Calvinismo y Arminianismo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

INSTITUTO BÍBLICO BETHEL CENTRAL DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS

TAREA: POSTULADOS DOCTRINALES DEL CALVINISMO Y

ARMINIANISMO

FACILITADORA: HNA. RAQUEL DE ÁVALOS

MATERIA: HISTORIA DE LA EXPANSIÓN DE LA IGLESIA

NIVEL: ESPECIALIDAD MISIONES

FECHA: 17 DE JULIO DE 2018


INTRODUCCIÓN:

La doctrina es parte fundamental de la vida del creyente, sus convicciones de


la Biblia, de lo que Dios hace y cómo se debe actuar, desde el principio del
evangelio, muchos hombres comenzaron a estudiar las Escrituras para poder
entender sobre temas importantes que debemos estar seguros. Entre estos
hombres están Calvino y Arminio que se centraron en investigar y definir de los
aspectos de la salvación.

Estos puntos doctrinales son prácticamente opuestos, hay algunas cosas en


las que concuerdan, como la salvación que proviene de Dios y de ningún otro;
pero las enseñanzas de Calvino guían a pensar que las personas pueden tener
cualquier clase de vida, no una nueva vida en el Señor y dar los frutos del
Espíritu, sino en que cuando obtienes la salvación, por ser elegido ya está
salvo hasta el fin de los tiempos. En cambio Arminio considera que la salvación
es para todos, no solamente para aquellos que han sido escogidos
exclusivamente y que no pueden resistir esa gracia de parte de Dios, Arminio
consideraba que esa gracia se puede resistir y depende completamente del
hombre decir que sí a su salvación o que no.

Muchas personas se inclinan por cualquiera de estos puntos, lo más ideal es a


la luz de la Palabra encontrar la verdad. Las Asambleas de Dios está en un
punto intermedio basándose en la Biblia, como una doctrina sana.
EL CALVINISMO:

Fue creado durante el siglo XVI, por el religioso de origen francés Juan Calvino;
nació en julio de 1509 en Noyon, Francia y estudió en las mejores
universidades de Derecho y Teología. Al cumplir los 21 años, se convirtió
dramáticamente del catolicismo centrado en la tradición a la fe radical, bíblica y
evangélica en Cristo y su Palabra. Fue predicador en Ginebra durante 25 años,
hasta que murió a la edad de 54 años en mayo de 1564.

Calvino tuvo una gran influencia en las doctrinas protestantes. Su obra llamada
Institución de la Religión Cristiana, es la fuente de la repercusión que han
tenido sus creencias en el protestantismo en la historia. Luego que la iglesia
católica excomulgara a Martín Lutero, Calvino buscó refugio en Ginebra y así
se extendió esta doctrina en los Países Bajos, Alemania, Francia e Inglaterra.

El objetivo principal que tenía Juan Calvino era extender sus ideas para lograr
comprender los diferentes asuntos de fe que había establecido Martín Lutero.
Según Calvino, el principio de la predestinación absoluta era el único
responsable que podía explicar el destino de los hombres en la Tierra. Este
principio defendía la idea de que, dependiendo de la voluntad de Dios, algunos
escogidos tendrían derecho a la salvación eterna y otros serían condenados al
infierno. El favor de Dios estaba estrechamente asociado a la forma en la que
se llevaba una vida materialmente próspera gracias al trabajo y el retiro de los
caprichos materiales.

Esta doctrina no es nueva, por el contrario, es antigua. Esta doctrina niega


firmemente que la ordenación sacerdotal sea un sacramento de la iglesia.
Dentro de sus principales creencias se incluye la creencia en la soberanía
absoluta de Dios y la doctrina de la justificación únicamente por medio de la fe.
Nos enseña que la salvación se puede obtener por gracia y no por buenas
obras, y para esto es necesario creer o confiar en Jesús y verlo a Cristo como
único y suficiente salvador.

El calvinismo se presenta en 5 puntos clave que se muestran a continuación:

Depravación total – Como resultado de la caída de Adán, toda la raza humana


está afectada; toda la humanidad está muerta en sus delitos y pecados. El
hombre es incapaz de salvarse a sí mismo (Génesis 6:5; Jeremías
17:9; Romanos 3:10-18).

Elección Incondicional – Como el hombre está muerto en el pecado, es incapaz


de iniciar una búsqueda de Dios; por tanto, en la eternidad pasada, Dios eligió
a ciertas personas para salvación. La elección y predestinación son
incondicionales; no están basadas en la respuesta del hombre (Romanos 8:29-
30; 9:11; Efesios 1:4-6, 11-12) porque el hombre es incapaz de responder a
Dios, ni de querer hacerlo. 

