Continuación de la mañana…

Mi querido lector, ¿Acaso crees que este melancólico y

poco consolado corazón, es merecedor de todas estas
malaventuranzas que han sucedido? O ¿Es señal divina
de que estoy destinado a vivir una vida tan trágica,
infortuna y tan insignificante? Dios mío, ¿es que acaso
ser soñador en este mundo se ha convertido en una
desdicha para una sociedad tan perdida y
malaventurada por una vida rutinaria que no hace más
qué consumir la bella y hermosa imaginación que todos
en principio no somos dignos de poseer? ¿Tal vez, este
sentimiento de soledad constante es un prodigio o una
maldición puesta por los mismísimos dioses del olimpo?
Lo único certero es que no me queda de otra que
aceptar como amigo a esta pena sentimental, que por
cada segundo que pasa me quema, me consume pero
que después de todo este es mi grande y amigo fiel, que
hace mucho daño; pero esta siempre está conmigo.
¡Ay, mi amada nastenka! ¡Qué dichosa debes sentirte!
Has sido la única mujer que puesto a latir 1000 veces
por segundo a este triste y desolado corazón que pedía,
que anhelaba un amor sincero, que
desafortunadamente nunca quiso tocar a la puerta.
Aunque, fuiste aquella mujer con una chispa en esa
mirada encantadora, que logro cautivar por completo a
este tipo a tal punto que sentia mariposas en mi barriga
cada vez que te veía.
Lastimosamente fui demasiado ingenuo pensando que
eras de esas mujeres que conmueven más al corazón
que a la vista, de esas que van entrando directo a tu
alma esperanzada por un nuevo amor. Pero me
equivoque, fue mi culpa, ¡toda mi culpa! porque desde
el principio nos declaraste amigos y simplemente
amigos; nada más.
Pero al final decidiste irte tras un amor que daba pena
ajena. Tu mente te decía no, no le creas, pero tu
corazón inocentemente, estaba enamorado
profundamente de una manzana perniciosa totalmente
encantada por una víbora que no hacía nada más que
incitarte a que lo perdonaras.
Dejaste a este pobre hombre tremendamente
maltratado, llorando asi como cuando un indefenso niño
jugando se cae, empezando a llorar pidiendo
ciegamente su querida madre.
Al final, ¿Qué tan exigente puedo ser? ¿Es el precio que
se debe pagar luego de pequeños momentos de
felicidad? ¿esto que siento es lo que suele sentir una
persona luego de una pena sentimental? Dios mío,
¿esta es una lección divina que me has puesto a pagar
para que deje de enamorarme a la primera? ¿qué tan
exigente puedo ser? Que iluso fui pensando que mujer
tan dulce, amorosa, soñadora, se iba a fijar en un triste
hombre tan solitario lleno de muchos vacíos, en un
hombre con un corazón tan grande para entregar… Tu
amor se me ha ido, con tus manos separándose
bruscamente de las mías, viendo como tu corazón
palpitaba por otro amor.
Mi mañana procedía de mal en peor, se terminaba y yo
seguía en esta cueva lleno de lágrimas y recuerdos que
no hacían más que atormentarme, y de verdad que mi
total admiración a ese brillante y hermoso sol que,
aunque a diario cae ante una noche serena, oscura,
opacadora de la luz se levanta con más fuerzas que
nunca iluminando nuestros días. Al parecer de esto se
trata la vida, de luchas interminables, decepciones
infinitas, amores que marcan tu vida, atardeceres
dorados y negras tormentas que aclaran tu mente.
LA TARDE
Luego de una mañana tan cruda, reflexiva, y muy triste;
llego el atardecer divino a motivarme con esos rayos
solares a salir de esta caverna desolada, acepté su
invitación y proseguí a salir a caminar a las solitarias
calles de san Petersburgo como usualmente lo hago
para desahogarme y aliviarme de esta profunda
melancolía que me domina. No obstante, todo esto fue
un error, fue la peor decisión que pude haber tomado,
pensaba que las calles estarían solitarias, ya que la
mayoría de la gente estaba en el campo. Pero, me lleve
la sorpresa de mi vida, la gente estaba alarmada,
agitada como termina un atleta luego de correr 100 km.
Los carruajes de la adinerada gente venían a todo
timbal, la ciudad era un caos, aunque algunas personas
ya habían regresados a sus trabajos, percibí algo
extraño en el ambiente, en las caras de las personas
san Petersburgo; venían tristes, decepcionadas como si
esto cautivo mi curiosidad por completo. Sin embargo,
seguí mi camino desdichado, con ganas, pero sin ganas
de encontrar la razón por la cual mis queridos
habitantes de san Petersburgo venían atemorizados y a
que no se adivinan mis queridos lectores a quien vi
cuando estaba en el sur de san Petersburgo a unos
cuantos metros del rio fontanka… Si, al mismísimo con
bastón de oro, piel arrugada y con canas en todo su
cabello, nada más y nada menos que mi buen amigo
anciano, pero este estaba con un peculiar joven, con
quien poseía un parecido enorme, ¡este joven
casualmente conservaba ese rostro pensativo y curioso
con el que se caracterizaba nuestro querido anciano!
Además de que poseía una mirada y sonrisa
encantadora, este era joven con un cabello largo
castaño, ojos grandes con un color cielo hermoso, tenía
un buen porte el joven, tenía aproximadamente 18 años
de edad, lastimosamente no era capaz de distinguir su
altura porque este estaba sentado en una extravagante
silla de rueda bañadas en un oro bellísimo,
resplandeciente y demasiado encantador. Esta vez,
estaba tan mal sentimentalmente que medite
demasiado si saludar o no, porque los nervios me
estaban dominando, pero me tomo por sorpresa que mi
buen amigo anciano me había visto y al parecer en su
rostro pude notar que quería llamarme, esto me intrigo
porque como ya saben nunca había tratado con él, solo
miradas pero como toda una persona cortés, educada,
procedí a llegar donde estaban ellos casualmente
estaban en la fontanka, apreciando las hermosas aguas
de este rio. Cuando me estaba acercando a ellos mi
cuerpo empezó a temblar, mi inseguridad me domino
por completo, no creía lo que estaba a punto de pasar,
¡era uno de los momentos más lindos y esperados de
mi vida! Cuando casi llego a donde se encontraban
ellos, vi en un departamento
- Que alegría de verle bien, hace tiempo que no lo
veía por estos lugares, ya me estaba preocupando
por usted, pero lo importante es que usted se ha de
encontrar bien como veo.
- Pensé en mi cabeza: Ay mi querido anciano, es que
estas siendo tan inocente, pero no te culpo, tan solo
si supieras todos los acontecimientos que me han
sucedido…
Pero deje a un lado eso y contesté con una voz muy
firme para que el no sospechara nada: Gracias por
preocuparse por mí, mi querido amigo, a mí también me
preocupaba mucho usted. Me va a disculpar, pero son
un tipo poco sociable y no se crear conversaciones. Por
cierto, amigo mío, ¿me puede decir su nombre? si no es
mucha molestia…
- No se preocupe, le entiendo a la perfección, es una
pena vivir asi, pero deje el miedo y salga a conocer
personas, usted se ve que es una persona
demasiado agradable, estoy seguro de que, si se
 dejara el miedo a ser rechazado, su vida cambiaria.
Yo soy el señor Vladimir y él es mi querido hijo
maxim. Perdone, solo lo llame para saludar, me va
a disculpar, pero ya nos tenemos que ir, no sé si ya
se haya enterado, pero hay un grupo de personas
que en el campo estuvieron matando a muchas
personas, y violando muchas niñas, vaya a su casa
y refúgiese. fue un gusto conocerlo. -Dijo el anciano
Aunque solo fueron minutos de conversación, para mí
fue mucho, tal como adivine, la sabiduría de ese señor
era demasiado grande, me hizo sentir muy a gusto
conmigo mismo gracias a lo que me dijo, no sabe el gran
favor que me hizo. Y me dejo tónico lo que dijo, sobre lo
que paso en el campo, me duele, me lastima como hay
gente que es capaz de hacer tales barbaridades.
Seguía caminando, cada vez más cerca de ese indigno
campo, donde seguía y seguía la gente corriendo, estos
estaban tan agitados y desesperados que algunos
caían desmallados y la gente increíblemente, ¡no le
importaba como estuviese el otro! Veían que gritaba y
se desmayaban, estos seguían su camino, haciéndose
los ciegos-sordos. La indignación había tomado por
completo la ciudad, yo seguí mi camino, buscando
quien era el que había empezado toda esta catástrofe,
las casas cercanas al campo de estaban todas llenas
de sangre espesa, en todas las casas había las iniciales
GP... ¿Qué significaban estas iniciales? ¿Acaso este
era el nombre de la banda criminal? Cada vez salían
más preguntas, pero ninguna respuesta…
Cuando de repente siento un jalón de hombro que me
deja los pelos de puntas y la cara pálida, como una
leche cuajada. Miro lentamente para atrás y era
matryona. Casi me matas del susto -Le dije a nastenka.
Ella insistía de que nos fuéramos para la casa, pero le
dije que no, no podía volver a esa cueva, tenía que
llegar al fondo de esto, ella acepto lo que le dije y se fue
rumbo a la casa.
Seguí mi camino, y de repente a 50 metros de mi
persona se encontraba un grupo de hombres
aparentemente muy robustos, con cara y vestimenta de
criminales. Alcance a reconocer uno de ellos, era aquel
tipo morboso que había perseguido a nastenka, y a su
lado estaba el prometido de nastenka, sosteniendo una
bandera con las iniciales (GP) la cual abajo decía “La
gran purga”. Y al frente de ellos tirada en el piso una
mujer morena en el piso tirada, esta vestía chal negro
muy coqueto y llevaba un bonito sombrero amarillo,
quedé inmóvil, solo había visto a una persona en san
Petersburgo con esa ropa, si… era de nastenka. Todo
mi cuerpo se paralizo como una planta, quede inmóvil,
y no me podía creer lo que mis tristes ojos estaban
observando, no entendía lo que estaba sucediendo…
No pude contenerme y exploté de rabia, a mi lado, había
hermosa tienda de armas, y me abalancé a tomar un
arma, nunca en mi vida había sostenido un arma, pero
no podía dejar esto asi, la tienda estaba solitaria que
parecía ely entonces cogí un arma que se hacía llamar
la m4a1, era un arma grande y pesada, aprete
suavemente el gatillo del arma, disparando al grupo. Me
sorprendió la puntería que tuve y dejé a todo el grupo
en el piso, heridos. No podía creer lo que había sido
capaz de hacer, pero no me tome el tiempo de
meditarlo, solamente me importo nastenka ahí tirada en
el piso, corrí tan rápido como un rayo hacia donde ella
y si, si era ella.
Oh, ¡mi amada nastenka!, ¿por qué te hicieron esto?
¿Por qué a ti? Una mujer tan dulce y buena como lo
eras tu no se merecía esto.
Al instante las lágrimas invadieron mis ojos ya rojos de
tanto haber llorado, el amor de mi vida había partido de
este mundo y todo había sido mi culpa, por mi egoísmo
por no haber aceptado ser su amigo, la abandone,
nunca debí alejarme de ella, fui tan débil y no acepte
que ella podía querernos a los dos. Por comportarme
como un niño, aferrándome si o si a tu amor e ignorando
tu linda amistad. Al final termine sin amor y sin esa
amistad tan sincera que me brindabas.
FIN