Las Consecuencias Del Arrepentimiento

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Lucas 13:3, “Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

En los sermones anteriores hablamos acerca del arrepentimiento y nos formulábamos


tres preguntas: ¿qué es el arrepentimiento?, ¿de qué debemos arrepentirnos? y ¿por
qué debemos arrepentirnos?

Para dar respuesta a nuestra pregunta mencionábamos 5 pasos hacia el verdadero


arrepentimiento:

1. El verdadero arrepentimiento comienza con un entendimiento del pecado.


2. El verdadero arrepentimiento continúa con un sentimiento de tristeza por el pecado.
3. El verdadero arrepentimiento procede, luego, a producir en el hombre una confesión
de pecado.
4. El verdadero arrepentimiento se demuestra ante el mundo por un apartarse
totalmente del pecado.
5. El verdadero arrepentimiento se demuestra por producir en el corazón un hábito
bien establecido de odio profundo contra todo pecado.

Al responder la segunda pregunta queríamos tener una comprensión clara de que es


pecado y mencionábamos 5 puntos claves:

1. Definamos lo que es pecado. Consiste en hacer, decir, pensar o imaginar cualquier


cosa que no sea conforme a la perfecta Ley de Dios. Pecado, como dicen las Escrituras,
es “infracción de la ley” (1 Juan 3:4).
2. El origen y la raíz del pecado. “Porque de dentro, del corazón… salen los malos
pensamientos, los adulterios” y cosas similares” Marcos. 7:21.
3. La extensión del pecado. En todas partes el corazón humano es por naturaleza
“engañoso más que todas las cosas, y perverso” (Jeremías. 17:9).
4. La culpabilidad, vileza y lo ofensivo del pecado ante los ojos de Dios. Ninguna prueba
de la pecaminosidad del pecado es, al final de cuentas, tan abrumadora e irrebatible
como la Cruz y la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
5. Lo engañoso del pecado. Tendemos a olvidar que la tentación de pecar raramente se
nos presenta en su verdadera forma, diciendo: “Soy tu enemigo mortal y quiero tu
ruina eterna en el infierno”. ¡Ah no!

El día de hoy trataremos de respondernos la pregunta ¿Por qué debo arrepentirme?

Y lo primero que debemos decir es que es un mandamiento de Dios, Él lo ordena y no


lo deja como una opción, Dios exige, ordena que nos arrepintamos. Es un mandato.
Hechos 17:30 dice: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta
ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”.
Debemos obedecer su palabra. Si no seremos aún más culpables y nos será contado
como pecado.
Continuaremos desde el punto de vista negativo, por lo cual reformularemos la
pregunta. ¿Y si no me arrepiento?

Veamos entonces cuales serían las consecuencias de no


arrepentirnos.

1. Sin arrepentimiento, no hay conversión, no hay cambio.

Hechos 3:19 “…Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros
pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,”. La
conversión o cambio comienza con arrepentimiento tanto en el que no ha dado su vida
a Cristo como para el creyente. Falta de arrepentimiento es una señal de nuestro
orgullo y rebeldía en contra de Dios.

2. Sin arrepentimiento, siempre seremos esclavos del pecado.

Un esclavo o doulos en el idioma griego original del Nuevo Testamento, era una
persona que servía la voluntad de su maestro. Un esclavo del pecado indica que una
persona está obligada a seguir la voluntad del pecado; una persona no tiene poder para
dejar al "maestro" del pecado. Además de ser esclavo por nuestra condición, una
persona es esclava del pecado en función. En Juan 8:34, Jesús les dijo a los líderes
religiosos incrédulos: " —Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del
pecado —respondió Jesús—." Las personas son esclavas del pecado tanto por su
naturaleza humana caída (a menudo referida por los teólogos como pecado original)
como por sus acciones. Y como hemos visto la vileza, la pecaminosidad del pecado llevo
a la segunda persona de la Trinidad a Jesucristo a morir en la cruz.

Gálatas. 5:17-21; 1 Corintios 6:9-11. El amargado seguirá amargado, el avaro seguirá en


avaricia, el mentiroso no podrá dejar de mentir, el ladrón no podrá dejar de robar, el
adultero no podrá dejar de adulterar, el homicida no podrá dejar de matar, el violador
no podrá dejar de violar, el borracho no podrá dejar de beber, etc., etc., etc. Una vida de
esclavitud, una vida haciendo lo que otro quiere.

3. Sin arrepentimiento, nos volvemos enemigos de Dios.

Isaías 59:2 “…vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.” El hombre
perdió su comunión con su Creador. Ahora la relación de Dios con el hombre es de ira,
juicio y condenación.  Romanos 2:23 dice: “Por cuanto todos pecaron y están
destituidos de la gloria de Dios”. Dios no puede habitar en donde hay pecado. Además,
cuando uno está en pecado y ama lo malo del mundo, se vuelve enemigo de Dios
(Santiago 4:4). ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es
enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se
constituye enemigo de Dios. Y le aseguro que jamás a los enemigos de Dios les ha ido
nada bien.

4. En realidad la más grave consecuencia del pecado y del no


arrepentirse es la muerte eterna.

