Abandono de Pozos
Abandono de Pozos
Abandono de Pozos
La vida útil de un pozo petrolero (incluimos en esta definición a pozos relacionados con
producción de petróleo y gas) abarca diferentes etapas. Luego de la investigación
geológica respectiva, se decide la localización del pozo, se efectúan las planchadas y se
determinan los caminos de acceso por los cuales ingresará el equipo de perforación, se
determina la profundidad a la cual se desea acceder a la formación seleccionada, la
perforación, la introducción de tubería de revestimiento, su cementación y, finalmente, la
terminación del pozo para dejarlo produciendo por el método más conveniente. Pero
existe una etapa que reviste la misma importancia que las anteriores, y cuya regulación
notamos escasa e insuficiente a la luz de la protección ambiental: el abandono del pozo.
En líneas generales, se denomina «pozo abandonado» a aquel que está inactivo y que, ya
sea por razones técnicas o económicas, no se explotará más. Cuando los abandonos son
temporarios, los taponamientos se realizan de tal manera que permita una futura
reactivación del mismo. Pero cuando el abandono es definitivo, como analizaremos más
adelante, la cementación debe ser tal que genere un sello total del mismo.
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gas, azufre u otros recursos minerales y el operador considera que aún puede resultar de
utilidad, debe hacerlo del conocimiento de la Oficina dependiente del DOI
correspondiente y soportar documentalmente su declaración. En términos generales, un
operador debe sujetarse a las siguientes obligaciones:
• Notificar a la BOEM, con una anticipación de al menos 24 horas, las maniobras en una
plataforma petrolera con el fin de taponar o abandonar un pozo;
La frecuencia del abandono de pozos está aumentando a medida que el desarrollo de las
áreas hidrocarburíferas maduras, como se denomina a aquellos yacimientos que van
alcanzando sus límites productivos, van llegando a su fin. Un pozo también puede ser
abandonado y taponado si se produjeran problemas durante la perforación.
Desde un punto de vista técnico, el taponamiento evita que se mezclen fluidos entre las
diferentes capas geológicas y que fluidos propios de la actividad fluyan a la superficie por
efecto de la presión. Un pozo es taponado mediante la cementación de diferentes
intervalos para evitar el fluido mencionado. Cuando comenzó a utilizarse la cementación
de pozos, el cemento en ocasiones no endurecía correctamente y se contaminaba con
fluidos propios del pozo, perdiendo impermeabilidad. Pero la tecnología ha avanzado y los
tapones suelen alcanzar un nivel total de impermeabilidad, utilizando las técnicas
apropiadas para las diferentes clases de pozos y formaciones geológicas.
El proceso de taponamiento del pozo puede demandar de dos a siete días dependiendo
de la cantidad de tapones de cemento que deben hacerse en el pozo. Procedimientos para
un correcto taponamiento y abandono de pozos son requeridos con mayor grado de
estrictez a los operadores en el marco de una conciencia ambiental cada vez mayor de la
sociedad toda.