po r nacimient o o adop
-que e ra percibido po r una amplia franja de l os jubilados- alcan ción; po r mat rimonio (esta ú ltima como estímulo a la legalización
zaba a $ 150, Y este monto, en valores constantes, rep resentaba de las uniones).
67% del que recibían en 1991. En 1991, se disolvió la Caja de Asignaciones Familiares y el
Como resultado de todos estos hechos, la incidencia de fa sistema quedó bajo el control del Ministerio de T rabajo y Seguri
pob reza en la población jubilable aumentó d ramáticamente. En dad S ocial. Diversas medidas redujeron las cont ribucio nes que
o ctub re 2002, 30% d e l o s mayores de 65 años e ran pob res y 7% esa Caja recibía en el pasado, con el resultado de un persistente
indigentes. Si se observa el g rupo de ancianos mayo res de 70 deterioro del valor de las p restaciones.
años el 29% n o tiene cobertura p revisional, un 18% de ese gru A parti r de 1 996, se modifica la naturaleza del programa. Los
po vive en hoga res indigentes y más del 50% en hoga res po
_,
pasivos pasan a un régimen no contributivo, recibiendo sólo las
b res. asignaciones por cónyuge, por hijo menor y por hijo con discapa
, Por l o demás, en la década del 90, el proceso dejó sin cobertu cidad. A los activos se les eliminó la asignación por cónyuge, ba
ra de salúd a unas 775.000 personas mayores de 54 año s (450.000 jándose a 1 4 años la edad máxima de los hijos con derecho a pres
en el grupo 55-64 año�; 325.000 en el grupo 65 años y más). tación. Lo más impo rtante, sin embargo, es que las asignaciones
pasan a estar condicionadas por el nivel de remuneracio nes d_el
asalariado: a) ahora sólo tienen derecho a percibirlas aquellos cu
7. ASIGNACIONES FAMILIARES yo sueldo sea inferior a $ 1.500; b) por debajo de esta cifra se di
En este rubro -de notoria importancia para la o rganización fami vide a los beneficiarios en una escala de tres niveles salariales, en
liar-, la continua incorporación de pasivos beneficiarios de estas cada uno de los cuales se percibe un monto diferencial por hijo,
,¡ p restaciones, tanto durante 1976-1983 como durante 1983-1989 por hijo con discapacidad y por asignación p renatal (menor cuan
,/ sin un correlativo aumento de cotizantes -sumada a la transferen� to mayor sea el nivel). Estos cambios modifican los objetivos del
¡ cia de recu rsos de estas Cajas para financiar otras políticas s o - programa: en la práctica éste se convierte en un resorte de la po
il
f.
ciales-, comenzó a deteriorar el valo r real de los beneficio s. En lítica salarial, ya que ahora los asalariados sólo demandarán au
ji
. 1 988, la canasta de asignaciones familiares de una familia tipo
mento de sueldo, si este aumento es superio r a lo que dejen de
11
equivalía al 20% de la que gozaba en 1 970. percibir por asignaciones familiares.
76
SUSANA TORRADO LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE
Z
r(?
, '�'� Otro """"'º �•ooo 'º"'" fucmM de soiid•ddad ,,.,,,;� CUADRO 17
tentes y, consecuentemente, de f avorecimiento de la fractura so ,·
Tasa de delincuencia (*) por 100.000 habitantes
· cial. Si no e l más grave, quizás el más perverso. Total del país, años 1990-2002
Sin embargo, el principal problema del programa es que sólo
"''.
' acceden a compensaciones por cargas de familia los asalariados : '
TASAS
AÑO
registrados, mientras que el resto de los trabajadores no tiene nin-
AÑO TASAS
78
SUSANA TORRADO LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE
sidad. Dicho de otra manera, la estigmatización del delincuente ten
dió a oscurecer el origen social del fenómeno de la violencia y lo
redujo a una cuestión de perversidad individual. Por lo general, la TERCERA PARTE
opinión pública aprobó (comprensiblemente) este accionar, debi EFECTOS SOBRE
do a que gente común era colocada cada vez más en el lugar de
víctima. Pobres atacando a pobres o a apenas menos pobres. LA ORGANIZACIÓN FAMILIAR
Otro hecho crucial en este campo fueron las prácticas que
incorporaron las fuerzas policiales durante 1976-1983, sobre todo
en el Conurbano Bonaerense. En efecto, la arbitrariedad de su ac
cionar fue profundamente exacerbada durante la dictadura, cuan
do fueron utilizadas como un actor central de la represión. Este
hecho las marcó profundamente al hacer propios y habituales dos
tipos de acciones: a) la profundización de métodos ilegales de
represión (que no fueron abandonados automáticamente con el
advenimiento de la democracia); y b) hacia adentro de la fuerza,
la práctica de imponer un canon a los subordinados para garan
tizar impunidad frente a la ley en la comisión de actividades ilega
les (Juego clandestino, prostitución, tráfico de drogas, secuestros).
Por otra parte, en democracia, este esquema involucró también a
sectores del poder político, sea para usufructo personal, sea pa
ra financiar actividades políticas o crear/reforzar clientelismos.
En suma, la violencia actual en Argentina no puede entender
se como el resultado de decisiones personales de individuos ais
lados. Más bien es producto de una serie compleja de procesos,
en parte económicos, en parte políticos, en parte culturales. La ge
neralización de la violencia delictiva surge porque la exclusión so
cial cercena la posibilidad cotidiana de subsistir y porque a los de
lincuentes (sobre todo a los jóvenes, protagonistas principales del
fenómeno) les es imposible percibir su vida como un proyecto per
sonal que trascienda el aquí y ahora. Carecen de un horizonte fu
turo y apenas tienen un presente de subsistir a como dé lugar. No
fes importa matar porque no les importa morir.
80 SUSANA TORRADO
1 . FORMACIÓN Y DISOLUCIÓN DE UNIONES
Diversos rasgos definen la nueva dinámica del mercado matrimo
nial argentino en las últimas décadas: aumento de la edad de ca
samiento, sobre todo en las mujeres; disminu'ción de la diferencia
de edad entre los cónyuges; incremento de la !incidencia del divor
cio y la separación; desafección por el matrirrionio religioso. Pero
el fenómeno más impactante es el progreso de la cohabitación.
Este comportamiento asume dos modalidades• (ambas en expan
sión): de prueba, cuando constituye la vía de entrada a una prime
ra unión que luego es eventualmente legalizacila'; perdurable, cuan
do es elegida como forma permanente para la primera unión o pa
ra la reincidencia nupcial.
CUADRO 18
Razón de consensualidad de las uniones (*) en la población femenina
Total del país, Ciudad de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense,
:
años 1960-2001
Total del país 7,4 11,5 18,0 27,3 8,3 ; 13,0 22,3 42,7
Ciudad de Bs. As. 1,5 8,6 13,7 22,9 1,t; 9,8 19,8 46,2
¡ ¡ .
Conurbano
Bonaerense 4,6 10,3 17,9 28,2 7,$ 1 1,9 23,1 45,5
•
84
SUSANA TORRADO LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE 85
ble). De tal suerte que sólo las capas sociales con niveles de ingre
sos suficientes para acceder a la medicina privada contaron desde
entonces con atención médica especializada en este dominio.
La dictadura militar, por su parte, promulgó en 1977 el Decre
to 3.938, denominado Objetivos y Políticas Nacionales de Pobla
ción, en cuyos considerandos se señala que "el bajo crecimiento
demográfico y la distorsionada distribución geográfica de la pobla
ción constituyen obstáculos para la realización plena de la Nación,
para alcanzar el objetivo de 'Argentina-Potencia' y para salvaguar
dar la Seguridad Nacional". En consecuencia, se reforzaron los obs
táculos coercitivos a la planificación familiar que había instaura
do en 1974 el gobierno justicialista.
Recuperada la democracia, el gobierno radical, en 1987, dero
gó el Decreto 659/74, pero no elaboró la imprescindible normati
zación de servicios de planificación familiar en el sector público.
