C-820.2011 (I) Antecedentes
C-820.2011 (I) Antecedentes
C-820.2011 (I) Antecedentes
2011
[I] Antecedentes
ARTICULO 32. TRÁMITE DE LAS EXCEPCIONES. Modificado por el artículo 1° de la Ley 1149 de
2007. El juez decidirá las excepciones previas en la audiencia de conciliación, decisión de
excepciones previas, saneamiento y fijación del litigio. También podrá proponerse como previa
la excepción de prescripción cuando no haya discusión sobre la fecha de exigibilidad de la
pretensión o de su interrupción o de su suspensión, y decidir sobre la excepción de cosa
juzgada. Si el demandante tuviere que contraprobar deberá presentar las pruebas en el acto y
el juez resolverá allí mismo.
Para los demandantes el hecho de que el legislador haya atribuido a las excepciones de
prescripción y de cosa juzgada en materia laboral un carácter mixto, es decir que pueden ser
propuestas como previas (de trámite) o como de mérito (de fondo), vulnera el preámbulo de la
Constitución, así como los artículos 2°, 13, 29 y 229 del texto superior.
En su criterio, la manera en que se encuentra diseñada la norma permite que los recursos con
los cuales cuenta el afectado con la decisión (de cosa juzgada o prescripcion) quede librada a la
voluntad del demandado, puesto que si las propone como previas deberán ser resueltas en la
primera audiencia del proceso mediante auto interlocutorio, el cual es impugnable únicamente
a travez de recursos ordinarios de reposición y apelación, en contraposición, si propone las
excepciones como de merito, las cuales son resueltas en la sentencia, la persona afectada
podrá agotar recurso ordinario de apelación y el extraordinario de casacion.
Lo anterior para los demandantes estaría en contra del preámbulo de la constitución porque
“la justicia no estaría siendo integral, no habría igualdad procesal ni sustancial, ni mucho
menos seguridad jurídica.”
Así las cosas, el problema que la Corte debe resolver en esta oportunidad radica en establecer
si la norma que crea la opción de que las excepciones de cosa juzgada, y prescripción sean
alegadas en el proceso laboral como previas o como de fondo, y que como consecuencia de
ello, sólo en el último evento el demandante pueda controvertirlas en sede de casación,
contraviene los principios del orden justo, el debido proceso, y el igual acceso a la justicia,
amparados en el preámbulo y en los artículos 2°, 13, 29 y 229 de la Constitución
(i) Establecer los recursos y medios de defensa que pueden intentar los administrados contra
los actos que profieren las autoridades
(ii) Fijar las etapas de los diferentes procesos y determinar las formalidades y los términos que
deben cumplir
(iv) Regular lo concerniente a los medios de prueba, competencia dentro de la cual, como algo
consustancial al derecho de defensa, debe el legislador prever que en los procesos judiciales se
reconozcan a las partes los siguientes derechos: “a) el derecho para presentarlas y solicitarlas;
b) el derecho para controvertir las pruebas que se presenten en su contra; c) el derecho a la
publicidad de la prueba, pues de esta manera se asegura el derecho de contradicción; d) el
derecho a la regularidad de la prueba, esto es, observando las reglas del debido proceso,
siendo nula de pleno derecho la obtenida con violación de éste; e) el derecho a que de oficio
se practiquen las pruebas que resulten necesarias para asegurar el principio de realización y
efectividad de los derechos; y f) el derecho a que se evalúen por el juzgador las pruebas
incorporadas al proceso
(v) Establecer dentro de los distintos trámites judiciales imperativos jurídicos de conducta
consistentes en deberes, obligaciones y cargas procesales a las partes, al juez y aún a terceros
intervinientes
[VI] La necesidad de armonizar los principios de celeridad y eficacia que persigue el método
de la oralidad, con el debido proceso, en los procesos laborales
La oralidad constituye así una estrategia para la realización del principio de celeridad de los
procesos judiciales y de los valores anexos a él. Su incorporación como principio conduce a que
su alcance puntual deba ser definido por el legislador de acuerdo con las características y
necesidades de cada procedimiento en particular.
