Dios Pelea Por Mi
Dios Pelea Por Mi
Dios Pelea Por Mi
¿Alguna vez has escuchado la frase “no te ahogues en un vaso de agua”? Probablemente alguna
vez te la han dicho para que la apliques a tu propia vida. Esta frase significa que no debemos hacer
los problemas más grandes de lo que son y que no debemos dejar que estos nos absorban por
completo.
De esto precisamente es sobre lo que nos habla la porción del Salmo que estaremos viendo el día
de hoy. Primero vemos en el versículo 19 como el Salmista puede decir que el consuelo de Dios
alegraba su alma, aun en la multitud de sus pensamientos. Muchas veces nos dejamos llevar por lo
que nuestra cabeza piensa acerca de una situación específica y no necesariamente por lo que Dios
nos dice. Tenemos la tendencia a pensar todos los aspectos negativos que “podrían” generarse de
un problema y no pensamos en las lecciones que Dios nos está ensenando a través de esa
situación.
En los versos 20 y 21 el autor nos dice que habrá momentos en nuestra vida en los cuales nos
sentiremos ahogados. Sentiremos que las personas o situaciones están en contra de nosotros, y
que no es justo lo que nos está pasando. Pero él dice: “Jehová me ha sido por refugio y mi Dios
por roca de mi confianza.” Dios nunca te dará una prueba más grande de la que puedas soportar.
Aun la situación más difícil en tu vida o la que parezca más mala, es una oportunidad para que
Dios demuestre su poder. También, es una oportunidad para que podamos aprender a depender
de Él y que nuestra confianza y bienestar están en Dios y no en las situaciones.
El Salmista termina diciendo que Dios tomara venganza por nosotros. El dice que la venganza es
de Dios y al tiempo de Dios. Como seres humanos tenemos la tendencia a querer que se haga
“justicia” de manera inmediata; pero ¿Qué tipo de justicia? ¿La justicia humana o la justicia de
Dios?