Ciclo PDCA
Ciclo PDCA
Ciclo PDCA
El nombre del Ciclo PDCA (o Ciclo PHVA) viene de las siglas Planificar, Hacer,
Verificar y Actuar, en inglés “Plan, Do, Check, Act”. También es conocido como
Ciclo de mejora continua o Círculo de Deming, por ser Edwards Deming su autor.
El ciclo PDCA fue creado en los años 20 por Walter Andrew Shewhart un físico
estadounidense conocido por ser pionero en el control de calidad estadístico.
Esta metodología describe los cuatro pasos esenciales que se deben llevar a
cabo de forma sistemática para lograr la mejora continua, entendiendo como tal al
mejoramiento continuado de la calidad (disminución de fallos, aumento de la
eficacia y eficiencia, solución de problemas, previsión y eliminación de riesgos
potenciales El círculo de Deming lo componen 4 etapas cíclicas, de forma que una
vez acabada la etapa final se debe volver a la primera y repetir el ciclo de nuevo,
de forma que las actividades son reevaluadas periódicamente para incorporar
nuevas mejoras. La aplicación de esta metodología está enfocada principalmente
para ser usada en empresas y organizaciones.
Según la ISO 9001:2015, todo sistema de Gestión de Calidad certificado por esta
norma debe aplicar la metodología de la mejora continua de forma sistematizada.
Otra norma muy extendida que hace referencia a la mejora continua es la ISO
14001 relativa a los requisitos de los Sistemas de Gestión Medioambiental. En ella
se nombra otra vez al ciclo PHVA como base para la implantación del sistema de
gestión ambiental.
Actuar (Act): Por último, una vez finalizado el periodo de prueba se deben
estudiar los resultados y compararlos con el funcionamiento de las
actividades antes de haber sido implantada la mejora. Si los resultados son
satisfactorios se implantará la mejora de forma definitiva, y si no lo son
habrá que decidir si realizar cambios para ajustar los resultados o si
desecharla. Una vez terminado el paso 4, se debe volver al primer paso
periódicamente para estudiar nuevas mejoras a implantar.
La pintura es aplicada por equipos especializados para este fin, los cuales se
encargan de transportar la pintura por mangueras a través de un sistema de vacío
creado por aire comprimido a alta velocidad, hasta la pistola de aplicación. Estas
pistolas de aplicación cargan eléctricamente la pintura con voltajes aproximados a
los 90.000V y bajísimo amperaje, eliminando así el peligro a un choque eléctrico.
Esta operación carga negativamente las partículas de la pintura.
Proceso de curado
Esta pintura ofrece grandes ventajas con respecto a la pintura líquida tradicional
como lo son mejores propiedades mecánicas y químicas; una mayor duración del
recubrimiento en la pieza; rendimientos de hasta el 98% y reducción de las
emisiones de componentes orgánicos volátiles (VOCs por sus siglas en inglés)
tales como el benceno, el cloruro de metileno y acetaldehído a la atmósfera