Expiación limitada – Como Dios determinó que solo ciertas personas debían
ser salvas, como resultado de la elección incondicional de Dios, Él determino
que Cristo debía morir solo por los elegidos. Todos los que Dios ha elegido y
por quienes Cristo murió serán salvos (Mateo 1:21; Juan 10:11; 17:9; Hechos
20:28; Romanos 8:32; Efesios 5:25).

Gracia irresistible – Aquellos a quienes Dios eligió, los atrae a Sí Mismo a


través de la gracia irresistible. Dios hace que el hombre esté dispuesto a venir
a Él. Cuando Dios llama el hombre responde (Juan 6:37, 44; 10:16)

Perseverancia de los santos – Aquellos que Dios ha elegido y atraído a Sí


Mismo a través del Espíritu Santo, perseverarán en la fe. Ninguno de los que
Dios ha elegido se perderá; ellos están eternamente seguros (Juan 10:27-
29; Romanos 8:29-30; Efesios 1:3-14).

De esta misma manera existen otros puntos doctrinales, que los presenta otra
corriente teológica y se muestra en lo siguiente:

EL ARMINIANISMO:

Jacobo Arminio fue un pastor y teólogo holandés, nacido en 1560, es decir, 4


años antes de la muerte de Calvino. Obtuvo su preparación teológica a los pies
de Teodoro de Beza, el sucesor de Calvino en Ginebra; de modo que su
formación teológica fue profundamente calvinista. Sin embargo, poco tiempo
después de su ordenación al ministerio, comenzó a tener conflictos con la
postura de los calvinistas holandeses en lo tocante al papel que juega la gracia
de Dios en la salvación de los pecadores.

Arminio concordaba con los calvinistas en que el libre albedrío del hombre no
solo se encuentra “herido, mutilado, enfermizo, deshabilitado; sino que también
ha sido hecho cautivo, destruido y perdido”, de tal manera que el libre albedrío
humano es totalmente inútil “a menos que sea asistido por la gracia”. Según
Arminio, debido al oscurecimiento del entendimiento y la perversidad del
corazón, el hombre ha quedado en un estado de impotencia moral. “La
voluntad del hombre no es libre de hacer ningún bien a menos que sea […]
libertada por el Hijo de Dios a través del Espíritu de Dios”.

De manera que, en este punto, Arminio parece estar de acuerdo con Agustín,
Lutero, y Calvino. El punto en disputa radicaba en el papel de la gracia de Dios
en la salvación de los pecadores. “Toda persona no regenerada —decía él—
posee una voluntad libre, y la capacidad de resistir al Espíritu Santo, de
rechazar la gracia de Dios que le es ofrecida, de menospreciar el consejo de
Dios contra sí mismo, de rehusar aceptar el evangelio de la gracia, y de no
abrirle a Aquel que toca la puerta de su corazón”.

De modo que si el pecador no responde al llamamiento, la culpa es


enteramente suya. Hasta aquí estamos todo de acuerdo. Pero, ¿qué ocurre si
el pecador acepta el mensaje y viene a Cristo con arrepentimiento y fe? ¿De
quién depende, a final de cuentas, esa decisión: de la soberana voluntad de
Dios o de la voluntad del pecador? Arminio responde: depende enteramente de
la voluntad del pecador que ha sido previamente capacitado por la gracia de
Dios.

Según Arminio, Dios concede a todos los hombres una gracia previa que hace
posible la salvación de todos, al equipar el libre albedrío con la capacidad de
responder afirmativamente al llamado del evangelio, pero sin asegurar la
salvación de ninguno. Esta gracia previa es universal, pero no irresistible. De
manera que la decisión final está en las manos del hombre, no en las manos de
Dios.
Es importante señalar que el arminianismo no debe ser confundido con el semi-
palagianismo que abunda en tantas iglesias en el día de hoy. El semi-
pelagianismo enseña que el hombre es capaz de iniciar su propia salvación,
aunque no puede completarla por sí mismo. El arminianismo, en cambio, nos
dice que el hombre no puede dar el paso inicial hacia la salvación, a menos
que sea capacitado primero por la gracia “resistible” de Dios. Pero el paso final
es una decisión de la voluntad humana en la que Dios no interviene. Como
Dios es omnisciente, ÉL predestinó a todos aquellos que Él sabía de antemano
que iban a dar ese paso y creer.

Después de la muerte de Arminio, sus seguidores fueron acusados de herejía,


por lo que presentaron a los Estados de Holanda un Memorial de Protesta que
podemos resumir en los siguientes puntos:

Dios elige o reprueba sobre la base de la fe o incredulidad que Él prevé.

