Ensayo Mexicano 2020
Ensayo Mexicano 2020
Ensayo Mexicano 2020
Trimestre 19-O
EL MEXICANO DE HOY
Comienzó planteándome una pregunta que me propongo a responder a lo largo del ensayo:
Para entender al mexicano se debe tener presente que es un ser social poseedor de cultura,
conductas, valores, normas, carácter como producto histórico de todo un proceso como base que
nos ha llevado a lo que somos actualmente.
Me tome el atrevimiento de definir que es cultura partiendo de una recopilación de ideas vistas a
lo largo del curso:
La cultura nos mantiene vivos ya que nos da un soporte, una organización, nos da los medios de
subsistencia comenzando por un lenguaje hasta los más sofisticados y vanguardistas artefactos,
nos da instrumentos materiales e intelectuales, expresados a través del arte, la música, la pintura,
el cine, la literatura, la arquitectura, la poesía, las artesanías, las esculturas, la comida, las
tradiciones y costumbres, los hábitos, es decir, todas las experiencias cotidianas que en suma nos
proporcionan una identidad particular.
La cultura en México 2020 es azotada por una seria de momentos, coyunturas, batallas,
movimientos, manifestaciones, procesos, fragmentaciones, mezclas, reconceptualizaciones y
transformaciones como las que describo renglones abajo.
El mexicano de hoy tiene una identidad transitoria en constante cambio, es como un cóctel hecho
con un poco de todo. Ahora se preocupa por el aquí y el ahora. Pareciera que el tiempo sólo es un
artefacto ideado para marcar el paso las horas, pues, con tantas ocupaciones y preocupaciones el
mexicano por lo menos de clase media o baja ya no se detiene a reflexionar, vive sus días
trabajando largas jornadas sobrepasadas de las ocho horas establecidas de acuerdo a la ley federal
del trabajo. Es una rutina, un ciclo, una forma de vida vacía de sueños, deseos, hoy es difícil
pensar en la movilidad social, hoy es crucial ser realistas y trabajar para comer sabiendo que
tiempo es dinero.
Hablando de trabajo el comercio en la vía pública, es parte de nuestro día a día ya sean puestos
fijos o ambulantes, en lugares establecidos, o temporales, en calles, avenidas, camellones, afuera
o dentro de los metros, o dentro de la propia UAM.
Porque lo mención porque todas y todos los mexicanos que le dan vida a este medio de
subsistencia conforman más de la mitad de la población mexicana, son una fuerza que tiene
mucho jugo y es rica de analizar desde cualquier trinchera, son la oferta eterna de mercancías,
tienen una forma de vida común, entre unos y los otros. Luchan en pleno 2020 por sobrevivir, por
pertenecer, por integrarse, y ser una comunidad, no sólo un individuo.
Son afortunados los mexicanos que a su vida le dan sabor yendo al teatro, al cine, a una
biblioteca, a una galería, a un museo, al parque o tener un día consigo mismo.
Si hay un día de descanso son los domingos vivirlos en Chapultepec o en Zócalo sigue siendo un
clásico no pierden ese toque mágico, son ricos en múltiples fenómenos sociales observables y no
observables, confluyen los múltiples sectores de la población, las líneas que diferencian a las
clases sociales se borran, todos ríen, se divierten, comparten espacio y hacen de ese día, un día
inolvidable.
Se está viviendo una transformación total desde la familia ya que su conformación tradicional ha
quedado atrás, al igual que la familia extendida hoy es insostenible, las circunstancias han llevado
a que la familia monoparental sea cada vez más habitual, la familia ensamblada ya no sorprende y
la familia homoparental dejo de ser un ideal para ser realidad.
Ahora, las preferencias sexuales se viven con orgullo y sin el tabú permeado por el miedo al que
dirán, se celebra el derecho al matrimonio igualitario y la existencia de un día en contra de la
homofobia, con la esperanza de que algún día todos los días sean libres de homofobia. Claro, hay
algunos sectores que no aceptan la diversidad sexual, pero de que se está avanzando se está
avanzado.
