Algunos Conceptos Básicos

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ELECTIVA:

SEXUALIDAD 2015

Algunos conceptos básicos de sexualidad1


Las siguientes definiciones han sido extraídas del libro Habilidades para la vida. Fortalecimiento de
docentes en el campo de la sexualidad humana y la salud sexual y reproductiva. Desde la
cultura afrocolombiana del Pacífico. Material de trabajo para personas que coordinan y facilitan
procesos de formación de formadores.

Sexo
El término “sexo”, se refiere al conjunto de características biológicas que definen al espectro de
humanos como hembras y machos.

Sexualidad
El término "sexualidad" se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser un ser humano:
Basada en el sexo, incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el
erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la reproducción. Se experimenta o se expresa en
forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas,
roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos,
psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. Si bien la sexualidad
puede abarcar todos estos aspectos, no es necesario que se experimenten ni se expresen todos.
Sin embargo, en resumen, la sexualidad se experiencia y se expresa en todo lo que somos
sentimos, pensamos y hacemos.

Salud sexual
La salud sexual es la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico,
psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad. La salud sexual se observa en las
expresiones libres y responsables de las capacidades sexuales que propician un bienestar
armonioso personal y social, enriqueciendo de esta manera la vida individual y social. No se trata
simplemente de la ausencia de disfunción o enfermedad o de ambos. Para que la salud sexual se
logre es necesario que los derechos sexuales de las personas se reconozcan y se garanticen.

1 Organización Panamericana de la Salud. Promoción de la Salud Sexual. Recomendaciones para la acción.


Actas de una Reunión de Consulta convocada por OPS. OMS. en colaboración con la Asociación Mundial de
Sexología (WAS). celebrada en Antigua Guatemala, Guatemala, 19 al 22 de mayo de 2000. Cuadro 1
.Conceptos básicos y definiciones de sexo, sexualidad y salud sexual. Página 6.
Otra definición de sexualidad

La sexualidad es el conjunto de experiencias humanas atribuidas al sexo y definidas por éste,


constituye a los particulares, y obliga su adscripción a grupos socioculturales genéricos y a
condiciones de vida predeterminadas. La sexualidad es un complejo cultural históricamente
determinado consistente en relaciones sociales, instituciones sociales y políticas, así como en
concepciones del mundo, que define la identidad básica de los sujetos. En los particulares la
sexualidad está constituida por sus formas de actuar, de comportarse, de pensar, y de sentir, así
como por capacidades intelectuales, afectivas y vitales asociadas al sexo. La sexualidad consiste
también en los papeles, las funciones y las actividades económicas y sociales asignadas con base en
el sexo a los grupos sociales y a los individuos en el trabajo, en el erotismo, en el arte, en la política
y en todas las experiencias humanas; consiste asimismo en el acceso y en la posesión de saberes,
lenguajes, conocimientos y creencias específicos; implica rangos y prestigio y posiciones en relación
al poder. En nuestra cultura la sexualidad es identificada con el erotismo, al punto de usarse
indistintamente ambos términos. En el terreno teórico es necesario diferenciar ambos conceptos
para elaborar categorías rigurosas. La sexualidad incluye al erotismo pero no lo agota, y que el
erotismo debe ser reconocido en su especificidad. La división del trabajo por géneros es un hecho
sexual, como lo son la masculinidad los uniformes que obligatoriamente deben diferenciarnos;
el embarazo femenino es parte de la sexualidad femenina, y el parto es tan sexual como lo son las
experiencias eróticas.

La sexualidad está en la base del poder: tener una u otra definición genérica implica para los seres
humanos, ocupar un lugar en el mundo y, aún ahora, tener un destino más o menos previsible.
Independientemente de la voluntad, la adscripción genérica ubica: es una forma de integración en la
jerarquía social, y es uno de sus criterios de reproducción; significa también, tener y ejercer
poderes sobre otros, o no tener siquiera, poder sobre la propia existencia.

La sexualidad rebasa al cuerpo y al individuo: es un complejo de fenómenos bio-socio-culturales


que incluye a los individuos, a los grupos y a las relaciones sociales, a las instituciones, y a las
concepciones del mundo -sistemas de representaciones, simbolismo, subjetividad, éticas
diversas, lenguajes-, y desde luego al poder.

La sexualidad es a tal grado definitoria que organiza de manera diferente la vida de los sujetos
sociales, pero también de las sociedades.

En ese sentido, la sexualidad es un atributo histórico de los sujetos, de la sociedad y de las


culturas: de sus relaciones, sus estructuras, sus instituciones, y de sus esferas de vida.2

2 Lagarde Marcela. 'La sexualidad". Del libro Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas
y locas. México, UNAM, 1997, PP. 177 - 211
Los componentes de la sexualidad 3

De todas maneras creemos que la sexualidad humana comprende por lo menos cuatro funciones
que la constituyen y al mismo tiempo la proyectan en su realidad.

Desde la biología, la sexualidad implica una función generativa o reproductora, que de todas
maneras en los seres humanos ha tenido una transformación radical, que es la liberación de los
estímulos fisiológicos para realizarse, es decir, entre nosotros el fin de la reproducción no es la
perpetuación de la especie o por lo menos no lo es únicamente. Entre nosotros la procreación tiene
relación con lo que Marina ha denominado una institución afectiva38, es decir con los lazos que la
familia genera para poder brindar a la generación siguiente las herramientas con las cuales podrán
enfrentar la vida cotidiana. Además esta procreación ya no es un imperativo biológico, sino que se
convierte en una decisión, está mediado por la libertad, por la posibilidad de decidir. Por esta razón
creemos que los embarazos tempranos, tienen influencia sobre la constitución de la sexualidad de
los seres humanos, hecho que en poblaciones vulnerables presenta una alta incidencia.

La segunda función es la erótica. En otras épocas esta función fue bastante minusvalorada,
sobre todo desde la perspectiva de la iglesia católica en nuestro medio; a tal punto que todo lo que
tenía que ver con esta dimensión era considerado pecaminoso o sucio, algo que iba en contra de
la moral. Posteriormente, con la invención de la píldora anticonceptiva y de la mano de los
movimientos juveniles de las décadas de los 60 y 70, se propuso la revolución sexual, que sobre todo
significaba la independencia del erotismo ante la procreación. Esto llevó a algunos estudiosos a
exaltar esta dimensión.

Hoy en día creemos que es una dimensión más entre las que tiene la sexualidad y no entramos a
decir que es la primordial, sino que hace parte del campo de la sexualidad, sin que esto signifique
que es despreciada. Por el contrario, creemos que la función erótica hay que comprenderla de una
manera que nos permita indagar sobre su potencia. En esta función se dan cita el deseo y el placer.
El deseo es una fuerza o energía pulsional, que si bien tiene una dimensión fisiológica hormonal,
también tiene una carga representacional, que al ser energía no tiene una dirección única o una ruta
definida. El placer es el resultado de acceder a lo que se desea, en ese sentido es un sentimiento
producido por el logro de lo deseado. Esta dinámica entre deseo y placer es como un ciclo que se
repite y se amplía, es inacabado porque el deseo cambia de objeto, es decir se transforma y se
dirige por otras rutas que generalmente no nos son conocidas. Si al deseo no le colocáramos unos
límites, representados en las normas de convivencia, podríamos llegar a la confrontación y a la
ruptura de los lazos sociales, porque el deseo no busca la convivencia, sino la satisfacción, pero
las normas nos permiten la convivencia.

3 Bastidas Beltrán. G. Andrés. Texto escrito en 2004 para el Módulo de Educación para la Sexualidad.
Proyecto del Fondo Global en Colombia, “Construcción de una respuesta intersectorial en salud sexual y
reproductiva, con énfasis en prevención y atención a las ITS-VIH-Sida, con jóvenes y adolescentes residentes
en comunidades receptoras de población desplazada en Colombia Inédito. Se transcribe con autorización del
autor,
Otro elemento a tener en cuenta es que sin las normas el deseo sería como un inmenso mar de
satisfacción total, es decir, viviríamos en la satisfacción, pero al mismo tiempo sin la posibilidad de
relación con otros. Las normas nos permiten el deseo limitado y por lo tanto, la convivencia.
La función erótica de la sexualidad está orientada hacia la posibilidad de disfrute, la posibilidad lúdica
de gozar en el encuentro con otras corporalidades, otras fantasías y en el encuentro consigo
mismo.0" Los comportamientos asociados con la función erótica son muy variados y algunos nos
pueden parecer desagradables, pero son comportamientos que mientras se realicen entre
personas conscientes de sus responsabilidades y consecuencias no tienen porqué ser moralmente
malos.