Cristo murió por todos los hombres y por cada hombre, aunque solo los
creyentes son salvados.

El hombre está tan depravado que la gracia divina es necesaria para la fe o


para cualquier otra buena obra.

Esta gracia puede ser resistida.

En lo tocante a si una persona en verdad regenerada ciertamente persevera en


la fe, es necesario un mayor estudio. Más adelante este último artículo fue
alterado para enseñar definitivamente que un creyente verdaderamente
regenerado podía perder su fe y, con ella, su salvación.

Los temas en los que más diferencia hay y las Asambleas de Dios se
encuentra en un punto intermedio es la salvación y la predestinación,
basándose a la luz de la Palabra; entre estos puntos doctrinales encontramos
estas diferencias y similitudes:

Ambos sistemas pueden sintetizarse en cinco puntos. El Calvinismo sostiene


una total depravación del hombre, mientras que el Arminianismo dice que la
depravación es parcial. La depravación total asegura que cada aspecto de la
humanidad está contaminado por el pecado, por lo que los seres humanos son
incapaces de venir a Dios por su propia voluntad. La depravación parcial dice
que cada aspecto de la humanidad está contaminado por el pecado, pero no al
extremo de que sea incapaz de colocar su fe en Dios por su propia voluntad.

El Calvinismo se adhiere a una elección incondicional, mientras que el


Arminianismo dice que la elección es condicional. La elección incondicional
sostiene que Dios elige individuos para salvarlos basado enteramente en Su
soberana voluntad, no en alguna otra cosa inherente en el individuo. La
elección condicional dice que Dios elige a los individuos para la salvación,
basado en Su pre-conocimiento de quién será un creyente en Cristo para
salvación.

El Calvinismo sostiene que la expiación es limitada, mientras que el


Arminianismo dice que la expiación es ilimitada. Este es el más controversial de
los cinco puntos. La redención limitada es la creencia de que Jesús sólo murió
por los elegidos. La redención ilimitada es la creencia de que Jesús murió por
todos, pero que Su muerte no tiene efecto hasta que la persona crea en Cristo.

El Calvinismo se adhiere a una gracia irresistible, mientras el Arminianismo se


adhiere a una gracia resistible. La gracia irresistible sostiene que cuando Dios
llama a una persona a la salvación, esta persona inevitablemente llegará a la
salvación. La gracia resistible sostiene que Dios llama a todos a la salvación,
pero que mucha gente resiste y rechaza este llamado.

El Calvinismo cree en la perseverancia de los santos, mientras que el


Arminianismo sostiene que la salvación está condicionada. La perseverancia
de los santos se refiere al concepto de que una persona que ha sido elegida
por Dios, perseverará en la fe y nunca negará a Cristo o se apartará de Él. La
salvación condicional es la opinión de que un creyente en Cristo puede, de su
libre albedrío, alejarse de Cristo y por lo tanto, perder la salvación.

Así que en el debate del Calvinismo vs. El Arminianismo, ¿quién está en lo


correcto? Es interesante notar que en la diversidad del Cuerpo de Cristo, hay
toda clase de mezclas del Calvinismo y el Arminianismo. Hay cinco puntos
Calvinistas y cinco puntos arminianistas, y al mismo tiempo tres apuntan al
Calvinismo y dos al Arminianismo. Muchos creyentes llegan a una clase de
mezcla entre estos dos sistemas. A fin de cuentas, creemos que los dos
sistemas fallan al intentar explicar lo inexplicable. Los seres humanos somos
incapaces de abarcar un concepto como éste. Sí, Dios es absolutamente
soberano y omnisciente. Sí, los seres humanos podemos ser llamados a hacer
una genuina decisión de poner nuestra fe en Cristo para salvación. Estos dos
factores nos parecen contradictorios, pero en la mente de Dios, ambos tienen
perfecto sentido.