En los procesos laborales los mandatos de celeridad y eficacia resultan de particular relevancia,
toda vez que el cometido de estos procesos es resolver los conflictos originados en las
relaciones de trabajo y en la aplicación del sistema de seguridad social, materias que se
encuentran bajo la protección especial del Estado
Como objetivos de esa ley se señalaron los de: 1) Abreviar el procedimiento laboral, a fin de
realizar la finalidad constitucional de defensa de los derechos fundamentales, mediante la
implementación de mecanismos para el logro de una justicia pronta y accesible, en procura de
ofrecer una atención rápida y una solución eficiente de las controversias; 2) Responder a la
urgencia de satisfacer las demandas de justicia de la ciudadanía sin dilación, a través de
medidas que aseguren el efectivo acceso a la administración de justicia, “puesto que toda
postergación significa un alto costo social, económico y fiscal, y sin duda alguna afecta el orden
público
La reforma introducida por la Ley 1149 de 2007 al estatuto procesal del trabajo y seguridad
social estructuró el proceso ordinario en torno a dos audiencias. La primera de ellas, a la cual
hace referencia el precepto acusado, cumple varios propósitos: llevar a cabo la conciliación,
decidir las excepciones previas, el saneamiento del proceso, la proposición y trámite de
incidentes, la fijación del litigio, el decreto de pruebas y el señalamiento de fecha para la
segunda audiencia, denominada de trámite y juzgamiento.
Los objetivos específicos inmersos en esta primera audiencia están relacionados con los
propósitos generales de la ley de resolver todos los asuntos procedimentales, el saneamiento y
la depuración del proceso, a efecto de concentrar en la segunda audiencia los esfuerzos en la
constatación y resolución de los asuntos de fondo, aquellos que tuvieren incidencia sobre las
pretensiones y la definición del contencioso laboral o de la seguridad social que enfrente el
juez.
En consecuencia, dentro de esta primera audiencia el juez laboral decidirá las excepciones
denominadas previas en el derecho procesal.
Existe cierto tipo de razones de defensa del demandado que no obstante responder a la
naturaleza de las excepciones de mérito o de fondo, en cuanto tienen la potencialidad de
atacar la pretensión, por decisión del legislador pueden proponerse también como previas,
adquiriendo por virtud de esta determinación un carácter mixto. Tal es el caso de las
excepciones de prescripción y cosa juzgada, las cuales de conformidad con el artículo 32 del
Código Procesal del Trabajo, podrán proponerse por el demandado como previas durante la
primera audiencia, y ser resueltas en la misma. Cabe precisar, que en lo que concierne a la
excepción de prescripción, la ley laboral establece como condición para que pueda ser
tramitada como previa el que no haya discusión sobre la fecha de exigibilidad de la pretensión,
de su interrupción, o de su suspensión.
De acuerdo con la demanda, el hecho de que el legislador establezca la posibilidad de que las
excepciones cosa juzgada y de prescripción en materia laboral, sean resueltas a través de un
auto interlocutorio, en la primera audiencia del proceso, y no mediante sentencia, vulneraría
el preámbulo, así como los artículos 2, 13, 29 y 229 de la Constitución Política. Los reparos de
constitucionalidad que exponen los actores se centran en el hecho de que cuando las
excepciones de prescripción y cosa juzgada se resuelven mediante auto, el demandante en un
proceso laboral no podría tener acceso al recurso extraordinario de casación.
. Esta configuración que los ciudadanos impugnantes cuestionan no entraña una limitación
desproporcionada o irrazonable a los derechos de contradicción, defensa y acceso a la justicia
del demandante en el proceso laboral. La posibilidad creada por la norma consistente en que
desde la primera audiencia del proceso laboral el juez defina si se estructura una circunstancia
extintiva de los derechos subjetivos que se discuten (prescripción), o declare la existencia de
un pronunciamiento judicial anterior en el que converjan identidad de partes, de objeto y de
causa (cosa juzgada), promueve principios y valores constitucionales como la celeridad en la
definición de las controversias y el acceso a una pronta y cumplida justicia (Art. 228 C.P.).
En esta misa dirección, en el evento de una decisión sobre las excepciones previas, que fuere
adversa a los intereses del demandante, aún este cuenta con la posibilidad de controvertir
dicha determinación ante el mismo funcionario a través del recurso de reposición, y ante el
superior jerárquico, por vía apelación
Ahora bien, los ciudadanos actores parten del equívoco de considerar que la única manera de
garantizar a cabalidad el debido proceso y el acceso a la justicia del demandante en el proceso
laboral, es previendo normativamente la posibilidad de controvertir en sede de casación la
estructuración de la cosa juzgada y la prescripción, opción que quedaría habilitada si tales
cuestiones son resueltas mediante sentencia. Al respecto cabe recordar lo que ha dicho la
jurisprudencia de esta Corte al enfrentar discusiones similares26 en el sentido que no existe
una única forma de garantizar el acceso a la justicia y los derechos de contradicción y defensa
en los procedimientos. Cae dentro de la órbita de competencia del legislador el diseño de las
formas a través de las cuales se aseguran dichas garantías.