Calvinismo y Arminianismo
Calvinismo y Arminianismo
Calvinismo y Arminianismo
ARMINIANISMO
Fue creado durante el siglo XVI, por el religioso de origen francés Juan Calvino;
nació en julio de 1509 en Noyon, Francia y estudió en las mejores
universidades de Derecho y Teología. Al cumplir los 21 años, se convirtió
dramáticamente del catolicismo centrado en la tradición a la fe radical, bíblica y
evangélica en Cristo y su Palabra. Fue predicador en Ginebra durante 25 años,
hasta que murió a la edad de 54 años en mayo de 1564.
Calvino tuvo una gran influencia en las doctrinas protestantes. Su obra llamada
Institución de la Religión Cristiana, es la fuente de la repercusión que han
tenido sus creencias en el protestantismo en la historia. Luego que la iglesia
católica excomulgara a Martín Lutero, Calvino buscó refugio en Ginebra y así
se extendió esta doctrina en los Países Bajos, Alemania, Francia e Inglaterra.
El objetivo principal que tenía Juan Calvino era extender sus ideas para lograr
comprender los diferentes asuntos de fe que había establecido Martín Lutero.
Según Calvino, el principio de la predestinación absoluta era el único
responsable que podía explicar el destino de los hombres en la Tierra. Este
principio defendía la idea de que, dependiendo de la voluntad de Dios, algunos
escogidos tendrían derecho a la salvación eterna y otros serían condenados al
infierno. El favor de Dios estaba estrechamente asociado a la forma en la que
se llevaba una vida materialmente próspera gracias al trabajo y el retiro de los
caprichos materiales.
Expiación limitada – Como Dios determinó que solo ciertas personas debían
ser salvas, como resultado de la elección incondicional de Dios, Él determino
que Cristo debía morir solo por los elegidos. Todos los que Dios ha elegido y
por quienes Cristo murió serán salvos (Mateo 1:21; Juan 10:11; 17:9; Hechos
20:28; Romanos 8:32; Efesios 5:25).
De esta misma manera existen otros puntos doctrinales, que los presenta otra
corriente teológica y se muestra en lo siguiente:
EL ARMINIANISMO:
Arminio concordaba con los calvinistas en que el libre albedrío del hombre no
solo se encuentra “herido, mutilado, enfermizo, deshabilitado; sino que también
ha sido hecho cautivo, destruido y perdido”, de tal manera que el libre albedrío
humano es totalmente inútil “a menos que sea asistido por la gracia”. Según
Arminio, debido al oscurecimiento del entendimiento y la perversidad del
corazón, el hombre ha quedado en un estado de impotencia moral. “La
voluntad del hombre no es libre de hacer ningún bien a menos que sea […]
libertada por el Hijo de Dios a través del Espíritu de Dios”.
De manera que, en este punto, Arminio parece estar de acuerdo con Agustín,
Lutero, y Calvino. El punto en disputa radicaba en el papel de la gracia de Dios
en la salvación de los pecadores. “Toda persona no regenerada —decía él—
posee una voluntad libre, y la capacidad de resistir al Espíritu Santo, de
rechazar la gracia de Dios que le es ofrecida, de menospreciar el consejo de
Dios contra sí mismo, de rehusar aceptar el evangelio de la gracia, y de no
abrirle a Aquel que toca la puerta de su corazón”.
Según Arminio, Dios concede a todos los hombres una gracia previa que hace
posible la salvación de todos, al equipar el libre albedrío con la capacidad de
responder afirmativamente al llamado del evangelio, pero sin asegurar la
salvación de ninguno. Esta gracia previa es universal, pero no irresistible. De
manera que la decisión final está en las manos del hombre, no en las manos de
Dios.
Es importante señalar que el arminianismo no debe ser confundido con el semi-
palagianismo que abunda en tantas iglesias en el día de hoy. El semi-
pelagianismo enseña que el hombre es capaz de iniciar su propia salvación,
aunque no puede completarla por sí mismo. El arminianismo, en cambio, nos
dice que el hombre no puede dar el paso inicial hacia la salvación, a menos
que sea capacitado primero por la gracia “resistible” de Dios. Pero el paso final
es una decisión de la voluntad humana en la que Dios no interviene. Como
Dios es omnisciente, ÉL predestinó a todos aquellos que Él sabía de antemano
que iban a dar ese paso y creer.
Cristo murió por todos los hombres y por cada hombre, aunque solo los
creyentes son salvados.
Los temas en los que más diferencia hay y las Asambleas de Dios se
encuentra en un punto intermedio es la salvación y la predestinación,
basándose a la luz de la Palabra; entre estos puntos doctrinales encontramos
estas diferencias y similitudes:
La salvación se halla al alcance de todas las personas (Lucas 19:10; Juan 3:16;
Romanos 10:11–13; Hebreos 2:9; 2 Pedro 3:9; Apocalipsis 22:17).
Reconocer que de Dios proviene esa maravillosa salvación pero que el hombre
tiene parte en ella, la salvación puede perderse; es decir, la vida eterna que
Dios promete es para aquellos que han perseverado hasta el fin, luego de
aceptar el sacrificio de Jesús en la cruz, el cual lo hizo derramando toda su
sangre para salvación a todo mundo el mundo, con la misma oportunidad.
Por tanto el llamado es hacia tener una vida santa, agradable a Dios, andar
como es correcto, ser santos porque él es santo; trabajar con amor en su obra,
ser fieles y estar preparados para el glorioso arrebatamiento de la iglesia.
BIBLIOGRAFÁI:
https://www.gotquestions.org/Espanol/los-cinco-puntos-Calvinismo.html
https://www.euston96.com/calvinismo/
www.churchforum.org/quien-fue-juan-calvino-y-que-es-calvinismo.htm
https://www.gotquestions.org/Espanol/Calvinismo-Arminianismo.html
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/los-cinco-puntos-del-
arminianismo/
https://ag.org/es-ES/Creencias/Índice-de-temas/La-seguridad-de-la-salvación