Ambas están de acuerdo en que el problema no se halla en la


Aplicación. No todos serán salvos. Ambas están de acuerdo en que, directa
o indirectamente, todos los humanos reciben beneficios de la obra
expiatoria de Cristo. El punto de desacuerdo tiene que ver con el
propósito divino. ¿Era éste hacer posible la salvación para todos, o sólo
para los elegidos y, por tanto, asegurar y garantizar la salvación eterna de
éstos?
Los particularistas toman los pasajes que dicen que Cristo murió por
Las ovejas (Juan 10:11, 15), por la Iglesia (Efesios 5:25; Hechos 20:28), o
por “muchos” (Marcos 10:45). Citan también numerosos pasajes que, en el
contexto, asocian claramente a los “creyentes” con la obra expiatoria de
numerosos pasajes que, en el
contexto, asocian claramente a los “creyentes” con la obra expiatoria de
Cristo (Juan 17:9; Gálatas 1:4; 3:13; 2 Timoteo 1:9; Tito 2:3; 1 Pedro
2:24). Los particularistas alegan lo siguiente: (1) Si Cristo murió por todos,
entonces Dios debe ser injusto si alguno perece por sus propios pecados,
puesto que Cristo tomó sobre sí todo el castigo debido por los pecados de
todos. Dios no podría exigir dos veces el pago de la misma deuda. (2) La
doctrina de la expiación ilimitada conduce lógicamente al universalismo,
porque si pensamos de otra forma, tenemos que poner en duda la eficacia
de la obra de Cristo, que fue para “todos”. (3) Una exégesis y una
hermenéutica sólidas hacen evidente que el lenguaje universal no es
siempre absoluto (véanse Lucas 2:1; Juan 12:32; Romanos 5:18;
Colosenses 3:11).
Las Asambleas de Dios sostienen la enseñanza bíblica según la cual las
personas entran en una relación personal salvadora con Cristo por medio del
poder regenerador del Espíritu Santo, quien las lleva al arrepentimiento y a la fe
en Cristo. Jesús describió esta experiencia inicial de la salvación como el
«nuevo nacimiento» (Juan 3:3–6),1 como lo hizo también el apóstol Pedro (1
Pedro 1:3).  De igual manera, Pablo escribe: «Nos salvó… por el lavamiento de
la regeneración [palinguenesías, “del nuevo nacimiento” o “de la regeneración”]
y por la renovación en el Espíritu Santo» (Tito 3:5), usando también la
expresión «nueva creación» para referirse a este transformador suceso
salvador (2 Corintios 5:17).

En el momento del nuevo nacimiento del creyente, designado teológicamente


como «regeneración», el Espíritu Santo entra a él, llevándole la seguridad del
perdón de sus pecados, la renovación espiritual y una relación personal con
Dios. «El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos
de Dios» (Romanos 8:16). Esta relación dinámica con Dios a través de su
Espíritu, iniciada y sostenida por medio de la fe, afianza la seguridad del
creyente.

La salvación se halla al alcance de todas las personas (Lucas 19:10; Juan 3:16;
Romanos 10:11–13; Hebreos 2:9; 2 Pedro 3:9; Apocalipsis 22:17).

La salvación es recibida y asegurada por medio de la fe (Romanos 3:28;


Gálatas 2:20–21; Efesios 2:8; Filipenses 3:9; Hebreos 10:38; 1 Pedro 1:5).

La salvación es un conflicto constante con la tentación y el pecado (Romanos


1:32; 1 Corintios 3:1–3, 5–8; 5:9–13; Hebreos 3:12–14; 12:1; 1 Juan 1:8; 3:8).

La salvación del creyente se puede perder o abandonar por su alejamiento


voluntario de Cristo (Juan 17:12; 1 Timoteo 4:1; 5:12, 15; Hebreos 6:4–6,
10:26–27, 38; 2 Pedro 2:20; 1 Juan 5:16).
CONCLUSIÓN:

Al examinar la Palabra y con la guía del Espíritu Santo, se encuentra la verdad.


Cuál ha sido el propósito de Dios para el hombre y respecto a su salvación, un
tema tan importante para el mundo. El único medio de salvación es Cristo y
gracias a él existe esta gran oportunidad para todos nosotros.

Reconocer que de Dios proviene esa maravillosa salvación pero que el hombre
tiene parte en ella, la salvación puede perderse; es decir, la vida eterna que
Dios promete es para aquellos que han perseverado hasta el fin, luego de
aceptar el sacrificio de Jesús en la cruz, el cual lo hizo derramando toda su
sangre para salvación a todo mundo el mundo, con la misma oportunidad.

Por tanto el llamado es hacia tener una vida santa, agradable a Dios, andar
como es correcto, ser santos porque él es santo; trabajar con amor en su obra,
ser fieles y estar preparados para el glorioso arrebatamiento de la iglesia.
BIBLIOGRAFÁI:

https://www.gotquestions.org/Espanol/los-cinco-puntos-Calvinismo.html

https://www.euston96.com/calvinismo/

www.churchforum.org/quien-fue-juan-calvino-y-que-es-calvinismo.htm

https://www.gotquestions.org/Espanol/Calvinismo-Arminianismo.html

https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/los-cinco-puntos-del-
arminianismo/

https://ag.org/es-ES/Creencias/Índice-de-temas/La-seguridad-de-la-salvación

Santa Biblia, Reina Valera 1960, Editorial

Horton, Teología Bíblica y sistemática

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy