Triunfantes en Cristo
Triunfantes en Cristo
Triunfantes en Cristo
La vida Tiene grandes dosis de pruebas, problemas, enojo, soledad, preocupación, enfermedad,
pérdidas y derrotas. Conocemos muy bien el sentimiento que un fracaso puede provocar. Si somos
realistas, admitiremos que una vida normal no está exenta de luchas y que, después de cada una de
ellas, sólo obtenemos un resultado: derrota o victoria.
En esta ocasión nuestro tema será cómo vivir vidas victoriosas en Cristo. “victoria” Es sinónimo de
triunfo o éxito, pero implica la idea de una batalla. Nadie puede obtener la victoria si primero no ha
luchado por conseguirla.
3. En tercer lugar, Demostramos que amamos a Dios cuando obedecemos sus mandamientos y
obedecerlos no es difícil. (v. 3).
5. v. 4 define que la victoria que vence al mundo es nuestra fe y el v. 1 Juan 5:4 Porque todo lo
que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
6. v. 5 afirma que el que vence al mundo es el que "cree que Jesús es el Hijo de Dios".5:5 ¿Quién
es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis
aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Él nos anticipó que en esta tierra tendríamos aflicciones. Nadie puede negar esa verdad.
A donde quiera que volvamos la mirada vemos toda clase de dolor, congoja y pena.
Así mismo, nuestro Señor quiere usarnos y fortalecernos para ganar nuestras propias luchas y
conflictos. Nuestras batallas hoy no son contra filisteos, amorreos o ferezeos, como las del rey David.
Nuestra lucha es contra la tentación, los problemas, las crisis, la enfermedad, la soledad, la amargura, el
enojo o los malos hábitos.
2. Pro 21:31 El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria. Él
pudo haber planeado las mejores estrategias de combate, contar con los mejores caballos y
jinetes de guerra y hasta pudo heredar la sagacidad de su padre. Con todo, reconoció que el
resultado final, sea victoria o derrota, pertenece solamente a Dios.
Las buenas noticias son que Jesús vino a morir y resucitar por nosotras para darnos la victoria. Si Jesús
es nuestro guía, la victoria está garantizada. Asegurémonos de no dejar de seguir a nuestro victorioso
Capitán. Luchemos con empeño y venceremos
La mayor esperanza que tenemos en esta vida es que nuestra fe en Dios está sellada y garantizada por
la gloriosa resurrección de Jesucristo
1Co 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
15:58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
1. Sin la Resurrección todo es inútil. 1Co 15:14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra
predicación, vana es también vuestra fe.
2. Sin la Resurrección estarías en la falsedad. 15:15 Y somos hallados falsos testigos de Dios;
porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los
muertos no resucitan.
3. Sin la Resurrección todo sería un fracaso. 1Co 15:17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es
vana; aún estáis en vuestros pecados. 15:18 Entonces también los que durmieron en Cristo
perecieron.
4. así que tenemos esperanza de vencer sobre nuestra última y fatal enemiga que es la
muerte. 1Co 15:53 Dios cambiará estos cuerpos nuestros, que mueren y se destruyen, por
cuerpos que vivirán para siempre y nunca serán destruidos. 1Co 15:54 Cuando esto suceda, se
cumplirá lo que dice la Biblia: "¡La muerte ha sido destruida!
5. Debemos ser agradecidos por el triunfo. 2Co 2:14 Mas a Dios gracias, el cual nos lleva
siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de
su conocimiento.
Debemos persistir en tanto nos reunimos con nuestro Señor Jesucristo en el cielo. Nuestra victoria final
es segura por medio de él, así que podemos vivir en victoria cada día de nuestra vida. El triunfo en
Jesucristo es un hecho; hagámoslo una realidad aquí y ahora. Ciertamente algunas veces sufriremos una
que otra derrota. Eso no significa que hayamos perdido la guerra. No debemos darnos por vencidas.
Una de las claves de la victoria es la perseverancia. En la lucha por la victoria no hay atajos, ni caminos
fáciles.