Las mujeres mexicanas del 2020 revolucionan, hacen historia, se levantan como nunca antes,
están cansadas de tanta violencia, de la impunidad, piden alto a los feminicidios, la herida está
abierta, el silencio ya no es opción, en las calles emblemáticas de México se manifiestan
gritando, rompiendo y pintando sólo es el reflejo de una situación que necesita un alto. Han
comprendido que unidas lograran el cambio. Para las mujeres hay un antes y después del 2020 de
eso estoy segura. El arquetipo de la mujer del 2020 es ser independiente, segura de sí misma,
trabajadora, comprometida, inteligente, aguerrida, innovadora, una mujer que se inserta en
carreras, campos y lugares que antes sólo eran para el hombre, la decisión de tener o no hijos le
son palpables, la emancipación la alcanzo y se muestra caminando a paso firme.
Los mexicanos del 2020 se muestran asombrados, las opiniones tienen contrastes, matices, polos
y gran distancia. La esperanza la tienen alto a la violencia y a los feminicidios piden. Pero, se
muestran aterrados a como es que las mujeres se manifiestan, a como toman al toro por los
cuerdos, sin miedo, el miedo se fue. Para los hombres mostrar sus sentimientos ya no es sinónimo
de “aniñado”, ya pueden elegir la carrera de su agrado sin ser tan señalados como antes, ya
colaboran con más naturalidad en las labores domésticas, incluso presumen sus dotes culinarios
con mayor soltura, su camino hacia la construcción de nuevas masculinidades comenzó.
Los niños y niñas van creciendo con la tecnología. Manejan los aparatos electrónicos a la
perfección, se enajenan, se educan, se enseñan y le enseñan a su padres a usar los productos de
alta gama. Se muestran abiertos a los cambios. Ella/os sólo sonreían, juegan, el futuro se les está
escribiendo serán una generación afortunada, consciente y valiente.
La televisión y la radio han perdido audiencia. Lo de hoy son las redes sociales son un
parteaguas, son un ir y venir de información verídica o no, se lanzan un mar de opiniones de
diversos temas, se reflexiona y se toman posiciones a favor o en contra de lo que sea, es un medio
utilizado para formar nuevas relaciones sociales, es decir, une a personas de todas partes sólo con
tener internet; Se mensajean, se hacen llamadas y hasta videollamadas, en casos más extremos
salen a citas cara a cara. Conlleva una serie de peligros es crucial tomarlo con la máxima
precaución.
Cualquier persona reporta la noticia y puede ser leída por los miles de internautas. Es un medio
fuerte, que convoca, que tiene poder y si son bien utilizadas ¡Que vivan las redes sociales!
Otro fenómeno que está transformando al mexicano es tener conciencia ecológica, la prohibición
de bolsas de plástico en todos sus tamaños por lo menos en la Ciudad de México es una medida
novedosa, seria, pero la sociedad no está preparada y se está violando dicha medida, pese a que el
propósito es sumamente importante, no hay una cultura ecológica, ni una alternativa real que
sustituya la bolsa de plástico sin dañar al medio ambiente.
La referencia de los maestros, de los clásicos, de los pioneros acerca de ¿Cómo somos los
mexicanos?
Son la base para entender lo que son los mexicanos cara al 2020:
Como diría Samuel Ramos y su ensayo “El perfil del hombre y una cultura en México”.
En su ensayo destaca los rasgos de carácter que hacen único al mexicano y hace un bosquejo
caracterológico, en función de la nacionalidad entendida en un sentido viviente que agrupa un
cúmulo de experiencias colectivas del pasado y del presente registrando tanto triunfos como
fracasos. En suma todos los acontecimientos sobresalientes y duros de nuestra historia nos han
hecho valorarnos como mexicanos, sin embargo, esa valoración que tenemos de nosotros mismos
es negativa de ahí el gran complejo de inferioridad y la “autodenigración” inconsciente pero que
si repercute en nuestra conducta particular o colectiva. Provocando que el mexicano se sienta un
niño débil en comparación con un integrante de otro nación que si rea respaldado por su historia.
Octavio Paz en un digno representante del cambio y la esperanza. Considera al amor como fuerza
de cambio, pues dice que es un sentimiento que va a impedir a toda costa que caigamos al vació.
Nos invita a ser auténticos.
Nos dice que a raíz de cada coyuntura nos hemos formado desprendiendo miedos, ideas y formas
de vida carácter y comportamiento. Manifestados a través de tradiciones, costumbres, ritos,
mitos, religiones, creencias, etc.
Reafirma que somos parte de un todo y sólo juntos encontraremos la solución al laberinto, al
laberinto de la soledad.
No, dejando atrás a Heriberto Yépez y su obra “La increíble hazaña de ser mexicano”.
El mexicano no pierde su identidad más bien quiere mantenerla aunque ya este caduca.
México y su historia de rencores nunca reconciliados, sino, más bien permanecen dormidos en
nosotros los mexicanos, nos apegamos al pasado y estamos en resistencia al cambio, no queremos
transitar de una etapa a otra ni social ni individualmente, porque tenemos miedo de vivir como
adultos y sólo esperamos a que otros decidan por nosotros. Propone que actuemos ya de forma
razonada y autentica. Construir un “nuevo mexicano” algo así como un súper hombre. Es
necesario autocriticarnos para así ser mejores mexicanos. Y futuros individuos indivisibles.
Para Baltra “La jaula” representa simbólicamente una barrera, unos alambres que no permiten
descubrirnos, creando así una identidad de mentiras. Y “La melancolía” representa un estado de
tristeza al saber que lo que un día fue no será jamás, sabiendo que el mexicano no acepta su
pasado. Y a pesar de eso vive en una mezcla entre lo antiguo y lo moderno. Entre lo rural y lo
urbano. Nos aferramos a lo que no somos.
El autor hace una comparación entre nosotros lo mexicanos y el ajolote, queriendo dar a entender
que somos similares en tanto que nos adaptamos al medio teniendo todo para evolucionar,
superarnos y desarrollarnos nos quedamos en un estado de conformismo.
Reflexión final
Consideró que el mexicano si se encuentra en una etapa de maduración pasó a pasó pero hacia
allá va.
El reto es grande ya que como vimos a lo largo del ensayo tenemos un sinfín de ataduras,
cadenas, sentimientos, hechos históricos y podría agregar mucho más pero sólo es eso un pasado.
Del cual sólo queda sentirse orgullo y nadamás.
Tenemos tanto que ganar y poco que perder. Ya sea como individuos o como nación conducimos
a México, le damos vida, aún con equivocaciones o tropiezos pues también es propio del ser
humano no ser perfectos. Lo que si podemos es aprender y seguir adelante.
Yo creo que si tenemos una identidad así sea una mezcla de todas, pero eso somos. Eso nos tocó,
no pedimos todo lo que nos ha pasado como nación, sin embargo, aquí seguimos defendiéndonos,
dando de que hablar a nivel nacional e internacional, estamos transformándonos y mañana todo
será historia. Y volveremos a comenzar ya no nosotros, sino, nuestros sucesores.
Bibliografía:
Samuel Ramos, “El complejo de inferioridad”, en Roger Bartra, Anatomía del mexicano, México,
Debolsillo, 2005, pp. 109-120.
Samuel Ramos,” El perfil del hombre y una cultura en México”, México, Espasa Calpe, 2001, pp.
50-65.
Octavio Paz, “El laberinto de la soledad”, México, Fondo de Cultura Económica, 2004.
Heriberto Yépez, “El adiós a los mexicanos”, en La increíble hazaña de ser mexicano, Booket,
2010, pp. 219-251.
Roger Bartra, “La Jaula de la Melancolía. Identidad y metamorfosis del mexicano”, México,
Grijalbo, 1987 pp.15-30
Audiovisual:
Https://www.youtu.be/yjghRLBBBYU