Es la separación eterna de Dios, lejos de Su presencia y de Su gloria para siempre (2


Tesalonicenses 1:9) Y sí, Dios tiene un lugar destinado para los pecadores, ese lugar se
llama INFIERNO, un lugar donde se sufrirá dolor, angustia y no se podrá salir de allí
jamás, Lucas 16:19-28. Sin mas la oportunidad de arrepentimiento y consiente de
porque se está allí, un lugar donde el tormento (sufrimiento moral o físico muy intenso
y continuado que siente una persona con el único fin de lastimar) no parara jamás.

Ahora, veamos qué pasa si nos arrepentimos: aparte de lo obvio que es el contrario de
los puntos anteriores.

1. El Arrepentimiento Evita la Pérdida Espiritual

El arrepentimiento nos libra de la pérdida espiritual especialmente en el día en que el


Señor nos llame a cuenta. Romanos 8: 1 “…Ahora, pues, ninguna condenación hay para
los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.”

2. El Arrepentimiento Trae Salvación. 

"Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que
no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte." 2 Corintios 7:10

La frase “la tristeza que es según Dios” señala que esta clase de tristeza produce el
verdadero arrepentimiento (metanoia). Y este camino de tristeza que produce
arrepentimiento conduce a la “salvación”. “La tristeza del mundo” (v. 10c) incluye el
dolor y la tristeza, pero con resultados opuestos: produce muerte ¿Por qué? La tristeza
mundana puede causar dolor y aceptación de haber hecho mal, pero no conduce a que
uno se rinda a Dios. El contraste entre Pedro y Judas es muy notable (Mat. 27:3 con
Juan 18:25-27; Joh_21:7, Joh_21:15-19). La tristeza produce salvación para el que
acude a Cristo, o muerte al que no se entrega a Dios, pues en este caso la tristeza
consume el alma, frustra las esperanzas y extingue y desensibiliza todo el ser.
3. Tenemos una nueva vida en Cristo.

Solamente el arrepentimiento lleva a tener una vida nueva en Cristo. No hay nada
aparte del arrepentimiento que puedas hacer para tener esa vida en Cristo. Como
creyente, no puede haber un "recomienzo", una "renovación" en tu vida sino hay
arrepentimiento.

Hechos 11:18 “…Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo:
¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!”
Efesios 4: 17-32.

Tres aspectos en los cuales la vida de arrepentimiento se


demuestra de  una manera práctica cada día de nuestro caminar
con Él.

1. En la mente:

Sucede un cambio en la manera de pensar, que agrada a Dios, basada en la


Palabra de Dios. Romanos 12:2
En cuanto a la vida: es vivir para Dios y no para nosotros mismos.
En cuando al pecado: Lo dejamos y no lo consideramos un placer. Lo odiamos
como Dios lo odia.
En cuanto a Dios: Reconocemos que Dios es nuestro Padre y no un Dios de lejos.
En cuanto a Jesucristo: Es nuestro Señor y Salvador personal y no una persona
espiritual o irreal.

2. En las emociones:

Sucede una expresión apropiada y real basada en la Palabra de Dios. Proverbios


4:23
En cuanto al pecado: lo confesamos expresando el dolor (Salmo 38:18)
En cuanto a la vida: nuestra vida no está regida por las circunstancias sino por el
gozo del Espíritu Santo.
En cuanto a Dios: sentimos lo que Dios siente.
En cuanto a Jesucristo: expresamos su amor.

3.  En la voluntad: 
Sucede un cambio de vida con decisiones basadas en la Palabra de Dios. Romanos
12:2
En cuanto al pecado: Decidimos dejarlo. Hechos 26:18. 
En cuanto a la vida: Decidimos seguir el plan de Dios para nuestra vida.
En cuanto a Dios: Le obedecemos y servimos (1 Tesalonicenses 1:9).
En cuanto a Jesucristo: Seguimos sus pasos.

Finalmente debemos preguntar, ¿Cómo Se Produce El Arrepentimiento?

1. Proviene de Dios. Hechos 11:18; 2 Timoteo 2:25

Debemos pedirle a Dios que nos ayude a arrepentirnos. Debemos pedirle que nos
quite el orgullo y nos dé un espíritu humillado el cual Él no desprecia. Esto es más
importante que cualquier “sacrificio” nuestro. Salmo 51:17 “…os sacrificios de Dios
son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh
Dios.”

2. Por su gran bondad. Romanos 2:4

Es la bondad de Dios que nos lleva al arrepentimiento. Pensemos en todo lo que ha


hecho por nosotros y realicemos que nuestro pecado es una afrenta a la bondad de
Dios.

Amigo, Jesús dijo “…El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;


arrepentíos, y creed en el evangelio.”… “Venid luego, dice Jehová, y estemos a
cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca
lana.”… “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.”

Cristo viene en cualquier momento. Hoy estás vivo, mañana, so sabes. Si nunca le has
pedido perdón al Señor por todos tus pecados, este es el momento, El no rechaza un
corazón arrepentido.

Ven a Cristo, ven a Cristo hoy.

Eduardo Sierra
Siervo de Jesucristo

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