Actividad de Aprendizaje 3. Proceso Legislativo
Actividad de Aprendizaje 3. Proceso Legislativo
Actividad de Aprendizaje 3. Proceso Legislativo
Matricula:
132212
Grupo:
L086
Asignatura:
Introducción al Estudio del Derecho
Actividad de Aprendizaje.
Fin De Vigencia De La Ley Escrita
El grupo Parlamentario del PRD presento una iniciativa de Ley Para Prevenir y
Sancionar la Tortura que fue presentada el 15 de julio de 2009. Dicha iniciativa fue
retirada del debate, por lo que se propuso reivindicar su contenido.
En este sentido el SPT era muy claro al indicar que se deberían adoptar penas
acordes con la gravedad de ese delito de lesa humanidad evitando equipararlo a
otros tipos legales como lesiones o similares; así también, ofrecer una adecuada
capacitación, programas de sensibilización destinados a los operadores de
justicia, agentes policiales y penitenciarios en lo que respecta a la correcta
manera de calificar e investigar conforme al Protocolo de Estambul los hechos
denunciados por tortura para que los procesos de investigación no se diluyan
en otros delitos más leves.
Así también se pudo observar que la mayoría de las víctimas fueron detenidas
arbitrariamente con el pretexto de haber sido apresadas mientras cometían un
delito (en flagrancia), y luego fueron retenidas ilícitamente sin que se
reconociera su detención durante horas o incluso días, antes de ser puestas a
disposición de agentes del Ministerio Público. Durante este período las víctimas
en muchos casos fueron mantenidas incomunicadas en bases militares,
estaciones de policía u otros centros de detención clandestinos, y allí fueron
torturadas con el propósito de obtener información sobre la delincuencia
organizada y de conseguir que confesaran que pertenecían a organizaciones
delictivas.
En este sentido se señala, que es común que agentes del Ministerio Público se
trasladen hasta bases militares para recibir confesiones que los detenidos
prestan bajo coerción; que policías ministeriales presionen a los detenidos para
que firmen confesiones falsas; que los peritos médicos no documenten signos
evidentes de abuso físico; y que los jueces admitan testimonios que los
acusados afirman que se obtuvieron mediante tortura, sin antes investigar estas
denuncias.
Por otra parte se indica que los jueces tienen un papel fundamental en la
eliminación de los incentivos perversos que facilitan la tortura: la ley mexicana
exige que aquellas confesiones que hayan sido obtenidas mediante tortura u
otros malos tratos no tengan valor probatorio en juicio.
En este sentido, señalan que algunos jueces continúan admitiendo como prueba
declaraciones y confesiones que, según afirman los acusados, se obtuvieron
mediante torturas, sin insistir en que se investiguen adecuadamente dichas
denuncias. Y actúan de este modo incluso cuando existen serias incongruencias
en las versiones sobre las detenciones ofrecidas por funcionarios vinculados
con la seguridad pública, así como pruebas de que no se habría respetado el
debido proceso.
A los jueces:
2. Exigir a los agentes del Ministerio Público que demuestren que las
declaraciones de los presuntos delincuentes y otros elementos probatorios se
obtuvieron de manera lícita.
1. Establecer un formulario uniforme para las pericias médicas, que pueda ser
utilizado por los peritos médicos de la jurisdicción federal y de los estados para
evaluar la condición de los detenidos cuando estos son puestos a disposición
de agentes del Ministerio Público.
2. Incorporar en el formulario una sección en la cual los peritos puedan
recomendar la aplicación del Protocolo de Estambul en respuesta a signos que
indiquen posible maltrato, independientemente si el detenido ha denunciado
torturas.
3. Los agentes del Ministerio Público militar no deben de clasificar los casos de
presuntas torturas y otras formas de maltrato como abusos de menor gravedad
o infracciones a la disciplina militar. Cuando existan dudas respecto de si un
presunto abuso puede considerarse tortura, el caso debe transferirse a la
justicia penal ordinaria para que se investiguen las denuncias.
3. Reformar las leyes federales y estatales para derogar la práctica del arraigo.
La única acción, que sugería ser una respuesta, emprendida por el gobierno
mexicano a propuesta de diversas organizaciones de derechos humanos fue la
creación de una oficina de investigación independiente de las procuradurías que
pudiera conocer de graves violaciones a derechos humanos como por ejemplo
de casos de tortura, desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales, llamada
Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, comandado por la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH); a la fecha, dicho mecanismo aunque ha
cumplido con realizar visitas periódicas a los lugares de detención, para
examinar el trato que se da a las personas privadas de la libertad y evaluar las
condiciones de detención, lo anterior no resulta suficiente dado que en los
Informes que emite no hay recomendaciones a las autoridades competentes y
por ende no existe un seguimiento de los casos.
Así, la gravedad de la situación, la omisión por parte del Gobierno Federal, las
víctimas de este delito y los innumerables llamados por parte de organismos
internacionales de derechos humanos nos animan y motivan a presentar
nuevamente una Iniciativa que rescate el espíritu y la propuestas de aquélla
retirada del debate parlamentario por los procedimientos regulatorios
senatoriales, lo cual sin lugar a dudas nos exige como legisladores pasar a una
nueva etapa de reformas en la legislación nacional en contra de la tortura, pues
la lucha en contra de esta práctica sólo podrá incrementar su efectividad si se
contemplan las siguientes medidas:
Se propone reformar las fracciones I, II, III y IV del mismo artículo 2 con el objeto
de mejorar la redacción e incluir términos tales como: derechos humanos e
instituciones de seguridad pública con lo que se actualiza esta Ley.
PROYECTO DE DECRETO
Artículo 1.- La presente Ley tiene por objeto prevenir, sancionar y erradicar la
tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, y su aplicación
es obligatoria para las autoridades de la Federación, los Estados, el Distrito
Federal y los Municipios.
Artículo 2.- Los órganos dependientes del Ejecutivo en todos los órdenes de
gobierno relacionados con la procuración de justicia y de seguridad pública, en
los términos de los artículos 1 y 21 constitucionales, así como los órganos
encargados de la seguridad nacional, de conformidad con las leyes respectivas,
llevarán a cabo programas permanentes y establecerán procedimientos para:
Artículo 3.- Comete el delito de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos
o degradantes, el servidor público que, con motivo de sus atribuciones, inflija a
una persona dolores o sufrimientos graves, sean físicos o mentales con el fin de
obtener, del torturado o de un tercero, información o una confesión o castigarla
por un acto que haya cometido o se sospeche ha cometido, o coaccionarla para
que realice o deje de realizar una conducta determinada.
Artículo 4.- A quien cometa el delito de tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes, se aplicará prisión de cinco a quince años, de
doscientos a quinientos días multa e inhabilitación definitiva. Para los efectos de
la determinación de los días multas se estará a lo dispuesto en el artículo 29 del
Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda la
República en Materia de Fuero Federal.
Se aplicarán las mismas penas al tercero que, con cualquier finalidad, instigado
o autorizado, explícita o implícitamente, por un servidor público, inflija dolores o
sufrimientos graves sean físicos o mentales a un detenido.
Artículo 6.- No se considerarán como causas excluyentes de responsabilidad del
delito de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes el que
se invoquen o existan situaciones excepcionales como inestabilidad política
interna, estado de guerra o amenaza de guerra, conmoción o conflicto interior,
suspensión de garantías constitucionales, urgencia en las investigaciones o
cualquier otra circunstancia. Tampoco podrá invocarse como justificación la
orden de un superior jerárquico o de cualquier otra autoridad, la peligrosidad del
detenido o sentenciado, ni la inseguridad de establecimientos o centros
penitenciarios.
Artículo 8.- Ninguna confesión o información que haya sido obtenida mediante
tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes podrá invocarse
como prueba, salvo en contra de una persona acusada de tortura como prueba
de que se ha formulado la declaración.
Artículo 9.- No tendrá valor probatorio alguno la confesión rendida ante una
autoridad policíaca o militar; ni la rendida ante el Ministerio Público o autoridad
judicial, sin la presencia del defensor o persona de confianza del imputado y, en
su caso, del traductor.
I al VII…
Título II
Artículo 12.- Cualquier persona que alegue haber sido sometida a tortura y otros
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, tendrá derecho a presentar
una queja que será motivo de la apertura de una investigación, y a que su caso
sea pronta e imparcialmente examinado por las autoridades competentes; ello
tomando las medidas pertinentes para asegurar que quien presente la queja y
los testigos estén protegidos contra malos tratos o intimidación como
consecuencia de la queja o del testimonio prestado.
Para los efectos de este artículo, todas las autoridades deberán actuar conforme
a lo que señala el Protocolo de Estambul.
Artículo 13.- En todo lo no previsto por esta ley, serán aplicables las
disposiciones del Código Penal Federal; del Código Federal de Procedimientos
Penales; de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública; de la Ley
Orgánica de la PGR; de la Ley de Policía Federal, de la Ley Federal contra la
Delincuencia Organizada, de la Ley de Seguridad Nacional.