La función afectiva es la tercera función de la sexualidad. Esta función está relacionada con el
mundo de los sentimientos que ponemos en juego cuando nos encontramos con otros y con
nosotros mismos en la dimensión de la sexualidad. Cada vez que fantaseamos o actuamos en
referencia a la sexualidad nuestros sentimientos se "activan" y la turbulencia interior se puede
percibir con claridad. Esta capacidad para emocionarnos está en relación con la posibilidad de
establecer lazos afectivos con otros. Si bien, según Masters, Jhonson y Kolodny4 la presencia o
ausencia del amor no garantiza que el sexo deje de ser mecánico e impersonal, la existencia del amor
ubica a la sexualidad en una dimensión distinta, pero esto no significa que sea cualitativamente
mejor. Culturalmente hace cincuenta años se proponía el amor como una condición para realizar
una relación sexual y supuestamente el matrimonio era el garante para que esto se diera. En la
actualidad la sexualidad y el amor no tienen que ir de la mano, pero lo más importante es que esto
debe ser comprendido por las y los jóvenes cuando deciden hacer exploraciones sexuales. No
estamos promoviendo el sexo sin amor, solamente aclaramos que sexualidad y amor, aunque para
algunos puede ser deseable que vayan de la mano, no ocurre necesariamente así y hay que tener la
claridad para saber que esta disyunción se puede presentar. A veces creemos que al tener
relaciones sexuales estamos haciendo una declaración de amor, como se dice coloquialmente, es
una "prueba de amor", en realidad la verdadera prueba de amor es el respeto a la diferencia y por
ende, a las decisiones de! otro u otra.

En este contexto ubicamos la intimidad comprendiéndola de la siguiente manera:"... suele


caracterizarse por un sentimiento recíproco de aceptación, entrega, ternura, confianza".40 Esta
intimidad, se basa en la capacidad de conocerse a sí mismo y de tal modo poder establecer una
relación con otros de una manera honesta que no se base en el engaño, sino que pueda llegar a
compartir sentimientos profundos. La intimidad no la entendemos como un estado, sino como
una situación que ocurre de acuerdo con las condiciones que se estén viviendo. Se basa en la
expresión de los sentimientos propios y se dará de una manera gradual, la intimidad puede ser
esporádica, pero no es lo que generalmente ocurre. Es más común que se logre después de un
tiempo de conocimiento mutuo y se basa también en la confianza, el compromiso y la honradez.

Pero no solamente el amor y la intimidad son las manifestaciones de la dimensión afectiva de la

4 Masters, W. Jhonson, V. Kolodny,R, La Sexualidad Humana. Tomo 2 Griialbo. Colombia, 1991.


sexualidad, el cariño, deseo, temor, miedo, angustia, desconsuelo, tranquilidad, placer, estarían
también dentro de esta dimensión y esto nos lleva a establecer la importancia de saber reconocer
los sentimientos propios y poder expresarlos como medio para lograr una sexualidad más
constructiva y creativa.

La cuarta dimensión, que no es la menos importante, es la comunicativa. Si entendemos


que la comunicación está a la base de las relaciones interpersonales, sabremos que también será
necesaria en las relaciones sexuales. La sexualidad requiere de la comunicación, pero también es en
sí misma una manera de comunicarnos entre seres humanos. Investigadores de la Escuela de
Palo Alto en Estados Unidos han formulado una máxima que es apropiada: Es imposible no
comunicar. Esto significa que siempre estamos comunicando algo. Por lo tanto la comunicación no
se limita a la expresión verbal y tampoco se restringe al mensaje que un emisor propone a un
receptor. La comunicación, en nuestra opinión es un proceso que se presenta continuamente, pues
estamos comunicando y siendo interpretados por otros y otras, aunque nuestra intención no sea
esa. Nuestro vestido, nuestros gestos, nuestra manera de organizar los espacios y relacionarnos
con ellos, son maneras de comunicar.

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