Mensajes dentro de tu cerebro

Pedro Bekinschtein
¿Cómo se generan cosas tan lindas como las que uno vive en
un recital de música? ¿Cómo decidimos si comemos otra barrita de
chocolate o 25 ya fueron suficientes? ¿Cómo nos damos cuenta de que
uno de nuestros compañeros de viaje en colectivo comió ajo y decidimos
repudiarlo o amarlo? Todo esto ocurre porque hay cambios en nuestro
cerebro que son los responsables de nuestro comportamiento y de
nuestros pensamientos. No obstante, ¿te preguntaste cómo circula la
información en el cerebro? ¿Cómo se transmite de un lugar a otro, de
una región a la otra, de una neurona a otra? Supongamos que vivís en
el barrio de Palermo en la Ciudad de Buenos Aires y tenés que llevar un
papel con firma original a una oficina en San Isidro, pues de lo contrario
cambiarán tu apellido a ‘Culo’. Dado que no querés arriesgarte a que
te hagan bullying por el resto de tu vida, decidís ir en subte (el metro)
desde tu casa a la oficina. Agarrás el sobre y te tomás la línea D en la
estación ‘Bulnes’, hacés combinación con la línea C en ‘9 de Julio’, te
bajás en Retiro y te tomás el tren hasta San Isidro. En mesa de entradas
te reciben el papel y te sellan la copia. Respirás sabiendo que te seguirás
llamando Pablo Trasero. En este caso, la información contenida en el
sobre viajó por una red interconectada de estructuras filamentosas. De
hecho, el médico y citólogo (estudioso de las células, no experto en citas
con señoritas) llamado Camilio Golgi pensaba que el cerebro estaba
organizado por una estructura reticular (de tipo red) en la que todas
las células estaban unidas y todos los núcleos celulares flotaban en
un citoplasma unificado dentro de la red. Dicen que Golgi era medio
aparato, pero la confusión puede venir de su descubrimiento del aparato
de Golgi, esa red de membrana intracelular que todos estudiamos en la
escuela. Golgi estaba obsesionado con las redes, si viviera ahora tendría
Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat e ICQ, y por eso veía esta
estructura en sus preparados de cerebro. Es decir, para él, la información
se transmitía como si viajara en una red de subterráneos y trenes toda
interconectada. Esta teoría llamada ‘reticulista’ sostenía que el cerebro
era diferente al resto del cuerpo, ya que las reglas de la teoría celular
no se aplicaban. La teoría celular, propuesta por el botánico Matthias
Jakob Schleiden y el fisiólogo Theodor Schwann sostiene que los
seres vivos están compuestos de células individuales. Sin embargo
según Golgi y sus seguidores, los reticularistas, el cerebro era una gran
masa de citoplasma con muchísimos núcleos celulares, una especie
de mancha voraz rellena de protoplasma que, si pudiera, te comería.
Más o menos por la misma época, un científico considerado uno de los
padres de la neurociencia, tenía una visión muy diferente del asunto.
Santiago Ramón y Cajal utilizaba la misma técnica que Golgi para teñir

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 pedazos de cerebro muy finitos y verlos al microscopio. A diferencia existen, como en el lenguaje, un emisor y un receptor. En el caso del
del aparato de Golgi, Ramón y Cajal no estaba obsesionado con las cerebro, el emisor es la neurona pre-sináptica y el receptor la post-
redes sociales ni las de subterráneos, ni ningún otro tipo de red y sináptica. Lo que veían los científicos es que en el caso de algunas
por lo tanto veía otras cosas a través del microscopio. Según él, la sinapsis, la activación de la neurona pre-sináptica activaba la
teoría celular sí se podía aplicar al cerebro y en base a argumentaciones neurona post-sináptica, pero en otras sinapsis, la activación pre-
muy sólidas propuso la doctrina neuronal. Esta doctrina no habla del sináptica producía una inhibición de la neurona post-sináptica.
neuromarketing ni del neurotapizado de sillones, sino de la idea de Esto era muy difícil de entender si uno pensaba que la transmisión
que las neuronas individuales son las unidades funcionales de los era solamente eléctrica. Por otra parte, había una especie de retardo
circuitos. El debate entre reticularistas y neuronalistas duró décadas. entre la activación pre- y la post-sináptica que no era compatible con
Por un lado estaba esta idea de la mancha voraz en forma de red de la velocidad de transmisión eléctrica, tenía que haber algo más. La
transporte público y por otro la idea de manchitas anoréxicas formando explicación más probable que encontraron en ese momento era la de
parte de una estructura más grande. Una de las grandes ironías de la la transmisión química. La idea era que la activación pre-sináptica
neurociencia es que Golgi y Ramón y Cajal compartieron el premio liberaba compuestos químicos que podían activar o inhibir a la neurona
Nobel de Medicina en 1906 por sus observaciones que, con la misma post-sináptica. Para mí, una de las características más hermosas de
metodología, proponían visiones completamente distintas del la ciencia es que es como la espada del augurio de los Thundercats,
cerebro. Con el correr del tiempo se fueron acumulando cada vez más te permite ver más allá de lo evidente. En nuestro caso, León-O, líder
evidencias que daban soporte a la doctrina neuronal y hoy no quedan de los felinos cósmicos, está representado por el fisiólogo Alemán
dudas de ella. No obstante, existen algunos pocos casos en los que las Otto Loewi, y la espada por dos corazones de rana y un estimulador
neuronas se hallan unidas compartiendo sus citoplasmas de manera eléctrico. Dicen que el experimento se le ocurrió durante el sueño y
parecida a la que sostenía Golgi. El problema con la doctrina neuronal que se despertó y salió corriendo al laboratorio. Claro que pasó un buen
es que, si las neuronas son células individuales, entonces ¿cómo hace la rato tratando de encontrar unas ranas en su jardín a las que pudiera
información para llegar de un lugar al otro si no hay continuidad entre sacarles el corazón. Lo imagino en piyama con gorrito persiguiendo
las unidades funcionales? Unos años antes del premio a Golgi y Ramón batracios en la oscuridad, aunque es probable que las ranas ya
y Cajal, el neurofisiólogo inglés Charles Sherrington había propuesto estuvieran en el laboratorio, ya que venían donando sus órganos desde
teóricamente la existencia de contactos funcionales entre las neuronas hace rato. Habiendo concluido su experimento anterior en el que había
a los que llamó sinapsis, que, como toda palabra científica que se besado a 300 ranas y ninguna se había transformado en princesa,
precie, venía del griego synaptein (‘syn’ juntos y ‘haptein’ apretar’). Otto Loewi quitó el corazón de dos animales y los perfundió con una
Dicen que se le ocurrió chapándose a una mina, pero las fuentes no son solución fisiológica tibia que los mantenía latiendo por varias horas.
muy confiables y suena más bien a una expresión de deseo. Pasaron El investigador estimuló el nervio vago de uno de los corazones. Este
alrededor de 50 años hasta que la sinapsis fue observada en microscopio nervio es un conjunto de fibras que inerva el corazón y su estimulación
electrónico y los más imaginativos decían que se parecía a un beso produce una reducción en la frecuencia cardíaca. El corazón cuyo
apasionado entre dos membranas plasmáticas. Pero esto planteaba un nervio no había sido estimulado mantenía una frecuencia normal.
problema comunicacional, si las neuronas están separadas por un Pero entonces Otto hizo algo científicamente espectacular, quitó
estrecho espacio, ¿cómo le pasa un mensaje una a la otra? Y dicen el líquido del corazón estimulado y lo inyectó dentro del corazón no
que la respuesta se encontró en los sueños de otro científico. estimulado y observó que el segundo corazón ahora empezaba a latir
más lentamente. Luego hizo un experimento similar en el que estimuló
¿Qué le dijo una neurona a la otra?, ‘Un abismo nos separa’. Hay otro nervio llamado ‘simpático’. Esta estimulación aceleró al corazón
muchas cosas que están mal con este chiste, pero la más importante estimulado y el líquido de este corazón provocó un aumento en la
es que las neuronas no emiten sonido, así que la comunicación entre frecuencia cardíaca del no estimulado. Había algo que se producía por
ellas no es a través de un lenguaje hablado. A fines del siglo XXI, ya se la estimulación que no era eléctrico, era químico, porque se disolvía
sabía que de alguna manera las neuronas generaban electricidad que en la solución fisiológica y mantenía su efecto. Esta fue la primera
se transmitía a través de la célula. Por eso, muchos pensaban que la demostración de la transmisión química de la información entre las
comunicación debía ser eléctrica. O sea, que una neurona le pasaba neuronas y los músculos cardíacos. Más adelante se descubrió que la
electricidad en forma de una diferencia de potencial a la otra. Pero esta estimulación del nervio vago producía la liberación de una sustancia
hipótesis tenía varios problemas. En la relación entre dos neuronas llamada acetilcolina y la estimulación del simpático la liberación de un
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 compuesto llamado adrenalina. Corría el año 1921, Otto Loewi había
descubierto los neurotransmisores y sólo había tenido que romperle el
corazón a unas ranas que era poco probable que fueran princesas. Obvio
que le dieron el premio Nobel. Y de esta manera, se descubrió que la
mayoría de las sinapsis son químicas, es decir, un mensaje eléctrico se
convierte en uno químico que, cuando llega a la otra neurona se vuelve
eléctrico de nuevo. Esto ocurre por mecanismos que son fascinantes y
quedarán para una próxima entrega.

Bibliografía
Textura del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados (1904), Santiago Ramón y Cajal
The Nobel Chronicles, Tonse NK Raju The Lancet, Volume 353, N°9150, p416, 30 january 1999
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