Paralelamente, emergieron movimientos sociales reprimidos
durante la dictadura (por ejemplo, los grupos feministas), y el te
ma de la planificación familiar comenzó a plantearse en el marco
más general de los "derechos reproductivos", un capítulo espe
cial de los derechos humanos. Durante la década de 1990, se fre
nó todo avance en la legislación y en la práctica relativa a la salud
reproductiva. Recién en 2002 se sancionó una ley específica que
posibilitó la progresiva implementación de servicios en los hos
pitales públicos.
Lo sorprendente en el campo de las ideas y la normativa so
bre la natalidad en Argentina es la unanimidad con la que gober
nantes, dirigentes políticos, intelectuales, religiosos, militares, em
presarios y militantes izquierdistas -con filiaciones contradictorias
y a veces antagónicas-argumentan en pro de la natalidad y/o en
contra de la planificación familiar, sin reflexionar acerca de lo que
está realmente en juego: entre otras cosas, la vida de los más
pobres entre los pobres, es decir, las mujeres pobres.
88
SUSANA TORRADO LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE
La primera transición se .
extien de desde el sig lo XIX hasta
cipios de la década de 1 96 prin- En el nivel ma nifiesto, se verifica n los siguientes hechos: dismi
0, Y estuvo caracteri .
tes rasgos: la form a ción za d a por los s1guien - n ución del n úmero de primeros m atrimon ios y de matrimon ios
de la pa re·1 a de¡o .,
tereses del fina¡·e O de la s a . de fu n da rse en los in - reinciden tes; a umen to de la coh a bitación de prueba y pérmanen
. 1 I a nzas y emergiero ·
pnncipios del amor román n domm . a n tes l os
tico,· !a v1.da .I.nterna de te; a umen to de los divorcios y l as sepa ra ciones; a umen to de la s
cen tra da e n las rela cio la familia estu vo familias mo n op a ren ta les (con u n a mujer cdmo cabeza de hoga r)
. n es I.n t erperso
n a les de sus
ma tnmo n io-in stitu ció n miem• bros; e l y de la s familia s ensamblada s; dismi n uciór¡¡ del número de naci
. . se co n sI"dera· b a la vía
rela ciones ma ritales est regi · a p a r a l ogra r mien tos; a umento de los n a cimien tos extram atrimo n ia les; a u
a bles, �a que
aseguraba la
vínc u l o; l os hijos era n peren nidad del men to de la participa ción perma ne n te de la s cónyuges en el mer
pr1·v·11 egI ados e n la rea •
a ten ción fami
l ia r'· en fi" n , e .
· , n, I nversión y
f"Iza c1o c a do de tra b a jo y por lo ta n to, a ume n to l:le la s p a rej a s e n l a s
xis t'I a u na delimitac1o
.· v1sIo• .,
n del tra ba jo e
· , n ta¡·a nte e n la di- que los dos partenaires tien e n u na a ctividad profesiona t
n tre e l h ? m b
re_ -proveedor de los
del suste n to grupa l- recu rsos E n estos comportamien tos m a nifiesto:s, subya cen cambios
y la mu¡er -rein a del
doméstico Y a las ta re ( co fm da al) ámbito
n
la tentes, de sentido más profu n do, que defi n en l o que comien
r .,
- a s de reprod . . ,n
a
90
SUSANA TORRADO LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE
como consecuencia de
su m a yor e
serció n l a bora
l.
scola riza
ción y de s u m ejor
in
Estos ca mbios gu a El efecto de est�s proces�s sobre la fam i l i a h a sido contunden
rda n entre s í un a A
te. sí, desde los a nos ,70 ex1 ste dos registros de vulnera b i l i da d
remiten a u na dema gra n coh eren cia
n da, explícita o : tod os :
sona l, de valo impl ícita , de a u t fam i l i ar. El pri mero deriva del he h o de que el avance de un orden
ra ción del ámb ito ono mía per
lazos de depende priva do, de desva i nterno contractu a 1 -€S decir' el avance de una asoci ación entre sus
ncia respecto a las lorización de los . . .
Ahora l a fa milia institucion es y a
las personas. m i embros liberada d_e_ tu te las inst1tuc1ona 1 es y basada en relac10-
debe a yuda r a cad
a un o de s nes igua lita ri as: de_b1hta l a . 'da d famil i ar, en ta nto ésta solo ,
truirse com o pers u s miembros a
on a a utón om a . cons
contro l de s u dest Los a ctore s pos dependé ahora de a utorreg��:����es: la m ayor inesta bilida d e� la
ino individ u a l y een u n m a yor . . .
va lores que a pru fam ilia r en razón contra pa rtida de 1 a ma · yor democracia mtern a · El segundo deriva
eba n esa a uton de n u evos
dentales en el dere omía e ind uce n c del hecho de que aquel/ as fam'.. l ias . q ue por su estatuto socia l Y su
a mbios tra
cho de fa milia , en scen
políticas socia les. el s istema trib preca rieda d econo� , ·ci a son mas proc1·1ves a perder los benefici os
Pa ra lela mente, utar io, en f as
cilita n es e control: ciertas con dicione de la seguri da d soci a l, son tam b'ien , más procl ives a la ruptura: 1a
es el cas o del pro s objetivas
fa
conceptiva s ign a gres o en l a tecn m ayor inesta b i lid a d e s l a contra pa rt'd I a de l a falta de proteccio
do po r la a p a rici olog ía a nti
ces de m a nipu l a ón de métodos a nes colectivas.
ción fem enin a . lta mente efica
Ahora bien, desde Como producto de todo este devemr, . en lo que concierne a la fa-
mediados de la déc mi lia, l as socied ades de capi'ta l is mo ava nza do enfrenta n hoy un m-
bio h a cia la glo a da de 197
balización, se inicia 0, con el ca m
rioro de la co ndic en Europa un proce
so de dete
terroga nte que pue de fo rmula rse como s·gue 1 , La función de trans-
ión sa la ria l que,
dida de muchos previsiblem ente, misión entre las generaciones v de consecuencia, la contn-.
a
de los atrib utos conl leva / a pér
segu rida d
socia /. E/ Esta do
que ga ra ntiza ba n
el a cceso a la bución domestica y, P?: so
, . a la reproducc1on i cial (incluida la reproduc-
.
m a nten ía bajo s quita protección a
gru pos que a nta ñ o ción idónea de la fuerza de traba¡�)' .p ede serasegurada cualqwe-
u protección, lo
to individ u a / (por q u e se tra duce en
u n a is/ a mie n ra sea la manera en que se orgamce fa �da privada? En especial ¿esa
desocupa ción y/o .
lo equ ívoca men preca riza ción l a
bor contribuc1on , puede ser asegurada con un grada de autonomía indi-
te, s in emba rgo, a l) que só .
dente individua ción puede se r as imil
a do a la pre vidual y/o aislamiento social ta� alto como el que caracteriza hoy en
. P orque a ntes
día fa orgamzacwn ,amiliar?· Un interrogante posmoderno, si los háy.
ce
por la vol unta d se logra ba
m a yor a uton . ., "
de los actores de omí
libe ra rse de las
tut elas En Argent.i na, pa ra m adi a dos de 1a dec , a da de 1 960' la fam1•¡· , 1a
a
era un proceso en
e/ que se a dquiría sociales: .
ra el a is lamiento libe rta d. Por e/
contra rio, a ho .
"moderna" se h a b,ia gen eral izado en cas i todos los estratos soc1a-
es consecuencia
tas protecci one de/ despojo invo l e s. Desde entonces, com ienza n a perc1'b'r 1 se ciertos indica dores
s que fun gí lunta rio de cier
vínculo social: es
.
en el qu e se pier
a n com o
un proceso de contractua l .izac1on • , de l as re laciones famil i ares sobre un a base
den consideración
n es estables. Y , segurida d, der
echos y relacio personal, que se su stenta n en valores s'mil 1 a res a los que menc10- .
a n o s e tra
ta de u n a indi na mos como inherentes al fina 1 e u. ropeo del ciclo de la famili . . a ,, ma-
por recu rsos obje vidu a lid a d apu nt
tivos y protecci a la d a
miento producido ones colectivas, derna" y a l a emergenc1· a de la f a m ·¡· i 1 a "pos modern a ". Es dec i r,
s ino de u n
por el desa mpa ro a is la .
socia /. comienza en Argenti na la segund a _tra ns1ción demográfica, la que
prosigue su curso h asta nuestros d1as.
92
SUSANA TORRADO
LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE 93
Pero, a diferencia de Euro
pa, desde 1976 el
desamparo que produce aislamiento y el
la virtual confiscació
cial prevalecen absolutam n de la seguridad so
ente sobre otras form
lidad familiar. En efec
las protecciones socia
to, en los estratos
as de vulnerabi
excluidos, la pérdida EPÍLOGO
tejido familiar que, p
les favorece divers
erversamente, refu
as formas de fractura
de
del EL AJUSTE , .,
perización de quienes
El resultado es que,
ya eran vulnerables
erzan el proceso de
antes de la ruptura.
pau EN PERSPECTIVA HISTORl�A
futuro de la familia
entre nosotros, el inte
asume una enuncia
rrogante acerca del ARGENTINA: EL MODELO
ses avanzados. Se trat
liar será apta para
ción distinta a la de
a de inteligir, no ya
si la organización
los paí
fami
PARA NO SEGUIR
producir la fuerza de
mulación capitalista, trabajo que requiera
sino más bien si esta la acu
compatibilizar algún última será capaz
mecanismo que de
nos, deje de excluir) vuelva a incluir (o p
los vastos contingent or lo me
de familias) que dem es de población (o
andan (hoy, pacffica sea,
ñana) ser aceptados mente; quizá no así
en el "banquete de ma
te decimonónico, si la vida ". Un inte
los hay. rrogan
94
SUSANA TORRADD
Las reflexiones que siguen buscan responder dos preguntas refe
ridas a las tres últimas décadas: ¿qué nos pasó a los argentinos?
¿Porqué?
Para ello, adoptaremos una perspectiva histórica mostrando
las conexiones que existen entre los modelos de acumulación
económica, la reproducción de la población -en especial de la
fuerza de trabajo {FT)- y los modos de intervención del Estado.
Distinguiremos los siguientes modelos cuyas características, por
razones de espacio, daremos por conocidas: agroexportador(1870-
1930), industrializador-justicialista ( 1 945-1955) y desarrollista
( 1958-1972)-, aperturista (1976-2000). En cada momento, situare
mos Argentina -país periférico- en relación con los países cen
trales, principalmente con Europa.
1. MARCO CONCEPTUAL
En la reproducción de la FT intervienen diversos mecanisrnos, de
los cuales aquí sólo retendremos dos: a) los utilizados para sufra
gar el costo de la reproducción y b) los que aseguran el disciplina
miento social que es soporte de la acumulación y la reproducción.
La reproducción de la FT tiene tres componentes: a) la recons
titución cotidiana de la capacidad de trabajo, pagada con el sala
rio directo en el propio lugar de trabajo, b) el mantenimiento del
trabajador en inactividad (enfermedad, vejez), y c) su reemplazo
generacional (procreación y socialización de los niños); estos dos
últimos pagados con el salario indirecto a través de transferencias
gestionadas por instituciones públicas.
2. MODELO AGROEXPORTADOR
2.1. Países centrales
En Europa, el proceso de industrialización iniciado a fines del si
glo XVIII produjo un agudo pauperismo urbano. En la visión de las ·
elites dominantes, este pauperismo se definía no sólo par earen•
cias materiales sino también por carencias "morales". El peligro ropea. El liberalismo entonces gobernante ise encontró frente a
no residía tanto en l a amenaza contra la seguridad pública, una doble amenaza: a) el aumento del pauperismo urbano, que
cuanto en la desocialización del proletariado industrial respecto a reclamaba del Estado una mayor asistencia ;so pena de poner en
la sociedad emergente. Esta situación planteó varios interrogan peligro la propia reproducción poblacional y b) la visibilidad de las
tes: ¿cómo integrar disciplinadamente las masas desafiliadas de desigualdades sociales, que podía impedir º"ganizar en forma dis
l!
1!
su antigua condición? ¿Qué hacer frente al desamparo de los
trabajadores y frente a otros síntomas concomitantes de disocia
ciplinada la inserción social y laboral de las ;nuevas clases popu
lares. Como en Europa, ambas amenazas se!resumían en una so
ción social (nacimientos ilegítimos, niños abandonados, infantici la cuestión: ¿cómo asegurar la reproduccióm y el disciplinamien
1
dios, vagabundeo, masas hambrientas, mortalidad galopante)? to social -base de la integración social-, desligando al Estado de
La respuesta fue la delegación de las acciones pertinentes cualquier responsabilidad?
en instituciones filantrópicas financiadas total o parcialmente por En nuestro país se desarrollaron tres vertientes del movimien
el Estado: su objetivo era organizar los servicios colectivos y di to filantrópico: el asistencialismo moralizador (focalizado en la vir
fundir las técnicas de bienestar y de gestión social indispensables tud del ahorro), la intervención médico-higieriiista (control de la sa
para la reproducción. Estas medidas estaban encaminadas a es lud) y el patronato o tutela de la infancia (reglamentación de la pa
tablecer un poder tutelar sobre los pobres, que asegurara fun tria potestad). Surgió entonces una multitud ide asociaciones-pú
ciones de beneficencia sin la intervención del Estado. Porque la blicas y privadas, confesionales y no-confes.ionales- cuyo objeti
idea-fuerza de las elites liberales era evitar que el socorro social vo explícito o implícito fue el de encuadrar a las mujeres y los ni
se constituyera en una cuestión de derecho, ya que admitir el ños (es decir, a las familias) de los sectores populares urbanos
derecho a la asistencia (más tarde, el derecho al trabajo) suponía en rígidas pautas de conducta, compatibles con la necesidad de
abolir la propiedad privada. crear los individuos aptos para el trabajo s�bordinado y para la
Tutela y patronato fueron entonces las ideas rectoras de un aceptación del orden normativo vigente que requería la socie-
plan de gobernabilidad de las clases inferiores; una forma de rees dad argentina.
tructurar el mundo del trabajo a través de un sistema de obliga Por entonces, en la Ciudad de Buenos Aires se clasificaba ·a
ciones morales; una respuesta a la vez política y no estatal a la los pobres en dos categorías: a) los pobres pe solemnidad, cuya
cuestión social. En suma, una política social sin Estado. condición debía comprobarse mediante un certificado policial que
les otorgaba el derecho a la caridad institucional y b) los pobres
2.2. Argentina (1870 - 1930) de segunda categoría, que no estaban registrados y por lo tanto
En la Argentina agroexportadora, la masiva llegada de inmigran no eran reconocidos como candidatos a la asistencia social. La ac0
tes -la mayor parte de los cuales procedía de zonas rurales-, así ción filantrópica se centró en la primera categoría.
como su prioritaria radicación en las grandes urbes de la región Esta política fue exitosa visto que, al finalizar
pampeana, se tradujo en una situación que es asimilable -si no en agroexportadora, se habían alcanzado en el país casi todas 1,.,,'.ri-i,i,g;;\
sus causas, sí en sus manifestaciones- a aquella experiencia eu- tas perseguidas: arraigar, uniformar e integrar la PnnrrnA
TORRADO, SUSANA
Historia de la familia en la Argentina moderna (1870-2000), Edicio
nes de la Flor, Buenos Aires, (2003)
Estructura S(!Cff!I de la Argentina: 1945-1983, Ediciones de la Flor
(segunda ed1c1on), Buenos Aires, ( 1 994)
W.AA.
Sociedad Y sociabilidad en la Argentina de los 90, Universidad Na
cional de General Sarmiento, Editorial Biblos, Buenos Aires, (2002)